Me parece
que el Cubofuturismo puede resultar de especial interés.
Vladimir Maiakovski (cercano a Gómez de la Serna) fue
el eje del futurismo ruso y llevará a cabo una de las más
audaces y radicales transformaciones artísticas. El tipo en cuestión
vivió en Moscú los días de la intentona revolucionaria
de 1905, la Rebelión del Potenkin y todo aquel clima social..., por
lo que la idea de vapulear las viejas formas estéticas y literarias
también fue el empeño de los artistas rusos. El Futurismo
ya había alcanzado su cota máxima, por lo que éste
se escinde en Rusia en dos grupos antagónicos: el EGOFUTURISMO
y el CUBOFUTURISMO o Futurismo proletario. El primero de ellos,
a pesar de su bello nombre, fue un movimiento más bien mediocre,
un Futurismo suavizado. El Cubofuturismo (El Grupo de los
Sentenciados), por el contrario y como dadá en cierto
modo, pretendieron llevar las ideas de Marinetti hasta las últimas
consecuencias en un intento de trasladar el espíritu revolucionario
al arte. A este grupo pertenecieron el pintor Chagall y el cineasta
Einsenstein, entre otros. Su lugar de encuentro y principal punto
de agitación, el Cabaret La Linterna Roja. En
1913 amplían su campo de acción a la vida pública para
golpear la conciencia adormecida de los burgueses mediante la agresividad
vital y artística.
Bourliouk
llevaba una levita forrada de telas de diversos colores, un chaleco amarillo
con botones plateados y un sombrero de copa. (...) Maiakovski había
dibujado, con un lápiz de maquillaje, en la mejilla de Bourliouk
un perrito con el rabo levantado, y en mi frente, un aeroplano. (...) A
las 12 en punto nos presentamos en el Kouznetski. Todos llevábamos
una cuchara de madera en la mano y avanzábamos lentamente; luego,
con el aire más natural del mundo, comenzamos a recitar nuestros
versos uno detrás de otro...
Los
proyectos, como el del poeta vagabundo Klebnikov, expuestos con absoluta
seriedad y al más puro estado dadá, confinan la visión
del mundo del mañana (soviético) de lo más fantástico
y humano, concibiendo el futuro creador de la Mujer Fosforescente.
Hacer
hervir el agua de los lagos po medio de potentes corrientes eléctricas,
para, de ese modo, conseguir ingentes cantidades de sopa que, convenientemente
conservadas, servirían para alimentar en época de escasez
a los pueblos hambrientos.
Intentaron
llevar el Futurismo al teatro con el Primer Teatro Futurista
del Mundo, un moderno espectáculo de los más agresivo
ante el que los asistentes no tendrán más remedio que reaccionar
del mismo modo, es decir, violentamente, viéndose sometidos a recitales
de series interminables de versos mientras se arrojaba té caliente
a las primeras filas, por ejemplo.
El
proletariado futurista no estuvo nunca dispuesto a reconocer la paternidad
italiana porque nada tenían que ver con los decadentes y burgueses
movimientos de vanguardia. Maiakovski sintió siempre en su
interior no ser más que una rama del árbol podrido
de Marinetti. En 1914, llegó Marinetti a la Unión
Soviética para dar unas conferencias y comprobar el desarrollo de
sus ideas. Marinetti había traicionado
a sus propios principios y merecía ser recibido con una lluvia de
huevos podridos. El ambiente no pudo ser más
hostil por parte de los anfitriones, quienes acordaron adoptar una actitud
de lo más intransigente boicoteando los actos de papá-futurista.
A este extremo también llegaron en su momento los dadaístas,
bien por falsas noticias de las que se hacían eco o bien por los
propios sabotajes acometidos contra las ponencias futuristas. Falsas
noticias aparecidas en las cuerdas páginas de las publicaciones dadá
anunciando un duelo entre Arp y Tzara, el encarcelamiento de Marinetti
por un grupo dadaísta en un urinario público, etcétera.
Y con esto y un bizcocho, sonreímos a las faunas más modernas.