En la torre de Tokyo 

               por Mikki-chan     

 

 

Epílogo Sexto

“Milagro en la calle 34”

“..Voy a hacer magia con un verso aquí esta noche,
voy a intentar recopilar el corazón,

poquito a poco confesar,

mi diario y mis formas de amar,
hoy mis palabras sólo muestran lo que soy"

 Fragmento de la canción: "Retrato"
Intérprete: Gianmarco
 

Sudaba.

No por gotas, ni por momentos... sentía como si llevara horas sudando..

El clima no tenía nada que ver.. quizá ya estaban a finales de Diciembre y hacía frío pero no era por eso que sudaba.

Y sudaba a mares..

La mirada de todos los presentes estaba fija en él, y los comentarios del salón ya habían pasado de ser un murmullo a un cuchicheo constante... y eso lo estaba llenando de pánico.

Y aquella mirada fija sobre su cara no le estaba ayudando...

Pánico, pánico... y pánico..

PANICO.. con mayúsculas.

¿Cómo se había ido a meter en un lío así?

Maldijo no haber leído lo que estaba leyendo... antes de haberlo leído en público, claro.

- “¿Por qué tengo que meterme en estos problemas?” –pensó con espanto.

Todo había empezado esa mañana.

Los pasillos de la Secundaria del Campus Clamp en Tomoeda estaban tan animados como de costumbre durante aquellos breves instantes, a minutos de iniciar la clase. Pero una figura muy seria y flemática se mantenía impertérrita pese al amplio despliegue de argumentos expuestos ante él..

- “¡Pero viejo.. tienes que hacerlo!” –suplicaba Tao, moviendo sus manos y haciendo un sinnúmero de muecas suplicantes, para lograr mayor efecto- “es decir... ¡tu sabes lo importante que es para mí ingresar al club de música!, ¡¡es lo que siempre he querido!!... ¿sabes el trabajo que me costó que Eriol me regalara el violoncello?, ¡y ahora tú me sales con un detallito como ese!” –su rostro adquirió una fingida expresión de incredulidad- “¡no puedo creer que te niegues a ayudar a tu mejor amigo!”

Rei continuó mirando la lejanía sin mover un solo músculo de su rostro...

- “¡Oye!, no seas así… ¡si no fueras mi amigo no te pediría un favor como ése!, ¿cuando te he pedido algo?”

El hijo adoptivo de Yukito y Ayame no se inmutó, y contestó con absoluta calma..

- “Los últimos tres minutos me has pedido más de siete cosas. Hace un par de minutos me pediste que intercambiáramos exámenes la próxima semana para que tú lograras aprobar las materias y no tuvieras problemas con tu hermana. Hace un minuto...”

- “¡OYEEEE!” –protestó con calor- “¡no sabía que llevabas la contabilidad de los favores que puedes hacer por tu mejor amigo..!!” –suspiró- “¡vamos viejo!, no seas tan terco y ayúdame ¿sí?. Además, ¿qué diferencia hay entre esto y la ayuda con los cursos que me das?, ¡hazte a la idea que es mi regalo de Navidad!.. y ni siquiera aceptaste eso de intercambiar exámenes”

- “Ayudarte en tus estudios es una cosa. Permitir que me arregles citas es otra cosa” –le miró fríamente- “si te dejo, eres capaz hasta de subastarme como paquete navideño..”

Sobre la cabeza de Tao surgió una gotita..

- “¿Ya se habrá enterado de lo que pensaba hacer la otra semana?” –pensó- “no, no creo... aún no vendo los boletos entre las chicas” –añadió disimulando- “pero Rei, amigo mío.. ¡ayúdame!!, ¡te lo estoy implorando oye!”

Silencio.

- “¡Demonios viejo, tienes que acudir en apoyo a tu mejor amigo en el mundo!, ¡no puedes negarte a darme esta ayudadita!”

El chico Hiu estaba realmente haciendo toda una escena en su forma “chibi”, con ojos de cachorrito y ríos de lágrimas surcando sus mejillas...

Y Rei no movió un músculo.

- “¡Hace cuanto que somos amigos?,¡y a ti no te costaría nada ayudarme esta vez!!, ¡y ojo que no te estoy diciendo que “engañes a los profesores”!, pero ¡NOOOOOO!!, ¡no quieres ayudar a tu mejor amigo!”

Tao casi pudo escuchar el sonido del silencio.

Y eso finalmente le enfadó.

- “Bien,  ya te capté” –dijo, dejando todo el drama, saliendo de su forma “chibi” y cruzándose de brazos- “eres un desagradecido, mal amigo, insensible... y un bloque de hielo tiene más idea de lo que es una amistad que tú” –dijo enfurruñado al ver que no había logrado convencer a Rei con el recurso de la amistad.. ¿lo lograría si le pinchaba el amor propio?.. lo intentaría - “lo que no sé es .. ¿por qué tanto drama?, es decir.. ¡la presidenta del club de música es una chica linda!.. mayor que nosotros, pero linda...  ¡el hecho que no quieras salir con ella puede hacer que piensen mal de ti amigo!... pueden decir por allí que no te gustan las chicas y..”

La expresión de Rei Tsukishiro se hizo más gélida.. sí es que era posible. Su rostro se convirtió casi en un bloque de hielo, sus ojos lanzaron un destello de indignación verdaderamente siniestro –viniendo de alguien tan controlado como él- y envolvió a su amigo en una mirada realmente escalofriante mientras Tao se encogió visiblemente..

Solamente una vez en su vida había visto a Rei enfadado...

- “Eh....”

La mirada de Rei se hizo más y más helada –Tao juraba que estaba en el Polo Sur o en la Siberia Rusa y quería un abrigo de esquimal- y el chico Hiu supo que no había forma de convencerlo..

- “¡Diablos!, él no cae con el viejo truco de “hazlo, ¿o no eres capaz?”. ¡no hay forma de que se enfade tanto y acceda por orgullo a hacerme caso!, ¡lo peor es que ahora sí que está furioso!”

- “La clase empieza Hiu” –dijo frunciendo levemente el ceño y Tao estaba ya aterrado- “es mejor ingresar”

Tao tragó saliva. Rei estaba molesto.. ¡le estaba llamando por su apellido y –seguramente, con lo enojado que estaba- no iba a prestarle su tarea!...

- “Eh... Rei. ¡Amigo!” –dijo, aterrado ante el enfado de su siempre estoico conocido- “Ya, está bien, pero no te enfades viejo... ¡era broma!” –rió nervioso- “casi olvido que tú no tienes sentido del humor” –como el otro no respondiera, continuó- “oye.. no te enfades, ¡yo sé que no tienes esas inclinaciones!, lo dije sólo para ver si te picabas y con eso me hacías el favor..”

- “Sabía de tu intención Hiu” –replicó el aludido- “y es ofensivo creer que caería en un truco tan absurdo... además de ser un comentario sin sentido ni veracidad”

- “Lo sé, lo sé, ¡pero soy tu amigo..!”

- “Eso agrava lo dicho” –dijo tan gélidamente como si hablara del clima.

- “¡¡Lo siento viejo!!”

El aludido pasó de largo y se volvió hacia su sitio.

- “Buenos días Kiyama” –replicó Rei saludando a una chica sentada delante de él mientras Tao hacía más y más pataletas- “Buenos días Hatsuhiko”

La chica llamada Hatsuhiko pareció caer en éxtasis ante el saludo del muchacho, pero la otra –de gruesos anteojos y de tipo muy delgado- asintió y saludó a su vecino de asiento con calma, a la vez que el resto de chicas saludaba a Tsukishiro en forma ruidosa..

Rei asintió apenas con un gesto –detestaba el alboroto que se armaba cuando entraba a clase pero siempre era cortés- mientras los suspiros y las frases de saludo de las chicas de la escuela le seguían con gran interés. Y es que el adolescente era realmente atractivo: con su cabello plateado, su rostro hermoso y casi cincelado además de su mirada inexpresiva, era el sueño de muchas de las chicas de la secundaria Clamp, y ... ¿será correcto decirlo..?, sí, de alguna que otra docente, quienes lamentaban también que el apuesto y frío jovencito estuviera cerca de cumplir –apenas- los quince años.

Ciertamente Rei Tsukishiro era un adolescente de hermosa apariencia, pero de peculiar forma de ser.

Serio, inexpresivo, casi monosilábico y con una forma de comportamiento y aún de alimentación verdaderamente estoica, era admirado no sólo por su apariencia física –muchas chicas decían que sólo le faltaban un par de alas y ya era un ángel- sinó también por su serenidad y comportamiento flemático, además de ser un estudiante absolutamente brillante. Había sido siempre el mejor en su clase, con las calificaciones más altas -¡desde kindergarden!- y nada tenía que ver que su padre y su madre fueran educadores, o menos que su padre fuera el director de su escuela. Todos sus compañeros sabían que no había curso en el cual no probara ser el mejor pues era un aplicado, responsable y asiduo visitante a las bibliotecas –de la escuela y la pública- tampoco era la excepción para sus habilidades los deportes o las artes manuales. No tenía problema alguno en jugar tenis, fútbol, natación o equitación, o hacer algo como un óleo complicado para la clase de arte. No pertenecía a ningún club escolar, pero todos sabían que de haberse decidido a integrar un club, se hubiera llevado a cabo una feroz batalla campal...

Entre los clubs, y es que todos querían tenerlo.

Pese a todos sus talentos y su actitud fría hacia todos, jamás se negaba a prestar ayuda alguna y ello, unido a todo lo demás, era la llave de su popularidad entre todos sus compañeros. Los varones apreciaban que fuera buen compañero y usara siempre su influencia para ayudar a alguno que tuviera problemas con los profesores, o que no tuviera problemas en explicar a alguno de ellos una clase complicada... o que sacrificara un día especial por ayudar a algún equipo escolar. Lo respetaban y admiraban, si bien no entendían porqué era tan inexpresivo. Las chicas, adoraban su rostro y figura, su voz serena y helada, admiraban sus talentos y más de una fantaseaba en hacer que alguna vez abandonara su inexpresividad para dirigirle alguna frase apasionada...

Realmente fantaseaban mucho con eso.

Lo que todos sabían era que lo único que Rei valoraba por sobre todas las cosas eran sus padres y su hermanito.

- “¿No piensa tomar asiento para que inicie mi clase joven Hiu?”

Tao había pegado un gran brinco cuando vió al anciano profesor de turno mirándole con el ceño fruncido. El adolescente sólo sonrió... y sudó al recordar que aquel profesor le tenía cierta ojeriza, y que esta vez –con lo indignado que estaba- seguramente Rei no iba a intervenir para pedir que le dieran una oportunidad...

¡No había hecho la tarea!..

Para variar.

Bien, en realidad nunca la hacía..

- “Espero que no haya olvidado que está a un paso de reprobar este curso, joven Hiu” –dijo el profesor, con evidente regocijo- “de hecho, confío en que trajera un artículo importante para comentar en clase... no diré que la nota de hoy, podría ser la diferencia entre aprobar o desaprobar, AL MENOS para usted..”

- “¡¡¿EHHHHHH?!!”

- “Quiero que comente su artículo aquí, ante toda la clase..”

- “Pero.. pero...” –Tao retrocedió.. ¡no había buscado aquel tonto artículo!- “yo.. bueno... lo que pasa es que..... verá... lo presté y.. debo recogerlo y...”

Tao se sentó en su sitio con pánico mal disimulado, revolviendo sus cosas con gran estrépito, mientras murmuraba..

- “Rei,... ¡por favor!, ¡pásame tu artículo!”

- “El maestro recogerá los artículos ....”

- “Si le dices que no pudiste hacer la tarea a ti sí te perdonará.” –susurró sudando la gota gorda, revolviendo más papeles de su mochila- “¡pásame tu tarea!, la vez pasada se la prestaste a Terazuma y a Harada y a...”

- “Vá a recoger trabajos Tao. Me pondrá una mala calificación si no le entrego..”

- “¡Una mala calificación no vá a matarte!, ¿qué importa que tú tengas una mala calificación?, ¡yo las tengo todo el tiempo y si no entrego esta tarea vá a llamar a mi hermana y esta vez sí que no podré hacer que Eriol venga a la escuela en su lugar!. ..”

- “Tu cuñado también está cansado de servirte de tapadera para tus problemas escolares..”

- “¡Dame tu tarea!” –susurró casi en pánico.

- “¿Ocurre algo, joven Hiu, joven Tsukishiro?” –interrogó el profesor mirando a Tao con desconfianza antes de arrebatar a Rei sus deberes, sin darle tiempo a alcanzárselos a su espantado amigo - “Hiu, dame ahora mismo tu tarea... por que esto es el trabajo de Tsukishiro..”

Rei miró al maestro.. y la cara asustada de su mejor amigo.

Suspiró.

- “Señor, la verdad es que...”

- “Si me dice, joven Tsukishiro, que no ha hecho su tarea y que este análisis es del joven Hiu...” –Tao se espantó al notar que el docente había escuchado muy bien sus súplicas- “deduciré que su amigo le convenció de ayudarle de esta forma.. pero no lo reprobaré a usted Tsukishiro, porque aunque tenga buena intención no es la forma apropiada de ayudar a alguien; lo que haré será ponerle a Hiu una calificación tan baja...” –sonrió- “pero tan baja...  ¡que tendrá que buscarla en el subsuelo..!”

El rostro de Rei se volvió de hielo.

No había nada que hacer.

“A todos los docentes.. se confirma la reunión del profesorado dentro de treinta minutos.. treinta minutos..”

La llamada del altavoz dio a los chicos y a la clase unos instantes de paz, pero la distracción momentánea del aula –todos estaba cuchicheando- le dio a Tao una idea. Murmurando un “te lo pagaré con el plagio del siguiente examen” hizo un gesto a uno de sus compañeros, quien aprovechando el momento buscó su teléfono y marcó unos números..

- “¿Y entonces Hiu?”

El sonido del teléfono personal de Tao interrumpió al profesor, quien ya iba a amonestar al chico por conservar encendido el aparato en su clase, cuando Hiu miró el número con fingido asombro y murmuró:

- “¡Es mi hermana señor!” –saltó Tao, antes que pudiera detenerlo- “¡ahora mismo vuelvo, debe ser algo muy grave para que me llame a la escuela!”

Antes que pudieran detenerle había echado a correr ya que era cuestión de segundos que dejara de timbrar el teléfono y cada instante contaba..

Rei interrogó con la mirada a el compañero que había hecho la llamada y notó cómo el chico –y otros compañeros que notaron la jugada - se felicitaban entre murmullos..

- “¿Porqué no maduran un poco?” –pensó.

- “Espero que a Tao se le ocurra algo, porque ahora sí que no va a poder escaparse de esto..” –murmuró su vecina más próxima.

- “Si” –murmuró con su misma calma acostumbrada- “pero dudo que regrese a clase..”

- “¡Lo reprobarán!”

- “Pues espero piense algo..” –replicó Rei.

Narumi Kiyama balbuceó un “eso espero” y la clase volvió a la calma. No muy lejos del salón, la carrera que el hermano de Yoko realizó fue casi de velocidades. Lo primero que hizo fue alejarse del aula, pero en cuanto tomó aire se puso a pensar frenéticamente cómo salir del lío..

- “¡Ya quisiera yo que Eriol fuera Director del colegio en lugar de estar en la embajada ahora!” –pensó con una súbita inspiración- “¡ya lo tengo!, ¡pero que idiota!..¡seguro que encuentro alguna noticia antigua importante en el despacho del Director Tsukishiro!” –sonrió- “sólo debo evitar que el Director me vea..”

Feliz consigo mismo, se deslizó con cuidado por el lugar... la secretaria no le había visto y fue fácil evadirla. Husmeó el ambiente con cautela apenas hubo llegado a la oficina del Director y efectivamente, no le fue difícil escabullirse. Sólo tuvo que esperar que Yukito Tsukishiro saliera por un momento para colarse por allí y revolver la pila de diarios...

- “¿Una noticia de ayer sería una verdadera “noticia antigua interesante”?” –dudó hablando consigo mismo, pero en voz alta- “a ver... a ver... ¡un recetario de cocina!.. vaya que el Director si que le gusta cocinar... ¿y esto?, ¡Es otro recetario de cocina!... otro, otro más... ¡¿un curso para ser chef por correspondencia?!... carpintería... ebanistería...” –empezó a perder la paciencia- “¡demonios, ¿porqué el Director Tsukishiro no lee periódicos?!”

Ya estaba empezando a asustarse cuando reparó en aquel cuadro..

- “¡Pero que suerte tengo!” –pensó antes de tomarlo y volver corriendo a clase, sin apenas leer.

Tal y como lo esperaba, el profesor le recibió con una áspera amonestación en cuanto llegó..

- “¿Porqué tiene la noticia en un marco, como si fuera un cuadro Hiu?”

- “Es una noticia importante señor..” –dijo con aplomo, pese a no tener la menor idea del porqué Yukito Tsukishiro había enmarcado aquel artículo- “¡sólo deje que la lea y...!”

- “Bien, empiece de una vez” –refunfuñó el profesor- “ya sabe que habrá una reunión de profesores y sólo me dá tiempo de escuchar su artículo..”

- “¡Condenado, sí que quería atraparme!” –pensó Tao, mientras tomaba aire y empezaba a leer- “Bien.... para empezar, este artículo es de un diario en Tokyo... “ –dudó al ver la fecha y calculó mentalmente- “y más o menos como de hace ocho o nueve años..” –añadió con rapidez- “¡pero es un artículo muy bueno!” –dijo mientras pensaba- “ojalá no sea otra receta de cocina del Director o este profesor vá a ponerme un cero tan grande.. ¡ que voy a tener que suplicarle a Eriol le borre la memoria!.... igual que el año pasado..” 

- “¡Lea de una vez Hiu!” 

La chica Kiyama parpadeó con asombro mientras Rei –también sorprendido- no movía un solo músculo.. 

