Gerardo Diego
1924
Ayer Mañana Los días niños cantan en mi ventana Las casas son todas de papel y van y vienen las golondrinas doblando y desdoblando esquinas Violadores de rosas Gozadores perpetuos del marfil de las cosas Ya tenéis aquí el nido que en la más bella grúa se os ha construido Y desde él cantaréis todos en las manos del viento Mi vida es un limón pero no es amarilla mi canción Limones y planetas en las ramas del sol Cuántas veces cobijasteis la sombra verde de mi amor la sombra verde de mi amor La primavera nace y en su cuerpo de luz la lluvia pace El arco iris brota de la cárcel Y sobre los tejados mi mano blanca es un hotel para palomas de mi cielo infiel
De balcón a balcón los violines de ciego tienden sus arcos de pasión Es algo irremediable cortar con tijeras estas calles Las cartas nacidas de mi regazo aprenden a volar algo mejor y a un peregrino arrepentido se le ha visto bajar en ascensor En el bazar las banderas renuevan el aire y el caballo de copas lleva el paso mejor que un militar Y tú manso tranvía gusano de mis lágrimas que hilas mi llanto en tus entrañas Condúceme a tu establo y sácame del pozo en que te hablo Yo te prometo que esta primavera tu vara florezca en todos los tejados tejados olvidados en los que ya no pastan los ganados y a los que nunca sube el surtidor Dejemos al Señor que arranque las estrellas y durmámonos sin consultar con ellas
El viento vuelve siempre aunque cada vez traiga un color diferente Y los niños del lugar danzan alrededor de las nuevas cometas Canta cometa canta con las alas abiertas y lánzate a volar pero nunca te olvides de tus trenzas Las cometas pasaron pero sus sombras quedan colgadas de las puertas y el rastro que dejaron fertiliza las huertas Por los surcos del mar ni una sola semilla deja de brotar Chafadas por los vientos y los barcos las espumas reflorecen todos los años Pero yo amo más bien los montes que conducen sobre sus lomos ágiles las estrellas expulsadas del harem Pastor marino que sin riendas ni bridas guía las olas a su destino No me dejes sentado en el camino El viento vuelve siempre Las cometas también Gotas de sangre de sus trenzas llueven Y yo monto en el tren
Yo recorrí las mares embarcado en tu mano y en los manteles puse un sabor de oceano Los peces giran en torno de mi faro Pero los barcos naufragaban en el mapa y el rumor de las olas desplegaba mi capa El mar ya no se cuida de ser redondo No penséis en la muerte No es fácil llegar al fondo ni hacer de nuestra alfombra la rueda de la suerte El sol nace en la mesa y el árbol del poniente pierde las hojas viejas Ésta es la cruz del mar Nunca crece ni mengua Esperad que la lámpara se oriente Y entonces nuestros platos girarán bellamente a la música exacta de los astros
Mecanismo de amor Mi grifo versifica mejor que el ruiseñor Y eras tú y tu vestido lo que todos los días he bebido camino de la noche junto al árbol real mientras el viento espera la hora de abrir el hospital Pero tus ojos ya no vuelan y las últimas ventanas están muertas El agua en el balcón como un perro olvidado Mi corazón y el baño se vacían Puedes dormir tranquila No hay cuidado
Danzar Cautivos del bar La vida es una torre y el sol un palomar Lancemos las camisas tendidas a volar Por el piano arriba subamos con los pies frescos de cada día Hay que dejar atrás las estelas oxidadas y el humo casi florecido Hay que llegar sin hacer ruido Bien saben los remeros con sus alas de insecto que no pueden cantar y que su proa no se atrevió a volar Ellos son los pacientes hilanderos de rías fumadores tenaces de espumas y de días. Danzar Cautivos del bar Porque las nubes cantan aunque estén siempre abatidas las alas de la mar De un lado a otro del mundo los arcoiris van y vienen para vosotros todos los que perdisteis los trenes Y también por vosotros mi flauta hace girar los árboles y el crepúsculo alza los pechos y los mármoles Las nubes son los pájaros y el sol el palomar Hurra Cautivos del bar La vida es una torre que crece cada día sobre el nivel del mar
