La Ilustración

Movimiento cultural que transformó el pensamiento europeo del siglo XVIII, dándole prioridad a la razón y a la experiencia humana, a fin de eliminar las instituciones político-religiosas del antiguo régimen.

Partiendo de métodos utilizados en las Ciencias Naturales, en el siglo XVII se inició el estudio de la sociedad, conocimiento que puede ser considerado precursor del "iluminismo", que llegó a formular teorías contractuales de la sociedad, donde se enunciaron los derechos de libertad, igualdad, trabajo y propiedad, acordes a los principios de la razón humana.

El siglo de la Ilustración, llamado también "siglo de las luces", renovó los objetivos filosóficos y científicos anteriores, basando ahora su saber en los métodos racionales y experimentales, para llegar a lograr un mejor control de la naturaleza y asumir una actitud más crítica del hombre en la solución de su problemática social.

El cambio de mentalidad también se observó en la ideología religiosa, al establecerse una religión racional o natural y admitir que Dios es causa primera de toda creación y que su divinidad se manifiesta en la naturaleza, pero para conocer las leyes naturales sólo basta la razón humana y no acepta los dogmas (Deísmo).

A partir de entonces la razón será el instrumento humano para guiar a la sociedad hacia el bienestar y la justicia, para criticar los gobiernos absolutos, conceptualizar su organización social como irracional y corrupta y sobre todo para combatir la superstición, el fanatismo, el dogma y los privilegios de la Iglesia Católica.

El instrumento de difusión de la Ilustración fue la Enciclopedia o diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios, dirigida por Denis Diderot y Jean Le Rond d'Alembert quienes la publicaron entre 1751-1772 con la colaboración de Voltaire, Holbach, Helvecio, Rousseau, Turgot y Quesnay, entre otros; la obra pretendió darle unidad a la cultura y al pensamiento humano, exaltando a la razón para combatir el fanatismo, el dogma, el Absolutismo y establecer el reino de la libertad, de la igualdad y de la justicia.

Antecedentes de la Ilustración

• Revolución científica. Se inició con las ideas del Renacimiento como consecuencia de los grandes descubrimientos geográficos y de la teoría heliocéntrica de Nicolás Copérnico estudio que sirvió de base a los descubrimientos de Juan Kepler y de Galileo Galilei, se ampliaron notablemente las concepciones del mundo de la época.
  Esta Revolución se siguió consolidando a través de los grandes avances subsecuentes, entre otros, el uso del método científico por Francisco Bacon (1562-1626) y de las leyes de la gravitación universal y de la mecánica de Isaac Newton (1642-1727).

• Predominio del capitalismo. El desarrollo económico de las nuevas relaciones de producción, iniciado desde la época del Mercantilismo, propició el avance general de la sociedad y en especial de la burguesía que, al obtener mejor posición social, se benefició con los logros de la ciencia y la técnica y se consolidó como clase dirigente.

• Racionalismo. Corriente filosófica que se opuso a la ideología dogmática y refutaba los conocimientos obtenidos mediante los sentidos; estableció la razón como la única fuente de todo conocimiento, para lo cual recurrió a la duda metódica como forma de conocimiento; defendía, además, la teoría de las ideas innatas. Esta postura fue sostenida por René Descartes (1596-1650), Baruch Spinoza (1632-1677) y Gottfriend Leibnitz (1646-1716).

• Empirismo. Corriente filosófica que valida todo conocimiento derivado de la experiencia sensible. Criticó la doctrina de Descartes al afirmar que las ideas no son innatas sino que se adquieren. Esta postura filosófica fue defendida por Francis Bacon (1562-1626), Thomas Hobbes (1588-1679), John Locke (16321704) y David Hume (1711-1776).

• Pensamiento político inglés. John Locke fue el primer filósofo político defensor del régimen de la monarquía constitucional que se instauró al término de la Revolución Inglesa, en su obra Ensayo sobre el gobierno civil (1690), establece la teoría de la división de poderes en el Estado: el poder Legislativo proviene del pueblo y es representado por el Parlamento y el poder Ejecutivo es ejercido por el rey. Concedió gran importancia a los derechos de libertad, igualdad, propiedad y trabajo, y derivó estos principios de la naturaleza, ya que, para que el Estado pudiera garantizar su existencia, sería necesario que los individuos convinieran en un pacto social. (Figura 21.)
   