- “¿De donde habría sacado Tao una noticia tan pronto?” –pensó, antes que su mejor amigo empezara la lectura. 

EL DESCENLACE DEL MILAGRO EN TOKYO

 

* TOKYO (JAPÓN) (REUTER).- Los terremotos que han azotado la ciudad de Tokyo-Japón, durante este último año, han sido registrados como los más calamitosos y de mayor duración que haya sufrido ciudad alguna en el globo. Existen testigos que afirman que lugares como el Edificio Sunshine y el Raimbow Brigde fueron epicentros de varios de estos movimientos telúricos, hasta el primer gran terremoto mundial que tuvo su epicentro en la mismísima Torre de Tokyo. Este sismo, llamado posteriormente el Gran terremoto Mundial motivó el abandono total de la población de la capital de Japón, y aunque fue el preámbulo para el Segundo Gran Terremoto que tuvo como su epicentro en la misma Torre de Tokyo y que fuera llamado el Terremoto del Fin del Mundo, cuyo efecto –todavía inexplicable- de reconstrucción masiva de la ciudad ha motivado cierto terror supersticioso...”

 

- “¡Upps!” –pensó Tao, mientras leía, empezando a ponerse nervioso- “¿Gran Terremoto Mundial?, ¿en la torre de Tokyo?... ¿dónde escuché yo eso?”

 

Y continuó leyendo..

 

“Sin embargo, un hecho inexplicable surgido a raíz del Gran Terremoto Mundial, algo que ha sido interpretado casi como un milagro, un fenómeno científico y médico inexplicable ha ocurrido en Tokyo. Efectivamente, a raíz de los primeros terremotos se registró el caso de un niño de cinco años, cuyos padres perdieron la vida casi al inicio de estos fenómenos telúricos, mismos que dejaron al pequeño en estado de coma durante varios meses, para finalmente caer en estado vegetal. Es decir, la actividad cerebral del niño llamado Rei Sato había dejado de existir, siendo declarado clínicamente muerto poco antes del Terremoto Mundial.... ”

 

- “¡Ya lo tengo, ¡ya lo tengo!” –pensó Tao mientras leía mecánicamente, es decir, no pensaba en lo que leía- “¡Eriol y Shaoran dijeron que las personas llamaron Gran Terremoto Mundial al terremoto que dio inicio a nuestra pelea con el cabezota de Tsu Chin!, ¡claro que sí!, ¡ahora recuerdo que Shaoran y Eriol detuvieron los efectos del terremoto con sus propios poderes!... y claro, tuvimos suerte que Sakura pudiera cerrar las dimensiones alternas o todos hubiéramos volado en pedacitos.. y en realidad las personas no exageraron al llamar Terremoto del Fin del Mundo al que dio inicio a la confrontación entre los dos Kamui... ¡no tienen ni idea de lo cerca que estuvimos todos de morir no sólo en lo que ellos llamaron Terremoto Mundial sinó en el Terremoto del Fin del Mundo!”

- “¿Está tomando aire Hiu?” –le dijo el profesor- “¡siga con su lectura..!” 

- “Si señor.. sigo.. sigo..” 

“El desconcierto de los médicos y de la comunidad científica por lo tanto fue indescriptible cuando el pequeño Rei Sato, que se mantenía con vida solamente por medio de los aparatos médicos que hacían latir a su corazón, ha recuperado la conciencia después de haber sido declarado clínicamente muerto por más de una docena de médicos, quienes no tienen respuesta para la “recuperación” milagrosa de este niño. En tal sentido el doctor Nishi, eminencia entre casos atípicos ha manifestado su desconcierto y perplejidad ante el caso que ha sido denominado como el “MILAGRO DE TOKYO”...”

- “¿Rei Sato?... ese nombre me suena...” –pensó Tao antes de seguir leyendo 

“El niño estaba muerto, real y absolutamente muerto. No presentaba actividad cerebral ni ninguna otra, sólo manteníamos latiendo su corazón por pedido expreso de su única pariente, quien no se decidía totalmente a dejarlo ir” manifestó el doctor Nishi “la señorita Ayame Sato ya había aceptado la muerte de su sobrino la mañana del Terremoto Mundial e iba a firmar la orden de desconectarlo de los aparatos médicos. Subrayo aquí que el niño no estaba en coma, lo que permite abrigar mínimas esperanzas de recuperación, pero esperanzas al fin. Las células cerebrales del niño estaban muertas, al igual que sus otras actividades biológicas... esta recuperación no tiene ninguna lógica científica, médica o como quieran llamarla” añadió el doctor Nishi.”

 - “Ayame Sato... Ayame Sato... ¡ese nombre me suena más!” –pensó Tao.

“..personalmente dudo que un joven médico, que si bien puede tener buena disposición y capacidad como el doctor Touya Kinomoto, haya podido hacer algún tipo de procedimiento para revertir una situación irreversible..” dijo el doctor Nishi. Hasta la fecha no se ha logrado recoger declaraciones del doctor Kinomoto sobre que procedimiento utilizó para “resucitar” al pequeño Rei Sato, pero este caso, ya ampliamente reconocido y documentado como “sin explicación” tiene un final feliz para el pequeño protagonista quien es ampliamente conocido ya como “el milagro de Tokyo”, y es que el pequeño Rei ha sido adoptado por su único pariente y tía paterna –la ex-señorita Ayame Sato, hoy Tsukishiro- en unión de su esposo, el profesor Yukito... Tsukishiro”

- “¡Oh por todos los dioses chinos!” –pensó Tao sudando.. – “¡con razón el Director tenía esta noticia en un marco!, ¡el famoso “milagro de Tokyo” es Rei!”

Y aquel era el motivo por el que estaba allí... sudando. 

La mirada de todos los presentes estaba ya no sólo fija en él sinó también en Rei, y los comentarios del salón ya habían pasado de ser un murmullo a un cuchicheo constante... y eso lo estaba llenando de pánico. 

Dejó de recordar cómo se había metido en ese lío y deseó que la clase acabara ahora.. 

El silencio le mataba y es que el profesor estaba tan desconcertado como el propio Tao, y el resto de los alumnos.. ¡ni qué decir!.. el pesado murmullo se había convertido en perplejo asombro.. 

En asombro silencioso. 

Pero no dirigido hacia Tao.. sinó hacia “el milagro de Tokyo”. 

Rei. 

Y es que todas las miradas... sin excepción, recato o disimulo alguno estaban fijas en el joven estudiante de pelo plateado... 

- “Ah... pues...” –murmuró Tao, disimulando un “glup”- “yo..” 

- “¡¿Eh?!” –el profesor dejó de mirar con cara de pasmado a Rei por unos segundos y se acordó otra vez que Tao existía- “¿es todo Hiu?, ¿no hay más?” 

- “Es.. que... yo...” 

- “¿Qué más dice Tao?” –preguntó una chica. 

- “¡Sí, termina de leer!” 

- “¡Termina!” 

- “¡Sí, queremos saber!” 

- “Es que... yo creo que..” 

- “Terminaré de leer el último párrafo... en vista de su repentino ataque de timidez Hiu” –dijo el docente, sin poder reprimir su curiosidad- “siéntese..” 

Tao asintió a duras penas; le temblaban las piernas mientras se acercaba a su lugar... y es que Rei se sentaba a su lado y seguramente iba a matarlo.. bien, quizá su amigo era inexpresivo pero ¡tenía motivos para enfadarse esta vez y tener un auténtico ataque de rabia! ¿no?. 

Digo, por una vez en su vida Tao pensaba que Rei iba a actuar como un chico normal... ¡y eso quería decir que iba a matarle!, pero cual fue su asombro al notar que el aludido no lo miraba con enfado, asombro o con una de sus famosas miradas de hielo... 

No, el hijo adoptivo de Ayame y Yukito Tsukishiro estaba pendiente de la lectura.. 

“Los señores Tsukishiro expresaron su felicidad y alegría por la adopción del “milagro de Tokyo” y ante el repetitivo acoso de los medios sólo indicaron que deseaban criar al pequeño con el mismo amor y cariño que si fuera un hijo propio. “Es mi hijo, y nunca aceptaré que nadie indique lo contrario” indicó el señor Tsukishiro ante las repetidas acusaciones de que deseaban ganar publicidad con la adopción del “milagro” por algunos medios “Agradezco a las personas por su gentileza en estar pendientes de las noticias de Rei, pero deseamos educarlo y amarlo sin presiones, dándole todo el afecto y cariño que se merece”. Asimismo, el señor Tsukishiro indicó que no brindará entrevista alguna ni aceptará algún tipo de acoso de la prensa hacia el niño en el futuro ya que esto podría perjudicar su desarrollo y también manifestó, con toda gentileza, que sentía mucho negar el permiso para que se hiciera estudios avanzados en la persona de su hijo, Rei Tsukishiro, ya que, si bien la comunidad médica tiene buenos motivos para desear estudiar el fenómeno que motivó la “resurrección” del niño, él no consentirá que estudien a su hijo como un conejillo de indias, por muy elevado que sea el propósito. “estoy seguro que todos los padres del mundo son capaces de entender que mi hijo es primero.. y si no pueden explicar su vida, sólo diré que Rei siempre será un milagro para mí y mi esposa.. siempre” finalizó. Y creo que este sí que es un verdadero final feliz para el “milagro de Tokyo”, de quien se duda se tengan noticias en los próximos años, a menos que tenga más dotes “milagrosas” que sean puestas en evidencia en el futuro. REUTER”

El profesor suspiró al terminar la lectura y todos los alumnos volvieron a mirar a Rei con asombro mezclado de cierta curiosidad. Quizá el maestro iba a llamar al orden a los alumnos pero precisamente en ese momento le llamaron a su reunión y como si fuera esto una señal todos los alumnos se arremolinaron en torno al sitio de Rei, acosándolo con preguntas..

- “¿Viste una luz blanca?” 

- “¿Cómo es estar muerto?” 

- “¿Por eso tu pelo es blanco?” 

- “¿Qué se siente resucitar?” 

- “¿Duele?” 

- “¡Ya déjenlo en paz!” –gruñó Tao, tratando de contener la avalancha- “¿qué les pasa a todos ustedes?, ¡es el mismo viejo Rei de siempre y lo están tratando como si fuera un fenómeno!” 

- “¡Mira quien lo dice! ¡si fuiste tú quien puso en evidencia a Tsukishiro!” 

Tao se quedó callado y mudo, y algunos murmullos indignados recorrieron al salón de clase. Pero Rei –quien no había dicho ni una palabra durante el escándalo- se puso de pie silenciosamente antes de tomar su mochila y salir del aula ante el asombro general.. 

Y sin responder una sola pregunta o increpar a su mejor amigo.. 

- “En realidad se vé mal” –murmuró Kiyama, la chica que se sentaba delante de Rei y la única que se había abstenido de preguntas embarazosas - “han sido todos muy crueles con él..” 

- “¿Cómo se te ocurre Naru?” –protestó una rubia, quien casi había saltado sobre Rei, acosándole con preguntas- “¡si sólo nos acercamos a preguntarle porque queríamos saber!” 

- “A veces creo que no eres muy lista Mika. Supongo que ninguno de ustedes pudo imaginar que lo que le pasó a los cinco años es algo que no recordaba ¿no?” –siguió Naru. 

- “¿Tú crees?” –dudó Tao, interviniendo en la charla de las chicas, y poniéndose más inquieto- “¿crees que realmente él no lo recordaba?” 

- “Eh... bueno... creo” –dudó Naru, algo dudosa- “puede ser... después de todo era sólo un pequeño niño ¿y quién recuerda las cosas que le pasaban cuando tenía cinco años? ” 

- “Alguien que tiene las memorias de un hechicero reencarnado... como yo” –pensó Tao, muy inquieto- “¡demonios!, ¡debí haber revisado mejor el artículo!, apenas si lo ví y..”

 - “Supongo que no pensaste en lo duro que podía ser para Tsukishiro” –murmuró Naru, casi para sí.

 - “¿Tu crees?”

 - “¡Oh vamos Naru, grandísima ciega, crees que porque tú no ves nada todos somos como tú!”

La broma de la rubia hizo eco en todo el aula, y como todos empezaban a sentirse incómodos, prefieron burlarse de la escuálida chica de los anteojos a aceptar que realmente habían hecho sentir mal al admirado Rei Tsukishiro. De más está decir, que entre todos, Tao pasó los siguientes diez minutos haciendo blanco a Kiyama de sus más pesadas bromas, sólo para olvidar que había hecho una tontería...

- “¡Ja, ja, ja!, ¡Naru necesita comprarse ojos nuevos para poder ver algo!” –rieron todos.

Tao se carcajeó tan estruendosamente como siempre, pero notando ya que el siguiente profesor venía a dictar clase, captó algo finalmente..

- “¡Su maleta!”

- “Al fin te diste cuenta..” –murmuró Naru, ajustando sus gafas, que casi parecían el grueso fondo de una botella- “mejor es que vayas a verlo Tao. Para que Tsukishiro haya tomado sus cosas significa que él no piensa regresar a clases por hoy...” –Tao la miró asustado.. y no por el aspecto poco agraciado de la chica pecosa y de gruesos lentes sinó porque ella parecía ser la molesta voz de su conciencia- “sabes que él nunca abandona una clase..” –la chica pareció realmente preocupada- “debe sentirse realmente mal para haberse marchado del colegio..”

Por primera vez en su vida, Tao Alexandre Hiu no dijo una sola palabra.

Sólo salió corriendo a tratar de arreglar el enredo en el que había puesto, sin querer, a su mejor amigo.

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Subject: Hola!
Cc:
Bcc
Mis estimados Sakura y Shaoran:.
Estoy en camino a verles en este momento. Sé que deseabas charlar conmigo Shaoran, y aprovecho que tengo unos momentos libres pero te visitaré en cuanto termine de saludar a Sakura..

Estaré en tu oficina en unos minutos Sakura. Estoy bajando de mi auto y dejando aquí mi Pc. ¿No te habrás olvidado de un viejo conocido  verdad?
Atentamente


Nokoru Imonoyama
Consorcio Internacional Clamp
Presidente

Los hermosos ojos verdes parpadearon, confundidos apenas por una fracción de segundo, antes de reconocer el hermoso cabello rubio y las encantadoras facciones del visitante. El aludido se inclinó con perfecta cortesía y sólo entonces la antigua card captor pudo notar que las mejillas de Rajendra Giri y del resto del personal femenino estaban totalmente arreboladas por la emoción..

Y es que era difícil no emocionarse ante la vitalidad y el carisma del agraciado visitante..

- “¡Señor Imonoyama!” –le reconoció, saludándole con una sonrisa, antes de invitarle a ingresar a su despacho- “es toda una sorpresa su visita.. al menos para mí, ¡que gusto verle después de tanto tiempo!”

- “Pues para mi total placer, veo que el tiempo sólo ha servido para hacerla aún más hermosa... si es que es posible” –saludó Nokoru depositando un galante beso sobre la mano de Sakura- “veo con gran envidia que mi amigo Shaoran sigue siendo el hombre más afortunado de este lado del mundo...”

Sakura se sonrojó. Pese al tiempo que conocía a Imonoyama –y eso que sabía que era realmente encantador con esa costumbre suya de decir cumplidos a cuanta dama conocía- no estaba acostumbrada a los halagos..

- “Eh.. gracias” –dijo avergonzada- “eh.. hace mucho que no le veía señor Imonoyama, ni siquiera tenía noticias que estaba en el país.. hubiera deseado verle para agradecerle el que permitiera el ingreso de Hien a su escuela y..”

- “Por favor Sakura.. creo que ya es tiempo que me tutee” –sonrió Nokoru, y Sakura alcanzó a ver por el rabillo del ojo y a través de la ventana abierta de la oficina, como dos o tres de las pasantes de periodismo se desmayaban ante su sola sonrisa- “en realidad no hay nada que agradecer. Shaoran me había comentado ya que su pequeño tuvo problemas de salud el año pasado, y que por eso estaba retrasado en la escuela” –continuó- “y cuando mi amigo me dijo que deseaban volver a Tomoeda, lo menos que pude hacer es ofrecer una plaza para Hien. Justamente por eso vine a saludarte antes de pasar por la oficina de Shaoran... él me espera, pero le dije que deseaba saludarte en primer lugar y preguntarte si Hien estaba cómodo en el colegio”

La joven mujer agradeció calurosamente a Imonoyama su apoyo y éste replicó que sólo tenía gente con potencial en su institución..

Quizás habían pasado más de ocho años desde que conociera a Nokoru Imonoyama -quien fuera apoyo económico de los Dragones del Cielo- pero ciertamente la vitalidad y alegría que se notaban en el rubio eran las mismas de siempre. La misma generosidad que le habían llevado a proteger al joven Kamui Shirou, de quien Sakura conservaba tan agradables recuerdos.

Cabe resaltar que la gratitud y afecto de Sakura hacia el rubio estaba total y plenamente justificado. Desde la noche en que conocieron a Nokoru –en aquella memorable reunión con todos los Dragones del Cielo, y donde ella supo que el origen de sus poderes provenía de su línea paterna- el rubio empresario había mantenido contacto con los involucrados en la Batalla del Preámbulo, de una forma u otra, pese a la distancia y el tiempo. Desde organizar la partida de casi todos fuera de Tokyo hacia zonas más seguras, hasta ofrecerles un empleo –Yukito trabajaba ya para la institución Clamp, pero después del nacimiento de la pequeña Nadeshiko el rubio Presidente de la Consorcio Clamp había insistido en que Touya ingresara como médico al Hospital Clamp en Tomoeda- siempre respetando los talentos de cada persona, permitiéndoles escalar posiciones de acuerdo a su capacidad –siendo que Yukito era ya Director de la Secundaria Clamp y Touya Sub-Jefe de Médicos en el Hospital Clamp en Tomoeda- el generoso amigo de Kamui Shirou había mantenido siempre contacto con todos, pero especialmente con Shaoran y Eriol.

