LADY JANE GREY
LADY JANE GREY, "la Reina de los Nueve D�as"

Lady Jane Grey (1537-1554) fue une de las 3 hijas de lady Frances Brandon, nieta del rey Enrique VII de Inglaterra, y de Henry Grey, duque de Suffolk, y en base a ese real parentesco figuraba como una m�s en la l�nea sucesoria al trono brit�nico si ven�a a extinguirse la dinast�a Tudor. Contra todo pron�stico, y por deseo testamentario de su primo y prometido el joven rey Eduardo VI, hered� de la corona cuando nunca pretendi� a ella, convirti�ndose en el juguete clave de su suegro en sus pretensiones pol�ticas. Lejos de tener el control de su vida, Jane Grey se vi� envuelta en la lucha de poder entre facciones protestantes y cat�licas.

ficha t�cnica de Jane Grey

-Nace en Bradgate Manor, Leicestershire, en Octubre de 1537, hija de Lord Henry Grey (1508-1554) y de Lady Frances Brandon (1517-1559), Duques de Suffolk.

-Casada el 21 de Mayo de 1553 con Lord Guilford Dudley (1536-1554), hijo de John Dudley, duque de Northumberland, en Durham House (Londres). No tuvieron hijos.

-Proclamada Reina de Inglaterra el 9 de Julio de 1553.

-Coronada el 10 de Julio de 1553.

-Gobierna a partir del 10 de Julio de 1553.

-Depuesta el 19 de Julio de 1553.

-Ejecutada el 12 de Febrero de 1554, en la Torre de Londres.

antecedentes familiares

Cuarta hija del rey Enrique VII de Inglaterra (1457-1509), el vencedor de Bosworth Field y sucesor de Ricardo III en 1485, y de Elizabeth de York (1466-1503), hija del rey Eduardo IV de Inglaterra y hermana del asesinado Eduardo V, la princesa Mary de Inglaterra (1496-1533), fue desposada en primeras nupcias con el rey Luis XII de Francia en 1514, de 34 a�os mayor que ella y que ya andaba por su 3er matrimonio, a instancias de su hermano el rey Enrique VIII para dejar bien atada la alianza anglo-francesa. La uni�n din�stica dur� bien poco cuando Luis XII falleci� en 1515, dejando a Mary viuda y sin hijos, al pretender cumplir con sus esfuerzos de obtener descendencia masculina de su joven consorte inglesa. �sta andaba ya enamorada de un miembro de su s�quito ingl�s, el hermoso Charles Brandon, duque de Suffolk (1484-1545), representante de Enrique VIII en la corte de Francia, y se sabe que ya manten�an relaciones ad�lteras a espaldas del viejo Luis XII. Como Mary se hab�a quedado viuda y sin hijos del fallecido rey, fue encerrada durante unos meses bajo estrecha vigilancia para comprobar si "la reina blanca" estaba o no en estado de buena esperanza del difunto. Sin embargo, las sospechas de infidelidad de �sta pusieron en pie de alarma a la madre del nuevo rey de Francia, Francisco I, el cual se hab�a encaprichado de la hermosa Mary y amenazaba con romper su enlace matrimonial con la princesa Claudia de Francia, duquesa de Breta�a, hija del finado Luis XII y de Ana de Breta�a. La evidente relaci�n amorosa de Mary con Charles Brandon, fue decisiva en la decisi�n de los franceses de devolver a �sta a su pa�s de origen y que casara cuanto antes con su amante. El mismo a�o (1515), y con la bendici�n de su hermano Enrique VIII, Mary casaba con Charles y, dos a�os despu�s nac�a una hija, Lady Frances Brandon (1517-1559) -Francisca-.

La hija de ambos, lady Frances Brandon, casar�a a su vez con el apuesto Lord Henry Grey (1508-1554) en 1534, al cual transmitir�a en herencia el ducado de Suffolk a la muerte de su padre en 1545, y dar�a tres hijas. A falta de herederos varones, las 3 ni�as recibieron la m�s cuidada de las educaciones que se pudieran dar a unas muchachas que entraban autom�ticamente, y por derecho de cuna, en el orden sucesorio din�stico de la Casa Real Brit�nica. Tambi�n hay que decir que Frances Brandon se ocup� personalmente de esta educaci�n y que se revel� como m�s puntillosa y severa que su marido en esas cuestiones, utilizando cuantas veces era requerido el l�tigo cuando �stas dejaban despuntar su natural rebeld�a adolescente y su fuerte car�cter. No se escatimaron medios en la instrucci�n de las muchachas, como tampoco se deshech� la formaci�n humanista lanzada por Thomas More y Erasmo de Rotterdam, en esos albores del siglo XVI.

