Otros textos de cine  

Munich

Syriana

Por qué Hollywood es de izquierda

Harry Potter y el Cáliz de Fuego

Crónicas de Narnia

Archivo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

f

a

s

e

n

l

i

n

e

a.

c

o

m

ANÁLISIS, COMENTARIO Y DEMÁS

 

 

Cine

Otra (aunque diferente) de vaqueros

Es fuerte aspirante a los Óscares y retrata un romance homosexual en el conservador medioeste norteamericano. Y pese a su calidad, detrás se esconde una indirecta sobre la supuesta superioridad del criterio hollywoodense.

Brokeback Mountain
Anne Hathaway, Heath Ledger, Jake Gyllenhaal
Dirigida por Ang Lee
Universal/2005


ENERO, 2006. El recién terminado fue un año en que en buena parte de Europa se autorizaron los matrimonios gay, y en el cual los cantantes Elton John y George Michael contrajeron nupcias con sus parejas masculinas, y sin embargo los críticos no aplaudieron aquello tanto como lo han hecho con Brokeback Mountain, el reciente proyecto del hongkonés Ang Lee, quien, recordamos, salió sumamente raspado tras dirigir Hulk, uno de los peores filmes de la década.

Hay que decirlo: Broback Mountain se encuentra lejos, muy lejos, del monstruo verde en cuanto a calidad y desarrollo argumental. El oficio de Lee alcanza aquí alturas indiscutibles, de modo tal que si se lleva un Óscar como mejor director lo tendrá más que merecido, lo mismo si la cinta es nominada en fotografía; las tomas naturales de Wyowing, donde se desarrolla la historia, son excepcionales, y si hubiera que escoger entre actores, Gyllenhaal marcaría elevados puntajes. En tal sentido, esta película se cuenta, a no dudarlo, entre las más interesantes en lo que va de la década.

Sin embargo pongamos las cosas en otra perspectiva: ¿esta historia de amor habría sido igual de celebrada de ser filmada, digamos, en San Francisco, considerada la capital mundial de la comunidad gay? Lo más seguro es que sonaría tan mundana y ordinaria que no pasaría de los círculos especializados. El quid del asunto, pues --dirían los filólogos-- es haberla ubicado en un estado del conservador Medio Oeste norteamericano, que lo era más aún en 1963, año en que se desarrolla la trama de Brokeback Mountain. Es, por tanto, una manera indirecta por querer denotar la superioridad del criterio de Hollywood sobre una población tan conservadora como ignorante que hasta reeligió a George W. Bush. "¿Ven?", parece decirnos Hollywood, "nosotros somos más tolerantes con quienes piensan distinto". 

La acción comienza, dijimos, en 1963, pocos meses después del asesinato de John F. Kennedy. Ennis del Mar (Ledger) y Jack Twist (Gyllenhaal) han sido amigos desde la infancia en el pequeño pueblo que da nombre a la cinta. Se cuentan sus secretos, juegan juntos y llevan una amistad a toda prueba hasta que los alcanza la tradición de generaciones anteriores, esto es, buscar una novia, casarse y tener hijos. Del Mar y Twist parecen seguir la pauta de sus padres y abuelos pero continuan su relación amistosa hasta que deben separarse. Entonces se dan cuenta que son algo más que amigos.

Al verse de nuevo reinician su romance aunque saben que éste se encuentra destinado al secreto en la hiperconservadora Wyoming. Pero Laureen, la esposa de Jack, sospecha que en esas salidas al lago a pescar entre los dos hay algo más. Por su parte la esposa de Ennis llega a descubrir a su marido besándose con otro hombre. A ninguna de ellas se le educó para enfrentar semejante situación de modo que deciden guardárselo hasta que el asunto se torna insostenible y lleva a un final que, a propósito, no es tan predecible.

Sin embargo y fuera de la temática central, es una historia de amor rayana en el cliché que en otro director menos colmilludo habría resultado en fiasco argumental. Así pues, y fuera de esos prejuicios hollywoodenses de los que hablábamos al principio, Brokeback Mountain encierra una historia conmovedora, si bien la insistencia de Lee por ubicar las escenas de amor entre Twist y Del Mar en comunión directa con la naturaleza --fuera de la civilización urbana donde, qué caray, viven los críticos que han adorado este filme-- tornan lo que es un mensaje claro en abotagamiento y fastidio, casi como lo repetitivo de los efectos especiales en Hulk.

Pero en términos generales tenemos aquí a una película que, ya lo veremos, marcará al Hollywood de los meses venideros.