LAS DIVISIONES DEL CRISTIANISMO Y LAS GUERRAS RELIGIOSAS
Reforma
Movimiento religioso ocurrido en el siglo XVI que transformó la Organización Eclesiástica Católica,
originando nuevas iglesias en Europa.
El movimiento de Reforma comenzó en Alemania, ya que a principios del siglo XVI se produjeron con mayor intensidad las contradicciones a que hemos hecho referencia:
Se encontraba fragmentada en muchos feudos, llamados principados, que eran propiedad tanto de señores laicos como de eclesiásticos.
Al norte se situaban importantes centros y puertos ligados al comercio exterior, mientras que hacia el interior de Alemania no se había generado el desarrollo del comercio.
Cada príncipe tenía su propio ejército, actuaba según su libre albedrío y conforme a sus intereses, lo que sembraba el germen del localismo.
Éstas fueron las causas, además del enorme poder de la iglesia que se enriquecía con diezmos, obvenciones parroquiales, venta de simonías, etcétera, que posibilitaron que el movimiento de Reforma se iniciara el 31 de octubre de 1517, cuando el sacerdote agustino Martín Lutero (1483-1546) dio a conocer en la localidad de Wittenberg sus 95 proposiciones (tesis) en contra de la venta de indulgencias proclamada por el Papa León X, las que se pueden resumir en los siguientes puntos:
La condena a la autoridad del Papa.
El desacuerdo con la jerarquía eclesiástica.
El rechazo a los sacramentos de la iglesia.
La inconformidad con el celibato sacerdotal.
La inclinación por la lectura de las Sagradas Escrituras, como única fuente de fe.
Estas tesis fueron complementadas por Lutero en 1520, cuando publicó tres obras en las que exponía sus ideas sobre lo que debía ser la Reforma:
Que no se reconociera la autoridad del Papa, de los cardenales ni de los sacerdotes.
Que se eliminaran todos los pagos que se hacían al Papa.
Que los bienes de la iglesia fueran puestos a la
disposición de las autoridades de cada principado, a cambio de que éstos se
responsabilizaran del sostenimiento de la iglesia.
El 10 de junio del mismo año, mediante la Bula Exsurge
Domine, el Papa excomulgó a Lutero, y ordenó su detención para juzgarlo, pero
éste encontró la protección de Federico "El Sabio", elector de Sajonia.
Cuando en 1522 Lutero abandonó el castillo en que había estado protegido,
Alemania estaba en efervescencia, ya que el movimiento por él iniciado, en
muchos casos, se había radicalizado, principalmente entre los campesinos
dirigidos por Tomás Munzer, quienes exigían el aniquilamiento del sistema de
servidumbre. La dimensión de estos acontecimientos llevó a Lutero a unirse a la
nobleza y a los príncipes, para liquidar las sublevaciones campesinas.
Hacia 1526, los príncipes consiguieron una total autoridad religiosa en sus
estados. Cuando, tres años más tarde, la Dieta de Espira (Asamblea Legislativa
de la ciudad alemana del mismo nombre) pretendió retirarles esas libertades,
seis príncipes y catorce ciudades libres protestaron; de ahí el nombre de
"protestantes"
La expansión de la Reforma
La
Reforma religiosa se extendió a otras regiones de Europa. El sacerdote francés
Juan Calvino,(1509-1564), influido por las ideas humanistas, por
el arte renacentista, por las hazañas de los descubrimientos geográficos y por
las ideas luteranas, hechos que había conocido a través de los cursos de Leyes y
Humanidades en la Universidad de París, creó una doctrina reformadora más
radical que la de Lutero: él calvinismo. Expulsado de Francia por sus ideas,
emigró a diferentes partes de Europa; finalmente se instaló en Ginebra, Suiza,
donde realizó su movimiento reformista, a partir de 1536.
El calvinismo criticaba a la Iglesia Católica por los medios que utilizaba como
fuente de sus ingresos, a más de su poder político. Afirmaba también que la
',única fuente de fe era la lectura de la Biblia. En el aspecto social,
mencionaba que debían reconocerse las cualidades del individuo y destacar su
capacidad, y permitir, además, la investigación de los fenómenos naturales.
En Inglaterra, la Reforma fue realizada por la propia Corona,
la que estableció una iglesia nacional, llamada Iglesia Anglicana. El Parlamento
reconoció, en 1534, al rey Enrique VIII como cabeza del anglicanismo. Esta
iglesia mantuvo el ritual católico, pero ahora los cargos eclesiasticos serían
designados por la Corona.
Hacia el interior del anglicanismo, se manifestó otro tipo de sectas de
tendencia calvinista, cuyos seguidores recibieron el nombre de "puritanos". Un
grupo de ellos emigró en 1620 a bordo del "Mayflower" y fundó en América del
Norte el núcleo de la colonia de Massachusetts. El anglicanismo quedó
establecido definitivamente y se impuso a todos los titulares de los cargos
civiles y militares ingleses.
La Reforma alcanzó a los Países Bálticos, donde encontró la
ayuda de Alberto de Brandenburgo, duque de Prusia; en Suecia y Finlandia,
triunfó con Gustavo Basa; en Dinamarca y Noruega, con Cristian III, rebasó los
límites de la Europa de entonces, hasta algunas partes de Rusia.
La Contrarreforma
Ante la
trascendencia de la Reforma, la Iglesia Católica se reforzó en otras regiones,
principalmente en Portugal y Espáña.
En 1545, las autoridades eclesiásticas organizaron el Concilio de Trento,
mediante el cual se pretendía consolidar la autoridad del Papa y su influencia
en el mundo cristiano. Pero el verdadero movimiento restaurador del catolicismo
fue el que organizó Ignacio de Loyola, quien abandonó la carrera de las armas,
en España, y se dedicó a los estudios de la teología, los que continuó más tarde
en París, donde, en 1534, fundó la Compañía de Jesús. Tiempo después, se
trasladó a Roma, en donde el Papa Paulo III aprobó, en 1540, la estructura
fundamental de la Compañía.
La acción de los jesuitas, con base en colegios y predicaciones, se constituyó
en defensora de la devoción cristiano-católica, mediante los ejercicios
espirituales, los sermones y las obras de caridad, exigiéndoles al mismo tiempo
a sus sacerdotes una férrea disciplina. La Compañía, de manera inteligente, hizo
comprender a los laicos la posibilidad de realizar su salvación en el mundo, a
través de tareas de "cristianismo social".
La Compañía de Jesús penetró en países de Europa, Asia y América, con lo que
logró un fuerte poder económico, político y social. Después de la clausura del
Concilio de Trento en 1563, puede decirse que las grandes líneas de la geografía
religiosa de Europa quedaron trazadas para un largo porvenir.