JUBILEO DEL AÑO 2000
Es una invitación
extraordinaria a comprender mejor el misterio de la Encarnación: Recuerda que
Dios te ama
Toda
persona -con ocasión del Jubileo, aniversario del nacimiento de Cristo- esta
invitada a meditar en este Dios que es Amor El amor te conduce a El y a la
serenidad contigo mismo.
Tu,
que eres cristiano
-es
decir, seguidor de Jesucristo - ¿has sabido encontrar un momento de silencio
interior para preguntarte el porqué de este gran acontecimiento?
"Ahora
es el momento favorable; ahora el día de salvación (2 Cor. 6,2)".
El
jubileo o Año Santo es:
·
el año del renacimiento espiritual;
·
el año del encuentro personal con Jesucristo
·
el año del amor generoso de Dios y a Dios,
del amor generoso de los hermanos y a los hermanos.
¿PORQUE EL JUBILEO DEL 2000?
Es
significativo que el cómputo del transcurso de los años se haga casi en todas
partes a partir de la venida de Cristo al mundo". "A las
puertas del nuevo Milenio los cristianos deben ponerse humildemente ante el Señor
para interrogarse sobre
las responsabilidades que tienen también en relaci6n a los males de nuestro
tiempo".
¿qué juicio merece la sociedad humana, a escala
mundial, en la era electr6nica?
Y ¿cuál es hoy el testimonio de los cristianos en
el mundo? "El jubileo deberá confirmar en los cristianos de hoy la fe en
el Dios revelado en Cristo, sostener la esperanza prolongada en la espera de la
vida eterna, vivificar la caridad comprometida activamente en el servicio a los
hermanos".
Es fácil lamentarse de los males que afligen al
mundo; pero tú, personalmente, ¿qué haces para que el bien prevalezca? El
jubileo es una ocasi6n
que el Señor te ofrece para renovar tu vida y para
dar el testimonio de tu fe.
EL SIGNIFICADO DEL SÍMBOLO DEL JUBILEO
El símbolo
representa muy bien el mensaje cristiano en su totalidad: la parte central, de
color azul, indica el globo terrestre sobre el que domina la Cruz, como
queriendo abrazarlo. Las cinco palomas, cada una de color diverso, representan
los cinco continentes. Del centro de la cruz se irradia una luz, símbolo de
Cristo "verdadera luz del mundo", lo que indican también las
palabras:
“Cristo
ayer, hoy y siempre”.
El trenzado de las palomas significa el espíritu de
unidad de los hijos de Dios y la reconciliaci6n entre los pueblos.
La
Cruz recuerda que Cristo ha muerto para salvar a todos y las tres líneas
multicolores que la componen aluden al misterio de la Trinidad.
COMO CELEBRA
UN CRISTIANO EL JUBILEO
“En el año jubilar los cristianos se pondrán
con un nuevo asombro de fe frente al amor del Padre, que ha entregado su
Hijo, "para que todo el crea en el no perezca, sino que tenga vida eterna
(Jn 3,16)".
Es necesario:
1.
Un examen profundo sobre la propia vida de bautizado
¿Que'
estoy haciendo con mi vida?
¿Para
que vivo?
¿Me
digo Cristiano?
¿Lo
soy de hecho?
¿Esta
viva mi fe?
¿Quiénes
son los demás para mí?
¿Pienso
en las palabras del Evangelio:
"¿de
qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero,
si
él
mismo se pierde o se arruina?" (Lc. 9,25)?
2.
Un arrepentimiento sincero
Nadie puede fingir ante el Señor;
Cada uno tiene algo de que arrepentirse:
"El
gozo de un jubileo es siempre, de un modo particular,
el
gozo por la remisión de las culpas,
la alegría de la conversión".
"Se produce alegría ante los ángeles de Dios por un
solo pecador que se convierte (Lc 15,10)".
3.
Un propósito firme
"Me
levantare', iré a mi Padre...(Lc 15,18)", como respuesta a las
invitaciones:
"Convertios
y creed en el Evangelio (Mc 1,15)". "Venid a mi todos
los
que estáis fatigados y sobrecargados, y yo Os daré descanso (Mt 11,28)".
La
indulgencia es la remisi6n ante Dios de la pena temporal merecida por los
pecados, ya perdonados respecto a la culpa.
El
jubileo es un año de "gracia", que tiene como fin la renovación
interior. Las condiciones para adquirir las indulgencias, indicadas por la
reciente Bula para el Año Santo, son:
1.
La
Confesión sacramental
que lleve a una verdadera conversi6n del coraz6n.
2. La Comunión eucarística:
"El ano 2000 será Un año
intensamente eucarístico".
3. La peregrinación para
recordar que:
"Toda
la vida cristiana es como una gran peregrinaci6n hacia a casa del Padre".
4. Las oraciones Credo, Padre Nuestro, Ave Maria, Gloria, según la
intención del Papa
5. La visita a una Iglesia
indicada por la Autoridad Eclesiástica.
6. Las obras de caridad
en favor de los enfermos, encarcelados, ancianos que viven en soledad, inválidos, niños abandonados, juventud en dificultad y todos los hermanos necesitados, pues Cristo esta presente en ellos (Mt 25, 34-46).
LA HISTORIA DE LOS JUBILEOS
La
Iglesia vive desde hace 2000 años”. El Jubileo o Año Santo
se celebra en la Iglesia desde hace siglos. Actualmente tiene
lugar
cada 25 años.