Nokoru conocía a Eriol tiempo antes de que los Dragones del Cielo se lo presentaran como el Hechicero de Todos los Tiempos y la amistad entre ambos jóvenes era ya un hecho desde antes de saber que el hijo del embajador Hiragizawa era un hechicero; pero con Shaoran la situación había sido exactamente al revés. Desde la reunión con los Dragones y en su calidad de Jefe del Concilio de Hechiceros de Oriente, Shaoran había mantenido contacto con el rubio empresario, al punto tal que había sido Nokoru Imonoyama quién había informado –primero a Shaoran y después al propio Concilio- el resultado y los pormenores de la Batalla del fin del Mundo –el encuentro entre ambos “Kamui”- asimismo, había sido por Nokoru que todos sabían que los Dragones de la tierra habían muerto en combate y que los pocos Dragones del Cielo sobrevivientes se habían dispersado al final de la batalla..

- “Me alegra mucho que vinieras a charlar conmigo unos minutos antes de ver a Shaoran”

- “Sí, lo admito” –asintió Nokoru- “sé que durante estos años mi comunicación y mi amistad han sido más cercanas con Shaoran, pero a veces son cosas que no pueden evitarse” –comentó, notando la puerta cerrada de la oficina- “además todo ese protocolo que les rodeaba a ustedes en Hong Kong me ponía un tanto nervioso. Justamente estoy aquí aprovechando que Suoh tuvo un día libre para poder visitar con toda tranquilidad, y como un visitante cualquiera, a mis amigos Sakura y Shaoran..” –comentó divertido- “sabes que Suoh es mi mejor amigo, pero eso de ir con guardaespaldas a todos lados a veces pone nerviosa a la gente”

- “¿Cómo están el señor Takamura y el señor Ijyuin?”

- “Contentos y ocupados. Suoh está de paseo con su esposa y Akira de niñero de su bebé.. para variar” –rió despreocupado- “él único que anda escapado de su casa ahora soy yo”

Sakura sonrió.

- “Nokoru, yo...” –dudó, sintiéndose súbitamente curiosa- “la verdad es que es la primera vez desde que nos conocemos que puedo hablarle...” –Nokoru alzó una ceja y Sakura se corrigió- “hablarte... a solas. Y realmente hay algo que siempre quise saber.. es decir, lo sé, pero quisiera saber más detalles...”

- “¿Y puedo serte útil en eso?” –preguntó.

- “Sí” –asintió- “bueno.. yo estuve presente cuando tú y Shaoran informaron al Concilio en pleno sobre el resultado de la batalla entre ambos “Kamui”..”

- “Ah eso” –sonrió Nokoru tratando de controlar un escalofrío- “¡uf, que susto pasé!. Yo sé de asociaciones y consorcios, pero ser invitado aquella vez al Concilio me provocó graves pesadillas Sakura.. en realidad no sé cómo Shaoran puede lidiar tan tranquilamente con todas esas personas...”

- “Sí, lo sé. También para mí es difícil.. el Concilio tiene normas muy estrictas y está plagado de tradiciones, y aquella vez.....”

- “Ni me lo recuerdes” –sonrió, como disculpándose por interrumpirla- “todavía recuerdo a aquellos ancianos venerables y herméticos, murmurando que yo no formaba parte del Concilio porque no tenía poderes mágicos y nada tenía que hacer allí..” –sonrió apenado- “en serio me sentí muy extraño..”

- “Lamento mucho ese exabrupto. El Concilio tiene una serie de ritos y tradiciones tan antiguas, que yo misma no lo acabo de comprender del todo” –sonrió Sakura, comprendiendo- “pero... justamente sobre lo que dijiste esa vez es que quería preguntarte..”

- “¿Sobre la batalla de los “Kamui”?”

- “Específicamente sobre Kamui Shirou” –murmuró la antigua card captor, recordando con simpatía al chico- “sé que ellos dijeron que... que deseaban empezar de nuevo, sin contacto con nadie de los que estábamos enterados de la Batalla del Fin del Mundo pero.... pero..” –dudó de nuevo- “¿no has sabido nada de Kamui?, es decir, ¡apenas era un adolescente Nokoru! ¿realmente crees que empezar su vida solo es en verdad beneficioso para él?” –continuó con un suspiro- “sé que tú y Shaoran dijeron que era preciso respetar su decisión pero... ¡debe haber sido muy duro para él aceptar la muerte del Kamui Oscuro, porque él quería salvarlo..!”

Nokoru contempló a la joven mujer con asombro...

- “Sakura” –sonrió con cierta melancolía- “no tienes idea de lo agradecido que estaría Kamui si supiera que te preocupas por él, aún después de este tiempo...” –dijo tras una breve pausa- “pero... pero... bien, yo estoy seguro que él está bien, que las cosas irán bien... es decir, él hizo lo que debía hacer..”

- “Lo sé, sólo que a veces me gustaría poder testimoniarle mi gratitud por todo lo que hizo,  no sólo por mí.. sinó por todas las personas del mundo” –reflexionó- “a veces me parece que hemos sido muy egoístas al vivir nuestras vidas, sin preocuparnos más por aquel que hizo tanto por todos ¡es demasiado cómodo Nokoru!”

El rubio sonrió tristemente..

- “Sakura.. estoy seguro que Kamui sabe que tú siempre pensarías en él con gratitud y afecto..”

- “¿Nokoru?” –interrumpió Shaoran abriendo súbitamente la puerta de la oficina de su esposa- “siento mucho interrumpirles pero en realidad tengo una reunión más tarde con el Consejo y necesito que ..” –miró sorprendido el semblante triste de su esposa- “¿Qué sucede Sakura?”

- “Nada, sólo que..”

- “Sakura recordaba a Kamui, y deseaba que le diera información de él... algo que lastimosamente no tengo” –contestó Nokoru antes de intercambiar miradas con Shaoran- “bien Sakura.. lamento mucho haberte puesto triste pero..”

- “No, al contrario”- sonrió la mujer, con una gran sonrisa- “me ha dado mucho gusto charlar, pero ya no les retraso más señores..” –se volvió hacia su esposo- “ya vayan a hacer sus asuntos..”

Ambos hombres sonrieron antes de marcharse en silencio. Pero luego de atravesar los corredores del nuevo edificio Sunshine en Tokyo –que era ocupado totalmente por el Consorcio Oriental de negocios, la fachada del Concilio de Hechiceros de Oriente- para finalmente ingresar a la Oficina del Loto –la oficina personal del Jefe del Concilio, a prueba de sonidos, cámaras y en síntesis, totalmente segura- donde Nokoru entregó a Shaoran un pequeño disco..

- “¿Está todo aquí Nokoru?” –preguntó el hechicero chino.

- “Todo lo que he realizado por él estos últimos años.. lo que no ha sido mucho, mi joven amigo” –replicó Nokoru, algo pensativo- “hubiera querido hacer más pero no hay forma de hacerlo sin que otros se enteren... y sabes bien que es imposible” –el rubio miró a Shaoran con comprensión- “también se encuentra indicado los lugares donde puedes contactar con los otros Dragones sobrevivientes, pero no puedo darte seguridad de todos” –suspiró desalentado- “porque no sé donde están todos los que lograron escapar..”

- “Gracias... no sé cómo agradecerte esa información. Necesitaba saber y..”

- “Soy la única persona a quien puedes recurrir, lo sé” –el rubio empresario se sintió algo incómodo, pero lo dijo- “también imagino que esto se debe hacer más pesado para ti según pasa el tiempo” –hizo una pausa- “nunca creí que Sakura preguntara aún por Kamui”

- “Sí, es difícil para mí” –asintió Shaoran, poniéndose de pie, mientras su rostro tornaba una expresión algo dura- “pero no he incumplido mi juramento Nokoru. Nunca dejaré de cumplirlo. Juré ante la carta de Kamui, lo juré por lo más sagrado para mí por la propia Sakura y mi hijo, que callaría y haría hasta lo imposible para proteger a los que sobrevivieron aún del propio Concilio o contra todo. Estoy atado a ese juramento y no lo romperé nunca”

El rubio empresario miró al joven hechicero chino y suspiró.

- “Tú, Sakura, Eriol y los otros hicieron un gran trabajo.. hicieron lo que debían... y eso que la mayoría de ustedes eran casi unos chiquillos de veinte años..” –suspiró Nokoru- “¿qué te preocupa ahora? ¿crees que hay algo inconcluso aún?”

- “No lo sé. Pero es preciso ser precavido...”

- “Ambos hicimos un juramento Shaoran, y si tú estás atado al tuyo, yo también. Mentí descaradamente ante el Concilio con mi informe sobre la Batalla del Fin del Mundo y aún recuerdo que esos ancianos dijeron que una mentira ante el Antiguo Concilio de Hechiceros de Oriente equivale a la muerte, pero no tengo miedo” –continuó- “sin embargo y pese al tiempo pasado tengo mis dudas que todos nos hayan creído...”

- “¿Sospechas de alguien?”

- “Eriol no es tonto. Nada tonto” –asintió el empresario- “estaba demasiado ocupado con los asuntos referentes a Yoko, buscarla, casarse e irse de viaje con ella y pasarla bien” –sonrió- “sin embargo, si decide indagar ...”

- “Nadie más que tú y yo lo sabemos.. ni Sakura, Hin Lu o alguien de mi confianza lo sabe; ¿acaso tú lo has dicho a alguno de tus amigos?”

- “No, claro que no. Ni Suoh o Akira lo saben y eso es mucho para mí, ellos son como hermanos conmigo...”

- “No se hable más entonces... no hay forma de que Eriol o alguien confirme alguna sospecha” –suspiró- “no desconfío de él porque es mi amigo, pero hice un juramento”.

Nokoru contempló al joven Jefe en silencio y pensó..

- “Creo que Shaoran ha olvidado que puedo liberarlo de  su promesa.. y quizá lo haga algún día” –suspiró – “Kamui sabía que Shaoran nunca incumpliría algo que él hubiera jurado por la cabeza de su esposa y su hijo pero si tiene problemas por esto me alegra saber que Kamui dispuso que yo pueda liberarlo de ese juramento en su nombre”

Sonrió con melancolía.

Fragmento de la Canción “Retrato”
Cantante: Gianmarco

“Voy a hacer magia con un verso aquí esta noche,
voy a intentar recopilar el corazón,

poquito a poco confesar,
mi diario y mis formas de amar,
hoy mis palabras sólo muestran lo que soy

Soy tan complejo como un libro de teorías

y tan sencillo si me pongo a hablar del sol.... [....]

Abro mis ojos. Es muy extraño..

Contemplo el lugar que me rodea por unos momentos, pero la sensación extraña persiste. Me siento aletargado, aturdido... pero lúcido.. sí, muy lúcido.

Ya comprendo porqué este lugar me parecía extraño... todo se vé muy grande. La cama, las mantas, ¿el suero?..

¿Tengo suero?.

Me siento en esta cama y miro alrededor de la habitación.... hay alguien más en este sitio. Miro de nuevo y me corrijo. 

Hay dos personas a mi lado, una a mi derecha, otra a mi izquierda...

Porqué están aquí?, ¿quiénes son?.

Mi cabeza está zumbando.. pero mi mente está en blanco, y es raro. Miro el rostro de esta persona –es una mujer- y contemplo su cabello castaño oscuro, su expresión cansada.. pero tiene una sonrisa en el rostro... no sé porqué su rostro me es familiar.... 

Pero no recuerdo nada.

Miro a la otra persona... es un hombre. También está dormido –se durmieron cuidándome- y hay algo en su rostro que denota gentileza y afabilidad. Usa gafas y aún dormido, se vé como una persona increíblemente afectuosa, ¿porqué siento que le conozco? ¿porqué?.

Si mi mente está en blanco...

Veo un portarretratos sobre la mesita, al lado de mi cama... y contemplo una foto ¿familiar?, eso parece. Aquí aparecen una mujer de pelo plateado, muy bella y un hombre de cabello castaño oscuro... el hombre de la foto se parece mucho a la mujer que está aquí, dormida a un lado de mi cama, apoyada en mí...

Pero la foto es extraña... fría. No conozco a estas personas... nunca las he visto en mi vida. Bien, mi vida es una página en blanco, pero eso sí sé. Las personas de la foto son verdaderos desconocidos, algo diferente a las personas que están a mi lado. Bien, admito que no las conozco pero son vagamente familiares para mí.. aunque no sé porqué.

Hay una tercera persona en la foto de los desconocidos... es un niño. Un niño pequeño, de pelo plateado y pálidos ojos celestes..

Es extraño.

El niño del retrato tiene la misma figura que me vé desde el espejo enfrente a mi cama. Pelo plateado, ojos celestes.. muy pálido. El reflejo.....soy yo. 

Me doy cuenta que el niño del retrato soy yo.

¡No puedo creerlo!

- “¡Rei, despertaste!” –casi solloza la mujer a mi lado, de pelo castaño y ojos dulces, se vé muy emocionada y feliz.. pero yo no siento nada y la miro simplemente- “¡Yukito, despierta, Rei ha vuelto en sí!”

El hombre a mi lado se despierta también, se ajusta los anteojos y me mira casi con incredulidad por unos segundos...

- “¡Oh es increíble, estás vivo, estás vivo!”

Ambos me abrazan y no sé que decir.. así que no digo nada. No lo entiendo ¿Rei?, ¿es ese mi nombre?, ¿soy yo realmente quien se refleja en el espejo en medio de estas cálidas personas?, ¿realmente recuperé la conciencia?, ¡siento como si hubiera nacido!.. es decir, nacido... con facultades mentales activas y todo... pero nacido de nuevo, en un cuerpo extraño...

Ya sé porqué el lugar me parecía grande... soy un niño. Un niño pequeño, un niño a quien ellos llaman “Rei”.

Si es así.. ¿porqué siento como si no fuera yo mismo?. No lo entiendo...

- “Rei.. soy yo, tu tía Aya” –sonríe la mujer y siento que la conozco, pero no sé- “sabes quien soy ¿verdad?

- “Tía Aya” –contesto, y mi voz suena muy infantil y a la vez muy seria- “.. señora”

- “¿Recuerdas algo Rei?” –me dice el hombre.

- “No señor” –respondo con veracidad- “no recuerdo. ¿Quiénes son ellos?” –señalo la foto.

- “Ellos... son tus padres Rei, mi hermano y su esposa” –contesta la señora Aya- “¿no los recuerdas?”

- “No”

- “Yo soy Yukito,... amigo...” –ambos adultos sonríen- “bueno, amigo no es exactamente lo que soy de tu tía. Aya y yo vamos a casarnos. ¿Qué te parece Rei?”

No sé porqué... pero siento que todo está bien. Digo, no los conozco, pero son vagamente familiares y ahora que me dicen que van a casarse siento que todo está bien, muy bien..

- “Bien” –digo tan sólo.

- “¿Te duele algo, te sientes bien?” –pregunta el señor Yukito.

- “Estoy cansado” –admito.

- “Entonces descansa..” –sonríe la señora.. Aya- “nosotros estaremos aquí, velando tu sueño y no te dejaremos solo nunca. Pero creo que voy por un el doctor Kinomoto para que revise sus signos vitales.. ¿crees que es buena idea Yuki?”

- “Si” –asiente el señor... Yukito- “es mejor que Touya le revise”

La señora sale de la habitación, y este hombre “Yukito” y yo nos quedamos solos. El me mira con una gran sonrisa afectuosa en su rostro y la sensación de extrañeza sigue en mí..

¿Porqué siento que él es como un espejo?.

No tiene sentido, pero siento como si este cuerpo no fuera el mío.. y como si el señor Yukito fuera un espejo de alguien que soy.. o que fui. No lo entiendo, pero es extraño..

Y no digo nada.

- “Me hace feliz saber que estás vivo” –me dice el señor Yukito- “y lo que dice Aya es cierto. No te dejaremos solo nunca” –agrega- “dime.. ¿te resulto conocido?”

- “Sí”

- “¿Y tu tía Aya?”

- “También”

- “¿Ella más que yo?, ¿yo más que ella?, ¿quién te es más conocido?” –insiste, con gentileza, pero insiste- “¿puedes decirlo?”

- “Tú”

- “Supongo que así es como debe ser” –dice en voz alta- “estás empezando a vivir, sin embargo hay ciertas cosas.. ciertos detalles que quizá te sean algo confusos pero puedes confiar en mí. ¿Sabes?, Aya y yo lo hemos conversado.. y realmente queremos estar contigo y cuidarte por lo que nos reste de vida. Aunque no lo creas, eres muy especial para nosotros.. te queremos mucho. Y en término personal, te estoy agradecido por tantas cosas que lo menos que puedo hacer es darte un poco de lo que realmente mereces... un hogar, una familia”

- “Oh..” –replico, consciente de que él esperaba una respuesta.

- “Rei...” –sonríe- “sí, Rei. Aya y yo vamos a casarnos esta misma noche, ¡sólo esperábamos que tú estuvieras consciente!.. y si te parece, ambos ya hemos iniciado los procedimientos legales para adoptarte como hijo nuestro.. ¡porque realmente eres nuestro hijo!” –dice entusiasmado- “pero queremos saber tu opinión. Aya está muy nerviosa pero sé que pondrá lo mejor de su parte por ser una madre para ti.. y yo también. Sólo espero que nos des una oportunidad ¿qué dices?”

¿Adoptarme?. Supongo que está bien. Es decir, no conozco a nadie y ellos son... amigables. Pero por alguna extraña razón, no estoy seguro de que las personas me agraden mucho, aunque supongo que ellos son una excepción.

Pero miro a la fotografía de los desconocidos y del niño –me resulta extraño pensar que soy yo... de tres años, pero se supone que soy yo y no me parece que seamos el mismo- entonces, Yukito capta la dirección de mi mirada y me dice:

- “Ellos eran... los padres de Rei” –me dice.

