Persona en construcción

El terrorismo en los medios de comunicación
Carlos Jiménez Romera
Madrid (España), 9 de junio de 2005.

Índice General

 
  • 1 Sobre la metodología
  • 2 Sobre el interés de este estudio
  • 3 Terrorismo en Irlanda del Norte
  • 3.1 Medios irlandeses
  • 3.2 Medios británicos
  • 3.3 Medios estadounidenses
  • 3.4 Medios españoles
  • 3.5 Medios franceses
  • 4 Terrorismo en el País Vasco
  • 5 Terrorismo en Palestina
  • 5.1 Medios árabes
  • 5.2 Medios occidentales
  • 6 Conclusiones

  • 1 Sobre la metodología

    El método de estudio consiste en el recuento, a través del buscador de internet google del número de documentos disponibles en determinados servidores (correspondientes a los medios de comunicación seleccionados) con determinada combinación de palabras.

    Se trata de un método cuantitativo, que no permite hacer análisis finos y con un grado de error nada despreciable. En un trabajo de mayor alcance se trataría de una primera fase de tanteo para confirmar o desechar hipótesis de partida en un análisis pormenorizado que, por razones de tiempo y medios, no hemos podido realizar.

    Hay algunas cuestiones importantes a tener en cuenta:

    En cualquier caso, los resultados arrojados por este método imperfecto han sido lo bastante significativos como para permitir un análisis del lenguaje empleado y enfrentarlo a las diversas hipótesis que se suelen manejar habitualmeten, de forma intuitiva, en el análisis del discurso periodístico.

    2 Sobre el interés de este estudio

    Desde que nació el concepto moderno de terrorismo ha tenido una clara connotación negativa que hoy en día se extiende a todos los países civilizados. De hecho, el terror o terrorismo ha existido desde que existe la guerra, siempre ha sido un instrumento más dentro de las opciones disponibles para vencer al adversario. Es en el contexto europeo moderno, cuando convive un continuo estado de guerra entre los diversos estados nacionales con una dependencia económica recíproca cuando se separan la práctica de la guerra y la práctica de la destrucción indiscriminada; la guerra civilizada, tal y como llega al siglo XIX, excluye, en principio, a los civiles y centra sus horrores en los militares. Es entonces cuando surge la necesidad de buscar una denominación para las prácticas propias de la guerra aplicadas a civiles en tiempos de paz.

    En general, hay dos conceptos que deben acompañar a una acción ofensiva para que sea considerada terrorista: debe aplicarse sobre civiles inocentes y en tiempos de paz. A partir de estas dos premisas comienza a desarrollarse toda una confrontación propagandística: aquellos que son acusados de terrorismo se defienden argumentando, bien que sus víctimas no son inocentes, bien que existe un estado de guerra.

    Las tácticas de los grupos terrorista reciben, en un contexto bélico, la denominación de guerrilla, es decir, un conjunto de tácticas pensadas para enfrentarse con medios limitados a una fuerza considerablemente mayor. Los grupos comúnmente denominados terroristas suelen adoptar nombres con claras referencias bélicas como una forma de justificar sus actos a través de esta referencia a la guerra. En situaciones de injusticia, se ha solido aceptar la legitimidad de emplear medios violentos, y estos grupos han conseguido el `grado' de guerrilla, que les identifica como contendientes legítimos en una guerra, aunque ésta sea desigual y asimétrica. Así, el principal esfuerzo de los estados atacados por grupos no asociados a otro estado consiste en lograr una unanimidad en la denominación de grupo terrorista a la pretendida guerrilla.

    Esta guerra terminológica tiene sentido dentro de la tradición cultural europea y occidental, pero ha sido asumida como propia por la mayoría de los países del mundo. Así, todos los contendientes en una guerra acusan a sus adversarios de emplear tácticas terroristas, mientras se guardan para sí la legitimidad de la violencia. Así se da el caso de que la guerra contra el terrorismo emprendida por Estados Unidos tras el 11-S es calificada como terrorista por sus víctimas. Nadie asume el papel de terrorista, sino que constantemente hace el esfuerzo por aplicárselo al contrario.

    Partiendo de este marco, se puede observar la toma de partido de los diferentes medios de comunicación respecto a un conflicto dado según el uso de esta terminología, cuyas connotaciones son universalmente compartidas. La aplicación del adjetivo terrorista a cualquier contendiente en un conflicto le niega toda legitimidad; de hecho, es un comentario extendido que una buena causa puede echarse a perder por el uso de métodos terroristas (cuando, precisamente, todas las partes tienden a utilizar dichas prácticas siempre que se ven obligadas a ellos para alcanzar el éxito en sus objetivos). Así pues, cualquier ideología puede quedar manchada por su asociación al terrorismo, de forma que vincularla con el terrorismo es una vía indirecta para descalificarla (así ocurre con los nacionalismos en España, desprestigiados por su constante asociación --real o figurada-- con el terrorismo, o en el conjunto del mundo occidental con el islam).