Frances Brandon era una mujer severa y orgullosa, consciente de su real ascendencia y de su papel en el tablero din�stico de Inglaterra. Por ello se preocup� de educar f�rreamente a sus hijas sin olvidar convertirlas en pozos de esa sabidur�a necesaria por si la Providencia viniera a interesarse por ellas y destinarlas a desempe�ar papeles claves en el escenario pol�tico. Intimamente le parec�a remota la idea de que sus hijas pudieran un d�a alzarse por encima de la condici�n social a la que se encontraban relegadas. Se deb�a de tener en cuenta que Inglaterra entraba en esa crisis cism�tica provocada por el encaprichamiento del rey Enrique VIII con Ana Bolena y la negativa de Roma a proceder a la anulaci�n de su matrimonio con la Infanta Catalina de Arag�n, madre de la princesa de Gales. Desde 1533 se hab�a consumado el espaldarazo de Enrique VIII a Roma al contraer matrimonio con Ana Bolena, y al reclu�r a Catalina de Arag�n... Por si fuera poco, hab�a declarado bastarda a la princesa de Gales, que permanec�a alejada de Londres en su confinamiento en el castillo de Ludlow. En tan solo 3 a�os, las circunstancias se hicieron m�s oscuras al enviar al cadalso a Ana Bolena con falsas acusaciones y volviendo a declarar bastarda a su otra hija Elizabeth. En 1536, a�n tibio el cad�ver de Ana Bolena, Enrique VIII casaba por 3� vez con lady Jane Seymour y, al a�o siguiente nac�a el tan ansiado heredero var�n...

de Eduardo VI a Jane I

Naci� entonces el principito, el ansiado heredero var�n del irascible y por f�n satisfecho Enrique VIII, concebido a base de dos fracasos matrimoniales anteriores que costaron el confinamiento de por vida a Catalina de Arag�n y la cabeza de Ana Bolena que, ir�nicamente dieron a luz a dos futuras soberanas cuyos contrastes ser�an tan dispares como la noche y el d�a. La tercera consorte de Enrique VIII, lady Jane Seymour, hermana de Edward Seymour, Conde de Hertford y Duque de Somerset (1500-1552), muri� de sobreparto, v�ctima de esas fiebres infecciosas que acechaban a cualquier parturienta por falta de higiene de las comadronas y galenos que desconoc�an la esterilizaci�n del instrumental quir�rgico de entonces.

Como la �nica hija superviviente de Catalina de Arag�n, Mar�a, a la saz�n confinada en el castillo gal�s de Ludlow, hab�a sido declarada bastarda y privada de su t�tulo de Princesa de Gales, en su esplendidez habitual y su mala memoria, Enrique VIII otorg� el t�tulo de los herederos del trono a su nuevo hijo al que impuso el nombre de Eduardo. La difunta Jane Seymour hab�a, en vano, intentado reconciliar al padre con la hija. Ahora, el abismo se hab�a agrandado con ese otro nacimiento. Lo mirara desde cualquier punto de vista, la ex-princesa de Gales consideraba tanto a la hija de Ana Bolena y al hijo de Jane Seymour, como unos bastardos y los odiaba con esa rabia amarga tan bien alimentada por su padre, del mismo modo que daba por responsable de la infeliz muerte de su madre a �ste.
Habr�a de esperar a que su padre, cada vez m�s obeso y tir�nico, casara en 1543 con lady Katherine Parr, para que se procediera a instancias de esta �ltima, a un acercamiento entre padre e hija. En tan espinosa reconciliaci�n, la nueva consorte real supo demostrar un tacto y una diplomacia tan encomiables como provechosos para las partes interesadas. Dedic� todos sus esfuerzos en recomponer los lazos familiares y que Enrique VIII volviera sobre sus declaraciones de bastard�a que afectaban a sus dos hijas: Mar�a y Elizabeth, y les devolviera a ambas el rango de princesas reales.

Muerto en 1547 Enrique VIII, el ni�o Eduardo VI subi� al trono con la clara intenci�n de proseguir con las medidas que afectaban la vida religiosa de su pa�s, frutos de la sonada ruptura entre Londres y Roma. Se afianzaba por tanto la Reforma Protestante que, a diferencia del luteranismo o del calvinismo reinante en diversos pa�ses del Viejo Continente Europeo, tomar�a tintes propios y hasta nombre propio: el anglicanismo.