Asiento, sintiéndome un poco más ubicado. Yukito se ha referido a el niño del retrato como si no fuera yo –algo que yo también siento- y eso me hace sentirme mejor..

- “Ellos murieron.... y Rei quedó en coma” –me explica Yukito- “pero ahora tú estás aquí, con nosotros y vas a empezar una nueva vida...”

Me siento a gusto por fin. De modo que el niño del retrato –que se supone soy yo- quedó en coma, supongo que esa es la razón por la que siento que no soy el mismo... supongo que ha pasado tanto tiempo desde el coma, que es casi como si fuera otra persona y no el mismo niño de la foto...

Supongo que por eso esas personas son extrañas para mí.

Es complicado salir de un coma, es difícil y sé que deja ciertas secuelas..

Pero lo que más me confunde es que estoy pensando de una forma no muy normal para mis.. ¿cinco años? ¿seis?..

Como sea, ¿un niño de mi edad piensa de este modo?

- “Encontrarás que hay cosas sorprendentes en ti.. Cosas especiales y únicas, pequeño Rei” –me dice Yukito y no tiene idea de lo bien que entiendo- “pero nunca temas expresar o ser tú mismo conmigo o Aya... ella sabe quien eres y te está agradecida por todo. Desea cuidarte. ¿Comprendes lo que te digo?”

- “Sí”

- “Encontrarás cierta familiaridad con algunas personas. No te asustes” –me dice Yukito con confianza- “son personas que han hecho mucho para que estés aquí, iniciando una vida nueva con Aya y conmigo, y te aprecian mucho. Pero lo que todos deseamos es que seas libre y feliz, que vivas una vida plena en todos los aspectos. Aya y yo haremos lo que podamos por darte lo mejor pero..” –duda e insiste- “me gustaría saber si estás de acuerdo con quedarte a nuestro lado..”

- “Si” –digo simplemente.

Acabo de darme cuenta que no me gusta hablar. No me gusta, y temo que por eso soy monosilábico. Me pregunto también como es que sé que es un monosílabo, pero Yukito dice que soy una persona peculiar, con dotes peculiares.. y quiero suponer que saber lo que es un monosílabo es una de ellas.

Después de todo, las personas que salen de los comas prolongados son escasas ¿no?.

Eso creo.

Pero los días pasan y he visto a muchas personas. Empezando por el doctor que me atendió mientras me recuperé –de qué no sé, porque mi cuerpo estaba muy bien- me parece también familiar, incluso más que mi “tía” Aya. Es una persona seria, algo brusca, pero parece confiable e incluso puso su mano sobre mi cabeza infantil esta tarde –al terminar el último chequeo- antes de decirme:

- “Todos haremos lo posible por ayudarte. Nunca olvidaré que alguna vez hiciste mucho por mí y los míos..”

No comprendo.. pero no le digo nada. Además Touya Kinomoto no es un médico muy hablador que digamos, pero me inspira confianza. Me dicen que me ha ayudado mucho en mi recuperación....

Y siento que sí, que alguna vez esta persona ya me había ayudado.

Pero la persona más importante que he sentido.. es alguien a quien no he visto. Y que sé que extrañaré. Porque Yukito y Ayame me han sacado hoy del hospital y me dicen que nos vamos lejos de Tokyo. Lo cual no me sorprende.. esta ciudad se cae a pedazos. Lo curioso es que me dicen que mi estado anterior –coma- fue ocasionado por los terremotos pero no tengo ni pizca de miedo a estos.

En fin.

Esa persona...

La persona que me ha visitado unas cuantas veces... en mis sueños..

- “Hoy parto para China.. con él, a quien tan bien protegiste en mi lugar esa noche horrible” –me dijo la última vez que me visitó- “pero me voy tranquila porque sé que estarás bien. Yukito y Ayame cuidarán bien de que tú estés contento.. sólo sé muy feliz ¿de acuerdo?”

Traté de abrir los ojos.. pero no estoy seguro si aquella silueta era real o un sueño..

Suena raro, pero varias veces –desde la primera vez que desperté- me pareció vislumbrar una figura de mujer.. una muchacha joven.

No estoy seguro si era un sueño o no. Pero me hacía sentir bien. Aquella vez que se despidió de mí apenas pude verla y casi recuerdo su silueta... parecía herida, lastimada -¿una paciente de este mismo hospital?.. no sé- pero aunque no recuerdo su rostro, sólo tengo en mente el más luminoso par de ojos verdes, fijos en mí...

- “Mereces ser feliz... ¡cuánto lo mereces!”

Me dijo la última vez que la ví. 

Pero no es la única persona que ya no he visto.

Muchas de las personas que venían a verme –amigos de Yukito y Ayame- ya no están aquí. Me dicen que incluso el doctor Kinomoto se ha marchado con su esposa –una chica agradable y realmente bella, con ojos azules muy profundos, quien vino a verme algunas veces y que también me parecía conocida- y hoy nos marchamos definitivamente de Tokyo..

O lo que queda de esta ciudad.

[....]...Tengo en un libro las palabras de mi madre,
y del recuerdo de mi padre una oración,
me dieron tantas cosas buenas,
me dieron alas y mil pruebas,
me enseñaron siempre a pedir "por favor"”

Fragmento de la Canción “Retrato”
Cantante: Gianmarco

Rei Tsukishiro contempló el amplio estanque en uno de los bellos jardines de la Primaria Clamp. Hacía frío, pero él no lo sentía. Y es que su mente volvía a su pasado (lo que recordaba de él) y se sentía extraño...

Más de lo que nunca antes se había sentido.

Hacía mucho tiempo que no recordaba eso. Lo ocurrido la primera vez que despertó, la vez que conoció a los que llamaba “padres”, la persona que había estado en sus primeros sueños...

La figura femenina... aquellos espejos verdes, gentiles y encantadores. ¿Había sido real?. No, era sólo un personaje inventado en su mente infantil... lo sabía, pero hacía mucho que no la recordaba –bien, en realidad no la recordaba, sólo aquellas frases que le dijo, y aquellos bellísimos ojos verdes- y eso lo tenía confundido. Además estaba aquel asunto... ¿su recuperación había sido un milagro?, ¿había sido declarado muerto? ¿cómo es que estaba aquí?...

No lo sabía, pero ahora se daba cuenta de muchas cosas.

Súbitamente se encontró queriendo más que nunca a sus padres, quienes habían logrado evitar que él se sintiera intimidado por la prensa –de hecho, él nunca había visto un reportero desde que recordaba, y recordaba todo lo que le había pasado desde que salió del coma a los cinco años- y le habían dado una vida tranquila..

Suspiró levemente, sintiendo una punzada de culpa.

Había salido abandonando la clase.

Nunca lo había hecho antes, pero la verdad es que se sentía muy mal, con todos sus compañeros  preguntando cosas de las que él no tenía ni idea, mientras en su cabeza se formaban preguntas: ¿fue un milagro? ¿realmente revivió?. Entendía que sus padres nunca le hubieran dicho eso. Lo entendía bien, lo que no comprendía era el porqué... porqué estaba vivo.

Rei Sato había muerto ¿no es así?... entonces, si Rei Sato estaba muerto.. ¿quién era él?.

- “Mereces ser feliz... ¡cuánto lo mereces!”

Aquella voz femenina... aquellos ojos verdes...

- “¡Superior Tsukishiro ¿se siente bien?!”

La voz infantil le hizo dar casi un salto pese a estar sentado y levantó la mirada casi irritado pero sin ninguna expresión en el rostro –bueno, eso era lo de siempre- . Se había escapado a la primaria para que Tao o Kiyama, o algún otro curioso le dejara pensar en paz, y su mente había recordado la voz y los ojos de la primera persona de sus sueños..

Los ojos verdes más bellos y encantadores que recordaba..

Y ahora los veía directamente..

- “Hien..”  -dijo algo confundido, y realmente le costaba articular palabra. ¡eran los mismos ojos de sus recuerdos!

- “Joven Rei, se encuentra bien?” –murmuró Miriel, que estaba junto a su compañero de clase, y le miraba realmente angustiada- “¿podemos ayudarle?”

- “No... no me pasa nada” –contestó mintiendo, pues su cabeza daba vueltas y estaba aturdido- “¿qué hacen aquí?”

- “Tenemos clase de deportes.. yo estoy recogiendo mi balón” –Hien señaló una pelota de fútbol- “Miriel lo vío aquí y... ¿está bien?”

Rei contempló a ambos niños, confundido. Aparentemente se veía igual de inexpresivo que siempre pero la verdad era que su cabeza era un torbellino de sensaciones.... no recordaba nada antes de Yukito y Ayame, pero ahora estaban los ojos verdes de aquel sueño y repentinamente sentía nostalgia...

- “Estoy bien” –mintió poniéndose de pie- “sólo que... que..”

Dudó mirando a su alrededor, buscando una excusa.. Sólo entonces reparó que estaba apoyándose sobre un árbol al que el clima frío parecía haberle quitado casi todas las hojas..

- “Investigaba”  -dijo con la frialdad de siempre, y con aplomo, sin saber porqué les daba explicaciones- “vuelvan a sus deportes, aún no termino..”

- “Pero.. ¿está bien?”

- “Sí”

Hien parpadeó pero las voces de sus compañeros llamándole le hicieron pensar en irse...

- “Nos vemos entonces..” –murmuró antes de despedirse- “¿vienes Hiragizawa?, ¿tienes clase de piano ahora no?”

- “En un rato..” –dijo la niña, que notaba algo no muy común en Rei, pese a que aparentemente seguía tan flemático como siempre.

Hien hizo un último saludo antes de irse.

- “Cuando florezca.. será muy bello ¿verdad joven Rei?” –dijo pensativamente Miriel mirando el bosquecito cubierto de aire frío donde estaban- “porque la primavera llega a todos.. es un ciclo infinito... como las estaciones”

Rei miró a la pequeña... y ella sólo sonrió. Una sonrisa agradable, pero peculiar... y súbitamente aquella sonrisa y los azules ojos de la niña le recordaron a alguien.. un rostro que apareció claramente en su memoria por un instante. El rostro de un hombre adulto, de tez pálida y cuyos azules ojos estaban cubiertos con gafas.. un hombre que tenía un largo cabello negro azulado...

- “¡Papá dijo eso el otro día!” –murmuró Miriel.

- “¿Tu padre?”

Ahora sí que no pudo evitar tocarse la cabeza con ambas manos y la niña se alarmó. Y es que a la mención de la palabra “padre” había visto en su mente unas sombras... dos sombras aladas, pero una de ellas le hablaba a otra persona –sentada en un sillón o algo así, la sombra era confusa- .. pero lo que sí estaba claro es que esa figura alada se refería a la otra persona como “padre”.

- “¡No puedes morir Clow!, ¡no juegues con eso padre!”

Su mente tuvo casi una sacudida y quizá se hubiera desmayado de no haber sido por el contacto con la tibia mano de la pequeña a su lado. Efectivamente Miriel, muy asustada por lo que ocurría, sólo atinó a tomar la mano del adolescente mientras murmuraba que necesitaba ayuda..

- “¡Joven Rei está enfermo!” –dijo desesperada y con los ojos azules empañados por lágrimas- “¡acompáñeme a la enfermería, por favor!”

Rei negó lentamente con la cabeza. ¿Qué había sido eso que le habían pasado?

- “¿Qué le pasó joven Rei?”

- “Recordé... algo” –dijo, dejando por una vez los monosílabos- “y lo más curioso es que ya he olvidado las cosas que recordé..”

- “¿Era algo malo?”

- “Recordé a alguien... en mis sueños. Y también algo relacionado con mi padre.. pero lo curioso es que he vuelto a olvidar los detalles”

- “¡Buscaré al Director!, pero debemos ir a la secundaria..”

Negó con la cabeza.

- “No, me siento ya bien. Gracias”

¿Qué le había pasado?. Había recordado algo importante... estaba seguro. Algo sobre un sueño infantil y algo sobre su padre.

Los detalles estaban fuera de su mente ahora –y hacía un esfuerzo por recordarlo, pero su mente parecía bloqueada- de modo que pensó que quizá había recordado algo sobre la persona que había sido, antes de conocer a Yukito y Ayame..

- “Debo haber recordado algo de mi padre biológico... Takehito Sato” –pensó- “no me sorprende, con lo del recorte del periódico.. supongo que me esforcé mucho en ello y por eso lo he vuelto a olvidar” –suspiró mentalmente- “bien, supongo que es difícil recordar algo que te pasó antes que tuvieras cinco años..”

Pero Miriel estaba al borde de las lágrimas, y sólo por complacer a la pequeña –y en compensación del susto que le había dado- la acompañó a la enfermería de la Secundaria Clamp...

En ese mismo momento, el teléfono sacó a Sakura Li de su atónito silencio en su oficina..

- “¿Lo sentiste?” –dijo la persona que le llamaba- “seguramente que también lo sentiste..”

- “Sí Eriol” –comentó la asombrada esposa de Shaoran- “fue .. como si los recuerdos sellados de Yue quisieran romper mi conjuro..”

- “Lo sé. Yo sentí lo mismo..” –insistió con una semi sonrisa- “¿está Shaoran contigo en este momento?”

- “Pues..” –le hermosa mujer de ojos verdes vió ingresar a su esposo como un huracán a su oficina, y suspiró- “sí, acaba de llegar.. ¿quieres hablar con él?”

- “No, coloca tu teléfono a altavoz para poder hablar con ustedes dos”

- “Uno de los guardianes de Sakura estuvo cerca de romper su conjuro de borrado de memoria” –replicó Shaoran en cuanto la comunicación fue más fluída- “¿tienes idea de lo que pasa?”

- “Tan bien como ustedes... parece que el momento en que las cards y sus guardianes sean despertados se acerca..”

Sakura y Shaoran intercambiaron una mirada...

- “¡Vaya!, no sé si alegrarme o no” –murmuró el Jefe del Clan Li- “pero tienes razón, la desaparición de las Loire Cards y ahora esto.. pueden ser señales que nos indiquen que pronto habrán nuevos cards captors..”

- “Pero eso no es malo..” –sonrió Sakura, recordando a Kerberos- “al contrario.. es una sorpresa”

- “Y todavía no es seguro...” –intervino Yoko, que parecía compartir la línea telefónica de su esposo, pero era la única que parecía levemente inquieta- “¿creen que las cosas se complicarían para nosotros?”

- “No claro que no” –rió Sakura, calmando a su amiga- “si eso ocurre seré feliz de sabes que Kero tendrá un nuevo dueño.. aunque no lo conozca”

- “Sí, aunque yo deberé esperar a que los libros sean abiertos y mantener la vigilancia sobre los nuevos card captors...” –suspiró Shaoran con divertida resignación- “sean quienes sean, siempre el Concilio debe supervisar a aquellos que usan magia en Oriente..”

- “¡Y eso a veces trae cosas buenas!” –dijo Sakura, muy contenta.

Y es que a la mente de la antigua card captor había vuelto los episodios de su niñez.. Cuando conoció a Shaoran.

Efectivamente, ella ahora sabía que el Clan Li había sido encargado por el Concilio a recuperar las Clow Cards –en esos días- y que Ieran Li había enviado a Shaoran –entonces apenas un niño- a Japón con esa misión..

¿Dónde estarían ellos si eso no hubiera sucedido?, ¿si no se hubiesen conocido?.

- “Tranquila, tranquila..ya te dije que te preocupas demasiado” –la voz de Eriol se escuchó, calmando a su esposa- “lo que sucede amigos es que Yoko aprecia mucho a Rei... y no deseamos que deje de ser una buena influencia para el adolescente sobrehormonado que es mi cuñado”

- “Rei tiene la vida que merece. Padres y una familia dispuesta a protegerlo y cuidarlo... algo que nunca pudo tener como Yue” –repuso Sakura, muy contenta- “Llamaré a Yukito para prevenirle por que quizá Rei le haga algunas preguntas pero el sello de su memoria sólo se romperá cuando el libro de Cards  sea abierto, cuando Kero y el nuevo card captor tengan todas las cards y el Juicio Final del nuevo elegido empiece. Sólo entonces, cuando las cosas ocurran en ese orden, el sello de sus recuerdos se romperá y recordará los poderes mágicos que posee....”

- “Y es que nadie más que él puede llevar a cabo el Juicio Final para el nuevo elegido de las Sakura Cards..” –murmuró Shaoran- “¡Si lo recordaré yo!”

- “Así es” –asintió la antigua card captor, ya tranquila por la suerte del hijo de Ayame y Yukito- “lo que ha ocurrido hoy sólo confirma el poder del sello que tiene Rei”

Sakura intercambió una sonrisa de tranquilidad con su esposo y se sonrojaron cuando escucharon a Eriol murmurar “te lo dije.. ¿podemos volver a lo que estábamos haciendo?” y una protesta ahogada por parte de Yoko Hiragizawa..

- “¡Eriol, es hora de trabajar y nuestros amigos nos escuchan!”

- “¡No nos escuchan!”

Sakura y Shaoran volvieron a sonrojarse, mientras este último suspiraba con resignación..

- “Eriol, ¡sí te escuchamos!” –protestó el hijo de Ieran Li, muy incómodo- “de modo que mejor corta la comunicación ¿quieres?”

- “¡Oh vamos, ya no se sonrojen ustedes dos! ¡hacen que a mi esposa le dé pena!” –rió divertido.

- “Mejor dejamos la comunicación allí..” –murmuró Sakura, apenadísima.

- “Disculpen por favor..” –murmuró Yoko antes de susurrar- “¡Eriol, la oficina no es para hacer bromas pesadas!.. ¡ejem!.. lo siento”

- “Olvídalo..” –se despidió Shaoran, antes de decirle a su esposa- “a veces me gustaría saber cómo hace Eriol para divertirse todo el tiempo... yo tengo una reunión por la noche y llegaré tarde a casa... y eso no me parece divertido”

- “¡Es porque no me tomo el trabajo tan en serio como tú amigo!” –rió el inglés antes de cortar definitivamente la comunicación.