    3 Terrorismo en Irlanda del Norte

    El caso irlandés tiene connotaciones históricas y culturales que lo hacen susceptible de simpatía generalizada. En primer lugar, el caso de Irlanda se puede encuadrar dentro del movimiento de descolonización que ha supuesto la independencia, al menos formal, de la mayor parte de los países del mundo tras la dominación europea; de hecho, la extensión del Imperio Británico por los cinco continentes hace de éste uno de los más impopulares en la mayor parte de los rincones del planeta. De esta manera, la causa irlandesa recibe la atención y simpatía de todos aquellos que han sufrido la colonización británica y, por extensión, europea.

    Por otra parte, en el seno del mundo occidental, se produce una identificación similar; los recelos que han protagonizado las relaciones entre el Reino Unido y el resto de los países europeos han ayudado definitivamente a identificar a la mayoría de los europeos con el oprimido pueblo inglés. Otros países anglosajones han vivido situaciones semejantes (de dependencia respecto de los británicos) a la irlandesa por lo que su posible identificación con los ingleses no resta simpatía para con los irlandeses; por ejemplo, Estados Unidos, un país poco sospechoso de sentir ninguna simpatía por los movimientos separatistas y revolucionarios del mundo, tiene una gran población de origen irlandés (e igualmente comprende lo que es la dominación británica).

    Por último, los países latinoamericanos, que en principio no compartirían ninguna de estas identidades con los irlandeses, tienen en común el fuerte arraigo de la religión católica. En definitiva, en el conjunto del planeta, las antipatías que levanta la arrogancia británica y su pasado imperialista suelen venir acompañadas de un sentimiento de simpatía, más o menos explícita, por el pueblo y la causa irlandesa.

    Una breve reseña histórica

    La historia del Ejército Republicano Irlandés (Irish Republican Army - IRA) le distingue también de otros grupos terroristas. El IRA nació como un auténtico ejército en la clandestinidad de la colonización británica. En los años 20, tras la consecución de la independencia de la República de Irlanda, se convirtió en el ejército regular de la nueva nación, abandonando sus métodos guerrilleros o terroristas a pesar de no alcanzar todos sus objetivos (la parte norte de la isla de Irlanda se mantuvo unida al Imperio Británico).

    Fue en los años 70, después de varias décadas de un gobierno opresor en Irlanda del Norte y tras trágicos acontecimientos en los que intervino el ejército británico (el tristemente célebre Bloody Sunday), un nuevo IRA volvió a actuar con sus viejos métodos guerrilleros o terroristas. Como hemos comentado arriba, todo el mundo (al margen de los británicos) tiene motivos para simpatizar con la causa irlandesa, por lo que esta vuelta a los métodos terroristas fue fácilmente comprendida por la mayor parte del mundo, que siempre ha interpretado en alguna medida este episodio como una lucha de liberación a pesar de las atrocidades cometidas.

    Terrorismo, republicanismo y catolicismo

    Desde el punto de vista ideológico, dos son los pilares que sustentan el antagonismo entre irlandeses y británicos. En primer lugar, y de forma preponderante, la religión: los irlandeses son católicos fervientes y practicantes y desde el comienzo de la ocupación británica convirtieron la religión en su principal identidad frente a los invasores (de hecho, asumieron la mayor parte de sus costumbres, incluido el idioma, pero no la religión).

    En segundo lugar, el moderno estado irlandés ha elegido una forma republicana en clara contraposición al boato de la monarquía británica, una elección tomada ya desde el nacimiento del movimiento independentista a principios del siglo XX, como atestigua la propia denominación elegida para el IRA.

    En resumen, la acción política e ideológica del IRA se apoya en tres pilares fundamentales: la acción terrorista, la religión católica y la ideología republicana.

    Cada uno de estos tres elementos tiene sus propias connotaciones, de muy diverso cariz, en cada país del mundo. Por ejemplo, en España, lo republicano está históricamente asociado a movimientos reformistas e incluso revolucionarios de izquierda; en Estados Unidos, sin embargo, está asociado al principal partido conservador (asume pues, valores contradictorios con los del republicanismo español); por último, en Francia, con una larga tradición republicana que se remonta a la Revolución de 1789, el republicanismo tiene un carácter más institucional, al margen de las ideologías políticas concretas, de forma que asume en muchas ocasiones el consenso y la universalidad que tiene el concepto de democracia en otros países. En el contexto irlandés, lo republicano es asumido como algo ajeno por los británicos y como un valor democrático por los irlandeses, de forma que ambos pueden usar el mismo concepto para reforzar sus respectivas posiciones ideológicas.

