|
Cantos
para dormir a un lobo
(fragmentos)
Caramelo
la cara del sol
pone sus trancos
y repara
Abre la nuez el día
y sale el día
Iguana
a pleno viento
Rompe su voz
esa necesidad de hacerse
luz
Transparente es vivir
en alas
de libélulas
Vuela
Salta al aire
igual a una moneda
que no sabe su precio
Sebastián con saetas
ojos cavas.
Niño de tardes sueltas
te anidabas.
Ojos final de invierno
en el regazo
llegas pájaro tierno,
bajo el brazo
en luna azul resuelta
de tu madre,
profusa luz envuelta.
Amamantas lo oído
para el odre
de un cielo compartido.
La barca en el mar navega,
Sebastián,
con saetitas que jamás te
tocarán.
Viene la barca transportando críos
que no deben surtir escalofríos.
Llegan tus ojos piloteando soles,
capitanes de tierra, fuertes moles.
De mar aciago arribas a este puerto
con sonrisa de alcaraván
despierto.
Arrullo,
arrullo,
de tu pequeño mar,
niño capullo.
Tus ojos son la miel
en el papel,
cariños sin abrojos
esos tus ojos.
Nada en dientes completos
si están repletos,
verdes sin agonía,
de ningún alcanfor en
lejanía.
Seis años no se vienen
a la intemperie
si van en serie.
Como tu voz que tiene,
entre la luna,
las sonrisas sinceras de la aceituna.
Julio
Ramírez
Nació
en la ciudad de Oaxaca. Poeta y narrador, ha colaborado en suplementos
y publicaciones culturales del país y revistas americanas y
europeas. Entre sus libros, los poemarios: Tocar el alba, UNAM, col. El
ala del tigre, 1993; Armar las palabras (Es un rufián el
corazón del alba), UNAM, col. El ala del tigre, 1999. Poemas
suyos se han traducido al holandés, al francés y
al inglés. Es director general de la revista y del Fondo
Editorial Cantera Verde; también Director Huésped
de la revista Tierra Adentro del Conaculta.
|
|