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Hola papi y mami!
Lo logré, lo hice!!, no les niego que estaba algo nerviosa, pero Sakura ha regresado temprano de su oficina y me ha dicho que tío Shaoran ha autorizado que me quede aquí!!!
Estoy feliz, feliz, feliz!!!
En este momento estoy deshaciendo mis maletas.. ¡Ay no puedo creerlo!, ¿y ustedes pensaban que no lo lograría! (bueno, yo también dudé y creo que ha sido más que todo un golpe de suerte) pero lo que importa es que,.. ¡ME QUEDO!!
Ji, ji... voy a enviarle una postal de despedida a abuela Ieran. Sé que se pondrá furiosa, pero al menos no estará tan seria... además estoy segura que estará feliz de haberse deshecho de mí!!
¡¡Viva, viva, que contenta estoy!!

May May

PD: Anoche ví a tío Shaoran y....
¡WOW!, bien mamá, debo admitir que se vé bastante guapo y si Sakura no fuera tan bonita creo que me hubiera animado a conquistarlo... ¡es realmente atractivo! (ji, ji es broma, ¡Shaoran es muy serio conmigo!.. pero eso no le quita que se vea tan bien... ¡ahhhhhh!, ¡lo dicho, es una pena que sea mi tío!, ji, ji)

La carcajada se escuchó por toda la casa y no fue precisamente un sonido muy armónico que se diga.

Acostumbrado a cosas peculiares de la dinastía Li, Wei apenas si parpadeó pero Hien no pudo evitar una expresión de curiosidad en su carita aturdida.

- “Eh... ¿entonces sí vas a quedarte aquí?” –preguntó.

Acababa de llegar del colegio, y la noticia lo había dejado asombrado..

- “¡Claro que sí mi adorable primito!” –rió May May con estruendo, mientras seguía brincando sobre la mullida cama con regocijo- “¡ay pero que lugar tan bonito y agradable!, ¡realmente me encanta!”

- “Pero anoche cenaste con nosotros... ¿porqué apenas ahora estás tan feliz y dices que vas a quedarte?”

- “Porque tu guapo papá recién me acaba de confirmar mi permanencia en esta casa...”

- “¿Volvió mi papá?”

- “No tontito. Tu mamá confirmó mi permanencia con tu mamá.. que sí acaba de llegar.” –rió feliz- “¡pero que despistado eres!”

Hien la miró con el ceño fruncido por unos instantes y May May le miró con atención.. ¡era un niño tan lindo!. Con su ceño fruncido, sus facciones definidas (idéntico a su padre de niño, según lo decían las fotos familiares que May May había visto) pero con cierto toque delicado en su rostro, definitivamente herencia de Sakura...

¡Y aquellos enormes y maravillosos ojos verdes, tan expresivos y profundos!.

- “¿Qué tanto me está mirando?” –dudó Hien en su mente, mientras se cruzaba de brazos - “¡Oh, a lo mejor le provoco respeto!.. y eso sería bien.. papá es Jefe del Clan y..”

El niño se sintió íntimamente satisfecho... su prima, pese a ser bastante mayor, le miraba con fijeza... casi como si tuviera miedo de su ceño fruncido... de modo que para mejorar el efecto iba a...

- “¡WOW!, ¡Que adorable!” –gritó súbitamente May May, dando un salto y estrujando al sorprendido niño contra su prominente pecho, y zarandeándolo- “¡que lindo, que adorable que se vé cuando se enfada mi lindo primito!”

- “¡Déjame... no... puedo... ¡no puedo respirar!!” –protestó con el rostro casi azul- “¡no.. no puedo... res... ¡me ahogo!!”

May May rió jocosamente y liberó a Hien, pensando muy divertida..

- “¡Está decidido!, ¡voy a divertirme mucho!”

- “¡¡Suéltame!!” –protestó Hien- “¿qué pensaba papá cuando permitió que te quedaras aquí?” –pensó.

Definitivamente la presencia de May May en casa estaba fuera de la mente de Shaoran. Sakura había notado a su esposo levemente inquieto últimamente y aquello –y la forma en que él lo negaba- empezaba a ponerla un poquito nerviosa...

No es que fuera algo grave, no. Shaoran jamás le ocultaría algo grave pero....

- “Quizás Nokoru Imonoyama tiene razón... todo esto del Concilio es demasiada carga para el pobre Shaoran, ¡Hay tantas cosas que yo misma desconozco sobre la organización mágica más antigua y aún existente en el mundo!” –suspiró mentalmente mientras veía a May May traer a su hijo, hasta el vestíbulo- “quizá sea bueno que charle con la señora Ieran, aunque a veces me intimida un poco...”

- “¡Mamá, me ahogo!”

- “May May.. por favor... deja que Hien respire..”

- “No es mi culpa que tu hijo sea demasiado estrujable por ser tan bonito” –rió la chiquilla mientras Hien fruncía el ceño con enfado- “¡oh, se vé tan adorable cuando se enoja!”

- “¡¡Oye, yo no soy adorable..!!”

- “Hien por favor... May May” –pidió Sakura calmando a ambos- “no me gustaría que hagan una escena así delante de Shaoran...”

- “¿Sucede algo Sakura?, ¿le pasa algo a tu lindo maridito?”

- “Si escucha que le llamas de ese modo se enfadará en serio.. y quizá te envíe de vuelta a China” –May May suspiró y asintió- “bien, a ver si se controlan un poquito niños...” –sonrió- “¿qué noticias en la escuela Hien?”

- “El superior Tsukishiro estaba enfermo.. pero se puso mejor después. Tengo tarea de ciencias que hacer y Mamoru está cada vez más insoportable con eso que es mayor que yo por ¡dos meses!. y a Nadeshiko le tocaba cocinar en su casa esta noche..” –Sakura y May May contuvieron la risa- “Miriel dice que su padrino está de visita en Japón y...”

- “¿Su padrino?”

- “El señor O´Neill. Es irlandés. ¿Lo conoces mamá?”

- “Sí, por supuesto. El agente O´Neill es un buen conocido nuestro..” –rió de nuevo- “¿dices que Mamoru te molesta porque es un poco mayor que tú?”

- “Está hablando de que estoy casi listo para tener una “prueba del valor” pronto ¡y ya le he dicho que yo puedo hacer cualquier prueba del valor ahora!”

Ambas mujeres contuvieron la risa, pero en ese mismo instante Shaoran ingresó al vestíbulo con un semblante tan tranquilo.. que Sakura desechó sus temores..

- “Bienvenido a casa”

ATENCIÓN: Embajada Japonesa en Inglaterra
MENSAJE:

Llegamos en una hora, pues hicimos una escala en Calais. STOP. Estamos ansiosos por saludarles. STOP.
YUKITO Y AYAME TSUKISHIRO STOP.

- “Estoy segura que te encantará ver de nuevo a tu amiguito..”–decía Ayame Tsukishiro- “¿verdad Rei?”

La figura infantil de plateado cabello sólo asintió.

Ayame intercambió miradas nerviosas con su esposo y suspiró levemente. Ya habían adoptado al pequeño Rei hace cierto tiempo, y el niño apenas si les dirigía la palabra..

Y lo que era peor... los llamaba “señor” y “señora”.

Por supuesto que Ayame sabía bien que eso era un avance considerando quién era Rei, pero no dejaba de ser duro. El pequeño era silencioso y flemático y con apenas seis años aquello no podía ser bueno, pese a ser quien era en realidad. Algo que sus “padres” no ignoraban, pero que no dejaba de inquietarles..

- “¡Allí están Eriol y Tao!” –saludó Yukito, reconociendo al joven hijo del embajador japonés en Inglaterra, y al hermanito de Yoko- “¿no te alegra ver a tu amigo Tao después de tiempo Rei?, ¡no lo ves desde que Eriol y Yoko volvieron de su viaje de bodas a llevárselo de casa!”

- “Si”

- “¡Hola Rei!” –un Tao de seis años hablaba sin parar al reconocer a su amiguito, mientras los adultos se saludaban también- “¡que bueno que estás aquí, mi hermana está enorme como un tonel y por eso no pudo venir!”

- “¿Tonel?” –repitió Rei.

- “Yoko está a días de tener el bebé.. por eso no fue seguro que viniera hasta aquí” –aclaró Eriol- “pero todo está listo para que se hospeden en nuestra casa .. ¡y no aceptaré un “no” como respuesta Yukito!”

- “¡Gracias a ti Eriol!”

- “Entonces tú y Tsukishiro se conocen hace mucho tiempo..” –murmuró Kiyama, quien estaba con un muy azorado Tao, buscando a Rei por todo el colegio- “¿tenían cinco años cuando se conocieron?”

- “Sí.. más o menos” –dudó apenado, dejando de recordar- “¿cómo pude ser tan idiota de ponerle en evidencia así hoy en clase?, ¡que estúpido!”

- “No puedo creer que conociéndolo tan bien no notaras que no iba a tomar bien que expusieras su caso como un fenómeno..”

- “Oye fea sabelotodo, ¡yo no tenía idea de lo que estaba leyendo!” -se defendió- “sólo quería salvar mi cabeza ante el profesor.. ¿cómo iba a saber que ese recorte hablaba de Rei?”

- “Pues.. ¿de donde lo sacaste?”

Tao frunció el ceño, irritado. Bien, quizá sí debió sospechar al hallar ese cuadro en la oficina del Director –seguro que por eso no lo tenía en su casa- pero no era para que esa “flaca cuatrojos” le restregara en la cara ese asunto..

- “Sólo te he traído conmigo para que me digas a donde vá la gente aburrida como tú” –dijo, sin evitar la grosería- “seguro que Rei vá a sitios así a pensar. Si yo tuviera un problema iría a una fiesta a relajarme pero seguro que Rei no lo hará..”

- “ A veces creo que necesitas madurar Hiu” –le dijo la chica, sin tomarle en serio.

- “¿En serio?, ¡ja!, deberías agradecerme. Voy a arruinar mi reputación por el hecho que me vean caminando con una chica fea y flaca como tú..”

Naru Kiyama no dijo nada, pues Tao Hiu tenía toda la razón. Era una chica escuálida y usaba gafas horribles, pero era lista... lastimosamente eso no era suficiente para tener amigos. Es decir, apreciaban su inteligencia en el aula –especialmente a la hora de hacer tareas o presentar exámenes- pero no tenía el “look” ni el estilo necesario. Algo que sí tenía Tsukishiro, pero que jamás presumía...

Por eso respetaba al hijo del Director. Y pese a su frialdad siempre estaba rodeado de personas vitales y alegres.. en cambio ella.... Sus compañeros de aula sólo le hablaban cuando necesitaban que les ayudara en los cursos. Por lo demás era ignorada olímpicamente...

- “Buscaré en la biblioteca... te veo después..” –dijo súbitamente triste, antes de irse- “aunque a lo mejor se fue a casa.”

- “¿Lo crees?”

- “Sí” –asintió apenas, sin ocultar su tristeza.

Viendo a la chica marcharse, Tao tuvo ciertos remordimientos de conciencia. Bien, no era caballeroso decirle en su cara lo desagradable que era su aspecto, pero Kiyama era lista y era su amiga ¿no?. Es decir, una amiga útil para cuando estaba en apuros y Rei no podía sacarlo de ellos.. pero una amiga. Fea y todo.

¡Bah!, Kiyama estaba acostumbrada y mejor pensar en cosas prácticas.

- “¡Demonios, ahora sí que metí en un lío al viejo Rei!” –pensó- “uno aún peor que en el que le puse cuando éramos niños.. cuando se descubrió por primera vez su encanto” –rió mordaz, antes de dejar su mente volar..

Al pasado...

- “¡Vaya que si quedaste medio muerta hermanita!” –murmuraba Tao con asombro y preocupación mientras Yoko le contemplaba desde un amplio lecho, convertida en una figurita agotada y pálida- “¿de verdad estás bien?”

- “Si Tao..” –sonrió ampliamente, apenas disimulando su alegría- “¿ya la traen Eriol? ¡yo quería que me la dejaran pero se la llevaron!”

- “¡Calma..!”

El ingreso de una pulcra enfermera fue la respuesta a la pregunta de la joven madre. Pero lo más importante era el diminuto bulto que llevaba en sus brazos..

- “Es una niña adorable... pero algo temperamental a veces..” –sonrió la mujer al ponerla en brazos de Yoko- “muchas felicidades pequeña..”

La jovencita china sonrió más ampliamente que nunca al tener a aquella diminuta criatura de cabello oscuro y con reflejos azulados en sus brazos. Ni qué decir que el joven padre no dejó pasar ni una milésima de segundo antes de acomodarse al lado de su esposa y la bebé que tenía en brazos...

- “Realmente adorable...” –sonrió feliz- “como su madre..”

- “¿En serio?.. a mí me parece que vá a parecerse más a ti que a mí” –como dándole la razón, los ojitos de la recién nacida se abrieron y Yoko casi gritó- “¡oh Eriol tiene tus ojos!, ¡tiene realmente tus mismos ojos!”

El sólo sonrió, mientras la madura enfermera se marchaba, disimulando una sonrisa.

- “Que niños tan dulces..” –pensó la mujer- “él no debe tener mucho más de veinte o veintidós, ¡tan joven! y ella todavía parece una niña... ¡pero ya son papás!” –disimuló una sonrisa enternecida- “¡que dulces!.. pero.. ¿y el otro niño?”

- “¡Hermanito ven aquí!” –llamó la joven madre, y las preguntas de la enfermera se evaporaron mientras la mujer se marchaba por el pasillo - “¡mírala, Tao, es una niña!”

- “¿Y eso te pone tan contenta?, ¡yo quería un sobrino!” –protestó el niño, algo caprichoso- “además sabes muy bien que a la noble familia de Eriol le hubiera sido mejor tener un varón como heredero..” –rió- “¿acaso no lo habías pensado hermanita?”

Eriol sólo lanzó una carcajada, mientras Yoko parpadeó azorada..

- “Quizás deba disculparme con tu padre... por el hecho que naciera niña” –dudó- “sé que él es muy circunspecto.. y recuerdo que mi padre decía también que a los hombres les agradaban los hijos varones porque perpetúan el nombre familiar y...”

Su esposo sonrió otra vez, algo burlón.

- “¿Acaso consideras a la bebé inferior de alguna manera?”

- “¡Claro que no!, ¿cómo crees?” –protestó con calor- “¡estoy orgullosa de mi niña y no toleraré que nadie la menosprecie!” –pero añadió pensativa- “sin embargo.... bueno, como mi padre era muy tradicionalista sé bien cómo piensan los hombres sobre tener niños o niñas... siempre prefieren a los niños por eso del que son los que dan el apellido.*”

- “¿Crees que yo pienso así?” –le dijo mirándola intensamente, antes de dejar sus gafas discretamente sobre la mesilla cercana- “¿de verdad piensas eso?”

- “Yo... bueno..” –dudó- “a veces eres tan confuso para mí... y cambiaste de opinión sobre tener bebés y.... ”

Sus dudas fueron silenciadas cuando la boca de su esposo la besó apasionadamente..

- “¡Vaya!, ¡respeten al hospital, a su hija o al menos a mí!” –chilló Tao- “¡o váyanse a su habitación o a un hotel!.. ¿acaso quieren empezar a hacer otro bebé ahora mismo?”

Yoko suspiró por aire y su esposo por fin la soltó. La muchacha estaba roja por las frasecitas de su pequeño hermano pero Eriol no permitió que le huyera la mirada, pues la tomó por la barbilla antes de decirle:

- “No puedo negar que has puesto mi vida de cabeza niña...” –sonrió- “estoy casado, trabajo en la embajada... y ahora tengo una hija” –le dijo muy serio y sus azules ojos reflejaban sólo veracidad- “pero no te cambiaría a ti o a la niña por nada... ni aunque fuera el mayor poder del mundo...”

- “Debes estar loco.. ¡si la magia es divertida!” –murmuró Tao.

- “Nada vale, si la comparo con la vida que tengo.. que me has dado” –continuó Eriol mirando fijamente a su esposa- “y sí. No cambiaría a mi hija... ni por una docena de niños. Además ¿para qué los quiero?, los hombres no servimos para nada bueno...” –rió divertido- “yo soy la mejor prueba de lo que te digo.. y si quieres otra mira a Tao.”

La muchacha rió levemente, mientras el aludido se cruzaba de brazos, algo enfurruñado..

- “Ya no le sigas, que ustedes dos están locos. ¡Yo les pedí un perro de obsequio cuando vinieron a recogerme de su viaje de bodas y me ofrecieron que me lo darían después!” –bufó- “y en lugar de darme un perro me dan una sobrina...”

- “¿Y no te alegra hermanito?”

- “¡No, yo quería un perro!”

- “El loco eres tú cuñadito...”

La bebé se puso a llorar y Tao se cubrió los oídos con las manos; para calmar su enfado infantil su hermana le pasó a la bebé –el niño la cargó con cuidado- pero la recién nacida sólo aumentó el volumen de su llanto, hasta que Tao la devolvió a su madre...

Los esposos Hiragizawa empezaron a reír, pero la llegada de los Tsukishiro hizo que el niño tuviera a alguien a quien contar sus cuitas..

- “¡Oh, déjame cargarla un instante!” –pedía Ayame Tsukishiro.

- “Esa enana..” –dijo Tao, disimulando una sonrisa- “¿porqué todos le celebran sus cosas? ¡está chillando y todos dicen que es linda!”

- “Hace ruido” –repuso Rei, que estaba tan sereno como siempre.

- “¡Al fin alguien me dá la razón!” –dijo Tao, muy sonriente- “la enana chilla y tus papás, Eriol y mi hermana dicen que es adorable... ¿porqué no me dicen eso a mí cuando hago un berrinche?”