Por las praderas giratorias pasa sólo una vez el río taciturno cuando la noche toca su disco de gramófono y los pájaros cuelgan de los árboles mustios Aún las últimas gotas de luna perfuman de alcoholes los mantos de la bruma y el tren que iba bendiciendo el panorama no perdió los kilómetros ni el compás de la ruta Pero dejemos esto y descifremos bien este libro de texto que el sol nos ha legado con una sola página herida en el costado La araña telegráfica distribuye la noche y mientras en su jaula de cristal reposa el pozo vecinal yo veo que la estrella y el multicopiador enojan al poeta que ha volado al portal Hay que cambiar de rumbo y como quien se lleva las flores del paisaje cargar sobre los hombros el lírico equipaje Surtidores maduros que ofrecéis en las márgenes vuestros intactos frutos Es preciso pasar como los vientos castos sin coger de los árboles los astros Mirad las lavanderas nutriendo de colores las limpias faltriqueras La espuma que levantan sube a la misma altura que esa copla que cantan La luna muele estrellas sin música y sin agua y el amor aburrido sube y baja La marea es tu vientre traspasado de gracia y el amor desde el nido rueda rueda como el molino turbio de la arboleda Y por todo recuerdo en el bolsillo mío el rumor de la presa y un sabor de jabón en el remanso Los puentes fatigados sobre la orilla derecha duermen en espiral como los gatos Tan sólo los devotos pescadores se arrodillan y esperan que de su caña broten flores y banderas La noche se derrama y rompe el horizonte Estamos terminando el drama Los puentes de resorte caminan de sur a norte Y mi barca se ha dormido sin hacer ruido Una hora sube al cielo Y en la cruz hacen su nido la golondrina y mi pañuelo Son las brisas del mar las que cierran la noche y mi cantar
Tus ojos oxigenan los rizos de la lluvia y cuando el sol se pone en tus mejillas tus cabellos no mojan ni la tarde es ya rubia Amor Apaga la luna No bebas tus palabras ni viertas en mi vaso tus ojeras amargas La mañana de verte se ha puesto morena Enciende el sol Amor y mata la verbena
Mujer densa de horas y amarilla de frutos como el sol del ayer El reloj de los vientos te vio florecer cuando en su jaula antigua se arrancaba las plumas el terco atardecer El reloj de los vientos despertador de pájaros pascuales que ha dado la vuelta al mundo y hace juegos de agua en los advientos De tus ojos la arena fluye en un río estéril Y tantas mariposas distraídas han fallecido en tu mirada que las estrellas ya no alumbran nada Mujer cultivadora de semillas y auroras Mujer en donde nacen las abejas que fabrican las horas Mujer puntual como la luna llena Abre tu cabellera origen de los vientos que vacía y sin muebles mi colmena te espera
El niño y el molino han olvidado su único estribillo Se ha callado la rueda en mi bemol alrededor del pozo por donde sube el agua y baja el sol La mano en la mejilla piensan las chimeneas que volarán un día Hoy no vendrá la luna ni pasará el borracho entre el portal abierto y la canción de cuna Aquí al pie del muro fatigado del viaje el viento se ha sentado El policía lleno de fe apunta las estrellas nuevas en el carnet Y sin lograr atravesar el barrio las fluviales carretas cabecean en vano Sólo cantan alegres las veletas Las casas melancólicas se peinan los tejados Y una de ellas se muere sin que nadie se entere Esta noche no viene la luna ni el farol al borracho le sirve de cuna
Las semanas emergen del fondo de los mares y las algas decoran los bares Para que tú te alejes y yo pueda cantar esperaremos el regreso del viento de artificio y de la pleamar Por eso y con un ruido que no es el de otras veces en la bahía ha anclado tu melena enmohecida violín para los peces y para los suicidas Venid a ver las nubes familiares en mi taller todas las tardes Son los naipes del cielo que nadie ha marchitado El humo de la fábrica hizo su nido en mi tejado para los fumadores que en la cartera llevan un muestrario completo de habituales colores Y mientras yo modelo mi retrato columna sobre los montes delicados pisa desnuda la lluvia En las manos me deja su corona de espinas y cantando se aleja sobre los techos y los climas Tu cabellera gime sin poder levar anclas Embárcame contigo timonel de las galernas Que el enjambre goloso de tus lluvias se me pose en el hombro y en la pierna