    Un análisis similar podría hacerse sobre el catolicismo, cuyas connotaciones pueden ser muy diferentes en diversos contextos culturales. Todo lo contrario ocurre con el concepto de terrorismo, cuyas connotaciones negativas tienen un alcance prácticamente universal.

    Partiendo de estos datos, el análisis del caso irlandés parece requerir un estudio de estos tres conceptos para comparar el diverso grado de asociación que tiende a realizarse en los diversos medios con el IRA.


    Cuadro 1: El terrorismo irlandés en los medios
    Medio Irlanda +IRA +terror/ismo/ista +católico +republicano
    Irish Times 161.000 996 (0,6%) 123 (12,3%) 211 (21,1%) 407 (40,9%)
    Belfast Telegraph 24.900 946 (3,8%) 162 (17,1%) 58 (6,1%) 120 (12,7%)
    BBC 3.930.000 58.400 (1,5%) 12.464 (21,3%) 4.580 (7,8%) 11.700 (20,0%)
    The Independent 6.730 127 (1,9%) 26 (20,5%) 39 (30,7%) 80 (63,0%)
    The Times 54.900 450 (0,8%) 162 (36,0%) 98 (21,8%) 272 (60,4%)
    New York Times 29.700 242 (0,8%) 59 (24,4%) 39 (16,1%) 43 (17,8%)
    Washington Post 8.700 178 (2,0%) 79 (44,4%) 61 (34,3%) 116 (65,2%)
    L.A. Times 779 17 (2,2%) 4 (23,6%) 5 (29,4%) 9 (52,9%)
    El Pais 4.060 330 (8,1%) 145 (43,9%) 51 (15,5%) 104 (42,4%)
    El Mundo 644 164 (25,5%) 69 (42,1%) 5 (3,1%) 22 (13,4%)
    ABC 388 37 (9,5%) 31 (83,8%) 8 (21,6%) 7 (18,9%)
    La Vanguardia 666 108 (16,2%) 43 (39,8%) 25 (23,1%) 40 (37,0%)
    Diario Vasco 583 67 (11,5%) 8 (11,9%) 7 (10,4%) 17 (25,4%)
    Gara 664 118 (17,8%) 9 (7,6%) 7 (5,9%) 69 (58,5%)
    Le Monde 3.020 940 (31,1%) 173 (18,4%) 86 (9,1%) 93 (9,9%)
    Le Figaro 482 204 (42,3%) 92 (45,1%) 3 (1,5%) 4 (2,0%)


    3.1 Medios irlandeses

    Los dos periódicos analizados son el Irish Times, de Dublín, capital de la República de Irlanda, y el Belfast Telegraph, de Irlanda del Norte. El primer análisis hay que hacerlo en cuando al número de noticias que incluye alguna referencia al IRA. Para el periódico dublinés, menos del 1% de las noticias de Irlanda tienen alguna relación con el IRA; en contraste, en el periódico norirlandés este porcentaje se cuadruplica. Por una parte, el escenario preferente de la acción del IRA es Irlanda del Norte, pero esto no explica por sí mismo la diferencia de ambos diarios, por lo que hay que suponer que existe un uso partidario de la violencia del IRA, a través de un sobredimensionado o de un silenciamiento del problema (habrá que acudir a otros medios para decantarse por la primera opción: el periódico norirlandés parece sobredimensionar el problema del IRA, otorgándole una presencia superior a la esperable).

    El otro elemento de análisis es la asociación del IRA con el terrorismo, el catolicismo y el republicanismo. En el diario dublinés, la principal asociación del IRA se produce con el republicanismo (40%), mientras que la asociación con el terrorismo es la menor (12%), situándose el catolicismo en un término intermedio (21%). Por su parte, el diario norirlandés presenta menores niveles de asociación en todos los conceptos excepto con el terrorismo (17%).

    3.2 Medios británicos

    Los medios británicos ofrecen, por lo general, una presencia del IRA en las noticias sobre Irlanda algo superior a la del diario dublinés, pero significativamente inferior a la del diario norirlandés. En un principio, sería esperable una presencia mayor de noticias impactantes en los medios de comunicación según aumenta la distancia, por lo que una primera conclusión podría ser que el diario norirlandés, efectivamente, tiende a sobredimensionar el problema terrorista. Un dato a destacar es la incidencia (0,8%) que tiene el IRA en las noticias sobre Irlanda del diario The Times, que resulta muy similar al dato que ofrecía el diario dublinés (y al New York Times que veremos a continuación). Esta cifra, ligeramente inferior al 1%, puede darnos una idea objetiva de la incidencia real que tiene el terrorismo en la vida cotidiana en Irlanda, de forma que cualquier desviación a partir de esta cifra probablemente esté deformando la realidad, por interés político o por desinterés informativo. Así, vemos que los otros medios británicos analizados sobredimensionan ligeramente el problema terrorista, pero un rango relativamente inocuo.

