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Esta
sección está dedicada a todas las madres del mundo. A aquellos
seres tan mágicos cuyos poderes no tienen igual: nos hacen
reír, llorar hasta emocionar con solo una mirada o una palabra.
El
primer domingo del mes de mayo, el 4 de Mayo de 2003, se celebra
el Día de la Madre. En
este día tan especial nosotros, sus hijos, nos tenemos que
lucir: hacerle un regalo que le gustará más si se lo hacemos
nosotros mismos, escribirle un poema, hacerle una tarjeta,
hacerle las tareas de la casa junto con papá, llevarle el
desayuno a la cama, o, simplemente, darle uno de nuestros
mejores besos y un gran abrazo.
Para
ayudarte un poquito con ese regalo, te propongo algunas ideas.
No olvides que lo más importante es hacerlo con mucho amor y
cariño:
Flores
de Papel
Poemas
y Narraciones
Un
Desayuno muy especial
Mi
Madre
Flores
de Papel
Las
flores de papel son divertidas de hacer y pueden tener un
aspecto muy realista.
Equipo
necesario para hacer claveles de papel:
Alambre
(revestido con plástico verde), disponible en floristerías y
buenas casas de bricolaje).
Cintas
aislantes.
Papel
crepé; el de buena calidad muy elástico.
Tijeras
picafestones, si puedes conseguirlas. Son aquellas que hacen
formas en zig - zag u ondas cuando cortan.
Elaboración
1.
El papel crepé debería doblarse hasta un ancho de 12,5 cm.
Cortando con las tijeras picafestones a través de todo el
grosor, recorta el borde recto y luego un trozo de 9 cm de
largo. No desdobles el papel sino que recorta los lados para
hacer varios rectángulos con bordes ondeados.
2.
Cuatro capas forman un clavel promedio, dos capas forman uno
pequeño y una capa forma un capullo, que debería ser recortado
para darle la forma. Sostén las capas a lo ancho y extiéndalas
de forma pareja, cuidando de no usar las yemas de los pulgares
para no ahondar el centro.
3.
Vuelve el papel de modo que el borde más corto quede boca
arriba. Pliega en acordeón el largo del trozo estirado; cinco o
seis pliegues de 1cm de ancho pueden incluirse en este trozo. Es
importante que los bordes cortados miren hacia arriba al
principio y al final. Coloca un trozo de alambre en el centro,
en la parte frontal del papel plegado con unos 4 cm del alambre
sobresaliendo por encima de los pliegues.
4.
Dobla el alambre hacia abajo por detrás y refuérzalo para que
quede seguro. Abre los pliegues para comprobar que ambos lados
están parejos.
5.
Ahora separa las capas, comenzando desde la más interna, que
debe ser tirada hacia afuera lo más próxima posible al
alambre. Continúa de este modo hasta haber tirado de todas las
capas.
6.
Para hacer el cáliz, coge un trozo de papel de crepé y
dóblalo libremente hasta formar una tira estrecha. Envuelva con
ella la base de la flor, doblando el papel a medida que es
envuelto para darle una forma ligeramente triangular. Si lo
desea, use un poco de pegamento para asegurarlo.
7.
Coge la cinta aislante, tira fuerte de ella para
extenderla bien, y luego envuelve firmemente el cáliz,
sosteniendo el alambre y tirando de él hacia abajo, a medida
que lo haces girar. Parece complicado, pero sólo necesitas un
poco de práctica. Si no dispones de estas cinta aislante,
puedes usar una tira de papel crepé verde de 1 cm de ancho,
asegurándola con pegamento en la parte superior e inferior. Si
lo deseas, puedes añadirle hojas.
Poemas
y Narraciones
Las
Manos de una Madre
Manos
las de mi madre, tan acariciadoras,
tan de seda, tan de ella, blancas y bienhechoras.
¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas son las que aman,
las que todo prodigan y nada me reclaman!
¡Las que por aliviarme de dudas y querellas,
me sacan las espinas y se las clavan en ellas!
Para el ardor ingrato de recónditas penas,
no hay como la frescura de esas dos azucenas.
¡Ellas cuando la vida deja mis flores mustias
son dos milagros blancos apaciguando angustias!
Y cuando del destino me acosan las maldades,
son dos alas de paz sobre mis tempestades.
Ellas son las celestes; las milagrosas, ellas,
porque hacen que en mi sombra me florezcan estrellas.
Para el dolor, caricias; para el pesar, unción;
¡Son las únicas manos que tienen corazón!
(Rosal de rosas blancas de tersuras eternas:
aprended de blancuras en las manos maternas).
Yo que llevo en el alma las dudas escondidas,
cuando tengo las alas de la ilusión caídas,
¡Las manos maternales aquí en mi pecho son
como dos alas quietas sobre mi corazón!
¡Las manos de mi madre saben borrar tristezas!
¡Las manos de mi madre perfuman con terneza!
Alfredo Espino
El
Consejo Maternal
Ven
para acá, me dijo dulcemente
mi madre cierto día.
(Aún parece que escucho en el ambiente
de su voz la dulce melodía)
- Ven y dime qué causas tan extrañas
te arrancan esa lágrima, hijo mío,
que cuelga de tus trémulas pestañas
como gota cuajada de rocío.
Tú tienes una pena y me la ocultas;
¿no sabes que la madre más sencilla
sabe leer en el alma de sus hijos
como tú en la cartilla?
¿Quieres que te adivine lo que sientes?
ven acá pilluelo,
que con un par de besos en la frente
disiparé las nubes de tu cielo.
Yo prorrumpí a llorar. Nada le dije.
- La causa de mis lagrimas ignoro,
¡ pero de vez en cuando se me oprime
el corazón y lloro !...
