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Los Puelches (Tehuelches
del norte o Guénaken)
En 1520, Francisco Antonio Pigafetta, cronista de la
expedición española de Magallanes, llamó
"patagones" a los indios de la porción austral
del actual territorio argentino, por las enormes huellas
encontradas en la costa, producto de la costumbre
indígena de envolverse los pies en cueros animales para
combatir el frío.
Esta denominación pasó luego a identificar en forma
genérica a todos los pueblos de la región sur argentina
y a la misma, que a partir de entonces se llamó
Patagonia.
Pese a la generalidad, los etnólogos distinguen en la
región a diferentes grupos, entre ellos uno que llamaron
"Patagones o Tehuelches del Norte" y que se
conocieron históricamente como Puelches, aunque
esta denominación se sabe fue impuesta por los araucanos
venidos de Chile, quienes al entrar en contactos con
pueblos de este lado de la Cordillera de los Andes los
llamaron "Gente del Este" (tal es la
traducción del término 'puelche'). Estos, a su vez, se
daban a sí mismos el nombre Gunun-a-ken
(Guénaken).
Pueblo característicamente nómada, los
Puelches-Guénaken se propagaron desde su núcleo central
en la cuenca de los ríos Colorado y Negro hacia el norte
de la provincia de Chubut, Río Negro, parte de Neuquén
y sur de las provincias de La Pampa y Buenos Aires.
Los cronistas españoles mencionan un encuentro de los
puelches-guénaken con el conquistador Juan de Garay en
1582, durante una expedición de reconocimiento en las
cercanías de la actual ciudad de Mar del Plata.
Siendo el nomadismo su modo de vida, estos pueblos eran
cazadores especializados, contándose entre sus presas
principales a los guanacos y ñandúes (avestruces
sudamericanas), complementando la caza con la
recolección de raíces y vegetales comestibles, de los
que obtenían harinas y fabricaban algunas bebidas
fermentadas.
La adquisición del "complejo del caballo"
('Horse Complex' como lo llaman los investigadores
norteamericanos) hacia el siglo XVII, llevó a los
puelches-guénaken a modificar sus hábitos culturales,
al hacer tanto del ganado caballar como del vacuno -que
se reproducían libre y rápidamente en las interminables
llanuras argentinas desde 1541- su principal fuente de
alimento, vestido y al utilizar al caballo como
transporte y arma de combate en sus luchas contra los
hispano-criollos o contra otras tribus.
Tanto en sus jornadas de caza como en la actividad
bélica, los puelches-guénaken utilizaban arco y
flechas, lanzas -largas "tacuaras" adaptación
de la lanza española-, hondas, lazos y las temibles boleadoras,
con las que derribaban e inmovilizaban tanto a hombres
como animales.
Curiosamente, a diferencia de otros de la región, estos
indígenas utilizaban una especie de armadura sui
generis hecha con pieles superpuestas decoradas, que
los protegían desde los hombros a las rodillas durante
sus correrías.
Diariamente, vestían un manto de pieles unidas con
tendones de animal que denominaban quillango y
cubrían su sexo con un taparrabos.
Se sabe que las mujeres puelche-guénaken eran tan
esmeradas en su cuidado personal como lo son las de
ahora, pues se depilaban todo el cuerpo y se
"maquillaban" con colorantes rojos y negros.
A diferencia de los pueblos agricultores, estos nómadas
no necesitaban edificar residencias estables y
consistentes, y solucionaban su abrigo fabricando
"toldos", es decir, paravientos hechos con
grandes trozos de cuero vacuno sostenidos con palos
clavados en la tierra. Estos campamentos llegaron a
conformar en algunos casos verdaderas "ciudades de
cuero" que eran desmontados y trasladados
fácilmente cuando la zona ya no brindaba alimento
suficiente.
Lejos de ser un pueblo cerrado, los puelches-guénaken
mantuvieron frecuentes contactos con otros grupos, como
por ejemplo los araucanos, con los cualen mantenían un
activo comercio de intercambio, trocando cueros,
productos vacunos, sal y caballos por mantas tejidas,
armas de metal, bebidas alcohólicas, cestos y cerámicas
mapuches.
Socialmente estos grupos se organizaban en comunidades
bajo la dirección de un jefe o cacique tanto en tiempos
de paz como en la guerra. Hacia mediados del siglo XVIII
se hizo famoso el nombre de Cangapol, un
valeroso líder guerrero que los hispano-criollos
apodaron "El Bravo".
Como la mayoría de los pueblos americanos, los
puelche-guénaken creían en numerosas divinidades de la
Naturaleza, pero por sobre todos se encontraba el creador
del mundo y de los hombres: Gamaka o Tukutzual,
representante de todo lo bueno y saludable en el mundo.
Pero cuando la falta de alimento, las enfermedades o las
incursiones del hombre blanco diezmaban al pueblo, allí
seguramente andaba Arraken o
"Gualichu" diseminando su maldad sobre la
tierra...
Los Pehuenches
Ubicados al occidente de los puelche-guénaken y
ocupando el sur de la provincia de Mendoza, parte de la
de San Luis, la Pampa y el oeste de Neuquén, una región
donde abundan los bosques de coníferas, encontramos a
las "Gentes de los pinos" a quienes los
mapuches llamaron en su idioma Pehuenches
(pehuén="piño", che="gente").
Venidos de la Cordillera de los Andes, estos montañeses
altos y delgados, de piel más morena que sus vecinos se
dedicaban principalmente a la recolección anual de los
frutos de pinos y araucarias, de dulce sabor, que les
servían de alimento y con los que elaboraban harinas,
pan y bebidas estimulantes. Estas últimas también las
obtenían de la algarroba, fruto comestible del
algarrobo, como la que más tarde se conoció con el
nombre de aloja.
La recolección era alternada con la caza de venados,
ñandúes, guanacos y ya entrados los siglos XVII y
XVIII, se sumaron a las "vaquerías" es decir,
la caza de ganado cimarrón (salvaje), de la que
participaban también otras tribus y los hacendados
hispano-criollos.
Su arsenal estaba compuesto de arco y flechas, boleadoras
y en contacto con los araucanos adoptaron de ellos la
lanza larga (tacuara).
Este asiduo contacto llevó paulatinamente a los
pehuenches a "araucanizarse", adoptando formas
culturales mapuches, evidenciado esto en su vestimenta,
en principio fabricada exclusivamente en cuero de venado
y guanaco y posteriormente realizada en lana de vicuña o
llama, productos éstos que obtenían de su comercio con
aquéllos.
Los araucanos chilenos adquirían de los pehuenches sobre
todo caballos, elemento necesario en la interminable
guerra que sostenían en Chile contra la conquista
española. De allí la importancia que daban a la captura
del ganado caballar cimarrón, aunque esta actividad los
llevó a un abierto enfrentamiento con los españoles
primero y con los hispano-criollos después, en una lucha
enconada por la explotación de este recurso.
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La
meseta patagónica
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IIndia
patagónica (detalle de una aguada de José del
Pozo - 1789)
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Monumento al indio Tehuelche (Puerto
Madryn - Provincia de Chubut)
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Grupo familiar tehuelche
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Ubicación geográfica de los pueblos
patagónicos
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Los
pehuenches emplearon el caballo como medio de
transporte y fuente adicional de alimento, pero
fundamentalmente para intercambiarlo con los
mapuches chilenos por armas, mantas y diversos
utensilios |
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