    Por otra parte, la asociación del IRA con el terrorismo se duplica respecto del diario dublinés (del 10 al 20 % aproximadamente), situándose también por encima del nivel del diario norirlandés; en este caso, el diario más destacado por este aspecto es The Times, distinguiéndose claramente del resto de los diarios de las islas británicas. Respecto de los otros dos aspectos, es reseñable que la BBC se sitúa en una línea editorial similar al diario norirlandés, reduciendo al mínimo (6%) las referencias al catolicismo y manteniendo las referencias al republicanismo en un nivel moderado (29%) en comparación con los otros diarios británicos analizados. Por su parte, los dos diarios privados coinciden en una fuerte asociación (60%) del IRA con el republicanismo y, en menor medida, pero superando también a la BBC, con el catolicismo (20-30%).

    Una posible hipótesis para explicar este comportamiento sería que la línea editorial de la cadena pública BBC procura eliminar cualquier referencia a la ideología que subyace tras el grupo terrorista, especialmente en lo que se refiere a la cuestión religiosa. Por su parte, los diarios privados insisten en el carácter republicano de los terroristas y, en menor medida, en su religión católica. Puede tratarse de una estrategia de distanciamiento respecto al otro que el medio público no puede permitirse realizar.

    3.3 Medios estadounidenses

    Coincidiendo con la hipótesis presentada arriba, según aumenta la distancia respecto a la noticia, va aumentando, aunque ligeramente, el peso de la noticias sobre terrorismo respecto del total. En cualquier caso, las diferencias respecto de los medios británicos son pequeñas y puede considerarse que aún nos encontramos en un ámbito en el que las noticias sobre Irlanda llegan con bastante normalidad a los lectores de estos medios. Merece la pena señalar que el New York Times se sitúa en un rango similar a los diarios más próximos a la cotidianidad irlandesa, con una incidencia de las noticias sobre terrorismo muy próxima al mínimo marcado por el diario dublinés; este hecho puede explicarse por la gran población de origen irlandés presente en la zona de Nueva York (de hecho, la gran diferencia respecto del Washington Post, el otro gran diario analizado, no se sitúa tanto en el número de noticias sobre el IRA, como en el enorme número de referencias a Irlanda que se encuentran en los fondos del diario neoyorquino, cuyo volumen no es superior, en todo caso inferior, al del diario de Washington).

    En cuanto a la asociación de conceptos, los tres diarios analizados muestran datos diversos, que se sitúan, con matices, en los mismos rangos que presentaban los diarios británicos. El New York Times se sitúa en una línea editorial relativamente próxima a la BBC, de carácter más institucional, reduciendo las asociaciones de IRA con catolicismo y republicanismo, aunque los datos para el primero no son tan anormalmente bajos como en la cadena pública británica. Los Angeles Times se sitúa en una línea similar al The Independent británico, con un enfásis destacado en el carácter republicano del IRA. Por último, el Washington Post presenta incidencias elevadas de todas las combinaciones que constituyen los valores máximos en todo el ámbito anglosajón. Una explicación para este hecho, puede ser el intento de presentar informaciones más pormenorizadas y análisis más amplios de las noticias sobre el IRA, lo que redunda en una mayor coexistencia de las diferentes palabras-clave que estamos analizando.

    Globalmente, respecto de los diarios británicos, se puede apreciar un ligero aumento de la asociación entre IRA y terrorismo y catolicismo, mientras que las referencias al republicanismo se mantienen en un nivel similar.

    3.4 Medios españoles

    El primer punto destacable, y que marca una diferencia abismal con los medios anglosajones analizados arriba, es la incidencia de las noticias sobre el IRA. Mientras que en los diarios de habla inglesa las noticias sobre terrorismo suponían en torno al 1-2% de todas las noticias sobre Irlanda, en los diarios españoles este porcentaje se eleva hasta el 10-20%. Es un caso claro de aumento en la distancia cultural, que impone un filtro que sólo las noticias espectaculares pueden superar. Este simple hecho ya muestra que la visión que los españoles pueden tener de Irlanda estará mucho más mediatizada por el terrorismo que aquella que tienen los lectores de países anglosajones.

    En cuanto a la asociación del IRA con el terrorismo, ésta se duplica respecto a los diarios anglosajones pasando a situarse en torno al 40%, con un máximo del 84% correspondiente al diario ABC. Las referencias al catolicismo se reducen respecto a los medios anglosajones (en torno al 15-25%) excepto en el caso de El Mundo, en el que prácticamente desaparecen. En el caso del republicanismo, se distingue claramente una falla entre los periódicos progresistas, con una tendencia mayor a relacionar IRA y republicanismo, y los diarios conservadores, que tienden a limitar estas referencias. En cualquier caso, se sitúan por debajo de los niveles de diarios británicos y norteamericanos.