Por las noches el mar vuelve a mi alcoba y en mis sábanas mueren las más jóvenes olas No se puede dudar del ángel volandero ni del salto de agua corazón de la pianola La mariposa nace del espejo y a la luz derivada del periódico yo no me siento viejo Debajo de mi lecho pasa el río y en la almohada marina cesa ya de cantar el caracol vacío
Del campanario va a volar el día pero las nubes mías no han vuelto todavía Ni han regresado los corderos de su viaje a la luna sin pacer los luceros Aplicando el oído sobre el césped en vez del tren o el grillo se oye una pieza de organillo Y el pastor no sabe que en su cabaña está la noche y que el molino es el motor del baile Las vacas del establo que quieren lamer el sol plato del día que sirven los pintores de fantasía Es la hora del cigarro y de la jaula Sin mirar el reloj pernocta el gallo y las estrellas tristes contemplan al caballo
La frente sin laurel y sin sombrero y el corazón para el color de moda A cada nuevo baile el reloj pierde el paso y se equivoca de hora El viento nace de tu manto y acaricia las frutas desgajadas del tango Vendimia de las nubes pisoteadas y de las músicas amadas Y el ritmo de los suspiros hace girar las parejas y acercarse a nosotros el vestíbulo Cerrando bien los ojos pienso en las travesías y en los hoteles que anclan la quilla envejecida Son las islas trasatlánticas donde crecen los mástiles y dan frutos de invierno donde los tísicos respiran el oxígeno tierno Al izar la bandera esparce por los aires plumas de cazadores y aromas de maderas El otoño marchita corbatas y sombreros y de la alfombra brota la primavera Ruleta del azar y de las temporadas Los jockeys de la moda sortean sus colores y aquel que pierde la jugada tiene derecho a un vals para mudar de amores Yo amo el buen tiempo y el hotel y yo he visto mujeres de rizos calcinados Las olas las rociaban de espumas de cocktail
El viento de ida y vuelta y el abanico en calma El tren ha muerto en la estación de enfrente y mi pañuelo cuelga de la rama más alta Dejad que pasen los arroyos Dejad que vuelen mis lágrimas No permitáis en cambio que se acerquen las ventanas lejanas La noria seguirá lavando los pañales y la playa acunando los náufragos triviales
Leñador del ocaso que perfumas los astros a tu paso Guarda bien el compás buen leñador y ten piedad del sol caído único salvavidas del rubio nadador Guarda bien el compás pero no cantes jamás Canción bajo los árboles sin sangre y frente al mar de luto En el parque hay un árbol desleal y mi poema en flor ya se ha hecho fruto Leñador musical Tu canción la ha aprendido mi loro pasional y a su medida justa desfilan los minutos Quién no sabe el secreto del color Rasgar la túnica del viento y arrancar del humo póstumo la fruta del amor Pero tú leñador de las estrellas no derribes sus hojas sobre el mar que cuando el sol rescate la antigua primavera se han de secar tu brazo y tu cantar
Olvidados de la lluvia se marchitarán mis dedos No han de producir más flores mis arrugados cabellos ni la luna bajará a coronarme el sombrero Desde mañana el sol ya no visita sus enfermos Mujer lavandera fragante del vinoso atardecer que grabaste en la luna tantas veces los emblemas nupciales y en un pico del mar mis iniciales Mujer Cuando te alejes lenta sobre tu propia vida veremos caer el sol y las frutas podridas Mientras tú bebas tus risas balará mi acordeón buscando entre los arbustos ritmos de tu corazón Los grillos contarán tus pasos diminutos Ni la luna se hará llena aunque me digas te quiero ni ha de bajar ya la nieve a bendecirme el sombrero
La verja del jardín se ha cruzado de brazos El viento ladra entre los troncos El auto que pasaba se llevó los sollozos y apaciguó el estanque Diríase que el sol se ha burlado del parque He aquí los tres policías a investigar el rapto buscando huellas de la huida por las teclas del piano A cada nuevo indicio un pájaro falso traspone el edificio y sometida al interrogatorio una estrella muda marcha al suplicio Prosigamos adelante La infatigable carretera va y viene sin cesar por la ladera Son las cinco de la tarde Junto al arroyo el agua y a muy pocos kilómetros la primavera La luna corre para llegar antes Dónde están los amantes Apenas las esquinas ciudadanas se despidieron hasta mañana cuando se vi saltar de un coche del brazo traídos la inesperada noche El reloj de la torre dilató su pupila Y los gallos despistados cuentan una hora más de las precisas En todos los rincones hay un bulto y una luz cuelga del balcón A cada paso del transeúnte la luz cede y el cielo se resiente Henos por fin ante el ladrón El reloj ingenuo canta el crimen Y entre el llorar de las cortinas la luna estalla de pasión La ciudad duerme en el sitio de costumbre Y en el lugar del suceso el farol asustado contempla al árbol preso