Desgraciadamente, la fr�gil salud de Eduardo VI hac�a prever un reinado bastante corto, ya que pronto se revel� en �l un mal tan temible como incurable: la tuberculosis. Andaba, adem�s, dominado por su adorado t�o materno, el hermoso Edward Seymour, conde de Hertford y duque de Somerset, que hab�a salvado del cadalso nada m�s acceder al trono y convertido en Lord Protector de Inglaterra, lo que equival�a a delegar en �l todo el poder de la mism�sima corona. �ste cas�, para colmo, con la �ltima viuda del difunto Enrique VIII, Katherine Parr, que ya andaba enamorada de �l a�n en vida del rey... y por poco le fue de que el soberano, siempre andando con sospechas, le diera el mismo pasaporte que a sus antecesoras.
De hecho, Edward Seymour di� con sus huesos en la c�rcel y fue confinado en la Torre de Londres a la espera de un juicio en el que la acusaci�n de ad�ltero le iba a costar la cabeza... La oportuna muerte de Enrique VIII le salv� del hacha del verdugo y, el mismo a�o de 1547 casaba con la viuda del que iba a llevarle a la muerte. Sobrevino luego la tormentosa pasi�n que inflamaron los corazones de Elizabeth y de Edward... a espaldas de la pobre y bondadosa Katherine Parr, ya muy enferma y esperando pacientemente la muerte que finalmente se la llev� en 1548. Aquellos amores imposibles se interrumpieron y Edward Seymour escogi� en el Jard�n de la familia Grey a su nueva y jovenc�sima esposa, lady Catherine Grey, hermana menor de nuestra protagonista, de 38 a�os m�s joven que �l. A trav�s de este matrimonio tan desigual, Edward acab� por mirar ansiosamente a la corona de Inglaterra como un premio que descolgar�a a la larga, puesto que su joven esposa ten�a derechos a �sta, del mismo modo que los ten�an sus otras dos hermanas...

Incluso Lady Jane Grey, siempre ensimismada en sus sabias lecturas, devorando las obras de Thomas More y de Erasmo de Rotterdam, estaba siendo barajada como la novia ideal para el joven rey Eduardo VI. A �ste no le desagradaba la idea, y en cuanto a Jane, lo �nico que le un�a al rey era un afecto propio de prima a primo, un �ptimo entendimiento, pero ni un solo instante roz� por su mente la perspectiva de convertirse en reina consorte de Inglaterra, aunque no le faltaban cualidades para ello...

Las intrigas pol�ticas florec�an entorno al trono del joven rey Eduardo VI. Su t�o el duque de Somerset, Edward Seymour (1500-1552), acariciaba la idea de hacerse con la corona teniendo en cuenta las pocas posibilidades de que �ste llegara a casarse y obtuviera descendencia. Su golpe magistral fue el de contraer matrimonio con lady Catherine Grey (1538-1568), prima de su real sobrino, lo que le otorgaba indirectamente la posibilidad de reclamar el trono para su consorte (y para s� mismo), si viniera a faltar Eduardo VI. Semejante maniobra no contaba, evidentemente, con los derechos din�sticos de Mar�a y de Elizabeth, las dos hijas primog�nitas de Enrique VIII, como tampoco ten�a en cuenta los derechos de Lady Jane Grey, hermana mayor de su esposa Catherine, y cu�ada suya.
Tales ambiciones acabaron por levantar sospechas en el bando rival capitaneado por el influyente John Dudley, duque de Northumberland, que tambi�n acariciaba la idea de hacerse con el poder y deshacerse del duque de Somerset.

Somerset ambicionaba demasiado y sus enemigos se encargaron a conciencia de hacerle caer en desgracia al desvelar p�blicamente sus planes. Su sobrino Eduardo VI ya no pod�a hacerle de valedor, ni menos protegerle de las acusaciones del duque de Northumberland, al encontrarse ya bastante enfermo y en manos de los galenos. Northumberland se encarg� de llevar ante el tribunal a Somerset, acusado de traici�n por reclamar la corona. Encontrado culpable, Somerset fue llevado al cadalso la ma�ana del 22 de enero de 1552 y decapitado, mientras su joven esposa, ya en avanzado estado, era encarcelada en la Torre de Londres, donde daba a luz a su primer hijo, al que llamar�a como a su difunto marido: Edward.

Eliminado el gran rival, el duque de Northumberland pudo hacer y deshacer a su antojo, erigi�ndose como Lord Protector de Inglaterra, arrancando su nominaci�n de las moribundas manos del pobre Eduardo VI, que los galenos manten�an en vida clavado en su lecho y entre terribles sufrimientos.