Ella inclinó la frente pensativa,
se turbó su pupila,
y enjugando sus ojos y los míos,
me dijo más tranquila:
- Llama siempre a tu madre cuando sufras,
que vendrá muerta o viva;
si está en el mundo, a compartir tus penas;
y si no, a consolarte desde arriba.
Y lo hago así cuando la suerte ruda,
como hoy, perturba de mi hogar la calma,
invoco el nombre de mi madre amada,
¡ y entonces siento que se me ensancha el alma !
Olegario
Víctor Andrade
El
Día de la Madre
Venga
la risa a la casa,
huya de la casa el llanto,
hoy me ha dicho un angelito
Madre mía que es tu santo
y te voy a regalar
una cosa que he pensado.
Ser más buena cada día
hacerte bien los recados
estudiar, ser obediente
y hacerte feliz en pago
de todo lo que trabajas
en la casa sin descanso.
Aunque yo soy muy pequeña
me doy cuenta del trabajo.
Hoy es día de la Madre
mira como bailo y canto
porque bajaron los ángeles
a decirme que es tu santo.
Mª
Ángeles del Pozo
La
Creación de una Madre
Dios,
que estaba ocupado en crear a las madres, llevaba ya seis días
trabajando extraordinariamente cuando un ángel se le presentó
y le dijo:
- Te afanas demasiado, Señor.
Y el Señor le repuso:
- ¿Acaso no has leído las especificaciones que debe llenar
este pedido?
"Esta criatura tiene que ser lavable de pies a cabeza, pero
sin ser de plástico; llevar 180 piezas movibles, todas
reemplazables; funcionar a base de café negro y de las sobras
de la comida. Poseer un regazo que desaparezca cuando se ponga
de pie; un beso capaz de curarlo todo, desde una pierna rota
hasta un amor frustrado... y seis pares de manos".
Y el ángel confundido observó:
-¿Seis pares de manos? ¡Eso no es posible!
- No son las manos el problema - agregó el Señor - sino los
tres pares de ojos.
- ¿Y eso para el modelo normal? - inquirió el ángel.
El Señor insistió:
- Uno para ver a través de la puerta siempre que pregunte: ¿Niños,
qué andan haciendo?, aunque ya lo sepa muy bien. Otro, detrás
de la cabeza para ver lo que más le valiera ignorar pero
precisa saber. Y, desde luego, los de adelante para mirar a un
niño en apuros y decirle, sin pronunciar siquiera una palabra:
"Ya entiendo hijo y te quiero mucho"
El ángel tiró de la manga y advirtió mansamente:
- Vale más que te vayas a la cama, Señor, mañana será otro día...
- No puedo, y además me falta poco. Ya hice una que se cura por
sí sola cuando enferma, que es capaz de alimentar a una familia
de seis con medio kilo de carne molida y de persuadir a un niño
de nueve años para que se esté quieto bajo la ducha.
Lentamente el ángel dio la vuelta en torno de uno de los
modelos maternales:
- Me parece demasiado delicado - comentó con un suspiro.
- Pero es muy resistente – aseguró Dios emocionado - no
tienes idea de lo que es capaz de hacer y sobrellevar.
- ¿Podrá pensar?
- ¡Claro! Y razonar y transigir.
Por último el ángel se inclinó y pasó una mano por la
mejilla del modelo.
- ¡Tiene una fuga!
- No es una fuga, es una lágrima.
- ¿Y para qué sirve?
- Para expresar gozo, aflicción, desengaño, soledad y orgullo.
- Eres un genio, Señor - dijo el ángel.
Y Dios, con un perfil de tristeza, observó:
- ¡Yo no se la puse!
Un
Desayuno muy especial
Aquí
te doy a conocer la receta para hacer las tortitas americanas,
que junto con un buen vaso de zumo de naranja natural y una taza
de chocolate o café, componen el desayuno ideal para sorprender
a tu madre.
Decora la bandeja (si le llevas el desayuno a la cama) o la mesa
con los claveles de papel en un
pequeño jarrón.
Tortitas
Americanas
Ingredientes
200 g de harina
2 cucharaditas de levadura en polvo
2 cucharadas de azúcar
1 cucharada de mantequilla derretida
2 huevos
1 vaso de leche
Una pizca de sal
Elaboración
En un bol, batir los
huevos con el azúcar, la mantequilla derretida y la leche. Añadir
la harina mezclada con la sal y la levadura. Trabajar hasta que
todos los ingredientes estén bien unidos. Untar
una sartén antiadherente con un poco de mantequilla. Verter un
cucharón de masa y esparcirla haciendo girar la sartén, (no
deben quedar demasiado finas). Cuando aparezcan burbujas en la
superficie darle la vuelta con una espátula. Mantenerlas
calientes (pueden colocar una encima de otras). Se toman acompañadas
de diversos ingredientes (chocolate líquido, sirope de Arce,
nata...) pero también son deliciosas untadas sólo con
mantequilla y espolvoreadas con azúcar.
Mi
Madre
Por
último, pero no menos importante, me gustaría compartir con
todos ustedes mi amor por mi madre. Una madre muy especial, qué
madre no lo es ;-) Mi amiga, mi compañera y mi confidente, que
siempre me apoya, me cuida y me consuela. Gracias mamá por tu
amor y cariño.
Esta
sección tan especial esta dedicada a mi madre
Mamá
te quiero mucho
¡Feliz
Día!
Espero
que te haya gustado esta sección dedicada al Día de la Madre,
si quieres contactar conmigo, envíame un e-mail. Por
favor, antes de enviarme un e-mail lee la sección FAQs:
Por
Favor, no olvides Firmar en el Libro de Visitas. Gracias.
Fuente
utilizada "Tempus Sans ITC"
Midi
"Breakfast at Tiffanys"
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