Por motivos particulares se proclaman también
algunos Jubileos
"extraordinarios".
El
termino 'jubileo', que viene del hebraico yobel, se
refiere al cuerno de carnero usado como
trompeta para tocar a fiesta(Levítico, 25).
Los Anos Santos ordinarios
1300.
Bonifacio VIII
1650.Inocencio X
1350.Clemente
VI
1675.Clemente
X
1390.
Urbano VI y Bonifacio IX 1700.
Inocencio XII y Clemente XI
1400.Bonifacio
IX
1725. Benedicto XIII
1425.Martín
V
1750.Benedicto XIV
1450.Nicolás
V
1775.Clemente XIV y
Pio VI
1475.
Pablo II y Sixto IV 1825.León
XII
1500.Alejandro
VI
1875.Pio IX
1525.Clemente
VII
1900.León
XIII
1550.
Pablo III Julio III
1925.Pio XI
1575.Gregorio
XIII
1950.Pio
XII
1600.Clemente
VIII
1975.Pablo VI
1625.Urbano
VIII
2000.Juan
Pablo II
Jesús
ha dicho: "Yo soy la puerta" (Jn 10,7). El es la
PUERTA
SANTA "por la que entran los justos" (Sal 118,20).
El
es el "paso" que conduce a la Vida, abriendo las
"puertas
del corazón".
EL
JUBILEO del 2000, proclamado con la Bula "Incarnationis Mysterium", se
iniciara el 24 de diciembre de 1999 con la apertura de la puerta Santa por mano
del Sumo Pontífice en San Pedro en el Vaticano; y sucesivamente en las otras
tres Basílicas patriarcales de Roma.
Se
celebrara también una liturgia de inicio del Jubileo en todas las Catedrales
del mundo, y de un modo particular en Jerusalén.
EL
MENSAJE DEL GRAN JUBILEO DEL 2000
El Jubileo persigue Un fin bien determinado:
Objetivo prioritario del Jubileo es el
fortalecimiento de la fe y del testimonio de los cristianos"
Es para todos un gran desafió que nos compromete a:
1. Conocer mas a Padre, a Hijo y al Espíritu Santo, juntamente con
Maria Madre del Redentor.
No se
puede amar a quien no se conoce
Esto requiere un compromiso personal para:
a) leer la Sagrada Escritura:
Los
cristianos vuelvan con renovado interés a la Sagrada Escritura";
b) profundizar la doctrina cat6lica con "el
estudio del Catecismo de la Iglesia Cat6lica";
c) participar en la Liturgia,
de
modo particular en la Santa Misa.
2. Testimoniar la fe.
a) con coherencia cristiana en la vida personal, familiar, social,
laboral y eclesial;
b) con las obras de caridad:
la
fe sin obras es una fe muerta;
c) con el ofrecimiento a Dios de los propios
sufrimientos, uniéndose a la Cruz salvadora de Cristo.
"Maria, Madre del Redentor... Que hace dos mil
anos ofreci6 al mundo el Verbo encarnado, oriente a la humanidad del nuevo
milenio hacia Aquel que es "La luz verdadera, que ilumina a todo
hombre" (Jn 1,9)".
LA INDULGENCIA: UN REGALO DE LA
IGLESIA
“La Indulgencia
es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en
cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones
consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la
redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de
Cristo y de los Santos” (Catecismo de la Iglesia católica Nº 1461)
Estas
indulgencias se dividen en dos grupos: indulgencia plenaria (perdón de toda la
deuda debida por los pecados) e indulgencia parcial (con la cual se perdona
parte de esa deuda, según lo establezca la misma Iglesia).
En
este Año Jubilar tenemos los católicos la oportunidad de ganar la indulgencia
plenaria, ya que se trata de un año especial en el cual, cumplidas las
condiciones establecidas, los fieles podemos obtener el perdón de toda la
deuda.
Para
ganar la indulgencia debemos cumplir ciertas condiciones que estableceremos en
seguida:
·
Que el fiel se halle en estado de gracia.
Es decir, que no tenga pecados, perdonados éstos en el Sacramento de la
Penitencia.
·
Tener una disposición interior de desapego a
todo pecado, incluso el venial.
·
Confesión sacramental.
·
Recibir la Sagrada Eucaristía.
·
Orar por las intenciones del Romano Pontífice.
Esto queda a elección de los fieles, pero se sugiere un Padrenuestro y un
Avemaría.
·
Visitar un Santuario de los señalados por el
Señor Obispo y ojalá en ellos cumplir las condiciones señaladas.
Las indulgencias siempre son aplicables o a sí mismos o a las almas de
los difuntos, pero no son aplicables a otras personas vivas en la tierra.
Según las instrucciones, la visita al Santuario puede ser suplida por
una obra de caridad: visitar a hermanos necesitados –enfermos, detenidos,
ancianos solos, discapacitados, etc.- como
realizando una peregrinación hacia Cristo, presente en ellos.
También se puede hacer un donativo significativo para obras de carácter
religioso o social, o dedicar una parte del tiempo libre a actividades útiles
para la comunidad.
Como obras de penitencias se pueden señalar las siguientes: Abstenerse
de consumos superfluos (no tomar, no fumar, etc.), ayunar, hacer
abstinencia, entregando una suma proporcional a los pobres.