    Medios vascos

    Aunque los diarios vascos comparten con el resto de diarios españoles el peso del terrorismo en la imagen que ofrecen a sus lectores de Irlanda (11% y 17%), se distinguen claramente de estos a la hora de asociar al IRA con los conceptos estudiados, aproximándose claramente al perfil que presentaba el diario dublinés: reducida asociación del IRA con el terrorismo (incluso menor que el diario dublinés), reducida asociación con el catolicismo (distinguiéndose a la baja del citado diario) y una mayor asociación con el republicanismo, que en el caso de Gara manifiesta una clara línea editorial.

    3.5 Medios franceses

    Las cifras, especialmente altas, de presencia del IRA en las noticias sobre Irlanda, que superan a todos los medios analizados hasta ahora. Esto parece confirmar que la distancia (cultural más que geográfica) de Francia respecto a Irlanda es mayor incluso que en el caso español, ya que el filtro de noticias no crítics es más severo.

    Por otra parte, el nivel de asociación con el terrorismo se sitúa, para Le Monde, al nivel de la mayoría de los medios anglosajones, mientras que para Le Figaro se sitúa en el nivel de los medios españoles (de ámbito nacional). Resulta llamativa la baja asociación del IRA con el republicanismo, la más baja de todas, lo que confirma la hipótesis de que las connotaciones de determinadas palabras influyen decisivamente en su aplicación en determinados contextos.

    Por último, vale la pena destacar que Le Figaro casi no tiene documentos que relacionen IRA con catolicismo o republicanismo, mientras que sí establece una clara relación entre IRA y el terrorismo.

    4 Terrorismo en el País Vasco


    Cuadro 2: El terrorismo vasco en los medios
    Medio España ETA +España +vasco +terrorismo/ista +independencia
    El Pais 459.000 18.300 (4,0%) 12.900 (70,5%) 7.550 (41,3%) 6.230 (34,0%) 482 (2,6%)
    El Mundo 139.000 5.310 (3,8%) 5.100 (96,0%) 1.770 (33,3%) 1.610 (30,3%) 205 (3,9%)
    ABC 33.600 8.350 (24,9%) 3.650 (43,7%) 4.660 (55,8%) 5.360 (64,2%) 268 (3,2%)
    La Vanguardia 30.400 4.010 (13,2%) 535 (13,3%) 594 (14,8%) 931 (23,2%) 138 (3,4%)
    Diario Vasco 12.600 7.820 (62,1%) 1.090 (13,9%) 4.540 (58,1%) 942 (12,0%) 165 (2,1%)
    Gara 595* 22.600 (~300%) 670 (3,0%) 921 (4,1%) 508 (2,2%) 194 (0,9%)
    El Tiempo (co) 6.318 159 (2,5%) 131 (82,4%) 29 (18,2%) 43 (27,0%) 2 (1,3%)
    Clarín (ar) 66.900 664 (1,0%) 468 (70,5%) 336 (60,6%) 329 (49,5%) 35 (5,3%)
    El Universal (ve) 95.200 32.500 (34,1%) 32.500 (100%) 8.970 (27,6%) 673 (2,1%) 15.000 (46,1%)
    New York Times 16.800 112 (0,7%) 34 (30,4%) 29 (25,9%) 10 (8,9%) 9 (8,0%)
    Washington Post 6.800 173 (2,5%) 130 (75,1%) 98 (56,6%) 121 (69,9%) 22 (12,7%)
    L.A. Times 1.200 30 (2,5%) 16 (53,3%) 16 (53,3%) 13 (43,3%) 3 (10%)
    BBC 181.000 10.200 (5,6%) 830 (8,1%) 804 (7,9%) 621 (6,1%) 364 (3,6%)
    The Independent 5.870 617 (10,5%) 85 (13,8%) 73 (11,8%) 36 (5,8%) 13 (2,1%)
    The Times 45.800 741 (1,6%) 126 (17,0%) 133 (17,9%) 187 (25,2%) 60 (8,1%)
    Le Monde 6.020 828 (13,8%) 309 (37,3%) 295 (35,6%) 245 (29,6%) 74 (8,9%)
    Le Figaro 3.710 91 (2,5%) 35 (38,4%) 12 (13,2%) 27 (29,7%) 3 (3,3%)


    La primera reflexión debe dirigirse hacia el número de noticias de ETA que reflejan los medios en comparación con el número de noticias sobre España. Los datos son realmente divergentes y no parece haber, a primera vista, una pauta clara, tal y como se veía en el caso irlandés; apartando los datos más extremos, nos encontramos que con que ETA produce entre el 1% y el 5% de las noticias de España. Es una cifra algo más elevada que la irlandesa, pero parece consistente. Quedan por analizar los diarios que se alejan de esta media. Los casos menos discordantes son los de The Independent y Le Monde, explicables en cierta medida por la lejanía que habíamos visto para el caso irlandés. Los casos más llamativos, por el contrario, son de diarios españoles: ABC, La Vanguardia y El Diario Vasco. Debemos suponer que todos ellos hacen un seguimiento especialmente intenso de este tema. Puestos a buscar coincidencias, podríamos afirmar que todos ellos comparten una ideología nacionalista más o menos moderada (española, catalana y vasca, respectivamente). Un caso diferente, que analizaremos al final es el del diario venezolano.