Todos estos elementos influyeron en los filósofos franceses que sintetizaron el conocimiento de la época, y su manifestación fue más contundente debido a las condiciones sociopolíticas que prevalecían en Francia. Entre los filósofos más representativos del pensamiento político destacaron:


Charles Louis de Secondat, barón de la Breda y de Montesquieu (16891755), noble personaje de gran importancia por sus escritos como Cartas persas (1721), donde criticó al absolutismo y a la sociedad por sus sectores privilegiados; en su obra El espíritu de las leyes (1784), hizo patente su admiración a las instituciones políticas inglesas, afirmando que la ley es lo más importante dentro del Estado, siendo ésta una garantía para la libertad; consideraba que para asegurar su legalidad, era necesaria la división de poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Francois Marie Arouet Voltaire (1694-1778), noble escritor y agudo crítico de la sociedad; su pensamiento fue de gran trascendencia para los gobiernos europeos de su tiempo. En su obra principal Cartas Filosóficas, aludió a la razón para el conocimiento de los fenómenos naturales, para combatir el fanatismo, el poder de la iglesia y la intolerancia religiosa. Equiparó las leyes naturales a las de la razón humana, destacando la libertad, propiedad, igualdad y libertad de trabajo. Sugirió el sometimiento de los sacerdotes al Estado y su ideal de gobierno fue el despotismo ilustrado.

Juan Jacobo Rousseau (1712-1778), uno de los más radicales ideólogos de la Ilustración, al oponerse a la opresión feudal y al Absolutismo, afirmaba que el mal de la sociedad radicaba en la existencia de la riqueza y que el Estado acrecentaba la desigualdad entre los hombres. En su obra El Contrato Social (1762) estableció la solución para liberar a la sociedad de los males y del despotismo, creando un Estado democrático producto de un contrato voluntario entre los individuos, donde prevalecería la libertad y el ejercicio de la soberanía popular. Un segundo escrito de gran repercusión fue, Emilio (1762), obra de carácter pedagógico, en la que pugnaba por el retorno a la educación natural, ya que el progreso de la sociedad había corrompido el alma bondadosa del hombre y sólo la educación y la libertad lo liberarían al conciliarlo con la naturaleza. Esta obra fue mal vista y quemada por hablar en uno de sus capítulos, acerca de la tolerancia religiosa.

La Fisiocracia
Los grandes logros de la ciencia y la técnica se manifestaron de manera particular en las Ciencias Naturales; en el uso de la razón para el estudio de la sociedad, el asociar las leyes naturales al desarrollo de la naturaleza humana originó también una concepción económica regida por leyes naturales. Así nació la Fisiocracia o gobierno de la naturaleza.

Los fisiócratas establecieron que la principal fuente de riqueza de una nación era la producción agrícola, considerada como una actividad productiva que generaba excedentes, brindaba sustento y riqueza a la sociedad; se manifestaron en contra del comercio, la industria y la banca por considerarlas actividades improductivas o estériles.
Esta escuela económica fue la primera corriente de pensamiento que se opuso Mercantilismo, al afirmar que el Estado no debería interferir en las actividades económicas y sólo debería proteger a la sociedad.

Entre los fundadores de la Fisiocracia destacaron Francisco Quesnay :694-1774) quien, en su Tabla Económica (1758), analizó la distribución de la riqueza en los diferentes estratos sociales. Asimismo Ana Roberto Jacobo Turgot 1727-1781) en su libro Reflexiones sobre la formación y distribución de la -:quena (1776) señaló que el derecho a la propiedad, al trabajo y a la libertad eran inherentes al orden natural.

El Liberalismo
Los ideólogos de la burguesía, ante los grandes cambios que sufrió Europa en el siglo XVIII, se dieron a la tarea de revisar las teorías políticas anteriores a esa época y a elaborar una nueva forma de pensamiento basada en los principios de utilidad personal, libertad de empresa y de legitimación del gobierno por la sociedad; surgió así el Liberalismo.
 

El Liberalismo es un sistema que trasladó los principios sociopolíticos de libertad e individualismo al ámbito económico. Sus premisas fueron: el libre cambio, la libre competencia, la contratación individual del trabajo, entre otras, ya que los procesos de producción de la industria requerían de cambios en su política económica.
 

El Liberalismo reivindicó todos los derechos naturales del hombre, en busca de un mayor progreso social, en contraposición a los gobiernos absolutos y despóticos.Los principales representantes del Liberalismo fueron: Adam Smith (17231790), economista inglés, en cuya obra Indagación acerca de la naturaleza y las causas de la riqueza de la nación (1776), afirmaba que la riqueza de un pueblo provenía de la producción industrializada; David Ricardo (1772-1823), quien en su obra Principios de la economía política y tributación (1817) destacó elementos similares que favorecieron el desarrollo del capitalismo.
 

Despotismo Ilustrado
Los monarcas europeos del siglo XVIII se vieron influidos por el movimiento ilustrado, pero siguieron ejerciendo el poder absoluto, sin aceptar la participación del pueblo en el gobierno.
Con el afán de mantenerse en el poder, los monarcas realizaron ciertos cambios proclamados por la Ilustración, tales como adoptar en su economía el Liberalismo; en el aspecto social, otorgar la libertad a los siervos; en lo político realizaron reformas al Derecho y se fomentaron todo tipo de beneficios culturales, desde la enseñanza hasta las sociedades científicas.
Los monarcas más representativos del Despotismo Ilustrado fueron los siguientes: Federico II de Prusia, Carlos III de España, José II de Austria y Catalina II de Rusia.