La noche marchó en tren y el ala de mi verso se abre y se cierra bien Hoy los corderos amontonan la risa Es el día sin mar Nunca estuvo tan cerca la mujer hermosa y el árbol escolar La nieve sube y baja y las orugas hilan la mortaja
El cielo está hecho con lápices de colores Mi americana intacta no ha visto los amores Y nacido en las manos del jardinero el arco iris riega los arbustos exteriores Un pájaro perdido anida en mi sombrero Las parejas de amantes marchitan el parquet Y se oyen débilmente las órdenes de Dios que juega consigo mismo al ajedrez Los niños cantan por abril La nube verde y rosa ha llegado a la meta Yo he visto nacer flores entre las hojas del atril y al cazador furtivo matar una cometa En su escenario nuevo ensaya el verano y en un rincón del paisaje la lluvia toca el piano
Yo pastor de bulevares desataba los bancos y sentado en la orilla corriente del paseo dejaba divagar mis corderos escolares Todo había cesado Mi cuaderno única fronda del invierno y el kiosko bien anclado entre la espuma Yo pensaba en mis nubes olas tibias del cielo que buscan domicilio sin abatir el vuelo Yo pensaba en los pliegues de las mañanas bellas planchadas al revés que mi pañuelo Pero para volar es menester que el sol pendule y que gire en la mano nuestra esfera armilar Todo es distinto ya Mi corazón bailando equivoca a la estrella y es tal la fiebre y la electricidad que alumbra incandescente la botella Ni la torre silvestre distribuye los vientos girando lentamente ni mis manos ordeñan las horas recipientes Hay que esperar el desfile de las borrascas y las profecías Hay que esperar que nazca de la luna el pájaro mesías Todo tiene que llegar El oleaje del cine es igual que el del mar Los días lejanos cruzan por la pantalla Banderas nunca vistas perfuman el espacio y el teléfono trae ecos de batalla Las olas dan la vuelta al mundo Ya no hay exploradores del polo y del estrecho y de una enfermedad desconocida se mueren los turistas la guía sobre el pecho Las olas dan la vuelta al mundo Yo me iría con ellas Ellas todo lo han visto No retornan jamás ni vuelven la cabeza almohadas desahuciadas y sandalias de Cristo Dejadme recostado eternamente Yo fumaré mis versos y llevaré mis nubes por todos los caminos de la tierra y del cielo Y cuando vuelva el sol en su caballo blanco mi lecho equilibrado alzará el vuelo
El mantel jirón del cielo es mi estandarte y el licor del poniente da su reflejo al arte Yo prefiero el mar cerrado y al sol le pongo sordina Mi poesía y las manzanas hacen la atmósfera más fina Enmedio la guitarra Amémosla Ella recoge el aire circundante Es el desnudo nuevo venus del siglo o madona sin infante Bajo sus cuerdas los ríos pasan y los pájaros beben el agua sin mancharla Después de ver el cuadro la luna es más precisa y la vida más bella El espejo doméstico ensaya una sonrisa y en un transporte de pasión canta el agua enjaulada en la botella
Yo ya sé que es estéril la rueda indagatoria pero esta puerta de aspas será siempre mi noria Las manos vacías suben Las estrellas se van Mis monedas son flores y un día se mustiarán Desde aquel día ya no habrá pastores La calle cambia de postura como mi barca semanal La misma luna vive de un ritmo vegetal Dejemos el compás para el joven poeta y a los astrónomos la ruleta Las mariposas de hoy aman la oficina Y esto no se interpreta Nuevo día Sin embargo yo soy el que ayer se moría cuando cada farol era una herida mía En la estación del alba han fijado el cartel El sol consulta diariamente su ruta y se provee de miel A la orilla gastada del camino mi sombra y yo nos despedimos Y el tren que pasaba ha dejado mis manos colmadas de racimos
