En mi casa hay una fiesta todos los días justo cuando las manecillas del reloj marcan las ocho de la noche. Comienza con un gran baile acompañado de licor en abundancia; si no me equivoco, le siguen los juegos donde algunos participantes acaban encima de otros, y si eran desconocidos antes del juego o del baile, ahora ya son casi íntimos. Creo que después vienen rifas y concursos. Pero eso sí, cuando las mismas manecillas del reloj marcan las diez de la noche todo mundo debe marcharse, no sin antes dejar el lugar como estaba antes de la fiesta.

     Son las diez y media de la noche y apenas estoy estacionando el auto frente a mi domicilio. Le voy a decir al jefe que me deje salir más temprano del trabajo ya que siempre me pierdo las fiestas que se hacen en mi casa.

Exceso de maquillaje

Para ti, como siempre, te lo advierto

     Tomas el maquillaje con la diestra, esparces sobre tu rostro su contenido con la intención de borrar los errores de la mañana. Imaginas que, posiblemente, si tuvieras más maquillaje a la mano, podrías resarcir todos los errores de tu vida.