    Estudiando la importancia de las asociaciones establecidas podemos establecer diversas agrupaciones, que presentaría una línea editorial más o menos similar, con mayor o menos consistencia:

    1. El País y El Mundo, los dos principales diarios de tirada nacional en España comparten en todos los aspectos la misma línea editorial, que podría resumirse así: el problema de ETA es principalmente un problema español (sólo en menor medida vasco); ETA es un grupo terrorista, pero existen matices.
    2. El Washington Post, Los Angeles Times y Clarín coinciden en considerar a ETA un problema español, pero casi en la misma medida vasco, y un grupo terrorista, con muchos menos matices que los diarios anteriores.
    3. Los diarios británicos tienden a situarse en el rango más bajo de las asociaciones, de forma similar a los franceses, aunque hay diferencias puntuales en alguna de las variables que impiden considerar estas asociaciones tan claras y evidentes como las dos primeras.

    El resto de los datos contienen tal cantidad de matices que no es posible analizarlas aquí, con estos datos tan brutos. Nos centraremos en tres aspectos concretos: los diarios vascos, el diario venezolano y la asociación de ETA con el término independencia.

    Gara es el portavoz oficioso de la banda terrorista ETA. El número de documentos que contienen el término ETA es tan alto que todos los términos tienen una asociación relativamente baja. Hay un dato, sin embargo, muy significativo: la totalidad de las apariciones de España en el diario se producen junto a ETA. Así pues, no es ETA el término que viene asociado a España, como podría interpretarse en el resto de los diarios, sino que es el término España el que se encuentra asociado a ETA. Es un caso sorprendente, pero explicable de la siguiente manera: Gara no entiende la relación con España si no es a través de la organización ETA, o al menos eso parecen indicar los datos.

    El Diario Vasco es un periódico de ámbito regional, moderadamente conservador y nacionalista. Lo más relevante de sus números son la divergencia respecto a la mayoría de los diarios, mostrando una asociación mayor de ETA con el País Vasco que con España. En esto coincide parcialmente con el diario ABC (también conservador, pero de ámbito nacional): centrar el problema en el ámbito vasco más que en España. Sólo en un aspecto coincide con Gara, la baja asociación (relativa) de ETA con el terrorismo, precisamente en lo que se distingue (también claramente) del diario ABC.

    La línea editorial del diario venezolano El Universal queda reflejada claramente en estos datos: ETA es un problema indisolublemente ligado a España, sólo en menor medida al País Vasco, y no es un problema de terrorismo, sino de independencia. De hecho, como veremos a continuación, se trata de un caso único que sólo puede explicarse a través de la historia: Venezuela no sólo tiene una importante colonia de origen vasco, sino que fue refugio de un gran número de exiliados vascos que huían del franquismo, causa original del nacimiento de ETA. Así, se puede explicar que el diario venezolano aplique una óptica al problema que más se corresponde a la época de la dictadura, cuando sus lazos con España y con el País Vasco fue más intensa, que con la actual.

    Finalmente, observemos el caso de la asociación de ETA con la indenpendencia. La razón de incluir este término fue que, precisamente, ésta es la motivación última de ETA.[1]

    En general, nos encontramos (en contra de los esperado) que la independencia sólo es un tema marginal cuando se habla de ETA en todos los diarios excepto en el caso ya señalado de El Universal venezolano. Hay, un cualquier caso, un grupo de medios que sitúan la asociación en un rango ligeramente más alto (en torno al 10%); es el caso de los diarios estadounidenses, de Clarín, The Times y Le Monde. Aparte de los diarios norteamericanos, no es posible extraer mayor coincidencia que la relativa a la lejanía relativa de los diarios respecto de escenario del conflicto.

    Los diarios vascos, también contra lo esperado, tampoco hablan de independencia más que otros diarios (es decir, marginalmente). Probablemente se deba al uso de otros términos, con mayor matización, para referirse a esta reivindicación que, en cualquier caso, existe.