Vedme aquí caminando sobre mi propio verso como el barco de la tarde que deja sobre el mar un reguero de sangre No os acerquéis vosotros a escucharme ganadores del pan y del licor de amor Ya murió el último intérprete Llevaba en la mano la flor natural Belleza sin jornal Belleza clásica de mi violín estival Los pájaros aprenden mis endecasílabos y la lluvia afina su guitarra enmohecida Pasan bailando los días Cada uno inventa una nueva figura Y no creáis que esto es un juego Es el verso sin humo o el mar que se inaugura Mi llave abre los trajes y les extrae la carne interior Corazón del vestido Guardarropa y poesía sin dolor
Están todas También las que se encienden en las noches de moda Nace del cielo tanto humo que ha oxidado mis ojos Son sensibles al tacto las estrellas No sé escribir a máquina sin ellas Ellas lo saben todo Graduar el mar febril y refrescar mi sangre con su nieve infantil La noche ha abierto el piano y yo las digo adiós con la mano
En su trineo bien atado las golondrinas traen el viento que encontraron en el pozo durmiendo Probablemente hoy cantarán los amantes y harán vivo el espacio las estrellas errantes Hoy se siente romántico el reloj de mi pecho Y mientras pasa el marino fumando su destino el viento hace nacer las alas de mi lecho Es la hora decisiva La única hora todavía viva Árboles del camino Mañana ensayaréis vuestro saludo en vano Sin embargo algo queda La estela de mi verso conduce al aeroplano y los corderos llenan de humo la alameda
Repertorio del mar Todo los días muda de programa y de traje Cuánta música apócrifa Cuánto dolor teñido Y cómo copia el cielo su tela y su oleaje Un velero naufraga y canta y canta y canta mi pañuelo Se va alejando el mar A veces se inclina un poco a la derecha Pero siempre son nuevos sus versos de romance mar exangüe de tantos mástiles y flechas Los peces laboriosos trenzando y destrenzando estelas Está ya viejo el mar Ya no puede cantar y los navíos que cruzan se deshojan de malestar El color es ya aroma y la música brisa El último naufragio hoy a las seis Mi flauta y la luna hacen la espuma
Puente arriba puente abajo la lluvia está paseando Del río nacen mis alas y la luz es de los pájaros Nosotros estamos tristes Vosotros lo estáis también Cuándo vendrá la primavera a patinar sobre el andén El invierno pasa y pasa río abajo río arriba Le ha visto la molinera cruzar con la cabeza pensativa El árbol cierra su paraguas y de mi mano nace el frío Pájaros viejos y estrellas se equivocan de nido Cruzan la lluvia a la otra orilla No he de maltratarla yo Ella acelera el molino y regula el reloj El sol saldrá al revés mañana y la lluvia vacía volará a refugiarse en la campana
El violín descorre la cortina Pende de un clavo la ventana Aún está clausurado el paisaje El sol balón de oxígeno mantiene puro el cuadro y la lluvia hace el barnizaje Esta casa está viva Dos veces por minuto la ventana respira Y de mis manos surge esta humareda votiva En la pared el cuadro muere todos los años Yo soy el pianista otoñal Yo abro y cierro la noche como un libro e interpreto la música de mi cielo manual Podéis elegir La hora y la puerta Pero después de amar hay que morir El viento deja de nuevo en blanco mi cuaderno Otra vez a empezar No busquéis en el techo el planeta paterno
A la derecha un resplandor Es el rubor del cielo o el calcetín inmaculado arco iris del suelo Todo está intacto El pichón aprende el canto y las reglas del vuelo Hoy se renueva el río y el amor sin pacto La música dirige el concilio de dioses y la luna hace el entreacto Otra vez el mar Se ha declarado en huelga y no quiere acompañar El piloto descuida la estrella y el violín y mi mano abanica los veleros cansados Es como un solo de jardín entre el murmullo de los prados Buenos días Es la primera vez que sale el sol sin hacer ruido Y yo consulto en la guía dónde se hace el trasbordo sin cambiar de vestido Pasan las horas llevando mi equipaje No sé si llegaré a tiempo al desenlace Las estrellas se relevan por turno Última hora Un instante se ha visto Era el astro anular o la aureola de Cristo El bosque y la orquesta lloran En mi reloj son las cuatro Cae sobre el mar la lluvia como un telón de teatro