En vista de la degradada salud del rey, Northumberland, hombre fuerte del momento, us� de su enorme influencia y poder para obtener la mano de Lady Jane Grey para uno de sus hijos, Guilford Dudley (1536-1554), haciendo relucir ante los ojos de los padres de aquella, la posibilidad de heredar la corona de manos de Eduardo VI si jugaban bien sus cartas. La alianza entre Northumberland y los duques de Suffolk se sellar�a entonces con el matrimonio de sus hijos, con la promesa de subirlos al trono de Inglaterra menospreciando el orden sucesorio dispuesto por Enrique VIII antes de fallecer, donde dejaba bien claro que, si falleciera sin hijos Eduardo VI, la corona revertir�a autom�ticamente a su primog�nita Mar�a y, despu�s de �sta, a Elizabeth...

La boda entre lady Jane Grey y lord Guilford Dudley se celebr� finalmente en Durham House, en Londres, el 21 de mayo de 1553. Ni uno ni otro sent�an atracci�n alguna y la boda tan solo respond�a a la maniobra pol�tica y al juego de alianzas de los padres de ambos j�venes. Es m�s, la duquesa de Suffolk tuvo que echar mano del l�tigo para que su hija se doblegara y aceptara de buen grado casarse con el hijo del duque de Northumberland.

Marido y mujer al fin y al cabo, no dejaban de ser unos perfectos extra�os y aprendieron en su luna de miel a conocerse.
Tras asediar sin tregua al moribundo Eduardo VI, Northumberland arranc� el testamento en el cual el pobre soberano de 16 a�os designaba a su amada prima Lady Jane Grey, como leg�tima sucesora suya y garante de la continuidad de la Iglesia Anglicana en su pa�s, con tal de evitar que Mar�a, que permanec�a siendo cat�lica y fiel al Vaticano, subiese al trono y llevara a cabo su deseo de devolver Inglaterra al catolicismo.

Fue pues por expreso deseo de Eduardo VI que Lady Jane Grey se vi� catapultada al trono y a ce�ir una corona que ella no ambicionaba.

Muerto Eduardo VI, el Consejo Real, respaldando el golpe de Estado del duque de Northumberland, ofrec�a la corona a Jane Grey el 9 de Julio de 1553, con el apoyo un�nime del clero reformado de la naci�n. Al d�a siguiente fue p�blicamente proclamada reina de Inglaterra (10-VII-1553) como Juana I y coronada el mismo d�a. Su marido, Guilford, rehus� formar parte de esa "mascarada" y rechaz� la corona, conform�ndose con tener el papel de mero consorte.

Pese a las maniobras del duque de Northumberland y al respaldo del Consejo Real y del clero anglicano, el pueblo ingl�s y la mayor�a de la aristocracia nacional rechazaba a la joven soberana impuesta, dando por sentado que la corona pertenec�a naturalmente a la primog�nita de Enrique VIII, Mar�a I.

En tan solo 9 d�as, el ef�mero reinado de Juana I se di� por terminado cuando Mar�a Tudor, a la cabeza de un numeroso y leal ej�rcito, llegaba a las puertas de Londres, tras derrotar a las tropas del duque de Northumberland que hab�a ido a su encuentro para derrotarla. El suegro de Juana I fue arrestado y encarcelado, pendiente de juicio por alta traici�n. Su ejecuci�n no se hizo esperar demasiado... En cuanto a Jane y Guilford, fueron igualmente apresados en la Torre de Londres en espera de la decisi�n de la nueva soberana. Mar�a I ten�a en cuenta que su pobre prima no hab�a sido otra cosa que el juguete de las ambiciones de Lord Northumberland, y a punto estuvo de perdonarla. Desgraciadamente, su padre el duque de Suffolk cometi� el craso error de unirse al levantamiento armado de Sir Thomas Wyatt, en un intento de liberar a su hija y devolverla al trono.

Semejante acto inclin� definitivamente la balanza: Mar�a I puso contra las cuerdas a Jane Grey, presion�ndola para que abjurara de su fe anglicana a cambio de la real clemencia. Jane rehus� la oferta y prefiri� poner la cabeza en el tajo. Su empecinamiento fue imitado por su marido Guilford que, si bien no llegaron a ser realmente marido y mujer en el sentido literal, acabaron por amarse y apoyarse m�tuamente frente al martirio que se les ven�a encima.
Lamentando el rechazo de Jane Grey, Mar�a I orden� su ejecuci�n y la de su marido Guilford. El duque de Suffolk y el duque de Northumberland ya hab�an sido decapitados pocos d�as antes y sus cabezas figuraban en las picas de la Torre...