    5 Terrorismo en Palestina


    Cuadro 3: El terrorismo palestino en los medios
    MediosPalestina+terrorismo/ista+Arafat+Sharon+Bush+Hamás
    Le Matin (Marruecos) 717 150 (20,9%) 432 (60,3%) 95 (13,2%) 228 (31,8%) 45 (6,3%)
    Gulf-Times (Qatar) 268 138 (51,5%) 29 (10,8%) 42 (15,7%) 78 (29,1%) 79 (29,5%)
    Al-Ahram (Egipto) 15.800 10.800 (68,4%) 5.480 (34,7%) 6.550 (41,5%) 6.410 (40,6%) 890 (5,6%)
    Wafa (Palestina) 584 416 (71,2%) 340 (58,2%) 425 (72,8%) 370 (63,4%) 100 (17,1%)
    El País 4.670 617 (13,2%) 508 (10,8%) 369 (7,9%) 669 (14,3%) 231 (4,9%)
    El Mundo 1.120 308 (27,5%) 472 (42,1%) 375 (33,5%) 331 (29,6%) 200 (17,8%)
    ABC 300 156 (52,0%) 89 (29,7%) 49 (16,3%) 92 (30,7%) 32 (10,3%)
    Gara 357 46 (12,9%) 57 (16,0%) 79 (22,1%) 57 (16,0%) 47 (13,2%)
    NewYorkTimes 844 272 (32,2%) 212 (25,1%) 199 (23,5%) 405 (47,9%) 172 (20,3%)
    WashingtonPost 7.050 844 (11,9%) 511 (7,2%) 1.410 (20,0%) 3.440 (48,7%) 880 (12,4%)
    L.A.Times 1.170 535 (45,7%) 370 (31,6%) 372 (31,7%) 570 (48,7%) 226 (19,3%)
    BBC 94.900 19.300 (20,3%) 30.500 (32,1%) 26.800 (28,2%) 30.000 (31,6%) 20.600 (21,7%)
    TheIndependent 5.900 229 (3,8%) 751 (12,7%) 728 (12,3%) 464 (7,8%) 242 (4,1%)
    TheTimes 6.530 564 (8,6%) 769 (11,7%) 703 (10,7%) 552 (8,4%) 420 (6,4%)


    5.1 Medios árabes

    Los medios árabes, teóricamente más próximos a la problemática de Oriente Medio, presentan una diversidad en los resultados que no hace más que confirmar lo que ya habíamos visto arriba: en la proximidad del conflicto es más complicado mantenerse al margen. Para el análisis de estos datos vamos a plantear la siguiente hipótesis de trabajo: puesto que la independencia de los medios de comunicación de estos países está muy lejos de la de los medios occidentales, supondremos que, en cierta medida, estos diarios representarán la política de sus respectivos países respecto del conflicto de Palestina. Si conseguimos explicar la diversidad de los datos podremos mantener la hipótesis para futuros análisis, pero sin olvidar que podemos caer muy fácilmente en la circularidad del argumento.[2]

    En primer lugar, resalta la alta asociación de Palestina al terrorismo, destacando (a la baja), el diario marroquí. Arriba habíamos establecido que el calificativo terrorista se usa sistemáticamente para descalificar al oponente, ¿nos encontramos en este caso? No parece sensato suponer que los medios árabes califiquen de terrorista la resistencia palestina, sin embargo sí parecen interesados en intensificar la asociación entre ambos términos. La historia del siglo XX nos puede dar la respuesta: los países árabes, especialmente en Oriente Medio, han considerado a Israel un elemento hostil, un invasor al que hay que expulsar del territorio árabe; sobre esta base, no hay ningún interés en que se establezca definitivamente el actual status quo que favorece claramente al estado de Israel, por lo que se intensifica, al menos retóricamente, el conflicto para que no se apague. Así, hay un interés en mantener vivo el conflicto palestino, que no se resuelva en los términos actuales. El único dato discordante corresponde, precisamente, a Marruecos, no sólo el país más alejado del conflicto, sino el único en el que se conserva una importante (e influyente) población de religión judia; este país, pues, no tiene especial interés en avivar el conflicto palestino.

    Hay otras diferencias significativas respecto a la relevancia que cobran los diversos protagonistas del conflicto en los distintos medios. Arafat cobra el mayor protagonismo en el medio más próximo al conflicto y en el más alejado, frente a los medios de los países limítrofes; sin embargo la diferencia no es especialmente relevante, excepto en el caso del dario qatarí que incluso parece ningunear al rais palestino. En el caso de Sharon, primer ministro israelí, sí se presenta una diferencia abismal entre dos grupos: los teóricos aliados de Estados Unidos (Marruecos y Qatar) apenas le mencionan, con lo que se da la paradoja de que Qatar, al mismo tiempo que aviva el conflicto, evita atacar directmente a Israel, una forma de nadar y guardar la ropa. Tanto en el caso de Sharon como en el de Bush, son los diarios más próximos al conflicto y teóricamente más alejados de Estados Unidos los que más insisten en vincular el conflicto palestino con factores externos; en el caso del diario palestino esta política se muestra descarada ¡7 de cada 10 noticias sobre su país mencionan al primer ministro israelí! ¿es omnipresente?

