COMO EMPEZAR A ADELGAZAR
 

      Bien, tal parece que en verdad deseas comenzar a realizar esos cambios que te llevarán a conseguir tus objetivos, muy bien y felicidades.

      Si llevas una vida completamente inactiva o tienes varios kilos de más te sugeriría comenzar de la siguiente manera, recordando que, los cambios deben realizarse paulatinamente. La primera semana continúa con tus mismos hábitos alimenticios, pero, procura tener un poco más de actividad cada día. Esto lo conseguirás aprovechando las muchas oportunidades que cada día se nos presentan para ejercitarnos dentro de nuestras actividades cotidianas. Trata de subir y bajar las escaleras de tu casa más a menudo, por ejemplo, si se te olvidó algo en el piso de arriba, en vez de optar por la forma más cómoda y pedir que alguien que está ahí te lo pase. Trata de caminar en vez de usar el auto para trayectos cortos. Verás que encontrarás muchas oportunidades de mantenerte más activo. El fin de semana ve a un parque a caminar por unos 15 minutos o pasea un poco en bicicleta. Lo puedes hacer en compañía de alguien más o a solas. Estar a solas en un área verde es muy benéfico, pues puedes reflexionar sobre diversos aspectos de tu vida o simplemente dejar tu mente en blanco y llenar tus pulmones de aire puro.

      IMPORTANTE: Si has estado inactivo por mucho tiempo y has tenido problemas de salud es preferible que antes de comenzar cualquier actividad deportiva consultes con un médico para que te sugiera los ejercicios más adecuados para ti, los ejercicios que debes evitar, la frecuencia de tus entrenamientos y la intensidad de los mismos.

      La siguiente semana pésate y verás que ya comenzaste a bajar. Empieza ahora a modificar tus hábitos alimenticios. Come un poco menos de esas cosas que tanto se te antojan y que terminan ahí guardadas en tu cuerpo como grasa. Si comías tres chocolates al día come ahora dos, le captas?, ese es el punto. Nada de exageraciones y cambiar de un día a otro a una dieta de monje tibetano.

      En caso de que el antojo te venza y caigas en la tentación de comer sin control no te tortures culpándote y sintiéndote mal. Simplemente piensa de la siguiente manera y trata de sacar algo provechoso de ello:

"Bien, esta vez me pasé y en serio, pero quedé completamente satisfecho. En lo que resta del día trataré de tener un poco más de actividad y comeré (en caso de ser aún temprano) cosas en verdad nutritivas, sin exceso y que no tengan mucha grasa o azúcar."

      Por supuesto que habrá ocasiones en las que no lo puedas resistir y comas compulsivamente. No te desanimes si eso pasa ni te sientas mal. Tú sigue intentando corregir tus hábitos diariamente y te aseguro que llegará el momento en que tu cuerpo y tu mente se acostumbren a comer lo suficiente y a decir no a ciertos antojos. La satisfacción y los resultados serán enormes.

      No hay que olvidar que factores como la ansiedad y la depresión hacen que podamos comer sin control como una forma de "escape" o de alivio temporal a esas emociones desagradables. Comemos y comemos y no paramos de comer.

      Se puede vencer, créemelo, yo he pasado por ahí. La mejor manera de atacar ese problema es desde luego mentalizándote y repitiéndote una y otra vez que eso que te ha afectado psicológicamente no puede afectar tu salud ni tu cuerpo también, de ninguna manera, no lo permitas. Trata de encontrar solución a tus problemas o de sobrellevarlos encontrando para ello ayuda en personas capacitadas que te puedan dar una orientación. Dedica tu tiempo libre a alguna actividad, si es deportiva mucho mejor.

      Trata de mantener tu mente y tu cuerpo ocupados en otras cosas y verás que no habrá mucho tiempo para pensar en comer. Trata de hacer los cambios en tu alimentación gradualmente, de ninguna forma hagas un cambio radical en tus alimentos.

      Enseguida te paso unos puntos muy importantes para que empieces a controlar tu alimentación. Aunque algunos parecen triviales o hasta graciosos tómalos en cuenta, verás que te ayudarán.

      Cuando te hayas acostumbrado a comer menos y mejor, aunque veas alimentos grasosos y dulces, no se te antojarán comer o podrás vencer la tentación fácilmente.


      Toma más agua pura y empieza a comer un poco mejor, alimentos realmente nutritivos. Poco a poco, recuérdalo, no cambios bruscos. Si dispones de tiempo puedes hacer esa caminata tres veces a la semana. Después de unas dos semanas puedes intentar acelerar el paso de tu caminata y hacer más prolongado y enérgico tu braceo. La caminata a paso rápido es un muy buen ejercicio. En poco tiempo estarás en condición de correr a un ritmo lento los últimos cinco minutos y, al paso de las semanas, serás capaz de correr los quince minutos.

      Lo importante en ésta etapa no es la velocidad, sino un paso firme y seguro que te permita terminar contento y con mucha energía, nunca agotado. Si puedes entrenar en el gimnasio la rutina de la que ya he hablado mucho mejor. Puedes correr un poco antes de tu sesión en el gimnasio para calentar y puedes dedicarte a ello por completo. Al paso de unos tres o cuatro meses tu dieta estará modificada lo bastante como para que la balanza y el espejo te den las satisfacciones por las cuales has luchado tanto. El ejercicio será una ayuda invaluable para conseguirlo.

      Sé que te preguntarás porqué tardaste tantos años en empezar. Nunca más volverás a ser la persona de antes. Habrás adquirido la suficiente disciplina y fortaleza para continuar con tus nuevos hábitos. El espejo, la balanza y los comentarios de tus familiares, pareja y amigos serán los estímulos que te permitirán continuar por el camino que tú has decidido recorrer.

      Te conocerás mucho mejor de lo que nunca hubieras imaginado y serás tu mejor entrenador y animador. Sabrás cuánto ejercicio es suficiente para ti y qué, cuánto y cuándo comer. Volverás a usar la ropa que ya no te queda y te pondrás esa que por ahora no te atreves a usar. En tus vacaciones lucirás esos trajes de baño que tanto te gustaban o te quitarás con confianza y seguridad esa playera.

      Se siente uno tan bien con una cintura estrecha, la ropa te cierra tan bien, te sientes tan ligero, tan ágil y al tocar tu abdomen en vez de sentir la flacidez sientes la forma de cada uno de tus duros músculos. Tú lo lograrás, no me digas que no porque sé que tienes dentro de ti una fuerza de voluntad y un poder de decisión que desconoces.

      Mucho ánimo y paciencia. Nunca olvides que los cambios son de poco en poco. Así como tomó meses o años acumular algo de grasa corporal, no es posible eliminarla en una semana, pero en unas pocas los resultados de tus nuevos hábitos se notarán, creeme.

Ver: En movimiento

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