El 12 de febrero de 1554, con los ojos vendados y vestida de blanco, Lady Jane Grey, de 16 a�os, la "reina de los 9 d�as", se arrodillaba ante el tajo y buscaba, titubeante, con las manos d�nde colocar su cabeza para facilitar la faena al verdugo. Su marido le sigui� poco despu�s.
En cuanto a su hermana Catherine, duquesa viuda de Somerset, la reina Mar�a I le conden� a reclusi�n perp�tua en la mansi�n de Cockfield Hall, donde fallecer�a de muerte natural en 1568, sin ceder ni un solo �pice de sus pretensiones al trono de Inglaterra. La tercera y menor de las hermanas Grey, Mary (nacida en 1540), fallecer�a diez a�os m�s tarde, en 1578...

NOTAS:

Eduardo VI, Rey de Inglaterra e Irlanda (1537-1553). Hijo del 3er matrimonio de Enrique VIII con Lady Jane Seymour, accedi� al trono ingl�s a la edad de 10 a�os, en 1547, prosiguiendo con la religi�n anglicana instaurada por su predecesor. De salud endeble y car�cter d�bil, su reinado aparentemente pac�fico estuvo dominado por las luchas internas de su corte. A la influencia de su t�o Somerset, sucedi� la no menos perniciosa del duque de Northumberland, el cual hizo que el joven rey testara a favor de su prima Jane Grey, design�ndola como sucesora suya cuando se encontraba a las puertas de la muerte.

Edward Seymour, Conde de Hertford y Duque de Somerset (1500-1552) era el hermano de Lady Jane Seymour, la 3� esposa de Enrique VIII y madre del rey Eduardo VI. En 1547, cas� con Lady Katherine Parr, 6� esposa y viuda de Enrique VIII, de la cual enviudar�a al a�o siguiente, aunque no le impidi� suscitar la pasi�n de su sobrina pol�tica Elizabeth, hija de Ana Bolena y locamente enamorada de �l. Tras ese amor imposible, volvi� a contraer matrimonio, pero esta vez con la 2� hija de lady Frances Brandon y Henry Grey, duques de Suffolk, lady Catherine Grey (1538-1568), hermana de Lady Jane Grey...

Lady Catherine Grey (1538-1568), Condesa de Hertford y Duquesa de Somerset. Segunda hija de lady Frances Brandon y de Henry Grey, duques de Suffolk, era la hermana de Lady Jane Grey. Su boda con Edward Seymour, duque de Somerset, tan solo respond�a a una maniobra de �ste para pretender al trono de Inglaterra. Su marido fue finalmente encarcelado y ejecutado en 1552, acusado de ambicionar para s� la corona, y la joven viuda acab� encerrada en la Torre de Londres...

John Dudley, Duque de Northumberland y Lord Protector de Inglaterra (1502-1553). Rival y enemigo de Edward Seymour, duque de Somerset, al cual finalmente consigui� desbancar del poder en 1552, se erigi� en el nuevo regente del reino mientras Eduardo VI agonizaba de tuberculosis, abusando de �ste para dar cuerpo a sus ambiciones personales. Fue �l quien organiz� el golpe de Estado a trav�s del cual consigui� que la corona recayera en su nuera Jane Grey.

Lady Frances Brandon, Duquesa de Suffolk (1517-1559), sobrina carnal del rey Enrique VIII de Inglaterra, y que representaba la 2� l�nea colateral de la Casa Real con derechos al trono si viniera a faltar la descendencia de su t�o y la de su t�a la reina viuda de Escocia Margareth, condesa de Angus. Casada en 1534 con Lord Henry Grey, le di� a �ste 3 hijas que, con el tiempo, se alzar�an como pretendientes al trono ingl�s en potencia... Viuda en 1554, al morir en el cadalso su marido, volvi� a casarse en segundas nupcias con Sir Adrian Stokes el mismo a�o. Fallecer�a 5 a�os m�s tarde.
Lady Jane Grey, Reina de Inglaterra durante 9 d�as (1537-1554)
Mar�a I Tudor, Reina de Inglaterra (1516-1558)
John Dudley, Conde de Warwick y Duque de Northumberland, Lord Protector de Inglaterra (1502-1553)
Lady Frances Brandon, Duquesa de Suffolk (1517-1559)
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