- “Rei.. ven a conocer a la bebé” –le llamó Ayame, dulcemente mientras Yukito asentía.

- “Sí, anda y cárgala... ¡seguro que te deja sordo como a mí hace un rato!, creo que fue su manera ruidosa de decirme.. ¡gusto de conocerte Tao!”

- “¿Ya la cargó?” –quiso saber Yukito.

- “Sí... creo que  la bebé se ha propuesto dejarlo sordo” –rió Eriol, muy divertido- “¿vienes Rei?”

El aludido asintió... tan gélidamente como siempre. Pero, pese a que su rostro infantil no tenía expresión se acercó con menudos pasos hacia el lecho donde estaban Yoko y la bebé... rodeadas de Eriol, Yukito y Ayame.

Y por supuesto que Tao seguía a su amigo..

- “A lo mejor se calma contigo..” –sonrió Yoko, antes de poner a la diminuta forma de recién nacida en brazos de Rei - “sé que le vá a agradar conocerte...”

La joven madre terminó de acomodar a la bebita en los brazos de Rei y el impasible rostro del niño se encontró mirando con asombro la figura frágil que estaba llevando en brazos. Súbitamente la bebita miró el gélido rostro infantil ante sí y una sonrisa se dibujó en su boquita.. seguida de unos ruiditos que parecían denotar su gusto por conocer al niño sereno que la cargaba..

- “¡Ay, le gustas a los bebés!” –rió Tao, tratando de jalar la minúscula pelusa oscura y azulada que era el cabello de la recién nacida- “¡vamos, enana, llora, llora otra vez!”.

- “Tao... ¡no hagas eso!”

- “¡Oh hermana, no llora porque está embobada con Rei!, ¡Rei tiene encanto para los bebés a pesar de parecer una paleta de helado!”

Tao celebró su propio chiste mientras los adultos contuvieron la risa a duras penas, pero Rei le lanzó una mirada extraña... que hizo que el pequeño hermano de Yoko Hiragizawa sintiera que estaba en el Polo Sur...

- “Cierra la boca Hiu” –dijo simplemente.

Y esa fue la primera vez que Rei Tsukishiro se había enfadado con alguien...

- “Una manera cruel de descubrir que tiene sex-aple .. para los bebés” –pensó Tao, antes de revisar la mensajería de su teléfono particular, que olvidado encender al salir de clase- “¿qué es esto?, ¡es de la enana de Miriel!” –casi gritó- “¡Ayyy no! ¿Rei está con ella en la enfermería de Secundaria?”

El adolescente echó a correr..

- “¡Tengo que evitar que Eriol y mi hermana se enteren del asunto del recorte!, ¡ojalá que Rei no le haya dicho a la enana, porque allí sí que ella se va a enfadar y me acusará!”

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Estimado señor Kinomoto:

Lamentamos hacerle presente, que, de momento, no disponemos de ninguna persona idónea que podamos recomendarle como servicio doméstico para su domicilio. Esperando serle útil en cualquier otro asunto.

Atentamente.

CIA ICHIDA
Agencia de Empleados

- “Bien, aquí vamos otra vez” –murmuró Touya, empezando a preparar la cena de su familia, motivo por el que había llegado temprano esa tarde- “otra agencia de ayuda doméstica ante la que tenemos mala reputación” –gruñó- “¡deben pensar que somos lunáticos o algo así porque nadie quiere venir a trabajar aquí!”

- “Kiku lo siente hermanito.. ¡Kiku lo siente mucho!”

La niña fantasma miró el semblante atractivo del médico con culpabilidad y leve tristeza, después de todo, era responsable directa que estuvieran sin ayuda doméstica..

Otra vez.

- “Tal vez Mamoru tiene razón..y son idiotas y cobardes” –dijo a modo de consuelo- “en fin, ya nos arreglaremos. Tuve suerte de salir temprano del hospital hoy..- añadió al notar que Kiku empezaba a sonreírle- “¡pero eso no quita que a veces seas muy descuidada y..!”

La puerta principal de la casa se abrió. Era Tomoyo, quien ingresaba también muy apurada..

- “Prepararé quizás algo de sushi y..” –miró los zapatos de Touya en la entrada y después a alta figura de su esposo con leve asombro- “¡me ganaste en llegar!, ¿qué estas cocinando?”

- “Croquetas de cangrejo.. antes de venir hice algunas compras” –dijo haciéndole a Kiku una seña para que se fuera- “¿porqué viniste tan temprano?” –insistió- “déjanos solos Kiku, ya puedes ir a jugar.. o mejor, vé a buscar a los niños..”

- “¿Estaba Kiku aquí?” –murmuró Tomoyo, mientras la niña fantasma tomaba un mandil y hacía patente su presencia, pues el objeto flotaba- “¡hola Kiku!.. por favor, fíjate si los niños están ya de camino..”

La niña fantasma suspiró aliviada. La llegada de “chica que canta bonito” –que pese a que no podía verla, siempre era muy gentil al dirigirse a ella cuando le avisaban que estaba allí-  le había salvado de una regañina. Y es que el mal genio de su “hermanito” a veces la ponía nerviosa, pese a que le conocía bien...

Por eso atravesó la pared y salió de la casa..

- “A veces me gustaría ver a Kiku.. como cuando estaba esperando que Mamoru naciera” –comentó la hija de Sonomi con dulzura- “pero eso no quita que eres muy brusco con ella Touya..”

- “¿En serio?, ambos estamos corriendo del trabajo por lo distraída que es y los sustos que les ha dado a las otras chicas de ayuda doméstica” –gruñó con un sarcasmo que no disimulaba- “recibí un mensaje de la Agencia que nos enviaba personal..” –como su esposa le miraba mientras empezaba a ayudarle con la cena, continuó- “¿no me preguntas qué me dijeron en el correo?”

- “Vas a decírmelo igual ¿No?” –contestó ella sin perder el buen humor.

- “No es para tomarlo a la broma” –protestó irritado- “¡No van a enviarnos a nadie!, ¡a nadie!, ¿lo oíste?.. supongo que nadie quiere venir a trabajar aquí y no sé cómo vamos a hacer... ¡tuve que salir del hospital temprano hoy y..!.”

La encantadora figura de Tomoyo se arrimó a la enfurruñada de su esposo, mientras ella se empinaba para tranquilizarle con una sonrisa:

- “¡No te preocupes!” –le dijo, poniendo un dedo sobre su boca, mientras él estaba a punto de soltar otro comentario mordaz- “Los niños están aprendiendo a cocinar y quizá esto sea bueno para ellos. Afortunadamente papá nos ayuda también y tenemos la pizarra para delegar responsabilidades” –señaló la pizarra, que igual a cuando Touya era adolescente marcaba los horarios y responsabilidades de cada habitante de la casa- “..sólo tenemos que correr un poco cuando..”

- “¡Es tarde, tarde!” –la puerta principal se abrió con estrépito y la pequeña Nadeshiko cayó de bruces en el recibidor, notando entonces los zapatos de sus padres en la entrada **- “¡oh, papá y mamá están en casa! ¡ya vine papá, mamá!.. ¡ahora voy a la cocina!” –dijo mientras se ponía de pie, después de quitarse los zapatos- “¡hoy me toca cocinar a mí!”

- “No te inquietes cariño..” –murmuró dulcemente Tomoyo, desde la cocina- “tu papá y yo ya estamos cocinando...”

- “¡Gracias!” –saludó la niña, muy feliz- “¡pero es mi turno y quiero ayudar..!”

Sobre las cabezas de Tomoyo y Touya surgió una gotita.

Ambos estaban allí justamente por eso. Mamoru y su hermana estaban haciendo sus primeros contactos con la cocina; pero si bien ambos niños tenían interés en el asunto pese a su corta edad –seis y siete años- y contaban con Fujitaka y Tomoyo a la hora de enseñarles la peculiar torpeza de Nadeshiko les había costado –la semana anterior, que la niña había cocinado por primera vez- la pérdida de toda la vajilla de la familia...

A la pequeña parecía gustarle cocinar... pero definitivamente su torpeza la hacía un poco peligrosa en esa particular área de la casa.

- “¿Y tu hermano?”

- “Mamoru llegará en una hora más mamá, ¡hoy es su práctica de fútbol!”

- “Seguro que Kiku se fue para allá..” –gruñó Touya.

- “¡Ya estoy lista!” –se entusiasmó la pequeña con una gran sonrisa al ingresar a la cocina, ya ataviada con un mandil protector de su ropa- “¿debo empezar a cortar algo?, ¡oh, croquetas de cangrejo! ¿en serio las hicieron?, ¡me encantan!”

- “Se me antojó comerlas hoy..” –mintió Touya.

- “¡Deja que te ayude a hacerlas papá!..” –se volvió hacia Tomoyo- “mamá.. ¿puedo?”

La aludida suspiró y asintió... al igual que su esposo. Quien también tenía una gruesa gota de sudor sobre la cabeza..

¿Qué más daba perder otra vajilla?.

- “Compraré otra vajilla al volver mañana..” –pensó Touya- “creo que.... es una especie de regalo de navidad o algo así para la casa. Además debo comprar también un obsequio para Yukito..”

- “Sólo espero que esté bien Yukito...” –decía Ayame Sato, en ese momento- “¡oh, me asusté mucho cuando me avisaste que se sintió mal!”

- “Aya, no te preocupes.” –le tranquilizó el Director, mientras ambos esposos salían de la habitación de su hijo mayor- “ya charlamos con él y está tranquilo... sólo fue algo de sorpresa muy natural. Además, ya viste que se puso a leer sus lecciones para no atrasarse, lo que quiere decir que se siente bien”

- “El podría fingir para no preocuparnos...”

- “¡Aya!, ¿crees que Rei pueda ser capaz de despistarnos con un embuste?”

Ayame Tsukishiro suspiró. Estaba realmente nerviosa..

- “Sé que Yuu está con él, lo que significa que se siente contento otra vez.... pero no puedo evitar preocuparme Yuki” –murmuró reflexiva, mientras ingresaba, junto con su esposo, hacia la biblioteca- “¡oh, ha sido un camino tan largo el que hemos pasado para que él manifieste su afecto hacia nosotros que a veces temo mucho que deje de querernos un día cualquiera!”

- “Aya...”

La aludida volvió a suspirar..

- “Rei es mi hijo Yukito... al menos, yo siempre lo he sentido así, desde el momento que despertó por primera vez. ¿Crees que está mal que me preocupe?” –continuó- “sé que las personas creen que es frío e inexpresivo, pero tú y yo sabemos bien quién es Rei... y lo gentil y cálido que puede ser con tan sólo un gesto....”- recordó- “no es como otros chicos, con él los detalles sí que son importantes....”

- “Sí.. el camino con Rei ha sido largo. Recuerdo bien que pasaron años antes que nos llamara “padre” o “madre”... y eso que siempre lo hace de forma muy respetuosa y formal, pero nosotros sabemos bien cómo es él...” –la animó- “como por ejemplo, sabemos que cuando arquea la ceja derecha está sorprendido... ¡pero es la ceja izquierda la que denota cuando está molesto!. También sabemos que le agrada estudiar y que le gusta que Yuu revolotee a su lado...”

- “¡Oh si, hay una sonrisa muy pequeña en su rostro cuando Yuu juega en su habitación, como ahora!” –suspiró Aya- “¿sabes Yukito?, él no es inexpresivo... sólo... sólo que le cuesta realmente mucho expresar algo, ¡por eso ni siquiera sabe alzar la voz con enfado, o reír ruidosamente!”

- “Tú lo has dicho Ayame...”

- “¡Tomó cuatro cucharadas de sopa, eso significa que le gustó!” –se animó la mujer, muy contenta- “¡oh Yukito, no sabes cuanto me alegra que tenga siempre aquel suero!. Si Touya no nos hubiera hecho el favor de recomendar que Rei bebiera suero en vez de agua, temo mucho que él hubiera muerto de inanición desde que era pequeño.. ¡realmente no le gusta comer nada!”

Yukito abrazó a su esposa y ambos suspiraron, mientras él recordó lo que Sakura les dijo el día que hizo el conjuro en el que puso el alma de Yue en el cuerpecito inanimado de Rei Sato...

- “¡¿Nosotros Sakura?!”

- “¿Cómo podemos agradecértelo?”

- “Nada tienen que agradecer.... ustedes son los únicos capaces de darle todo el amor que merece.. lo sé”

- “¡Pero no vas a exponerte a morir por dárnoslo!”

- “Ustedes y él merecen que yo corra todos los riesgos...”

- "Gracias Sakura.."

- "No, él merece una vida feliz... y aún cuando no esté conmigo, siempre me preocuparé por él. Pero los únicos que pueden labrarle un futuro, son ustedes.." 

- "Sí.. eso fué lo que dije entonces " -recordó la antigua card captor, pensando en silencio- "sólo espero que tengo una vida feliz"

- “De modo que Rei ya está bien” –comentó Shaoran interrumpiendo los recuerdos de su esposa, pues él y Sakura tenían una charla de sobremesa, mientras Hien había marchado a hacer su tarea a su habitación y May May aún desempacaba- “¿más tranquila Sakura?” –le sonrió- “hiciste todo lo que pudiste por él y afortunadamente está bien..”

- “Lo sé. Pero no dejo de pensar en la señal de hoy. ¿Crees que el despertar de los libros de cards sea muy pronto?”

- “Días, meses o años.. ¿quién lo sabe?, ¿por qué?”

- “No lo sé... supongo que extraño a Kero... más que nunca” –añadió nostálgica- “si no supiera que está a salvo en casa de Yukito estaría muy nerviosa..”

- “Yukito me dijo que camufló el libro de cards entre los libros de estampas y cuentos de Yuu.. nada malo le ocurrirá a Kerberos, Sakura” –le dijo tomando su mano- “además no olvides nunca que él es el único que puede elegir a su nuevo dueño..” –recordó- “él te eligió a ti por sobre mí, desde el mismo momento en que tocaste el libro de Clow y de la misma manera elegirá apropiadamente al nuevo dueño o dueña que tenga..”

- “¿Olvidas el Juicio Final?”

- “No. Nunca. Pero lo que sea será... y sé que todo saldrá bien” –pensó aliviado- “sí, ahora estoy tranquilo porque aunque me tome tiempo reubicar a los Dragones del Cielo sobrevivientes al enfrentamiento a los Kamui, la señal de hoy me dá la seguridad que el despertar de las cards es a lo que se refería el aviso del Sabio..”

- “Sabes... ver esta tarde al señor Imonoyama me recordó a Kamui. Ojalá sea feliz ¿no crees?” –recordó algo- “¿y finalmente me dirás lo que pasó entre Kagastán, Zhiao y tú?”

- “¡Sakura!, ¿no crees que eso es ya noticia vieja?”

- “No puedo negar que me pica la curiosidad señor Li...”

- “¡No pasó nada...!”

- “Bien.. bien.. ya no insisto. Pero me he puesto a pensar en los dueños de las cards ¿sabes?, deben ser personas realmente especiales....”

El sonrió también. Pero en ese momento, en la habitación de Rei Tsukishiro, Yuu trataba de explicarle a su hermano un pequeño detallito...

- “No lib´o... ´osa... pedido..”

- “¿Perdiste algo Yuu?”

- “Si he´mano” –asintió- “lib´os de cue´tos... ¿me ayuda´?, ¡no acue´do!”

- “¿No recuerdas donde perdiste tus libros de cuentos?, ¿fue esta tarde o hace mucho?”

- “No e´cuedo”

- “No recuerdas..” –repitió el joven Tsukishiro con paciencia- “bien... buscaremos primero en casa y luego por todos las casas de nuestros amigos...”

- “¡Yuu vi´ita!”

- “Sí.. Yuu hace demasiadas visitas... pero los buscaremos, aunque tengamos que buscar en casa donde has estado los últimos meses..”

El niñito emitió algunos grititos de gusto, antes de continuar su exploración de la habitación de su hermano mayor..

- “A buscar el libro rosa... y el otro que perdiste” –murmuró pensativamente.

- “¡Li´bo rosa e´capa!”

- “Sí... claro... como si un libro escapara buscando a alguien en especial, para que lo lea..” –pensó recordando- “¡aquel escape que se planeó cuando era niño..!”

- “¿Escapar?” –repitió apenas.

- “¡Si, escapar.. fuga, huída, ¡no estar aquí!” –replicó el pequeño Tao, agitando los brazos expresivamente- “¿qué parte debo repetir para que lo entiendas?”

- “¿Por qué?”

- “¿Porqué qué?” –repitió Tao exasperado- “¿por qué quiero escapar?” -Rei asintió en silencio- “¿y es que todavía me lo preguntas?.. ¡la enana me está matando!”

- “No tiene aún tres años..”

- “Sí, y ¿es la tercera o cuarta vez que tu familia viene de vacaciones a Inglaterra desde que la enana nació?” –Rei mostró tres dedos- “bien .. son tres veces...” –Tao tomó aire- “¡¿y aún no te has dado cuenta de que mi hermana ha dejado de quererme desde que la enana está aquí?!”

Rei parpadeó..

- “Estás celoso..”

- “¿Celoso yo?, ¿celoso yo?” –chilló el aludido- “¿cómo se te ocurre..?, ¿tendría que estar loco y..!”

- “Celoso”

Los grises ojos de Tao contemplaron la pálida figura de su amigo ante sí y finalmente suspiró. Se sentó en la misma alfombra que cubría el piso y abrazó sus piernas con sus brazos, en una actitud infantil pero no exenta de tristeza...

- “Rei... ¿eres mi amigo no?” –preguntó levemente- “es decir... no sé si lo entiendas, pero... esto es duro para mí.. siento que estoy de más...”

- “¿Dónde?”