    Por último, el dato que puede confirmar definitivamente la directriz política de las líneas editoriales: el caso de Hamás. Esta organización de carácter islámico es un actor principal en el conflicto palestino, por supuesto no está al nivel de los anteriores, pero incluso en un segundo plano se aprecia un tratamiento claramente diferenciado entre los diversos medios. Aquí los intereses se vuelven a cruzar y los dos países que parecen querer restar protagonismo a esta organización son Egipto y Marruecos, precisamente aquellos países más hostiles a cualquier movimiento islamista.

    Así, hemos visto como se cruzan diversas variables geo-estratégicas para definir las líneas editoriales de estos diarios: la proximidad al conflicto, el interés en su continuidad, la relación con Estados Unidos (principal aliado de Israel), la relación con los movimiento fundamentalistas... El resultado es un cruce de coincidencias puntuales, ya que ninguna de las partes comparte plenamente sus intereses con otra, sino tan sólo parcialmente.

    5.2 Medios occidentales

    Al observar los datos obtenidos para los medios españoles y anglosajones, lo primero a destacar es la existencia de dos grandes grupos perfectamente diferenciados de carácter internacional; es decir, las diferencias no se encuentran entre diarios de unos países y otros, sino que se establecen dos grandes familias que traspasan las fronteras.

    El primer grupo incluye al diario El País, The Independent, The Times y, con alguna reserva, a Gara y al Washington Post. Estos diarios presentan una asociación relativamente baja (en torno al 10%) entre los términos analizados. Las dos reservas se producen porque estos dos diarios presentan una asociación anormalmente alta con uno de los términos (Sharon en el caso de Gara y Bush en el caso del Washington Post), aunque mantienen la línea moderada de los otros diarios.

    El segundo grupo incluye al ABC, El Mundo, la BBC, el New York Times y Los Angeles Times y se caracteriza por una asociación significativamente mayor entre los términos estudiados.

    Se pueden encontrar algunas afinidades geográficas, por ejemplo la relevancia otorgada a Bush en los tres diarios estadounidenses, o la bajísima asociación entre Palestina y terrorismo que encontramos en los dos diarios privados ingleses (aunque teóricamente de ideología opuesta).

    La principal conclusión que se puede sacar de estos datos es que la visión que se tiene del conflicto palestino es relativamente independiente de la geografía y de la ideología política del diario, aunque esto no quita que coexistan en occidente dos versiones bastante definidas y distintas del conflicto palestino. (Desgraciadamente los datos de los diarios franceses no eran nada fiables estadísticamente, por lo que hemos tenido que eliminarlos de este análisis.)

    6 Conclusiones

    Cualquier lector habitual de los medios de comunicación tiene asumida una idea de cuál es la línea editorial de los medios de comunicación a los que acude habitualmente para recabar información sobre el mundo. A partir de esos dos datos: las propias noticias y la línea editorial del medio que la publica, puede hacerse una idea aproximada de lo que ha sucedido en realidad. Así pues, existen estereotipos sobre los diversos temas que aparecen habitualmente en los medio de comunicación, pero también existen multitud de estereotipos, a veces muy marcados, sobre los propios medios de comunicación. Al iniciar este estudio pensábamos encontrarnos con unos resultados que no han llegado; en realidad, los estereotipos que tenemos sobre los medios no siempre tienen justificación. Efectivamente, los medios no tratan de manera equilibrada casi ninguno de los conflictos del mundo, en todo caso incluso mantener la distancia supone tomar partido de alguna manera por una de las partes (también hay, por cierto, claros posicionamientos activos).

    Este estudio no es más que esbozo, una prueba de una metodología que requeriría un estudio más riguroso para realizar un estudio serio, pero tanto la metodología como el análisis de los datos obtenidos abren caminos insospechados para este ulterior estudio.


    Notas


     [1]: En realidad, esto no es así. El objetivo declarado de ETA es la auto-determinación del País Vasco, es decir, que el pueblo vasco pueda decidir con libertad sobre su futuro político al margen de la opinión del resto de los españoles. Desde el campo contrario al nacionalismo vasco, se ha simplificado la cuestión asumiendo que el objetivo de ETA es, simplemente, la independencia, incluso en contra de la opinión de la mayoría de los vascos. Como se ve, es un caso de propaganda que bien merecería un estudio al menos tan extenso como este que nos ocupa.
     [2]: Es decir, si partimos de una estimación de la política exterior de estos países árabes para explicar la línea editorial de estos diarios, no podremos emplear esta línea editorial para demostrar cuál es la correspondiente política exterior.

    Edición del 10-12-2005
    1