ENRIQUETA-ANA DE INGLATERRA, "MADAME" DUQUESA DE ORLÉANS
ENRIQUETA-ANA DE INGLATERRA
DUQUESA DE ORLÉANS
1644 - 1670

La vida de la 1ª duquesa de Orléans comenzó como terminó: en la tragedia.

Nacida en Exeter, Inglaterra, entre el 16 y 26 de junio de 1644, cuando su madre Enriqueta-Maria de Francia, reina de Inglaterra, Escocia e Irlanda huía camino de Francia. Octava y última hija del rey Carlos I Estuardo y de la hermana del rey Luis XIII de Francia, Enriqueta-Maria, fue concebida poco antes de la definitiva separación de sus padres cuando la guerra civil sacudía el reino de las Islas Británicas.

Confiada por su madre, al poco de nacer, a su gobernanta, la Condesa de Morton, recibiendo de vez en cuando la visita de su padre y de su hermano Carlos, príncipe de Gales (de entonces 14 años), éste sería hasta el fin de sus días su gran hermano protector. El rey viendo próximo ya su declive, ordenó a su hijo trasladarse a Francia para más seguridad. Por su lado, la pequeña princesa Enriqueta-Ana y Lady Morton también huyeron disfrazadas, embarcando en el Puerto de Dover para refugiarse en tierras galas, donde se encontraba su madre la reina.

Su infancia, por lo menos traumática, hizo de la princesita una niña desamparada al ver a su madre llorar la muerte de su padre (Carlos I había sido decapitado en 1649), y apartada de una corte francesa en plena convulsión ante las frondas parlamentarias y de los príncipes. Esas vivencias en medio de la insolvencia y de la inseguridad, la marcaron desde temprana edad. Su madre tuvo que confiar su educación a unas religiosas que la acogieron en un convento donde se convirtió al catolicismo, aprendiendo todas las ciencias y las artes necesarias a la educación de una princesa de sangre real.

Tras acariciar, durante un cierto tiempo, el ilusorio sueño de ser desposada por el rey Luis XIV de Francia, se resignó ante la idea de conceder su mano a "Monsieur" Felipe de Francia, duque de Anjou y futuro duque de Orléans, hermano del rey. Su matrimonio que carecía de interés en primera instancia, recobraría gran relieve cuando el hermano mayor de la futura "Madame" Enriqueta-Ana, Carlos II Estuardo, volvía a Londres para subir en el trono de sus padres (1660). Por consiguiente, una unión Franco-Británica presentaba una ventaja política nada desdeñable.

Convertida en "peón" del juego diplomático entre las monarquías de Inglaterra y Francia, la princesa Enriqueta-Ana fue ofrecida en matrimonio al duque de Orléans, hermano menor de Luis XIV. El 31 de marzo de 1661, la boda fue celebrada con el merecido boato de una alianza dinástica: Enriqueta-Ana de Inglaterra casaba con Felipe de Francia, "Monsieur", duque de Orléans.
La personalidad de su marido era de las más excéntricas; Felipe de Orléans había sido educado en un entorno exclusivamente femenino, empolvado, maquillado, engalanado, cubierto de joyas y erguido sobre altísimos tacones (para parecer más alto), arrastraba tras de si una corte de jóvenes adonis que no escondían sus preferencias sexuales.

La joven princesa que antaño espantaba por su extrema delgadez, su aspecto de sílfide, se había convertido en una persona encantadora, dotada de una gran inteligencia y que poseía todas las cualidades que Luis XIV buscaba entre las mujeres, todas las cualidades que echaba en falta en la persona de la reina de Francia, Maria-Teresa de Austria, y que estaba lejos de poseer... De este modo nació una gran complicidad amorosa entre el joven monarca y su hermosa cuñada. Un idilio que fue rápidamente condenado ya que la bella "Madame", fue destronada por su dama de honor Louise de La Baume-Le Blanc de La Vallière. Lo que empezó siendo una artimaña para enmascarar sus amoríos con el rey, utilizando a su dama de honor, acabó siendo un fiasco, escapandose de sus manos el control de la ilusión que ella misma había creado. Guardó, sin embargo, gran amistad con Luis XIV hasta su muerte.

Lo que deterioró considerablemente sus relaciones con su esposo, fue el hecho de que Enriqueta-Ana se dejó consolar por el hermoso Conde de Guiche, hijo primogénito del mariscal-duque de Gramont que, además, no era sino el favorito de su propio marido. Los celos del duque de Orléans llegaron a tal nivel que obtuvo el alejamiento del conde e hizo infernal la vida a su esposa. De su matrimonio nacieron, aparte de los 5 abortos, tres hijos, dos hijas, Maria-Luisa de Orléans (1662-1689) futura esposa del rey Carlos II de España, Ana de Orléans (1669-1728) futura esposa del duque Victor-Amadeo II de Saboya, rey de Sicilia y luego de Cerdeña, y un hijo, Felipe-Carlos de Orléans (1664-1666) que murió a los dos años de vida.

Los abortos contribuyeron sensiblemente en la degradación de su salud física que, por cierto, tampoco estuvo muy brillante. A pesar de sus contratiempos, proseguía en su sed de placeres y ahogaba sus penas matrimoniales en un remolino incesante de fiestas.

Al final de su vida, Enriqueta-Ana jugó un importante y relevante papel político entre Francia e Inglaterra. Las relaciones entre los dos países estaban lejos de la estabilidad que cabía esperar, y fue enviada al lado de su hermano el rey Carlos II de Inglaterra para allanar las diferencias y obtener su firma para un tratado de alianza. Su misión se tradujo con el éxito: el Tratado de Dover fue firmado en 1670.

Habiendo cumplido con brillantez su misión diplomática, fue recibida con honores por su cuñado Luis XIV, lo que disgustó bastante a su esposo Felipe de Orléans.

Pocos meses después, el 29 de junio de 1670, tras haberse tomado un vaso de agua helada con chicórea, la duquesa de Orléans se quejó de violentos dolores abdominales. A lo largo de nueve interminables horas, sufrió lo indecible ante la impotencia de los médicos que habían acudido a curarla, y exhaló su último suspiro a las 2 y media de la madrugada.

Muchas fueron las hipótesis avanzadas sobre su tan repentina muerte. El veneno fue una de ésas pero nunca se aclaró. Fue un favorito del duque de Orléans, el caballero de Lorena, a quien se adjudicó la autoría del posible envenenamiento pero, éste se hallaba entonces en Italia. A pesar de este detalle, muchos fueron los contemporáneos quienes se mostraron partidarios de esta teoría, incluídos el duque de Saint-Simon y la Princesa Palatina, segunda esposa de "Monsieur".

Lo que es seguro, es que las medicaciones de la época no fueron extrañas a la agravación de su caso. Y, aunque nunca se sepa la verdad a ciencia cierta, la mayoría de los historiadores creen que murió de muerte natural. "Madame" tenía mala salud, y días antes de su muerte, se quejaba de insufribles dolores en el costado. Según algunos, habría muerto a consecuencia de una colecistitis aguda, seguida de una oclusión intestinal.
Enriqueta-Ana de Inglaterra, "Madame" Duquesa de Orléans
Luis XIV "el Grande", Rey de Francia y de Navarra (1638-1715)
Enriqueta-María de Francia, Reina de Inglaterra, Irlanda y Escocia (1609-1669)
Felipe de Francia, "Monsieur" Duque de Orléans (1640-1701)
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