- “Aquí... en este lugar..” –murmuró con los ojos grises empañados en lágrimas- “¿sabes?, no sé si te lo dije alguna vez pero yo soy... no soy del todo quien tú ves, soy la reencarnación de un hechicero chino muy poderoso” –Rei no expresó su asombro y Tao continuó- “¡snif!... sé que soy egoísta y a veces muy hablador, pero siento que ya no tengo nada que hacer aquí...”

- “Tu hermana te quiere mucho y tu cuñado también”

- “Eriol y Yoko son felices. Así es como debe ser pero... ahora Miriel está aquí y ellos ya tienen la familia que siempre han debido tener, el único que estorba soy yo...”

- “¿La familia que siempre han debido tener?”

- “Mira: esto es complicado... lo sé” –le dijo, muy serio, sin explicarle su ambigua frase- “cuando yo vivía.. antes, en mi pasado... me llamaba Wu Fang Sheng, y tenía una hermana a la que cuidaba y protegía... pero fallé... fallé y ella sufrió mucho... ella murió en medio de mucha pena porque Wu Fang Sheng falló” –se sorbió la nariz- “¡snif!, y cuando... cuando recordé eso... después que mi mamá se murió y antes de que tú me conocieras me prometí que no dejaría que mi hermanita sufriera, que no volvería a fallar, y lograría que ella fuera feliz, ¡no me quejo, ella está muy bien!... pero ahora yo no sé si realmente no me he convertido en un estorbo...”

- “Dudo eso”

- “Quizá antes no lo era... pero ahora ellos tienen a Miriel y ya no hago falta” –se volvió a sorber la nariz- “¡sé que piensas que son celos infantiles pero no lo son!, ¡me veo como un niño pero me siento como un adulto!”

Rei no movió un músculo.

- “Estás histérico”

- “¡No, no estoy histérico!, ¡si te digo que tengo mente de adulto lo tengo, te puedo decir mucho sobre vivencias de mi encarnación anterior que no eran muy inocentes!” –chilló Tao, conteniendo sus lágrimas, antes de añadir- “y no digo que mi hermana o Eriol ya no me quieran... pero siento que ya no hago falta en casa porque ya tienen a Miriel” –continuo- “¿acaso no te das cuenta que soy un niño diferente a otros? ¿cómo puedo saber lo que es una encarnación a mi edad?, ¿lo has pensado por si acaso?, ¡puedo controlar el agua a mi gusto y te lo puedo probar en cualquier momento!, ¡te digo que soy un poderoso hechicero chino reencarnado!”

- “Tu comportamiento no es muy adulto.. ahora”

Tao frunció el ceño.

- “Quizás tengas razón... a veces no sé si soy Tao.. o Wu Fang, eso es confuso. Pero hay cosas de adulto que yo sé, pero al mismo tiempo siento que ya no hay espacio para mí en el hogar de mi hermana..”

- “Pensamiento infantil”

- “¡¿No puedes decir más de dos palabras o frases cortantes?!, ¡me miras allí sin moverte y ni siquiera eres capaz de decir algo más convincente, ya sea para irme o quedarme!” –estalló- “¡es más, creo que no me has creído!”

El pequeño Tsukishiro se recostó levemente contra una pared antes de murmurar..

- “¿Crees que yo sea también una... reencarnación?”

- “¿Qué?”

- “Te creo. Porque me sucede algo similar... a veces”

- “Pregunta eso a tus padres.. no a mí” –Tao eludió el tema- “pero ya que me crees.. ¿entiendes porqué me siento de más en casa?”

- “Quieres vivir como adulto desde ahora.. supongo que al estar bien tu hermana, quieres vivir por tu cuenta..”

Tao parpadeó. No se le había ocurrido eso.

- “¿Crees que sea por eso?”

- “No sé, pero creo que puedo hacerme una idea” –continuó, hablando mucho más de lo que acostumbraba- “la señora Ayame está embarazada..”

Aquella frase simple encerraba un mundo de cosas.. cosas que Tao podía entender con toda claridad y que hacía que Rei y él tuvieran un problema en común..

- “Sientes que también sobras ¿no?”

Rei asintió.

- “Soy su hijo... adoptivo. Eso es todo”

Lo que Tao pensó podría haber motivado la creación de un par de volúmenes de profundas reflexiones... postración, sensación de no pertenecer al lugar donde vives, ciertos celos infantiles...

- “Ellos tendrán un hijo propio ahora... no necesitan a uno postizo” –dijo Rei.

- “Finalmente captas la idea ¿lo ves viejo?” –suspiró Tao- “es lo mismo conmigo. Desde que recuerdo Yoko ha sido mucho más que una hermana conmigo.. casi podría decir que ella siempre ha sido mamá porque me ha cuidado como si lo fuera ¡y eso que ella estaba en la etapa de las muñecas cuando yo vine al mundo!. Creo que la pobre se la ha pasado ensayando a ser mamá conmigo”

- “¿Y su esposo?”

- “¡Oh Eriol es muy divertido!. El y yo siempre hemos sido amigos, y cómplices muchas veces.. pero ahora él tiene una familia, y un hermanito postizo debe serle incómodo porque él siempre fue hijo único y eso de tener un hermano más chico..”

- “Son tu familia...”

- “¿Puedes decir lo mismo de la tuya?”

Rei se encogió de hombros, comprendiendo súbitamente una pregunta que siempre había estado sin respuesta para él.. ése era el motivo de su amistad con Tao. Ciertamente era un chiquillo escandaloso, muchas veces engreído y hablador hasta el grado de ser exasperante para él, pero la incógnita del porqué lograban tolerarse mutuamente –los silencios inexpresivos de uno y la insoportable cháchara del otro- estaba al fin a la vista. En el fondo y de forma instintiva hasta entonces, ambos sabían que no eran niños comunes. He allí el motivo por el que Tao jamás se dejaba intimidar por el gélido comportamiento de Tsukishiro... y por el mismo motivo era que Rei no le había tapado la boca con algodones hasta ahogarlo...

Algo que muchas veces pasó por su mente.

¿Quién hubiera pensado en lo que puede haber detrás de un rostro inexpresivo verdad?.

- “Bueno... está decidido.. ¿a que hora te busco?”

Rei no entendió.

- “¿Buscarme?”

- “¡Claro!.. ¿acaso no vas a escapar también?”

Rei nada dijo.

- “Mira... no es agradable.. lo sé. Pero tú mismo has dicho que los Tsukishiro ya van a tener un hijo propio y que estás de más en su casa” –suspiró- “no creas que a mí me divierte irme también pero estamos en la misma situación, ¿entiendes?. Es mejor irnos de a dos que uno solo contra el mundo...”

- “¿Realmente te irás?”

Tao se encogió de hombros... y le dijo que vendría a recogerle esa misma noche..

Los balbuceos de Yuu sacaron momentáneamente al joven Tsukishiro de sus reflexiones...

- “Hubiera sido muy absurdo...” –pensó- “afortunadamente estábamos equivocados en todo..”

En todo...

 

Su minúscula maleta estaba  lista pero él no estaba del todo seguro. De modo que siendo más de medianoche se encontraba allí... vestido y listo para fugarse.

 

Pero no muy convencido..

 

Era una ventaja que su familia se hospedara en la misma residencia lujosa de los Hiragizawa en Londres, quizá por eso iba a ser más fácil que ellos huyeran pero aún no estaba convencido...

 

Del todo.

 

- “Un hijo postizo... sólo eso” –pensó. 

 

Unas voces en el pasillo llamaron su atención, pero no se movió.

 

- “¿No puedes dormir Aya?” –era la voz del señor Yukito la que se oía- “¿te sientes mal?”

 

- “No... nada de eso... sólo que...”

 

- “¿Qué?”

 

- “¿Qué dirá Rei cuando sepa que voy a tener un bebé?” –dijo preocupada- “¡oh Yukito yo no quiero que él se sienta menos amado!, ¡aún no se siente a gusto como para llamarnos “papá” o “mamá”!.... para él aún somos “señor y señora” ...”

 

Yukito suspiró, ajeno al niño que espiaba desde la puerta entreabierta...

 

- “Ellos no saben que escuché sobre lo del bebé ayer..”

 

- “Debemos darle tiempo... estoy seguro que él sabe que lo amamos. Debemos ser pacientes con él Aya”

 

- “Lo sé... y estoy dispuesta a esperar hasta que él esté listo para aceptarnos como sus padres. Pero.. ¿y si se siente incómodo por la llegada del bebé?”

Yukito suspiró de nuevo.

- “No Ayame.. eso es imposible. A mí también me parece algo espinoso decírselo, no lo niego; por eso justamente tenemos que estar seguros de la forma en que se lo diremos.. la llegada de un hermanito es importante para un niño..”

- “¡Oh si!”

- “Finalmente podremos darle algo a él” –sonrió Yukito, lleno de ilusión- “él.. que hizo posible que estemos unidos y que vino a  convertirnos en una verdadera y completa familia...”

- “No te niego que empezaba a pensar que era estéril Yukito. Pero me tranquilizaba la idea que teníamos ya a nuestro hijo Rei, de modo que no me sentí desesperada porque no quedaba encinta” –murmuró Ayame- “no sabes lo feliz que me sentí cuando finalmente me lo confirmaron, cuando supe que iba a darles a ti y a Rei esta alegría... ustedes siempre han sido tan importantes para mí y es la primera vez que puedo darles algo especial..”

Yukito asintió.

- “Ya somos una familia Ayame. Lo fuimos desde que él.... desde que nos lo confiaron; y encontraremos la forma de decirle a Rei que vá a convertirse en hermano mayor... lo sé”

Los pálidos ojos celestes del niño de pelo plateado se dilataron de asombro. Sus padres aún murmuraron unos minutos más, antes que su padre convenciera a su madre de volver a la habitación y descansar...

- “Padre... madre..” –pensó en silencio.

Unos toques ligeros sobre su puerta le sobresaltaron antes de que ésta se abriera y Tao ingresara, arrastrando tras de sí una pesada maleta...

- “¡Oye viejo!” –cuchicheó- “¡ayúdame!” –le miró- “¿qué te pasa?, ¿porqué me miras con esa expresión de extraterrestre?”

Súbitamente las dudas habían desaparecido.

- “No iré. No huiré de mis padres..”

- “Oh bueno... ¿QUÉ?” –se sorprendió- “¿estás seguro de lo que dices?”

- “Sí..”

- “¿Qué te hizo cambiar de opinión..?”

- “Nunca dije que iría..”

- “Pero no dijiste que “no” .. por eso te pregunto”

- “Lo pensé mejor... con mi hermano en camino, mis padres necesitarán ayuda”

- “¿Ayuda?” –se sorprendió- “¡un momento, un momento! ¿de cuando acá les dices “padres”?, ¿a qué viene eso de “ayuda”?, ¡no te entiendo!, ¡tú estás hablando más de tres palabras y es casi catastrófico!, ¡es la primera vez que usas la voz en serio!”

- “Voy a convertirme en un hermano mayor... no puedo huir de eso”

- “¡Pues no sé que pensaste pero no te entiendo!, ¿no sentías que estorbabas, como yo?”

- “Mi familia necesita de mí... necesitan que ayude con el bebé... ¿nunca se te ocurrió ayudar con la pequeña Miriel?”

La mandíbula de Tao parecía un poco desencajada de la pura sorpresa...

- “¿Ayudar? ¿yo?, ¿con la enana?...”

Rei asintió.

- “Tu hermana te quiere... pero está muy ocupada tratando de hacer una carrera universitaria.. tu cuñado la ayuda siendo paciente y también está ocupado..”

- “¡Pero la enana tiene una niñera..!”

- “Me dijiste el otro día que a tu hermana no le gusta dejar a Miriel con extraños...”

- “Bueno sí. Yoko no es de la idea de las nodrizas o niñeras, ella siempre ha dicho que le gusta encargarse de su hija... aunque con lo que está estudiando..” –dudó- “por eso está ojerosa... y cansada ....y no descansa y...”

Rei no dijo nada, sólo siguió mirando a su amigo con calma..

- “Pero... ¿porqué nunca me lo han pedido?”

- “Pregúntales....” –dijo sin perder la flema- “están allí..”

Tao volvió el rostro hacia la puerta de la habitación...

Efectivamente Yoko y Eriol estaban allí..

- “Eh... yo...” –dudó.

- “¿Realmente ibas a hacerlo?” –dijo Eriol, con calma y una leve sonrisa, ingresando a la habitación- “¿hubieras podido Tao?”

- “No... no lo sé. ¿Estaban allí todo el tiempo?, ¡lo sabían y no iban a detenerme!”

- “No iba a obligarte a quedarte... si querías irte” –dijo Yoko con un acento más doloroso que si llorase- “¿realmente vas a hacerlo?”

El niño miró al piso con obstinación..

- “Yo... yo.... creo que...” –unas gruesas lágrimas se escurrían por su carita- “creo que.... que me puse celoso... ¡infantil y tontamente celoso, lo sé!” –hipó- “y... me dá vergüenza darme cuenta ahora. ¡También quiero mucho a la enana, en serio!” –sollozó- “¡pero me puse tan tonto que sólo pensé en mí y en lo celoso que me sentía!”

Yoko abrazó a su hermano..

- “¡Hermana, lo siento, lo siento!” –sollozó con más fuerza apretado a la menuda figura de su Yoko- “yo... yo... nunca pensé que podía ayudarte... ¡no pensé!; ¡¡¡creí que al casarte con Eriol ya no tenía nada más que hacer y por eso, cuando Miriel nació...!!!”

- “¿Por qué no me dijiste que te sentías así Tao?”

- “¡No quería preocuparte hermana!” –lloró- “¡lo siento mucho!, ¡en serio!” –se sorbió la nariz- “te... te prometo... ¡seré un buen tío!, cuidaré de la enana y también le haré bromas pesadas... ¡pero la voy a cuidar y..!”

- “¡Tao!”

La joven china sólo abrazó al niño en silencio, mientras Eriol sonreía al ver que la calma había vuelto a su casa...

- “Mis padres... ¿saben también lo del escape?” –preguntó Rei.

El hijo de Hajime Hiragizawa negó suavemente.

- “No, no se los contamos... Yoko y yo confiábamos en que tendrían el sentido común de darse cuenta que era una tontería, por eso ellos no lo saben” –sonrió- “dijiste.. ¿padres?”

El niño asintió mudamente y Yoko y Eriol intercambiaron una sonrisa en silencio. Rei ya había llamado “padres” a Yukito y Ayame algunas veces.. y casi siempre sólo al quedarse sin forma de definirlos (eso de “señor” o “señora” ante extraños o “él” y “ella” no siempre funcionaba, y sí, los había llamado padres, pero nunca en su presencia) pero el que les llamara así y que no escapara cuando tuvo opción de hacerlo era un gran avance...

- “Quizá sería buena idea si vas a verlos.. y les dices que te agrada la idea de tener un hermanito menor..” –sugirió Yoko dulcemente- “creo que todavía no están dormidos...”

El niño asintió en silencio y salió.

Lágrimas, risas y exclamaciones de gusto se dejaron oír de la habitación del matrimonio Tsukishiro toda esa noche.. pero lo mejor y más importante ocurrió en Japón, varios meses después, en el momento en que pusieron al bebé Yuu en brazos de sus padres..

- “¿Quieres ver al bebé Rei?” –propuso Ayame, con una gran sonrisa.

- “Sí... madre. Quiero conocer a mi hermano menor, ¿puedo hacerlo padre?”

Yukito y Ayame intercambiaron miradas asombradas... ciertamente Eriol les había dicho que los progresos de Rei eran cosa de tiempo antes que volvieran a Japón, pero era la primera vez que el niño del cabello plateado se dirigía a ellos de esa forma..

Y eso les emocionó...

- “Es la mejor navidad que he pasado” –sonrió Yukito- “el pequeño Yuu y yo compartimos cumpleaños... y hemos recibido todos un hermoso obsequio de tu parte Rei, hijo. ¡Es la mejor navidad de mi vida!”

- “También la mía.. padre, madre.. Yuu” –dijo el niño, mirando al bebé que era una réplica en pequeño de Yukito- “también para mí”

            *                      *                      *                      *                      *                      *

Pese a que llevaba el día en lo mismo, Sakura pensaba todavía en lo ocurrido. Recordaba la vez que se despidió de Rei –cuando marchó a China junto a un casi agonizante Shaoran, después de la batalla y encinta- y sólo oró en silencio porque si estaba escrito en el libro del destino que Yue tuviera un nuevo dueño, este fuera alguien quien fuera capaz de lograr una sonrisa del impasible guardián.. alguien que su querido Kero pudiera querer. 

Lo mismo pensaba Shaoran –de sus guardianas, Tsuki y Byakko- en la tranquilidad de su despacho. Por un instante pasó por su mente si quizá Megumi Togakutsuki –la forma falsa de Tsuki- vivía aún en Tokyo, cerca al libro de las Protection Cards –que él y Sakura donaran a la biblioteca de la ciudad- o si estaba en otro lado... siempre siguiendo al libro verde y oro. Y es que él sabía que hasta que la guardiana no sufriera un suceso similar al ocurrido con Rei esta mañana –el enfrentar a sus recuerdos borrados- no iba a sentirla, hasta que alguien abriera el libro..

Algo que bien podía ocurrir hoy, mañana, o en cien años..

- “Señorita Megumi” –preguntó uno de sus compañeros de su actual trabajo, en la biblioteca pública de Tomoeda- “¿por qué guarda sus cosas?, ¿no va a volver a trabajar mañana?”

- “Sí.. creo” –dudó la chica, algo confusa, pensando- “pero que extraño.. tuve la sensación que no me quedaría en este lugar mucho tiempo.. que necesitaba cambiar de trabajo. Es igual a la vez que decidí venir de Tokyo hasta Tomoeda, con el grupo de libros donados a esta ciudad..”

¿Quién conoce los caminos de la casualidad o el destino?..

