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Antes de los atentados y cuando Hollywood era más crítico
Hubo una época, antes de lo ocurrido a las Torres Gemelas, en que el terrorismo y el fanatismo árabes eran parte de la dieta en los argumentos hollywoodenses. Pero contrario a lo ocurrido en Pearl Harbor, las películas con ese tema se volvieron súbito tabú. He aquí tres muestras de ello, relativamente inconseguibles en DVD
FEBRERO, 2010. Al día siguiente que Japón bombardeó Pearl
Harbor, las oficinas de reclutamiento de Estados Unidos se encontraban al tope y en los meses que siguieron Hollywood rodó decenas de cintas donde el ejército nipón era el villano el cual era nombrado y presentado sin ambigüedades. Con los atentados del 2001 el efecto fue el contrario y los estudios simplemente se desentendieron del asunto, esto es, que los árabes ya no serían los malos de las historias. Fue, sin duda, un triunfo del activismo políticamente correcto, de la mano del multiculturalismo, conceptos ambos que no existían en los años cuarenta, pero ahora que el patriotismo, la defensa territorial y el manifestar indignación ante un ataque parecen haberse convertido en pecado en Estados Unidos --pese a que en cualquier otro país se les considera válidos y lógicos-- la cantidad de temas tabú en Hollywood ha crecido exponencialmente. El resultado, como ya lo hemos empezado a ver, será de películas cada vez más insípidas y donde los villanos quedarán reducidos a dos elementos, los nazis y la Iglesia católica. Así pues, tras los atentados la cinta
The Sum of All Fears, basada en un libro de Tom Clancy, los malor originalmente eran unos terroristas árabes pero fueron sustituidos por los ya trillados supremacistas blancos.
Predeciblemente, la película fue un fiasco.
No siempre fue así, y para ello presentamos tres DVDs de muestra de cuándo los estudios aún actuaban dentro de cierta lógica y antes de seguir el cobarde camino de la comunidad intelectual que hace 20 años defendió a Salman Rushdie ante las bravatas del Ayatollah pero cuando el fotógrafo Theo Van Gogh fue asesinado en una transitada calle de Amsterdam mostró un hipócrita silencio. He aquí tres perlas imposibles de encontrar en el Hollywood actual:
Not Without My Daughter
Sally Field, Alfred Molina
Universal/1991
A principios de los 80 una norteamericana queda prendada de un estudiante iraní que parece ser el caballero perfecto, detallista, comprensivo y ansioso por criar a una familia de valores. Se casan y tienen una hija a la cual él quiere llevar a su país natal para que la vea su
parentela. Pero apenas tocan suelo iraní él se transforma en un tipo machista, golpeador y fanático de la revolución islámicas. Al volver a Estados Unidos se
divorcian y dividen la custodia hasta que en una ocasión él secuestra a su hija y la lleva de vuelta a Teherán.
La película se basó en acontecimiento real (Sally Field interpreta a la mujer y el actor inglés Alfred Molina al
marido abusivo) donde además se logra retratar a una burocracia insensible, en ambos lados donde todo es culpa de la madre por haber hecho caso a un hombre que conocía poco. Otra de sus intenciones era denunciar el abuso doméstico y hacer ver cómo el fanatismo era capaz de modificar hasta el extremo una mente en apariencia equilibrada (él era ya un científico con notables referencias académicas). Esta cinta se estrenó, sin duda, como una reacción contra las amenazas del Ayatollah hacia Rushdie, a quien un par de años antes se le había condenado a la
fatwa. Al año siguiente ocurrieron los primeros ataques contra el World Trade Center de manera que el mensaje de
Not Without my Daughter quedó refrendado.
Pregunta: ¿Veremos un remake de esta película en el futuro? Sería lo más lógico si asumimos que está pronta a estrenarse
The Karate Kid, cuya versión original data de 1983. La respuesta, claro es un redondo NO, a manos, claro, que ahora el villano sea un predicador del Medio Oeste norteamericano y se lleve secuestrada a su hija ahí cerca de donde se besaban los vaqueros
gay en Brokeback Mountain.
True Lies
Arnold Schwarzennegger, Jamie Lee Curtis
Twentieth Century Fox/1994
El que sea el mismo cineasta que dirigió una reciente película cuyo mensaje políticamente correcto apesta, por lo menos, nos habla de la desorientación moral (ellos le llaman "labor concientizadora") que sufre Hollywood en nuestros días. No que James Cameron desde entonces aún estuviera lejos de ser un enemigo de la tecnología a la cual denuncia con efectos
especiales --sus Terminator hablan totalmente en ese sentido-- pero al menos había caído en la cuenta que a los terroristas árabes hacía falta darles una tunda en el cine. Entre las cosas rescatables de
True Lies están, claro, una serie de efectos especiales impresionantes para su época y, segundo, el cuerpazo de Jamie Lee Curtis, la hija del veterano Tony. Es la historia de un agente secreto (Schwarzennegger) que se dedica a combatir terroristas hasta que éstos secuestran a su esposa y se da cuenta de que si bien le mintió en lo de sus escapadas, no lo hizo para irse de juerga con alguna solícita dama.
Casi al final hay una escena donde un terrorista árabe es lanzado en un misil hacia un edificio (la acción transcurre en Miami), algo que ni en sus pesadillas más chicharroneras el Hollywood de nuestra días se atrevería a concebir. Miles de norteamericanos aplaudían esta escena al verla en el cine pero hoy, si usted corre con suerte, podrá encontrarla en youtube. De hecho, es casi un milagro encontrar una videocopia en la mayoría de los videoclubes; nosotros conseguimos una y por ningún lado aparece material referente a la cinta, ni entrevistas ni nada, sólo algunas escinas editadas absolutamente innecesarias. Eso sí, al final se enfatiza que "todo lo que sucede en esta cinta es una obra de ficción"... no vaya a ser que se enoje Bin Laden o peor, aún, la comunidad políticamente correcta que no tiene algo más
provechoso que hacer.
The Siege
Denzell Washington, Bruce Willis
Twentieth Century Fox/1998
¡Cuánto daño ha hecho lo políticamente correcto a Hollywood! Tras los atentados del 11 de septiembre esta película prácticamente desapareció de los videoclubes norteamericanos (incluso en México, donde Blockbuster también la retiró por un tiempo). Este es uno de los mejores
thrillers de los noventa, con un extraordinario Denzel Washington como el detective que al principio no cree que los atentados en Nueva York sean obras de extremistas hasta que éstos hacen estallar un autobús repleto de pasajeros, algo que ha ocurrido
varias veces en las calles de Tel Aviv. Esa escena, por cierto, en su momento fue muy criticada pero como se vería tres años después, quedó muy superada por lo que verdaderamente ocurrió.
The Siege acertó en algunos puntos, por ejemplo, en el temor que se coartaran las libertades individuales al momento de buscar a los terroristas aunque en otros, como la implantación del toque de queda en la ciudad de Nueva York,
exageró el punto. El alcalde, por cierto, es extremadamente parecido a
Rudolph Guliani. Y aunque al final resulta que los extremistas son apenas un grupúsculo que desata esa misma persecución quye ya hemos visto quién sabe cuántas veces en Hollywood, lo cierto es que en todo momento evidencia a los villanos y en ningún momento
asume ambigüedades o justificaciones con ellos.
Este DVD no es tan difícil de conseguir, aunque alguien que lo vio comenta que hubo algunas escenas "tijereteadas2 de cuando la vio en el cine. Es posible. El orwellianismo de Hollywood --que jamás ha hecho una cinta sobre libro alguno de este escritor inglés-- vive hoy una de sus etapas de mayor desfachatez.