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Oyeron la consigna hace
tiempo.
Su anhelo que dormitaba fue derrumbar
los diques del conjuro.
Un par de ojos ardía entre las zarzas.
Río que discurría
enfebrecido en el delta adolescente.
Maduraron las cosas
en racimo: zoofilia, espiga plena,
sicalipsis de mano y de falange,
días con fronteras extraviadas,
miedos que los cegaban derruidos,
cercas del odio y Tablas de la Ley
yacieron entre escombros.
Todo se transfigura y es
sagrado:
Ausentes de pecado
la piel,
las superficies,
buscan ese rincón para verterse,
para reconocerse frente al otro
con los labios,
el tacto,
su palabra en la noche.
A veces es posible mirarlos
sobre verdor de parque a la deriva
(en su cuarto solar, un patio,
entre pliegues de arena y escolleras)
mientras pierden sus nombres desprendidos
del árbol que es el mundo.
Luis Manuel Amador
Nació
en la ciudad de Juchitán de Zaragoza, Istmo de Tehuantepec,
Oaxaca, el 30 de junio de 1975. Poeta y narrador, es integrante del
taller literario de la Biblioteca Pública Central de Oaxaca. Es
becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes 2004 como joven
creador.
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2005