Quizá nadie... quizá alguien.. pero lo que sí es seguro es que siempre hay ambiciones. Justificadas o no..

¿Hasta donde se puede llegar por tener lo que se anhela?.

Efectivamente, en el otro lado del mundo dos personas charlaban con animación, en una habitación en penumbras..

- “He estado en Japón varias veces.. pero no por temporadas prolongadas” –decía una voz profunda- “sin embargo la situación en el Concilio se pondrá más interesente que nunca. Es casi irónico que el Jefe del Clan Li sea Jefe del Concilio desde hace ocho años.. supongo que debí esperar algo así del joven Ching So Li...”

- “¿Ching So Li?”

- “Creo que así se llama el Jefe del Concilio ¿no?”

Un suspiro exasperado se escuchó en la semiclaridad del lugar..

- “El Jefe del Clan Li y Jefe del Concilio de Hechiceros de Oriente es el pequeño Xiao Lang Li***.. o Shaoran Li, como más le conocen desde que era niño y visitó Japón, además se casó con una japonesa” –dijo otra voz- “Ching So Li, era su abuelo..”

- “No sabes como envidio esa memoria que tienes para recordar nombres y cosas.. ya sabes que yo confundo siempre..”

- “Ya lo sé” –le interrumpió la otra persona- “Pero no deja de sorprenderme que con todo el interés con que seguiste la Batalla del Preámbulo y la de los “Kamui”, aún te confundas con eso..”

- “¿Verdad que si?... y si te dijera la mitad de cosas que sé sobre los Li...”

- “Silencio... me duele la cabeza”

- “Silencio en la noche” –rió- “ya todo está en calma, el músculo duerme.. la ambición trabaja..*** ¿no crees que lo que digo es cierto?”

- “Paz a los infantes.. y a los inocentes..” –rió la otra voz, con un rictus de dolor- “los demás no la merecen...”

*                      *                                 *                                 *                                 *

Esa misma noche Hien hacía sus tareas a toda velocidad, al igual que Mamoru y Nadeshiko (en su casa, y luego de acabar cenando en platos descartables) y el resto de sus compañeros entre los que estaban Otaru Terada, Misa Yamazaki entre otros, pero cada uno en su casa.

- “Paz a los infantes.. y a los inocentes..” –parecía decir la brisa del viento..

Pero Shaoran ingresaba a su despacho en casa, después de saludar a Sakura. Aún tenía que terminar un trabajo que le llevaría unos minutos, pero sintió cierto frío al notar otra vez en su Pc personal –como recordatorio, a la hora de volver a abrirla- la frase: “La rueda del destino ha iniciado nuevamente su girar...

- “Debe referirse al despertar de las cards..” –se dijo- “espero no tenga que ver con el atentado de Kagastán en mi contra, o los problemas con la policía secreta del Concilio... no, resolveré eso lo antes posible, para que Sakura nunca tenga que enterarse de lo cerca que estuve de la muerte..”

El reflejo de las luces de un árbol de navidad que habían colocado en la sala –influencia de Eriol y Yoko- le hizo esbozar una sonrisa y logró terminar el último párrafo de su informe justo a tiempo antes que Sakura le trajera una taza de té..

- “¿Trabajarás más?”

- “No Sakura.. ya terminé. ¿Y Wei?”

- “Ayudando a May May a desempacar.. llegaron más maletas de ella hace un rato y...”

- “¿Más maletas?” –casi gritó, espantado antes de ir a buscar a May May- “esa chiquilla vá a oírme.. ¡ahora sé por que volvía loca a mi madre!”

Sakura sonrió divertida pero le siguió, esperando ayudar a May May –que le agradaba mucho pese a lo desenfadada y escandalosa- a evitar un regaño.  Pero en ese mismo momento, en la embajada inglesa en Japón, aún se escuchaba la regañina de Yoko a su hermano en la biblioteca, sin embargo Miriel no prestó atención y subió las escaleras rumbo a su habitación con unos libros bajo el brazo..

- “¿Sucede algo hija?”

- “No papá” –asintió la niña- “sólo estaba pensando en.. “ –dudó contemplando los libros de cuentos que Yuu le había obsequiado esa tarde, cuando acompañó al joven Rei a su casa- “.. mi.. tarea..” –dijo tras una dudosa pausa- “¿crees que el.. joven Rei esté bien papá?”

Eriol sonrió, captando la duda en la mirada de la niña y su leve temor..

- “Descuida, estoy seguro que Rei está perfectamente, de lo contrario Ayame y Yukito hubieran hecho ir a Touya Kinomoto y a una docena de médicos, sabes bien que son muy aprehensivos con Rei.. bueno, con sus hijos” –sonrió- “como creo que yo lo soy también contigo y con tu mamá..”

- “Hasta con Tao papá.. siempre le ayudas.. le ayudamos” –dijo con una sonrisa, para luego ponerse algo seria- “pero él hizo algo muy malo hoy. Si no lo hubiera contado, creyendo que yo sabía, nunca nos hubiéramos enterado papi” –suspiró la niña- “¡a veces no lo entiendo!, ¡el joven Rei es su amigo y..!”

- “Tao no tiene mala intención.. sólo es su mal de siempre: la flojera. Aunque en verdad me dá algo de pena.. se sentía mal por lo que pasó ya que no pudo hablar con Rei por teléfono esta noche” –sonrió- “pero no te preocupes.. Yukito dijo que Rei no estaba molesto y que mañana charlarían..”

- “Papi, Tao hablaría y..”

- “Rei escucharía.. lo sé. Pero eso es la normalidad para ellos nena; además Rei no es rencoroso” –se aventuró a decir- “es mejor que duermas ya, es tarde y tu mamá terminará de regañar a Tao al menos en media hora más..” –añadió – “¿qué llevas allí?”

- “Yuu me obsequió algunos de sus cuentos.. estaba contento porque llevé a su hermano a casa y dijo que me agradecía papi” –continuó- “¿quieres verlos?”

- “No nena. Otro día. Iré a salvar a Tao, que tu mamá está regañándolo no sólo por lo de Rei, sinó por los dos cursos que ya tiene reprobados.. y el semestre aún no acaba” –sonrió- “anda, lee eso y haz tus labores.. tu madre y yo iremos a desearte las buenas noches en cuanto terminemos..”

La niña asintió y subió las escaleras en pensativo silencio.. mientras Eriol ingresaba a la biblioteca donde Tao estaba escuchando las frases preocupadas de su hermana por lo que había pasado (lo de Rei y lo de sus cursos ya reprobados), siendo recibido por una mirada de alivio del adolescente..

- “Tao ¡no comprendo!” –decía Yoko Hiragizawa con gentileza, pero con cierto toque de tristeza y desencanto- “tú eres un chico listo y brillante.. ¿por qué te cuesta tanto la escuela?, si sólo pusieras un poquito más de empeño no tendrías ningún problema.. ¿acaso te falta algo?”

- “No hermana..”

- “¿Necesitas que te ayude en algo, quieres charlar conmigo sobre tus gustos?, ¡no comprendo!” –suspiró viendo ingresar a su esposo- “Eriol ¿fue Miriel a su habitación?”

- “Sí, y mejor subes por un minuto. Está aún preocupada por Rei..”

Yoko asintió suavemente y partió, prometiendo regresar en cuanto calmara a la niña. Tao miró la partida de su hermana lanzando un resoplido de alivio y una nueva mirada de gratitud a su cuñado..

- “Gracias Eriol. ¡No sabes cuanto me espanta cuando se pone a decirme que me ayudará para que mejore mis notas!” –suspiró- “ella es muy buena, pero con lo exigente que es me moriría si tuviera que tutelar mis estudios; creo que preferiría que se enojara o gritara.. cuando se pone tan linda conmigo me siento de lo peor..” –volvió a suspirar- “y ni siquiera me dijo que lo que hice con Rei fue una maldad, sólo dijo que él era mi amigo y que la amistad tiene altas y bajas.. que él me perdonará” –miró el piso, muy triste- “¿por qué no me grita lo malo que fui, lo tonto y estúpido de lo que hice hoy?, ¡es tan buena conmigo que me siento mal porque debió haberme gritado!”

- “Sabes bien que tiene manía con que nuestros errores son (de alguna forma) una manifestación de su forma de cuidarnos” – sonrió el inglés con paciencia- “siempre se sigue exigiendo más a ella misma y eso desarma a uno ¿no?” –añadió con algo de diversión- “temo que tu hermana sigue siendo algo inocente.. o no nos conoce aún del todo”

- “Pero tú tratas de ser más serio cuando ella te lo pide”

- “Intento tomar las cosas más en serio.. pero ella sabe que me gusta divertirme, aunque ya no lo hago siempre a costa de los demás” –sonrió- “ella no quiere pedirte que dejes de ser tú mismo Tao, sólo... sólo que le pongas un mínimo de esfuerzo para no salir mal en la escuela, sabes que valora mucho eso y quiere que tengas una buena educación”

Tao sonrió.

- “Ella no sabe que nosotros tres estamos todos locos” –dijo el adolescente con leve malicia- “si supiera las veces que has borrado memorias de mis profesores, o las veces que he pagado por que hagan mi tarea..” –añadió con una risita- “si hasta Miriel siempre es más gentil y modosa con ella, pero tú y yo sabemos que cuando nadie la mira ya no es la linda niña que toca el piano.. ¡sinó que brinca por los árboles y planea mil travesuras!..”

Eriol asintió.

- “Tu hermana tiene mucho trabajo tratando de que en esta casa seamos más... sosegados. ¿Para qué preocuparla con cosas que podemos solucionar a nuestro propio estilo sin que ella lo sepa?. Además no es grave y mientras pueda evitar que ella se mortifique.. mejor”

Una llamita apareció en la mirada gris de Tao.

- “¿Hiciste dormir a toda la gente de la embajada cuando Yoko salió a sus comisiones? ¡seguro durante aquella reunión odiosa de tres horas!”

- “Ehhh... si” –se encogió de hombros- “los desperté cuando sentí que ella volvía.. ¡es que era muy aburrido!”

Ambos hombres empezaron a reír..

- “Mi pobre hermana trabaja duro por corregirnos a los tres... ya sé que debo evitar preocuparla y si no quiero estudiar.. al menos trataré que a ella no le lleguen quejas de mí”

- “Genial. Supongo que no quieres meterme a mí también en problemas ¿verdad?”

- “Tu lo has dicho..” –decidió, pasando al tema que más le inquietaba- “pero mañana le pediré una disculpa a Rei, una seria.. por lo de hoy., ¡es que no tenía la menor idea de lo que leía, en serio!” –dijo con evidente desaliento- “sólo espero que no deje de tenerme confianza, es mi mejor amigo y soy casi su manager”

Eriol sonrió.

Todo volvería a la normalidad mañana.

Al fin y al cabo la navidad estaba a días.. y era época de milagros...

Quizá Tao estudiara algo.

 

Una figura infantil contempló el libro ante sí con asombro. Era hermoso... encantador, y pese a que no tenía la menor idea de lo que estaba por abrir pudo sentir que era algo importante.

Los pequeños y pálidos dedos tocaron la superficie.. y miraron la contratapa con atención. El sol... aquella figura felina tenía el símbolo del Sol..

Lastima que en la parte inferior de la contratapa no estuviera la Luna...

- “¿Qué es esto?” –murmuró la voz infantil al abrir el libro.

Sakura, Shaoran y Eriol sintieron algo en ese preciso momento... y los tres sonrieron levemente...

- “¡Ha despertado..!”  -murmuraron.

            *                                 *                                 *

Pero era sobre navidad que comentaban los Tsukishiro, en su casa...

- “Si, aquella fue la mejor navidad de nuestra vida.. cuando Yuu nació y Rei nos llamó padre y madre.. y no ha dejado de hacerlo desde entonces; tenemos nuestro propio milagro en casa” –dijo Yukito a su esposa.

- “Es como aquella película occidental de navidad... e incluso vivimos en la calle 34”

- “Sí, no podemos quejarnos: ahora estamos a puertas de navidad otra vez y no puedo dejar de pensar en todo lo que tenemos.. y agradecerlo. Tengo un año más de vida y estás conmigo... Yuu cumple cuatro años, Rei cumplirá los quince el catorce de febrero del próximo y nuestra familia es simple y aburridamente feliz” –sonrió- “quizá esto del recorte del periódico sea una señal... pero seguiremos confiando que sea lo mejor lo que nos espera...”

- “Así es... nos lo dijo Sakura el día que dejó a Rei a nuestro cuidado... “pase lo que pase.. todo estará bien” ¿verdad?”

Yukito asintió.

- “Sí. Quizá la navidad no es simplemente obsequios, sinó el repaso de todas las cosas buenas que tenemos... cosas que no se compran o venden, que son más valiosas que cualquier metal o joya, al margen de las religiones. Es el conjunto de los hogares formados, los amigos que tenemos, las esperanzas que están en cada uno de nosotros y en los que amamos... Albores de esperanza que no pueden ser pagados con nada”

Y es que así era.. La presencia de el “Milagro de Tokyo” y la nueva vida que llevaba era el milagro en la calle 34.

 

Notas de la autora: Bien, definitivamente la navidad me ganó T_T pero quería hacer esta pequeña reflexión (aunque algo tardía):  la navidad no es simplemente obsequios, sinó el repaso de todas las cosas buenas que tenemos... cosas que no se compran o venden, que son más valiosas que cualquier metal o joya, al margen de las religiones”; no sé si sea una frase muy buena pero ¿quien mejor que Yukito para hacer reflexiones así en el fic? ^__^!!. Como ven, el pobre Rei estuvo en unas reflexiones muy shakesperianas (ser o no ser.. ¿quién soy, que soy?)  muy al estilo hamlet, pero debo reconocer que tiene sus motivos ¿no?... y como que Tao no ayuda mucho, además que como que ya entendemos mejor que la amistad entre los dos chicos (uno muy serio y otro.. nada) ha pasado por lo suyo. En fin, ya los epílogos se me terminan, ¡ahora sí que le digo adiós a “En la torre de Tokyo”! y sin embargo no todo es felicidad en el Concilio por que de todas maneras Shaoran se guarda algunos secretitos... y es que ¿qué pasó con Kamui Shirou y que dispuso? ¿qué es esa Policía Secreta del Concilio de la que Sakura (y nadie) sabe?... ¡cosas de la vida!; por otro lado las cosas empiezan a sorprender a nuestros conocidos con eso de los libros de las cards tan en movimiento..

¡¿Qué libro de cards fue abierto y quien lo abrió?!!

Y en cuanto a aquellas dos personas que charlaban en la oscuridad...  ¡Brr!!, dejémoslo allí porque en el epílogo final ... ¡no, ya lo leerán muy prontito!...

La canción de este epílogo (bueno, fueron fragmentos, pero es muy difícil encontrar canciones que le vayan a Rei) fué: “Retrato”, del cantautor peruano (¡y paisano mío!) Gianmarco.  

Vocabulario:

* “siempre prefieren a los niños por eso del que son los que dan el apellido”: No olvidemos que Yoko viene de una tradicional familia china, y para ellos, en la antigüedad, las hijas mujeres no alcanzan la importancia de los varones pues son ellos los que dan el apellido a los hijos (por ejemplo Touya y Sakura son Kinomoto por Fujitaka y no Amamiya como era el apellido de soltera de Nadeshiko, aunque claro, ellos no eran chinos). Respecto a esto hay excepciones en Oriente cuando la familia de la novia tiene mucha más importancia que la familia del novio, el joven (el novio) al casarse con la hija es adoptado por la familia de esta. Por supuesto, esto no pasa en Occidente, donde siempre los hijos toman en primer lugar el apellido del padre y luego de la madre.

** “.. la pequeña Nadeshiko cayó de bruces en el recibidor, notando entonces los zapatos de sus padres en la entrada” : Les recuerdo que los japoneses acostumbran dejar los zapatos en el recibidor de la casa (¿recuerdan que en la serie de Tv de Sakura se vió varias veces?)

*** “Xiao Lang Li***..”: El nombre original de Shaoran en chino es Xiao Lang. A la hora de  empezar el fic me gustó más la pronunciación romanizada y como tal, siempre me referí a él como Shaoran, también por eso pongo que “o Shaoran Li, como más le conocen desde que era niño y visitó Japón..” y es como si el propio personaje se hubiera acostumbrado a que se refirieran a él como “Shaoran”. (ji, ji).

**** “Silencio en la noche...ya todo está en calma, el músculo duerme.. la ambición trabaja” : Eh... bien, esta frase, algo ambigua y que puede tomar connotaciones diversas es una frase que está en un tango titulado “Silencio” (que lo he escuchado interpretado por el recordado Carlos Gardel, y creo que es original de Pettorossi y Alfredo Le Pera) ..  ¿qué puedo decir?, a mi madre le gustan los tangos! Ji, ji y lo puse aquí porque le vá muy bien a los pensamientos del personaje...

Comentarios, sugerencias y tomatazos a [email protected]

Avances para el séptimo y último epílogo: Hien convence a Mamoru para que le permita realizar la “prueba del valor” de la primaria Clamp, pero ¿qué tanto puede ser el valor que posee una persona o de un niño?.. quien sabe. ¿Cuál fue el libro de Cards abierto?, ¿qué consecuencias puede acarrear?. Sakura y Shaoran se llevan el susto de sus vidas mientras Eriol se llena de sospechas y Tomoyo y Touya deciden que alguien en su casa merece un castigo... pero una certeza, una decisión y más de un destino están ya en juego..

Y alguien tiene un encuentro especial en... ¿Un sueño?, ¿una fantasía?, ¿una visión?..

¡Oh si!.....Fujitaka cuenta un cuento...

Epílogo Séptimo: Buenos muchachos

Este epílogo fué  terminado de escribir el 20 de enero 2004 por Mikki. Quedó listo para el envío el 03 de Febrero 2004.

 

 

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