Uvas
y queso
saben a beso. Aunque para los incondicionales del queso cualquier
excusa es buena para degustar ese taquito que, al final, termina por convertirse
en "tengo que parar ya". Para los amantes del queso, y para
nuestros lectores aquí marchando unas "tapitas" de queso
y un poco de la historia del queso en Escocia.
Aunque existe evidencia de que hacia el 4000 A.C los pobladores de las
islas británicas estaban familiarizados con las técnicas
de siembra y granja, ignoramos si conocían las técnicas
de la fabricación del queso. Los primeros pobladores procedían
de Centroeuropa y se asentaron en lo que es hoy Yorkshire y la costa este
escocesa hacia las tierras fértiles del fiordo de Moray. Poblamientos
posteriores utilizaron las rutas marítimas occidentales para asentarse
en Argyllshire y en las islas Outer, avanzando hacia el norte de Escocia,
Orkney y las Shetland. Estos pobladores trajeron consigo trigo y cebada,
ganado, ovejas, cabras y conocían las técnicas para talar
el bosque y crear praderas para el pasto y el cultivo de los cereales.
Las técnicas de fabricación de queso que en la actualidad
se conocen en Europa son, básicamente, un desarrollo de la adaptación
que los europeos hicieran de las técnicas usadas en el delta del
Nilo. En el área de tierra entre el Tigris y el Eufrates en Iraq
parece que ya se hacía queso. Los arqueólogos han descubierto
que ya en el 6000 AC se hacía queso de vaca y cabra, que se guardaba
en recipientes. Murales funerarios egipcios del 2000 AC aportan evidencia
de la fabricación de mantequilla y queso, otros murales muestran
cómo la mantequilla se almacenaba en bolsas de piel suspendidas
de poleas, lo que demuestra un conocimiento bastante amplio de la preparación
y preservación de productos lácteos. Es posible que las
tribus nómadas de Asia central encontraran que los intestinos de
animales suponían una forma cómoda y eficaz de almacenar
la leche y transportarla sobre animales durante un trayecto. Los azúcares
de la fermentación de la leche producirían la nata de la
leche, que se cortaría a causa del movimiento otorgando una bebida
excepcional. Una vez eliminada la nata, el suero restante colado y ligeramente
salado proporcionaría un alimento rico en proteínas, sales
minerales y lactosa.
El arte del queso evolucionó a partir de dos métodos. El
primero fue la fermentación de la leche como el yogur, koumiss
y kefir. El segundo método consiste en dejar que la leche se agrie
para formar la nata y el suero. El suero se colaba posteriormente a través
de objetos de barro perforados, cestas de mimbre o similares. En Wiltshire,
Reino Unido, se han encontrado recipientes perforados de cerámica
que datan del 1800 AC, desenterrados en Windhmill Hill, un yacimiento
neolítico. Se cree que podrían haber sido usados para colar
la nata-manteca. En nuestros días, aun se usan cestas tejidas para
la fabricación de Surati Oanir y Dacca curds. Si nos basamos en
relatos bíblicos sabemos que cuando David escapó por el
río Jordan comió queso de vaca (Samuel 17:29) y se dice
que presentó 10 quesos al capitán del ejército en
la batalla con Saul (1 Samuel 17:18). Incluso hay noticias de un lugar
llamado El valle de los fabricantes de queso cerca de Jerusalem. El mundo
grecolatino ofrece evidencia del amor al arte del queso. Aristóteles
recoge comentarios del queso hecho de yegua y burra, el koumiss ruso se
deriva de leche de yegua y se fermenta para la producción de un
contenido alcohólico de un 3%. Los romanos convertirían
la fabricación del queso en un arte. Nos ha quedado evidencia escrita
del impacto e innovaciones. Hacia el 300 DC. se exportaba queso por todo
el Mediterráneo. El comercio se extendió hasta tal punto
que el emperador Dioclesiano tuvo que fijar los precios de un tipo de
queso muy popular en el imperio romano, de manzana y ahumado. Cuentan
que otro queso se promocionó con el nombre de La Luna, y se cree
que es el origen del parmesano, desde 1579 un tipo de queso único
en su confección. Así las técnicas romanas se extendieron
por toda Europa, y aunque se preservaron en principio por los artesanos,
pronto se expandieron a toda la población.
El queso Cheshire es probablemente el más antiguo y famoso, se
remonta a varios miles de años anterior a la invasión romana,
fabricado por los celtas en las tierras saladas de Cheshire. Mientras
que en Inglaterra la asimilación de las técnicas romanas
fue más llevadera y relativamente se adoptaron, en Escocia los
Picti y Scots contribuyeron a que escasamente quedara influencia alguna
de los romanos en estas tierras, y por ende, poco quedó en la artesanía
del queso. A fines del siglo IV los romanos abandonaron por completo Escocia
para aunar fuerzas en las crisis del Imperio Romano.
No es hasta el siglo XI que se tienen noticias acerca de la fabricación
del queso en Escocia, una fabricación y métodos que, de
cualquier forma, apenas si habría tenido arraigo en un período
de luchas tribales continuadas. Cuando los vikingos impusieron su cultura
en el norte y oeste de Escocia durante casi quinientos años podría
decirse que este período se vio acompañado de cierta estabilidad,
si bien se puso el interés en la metalistería y la ganadería.
La fabricación de queso se extendió progresivamente hacia
las islas Western y Hebrides. La incursión de tribus celtas desde
Irlanda y la catolización del oeste de Escocia pudo haber fomentado
la fabricación de queso en el ámbito de los monasterios
cuando Kenneth I unió los reinos Picts y a los Scot para formar
un solo reino, progresivamente durante la edad media, y principios del
siglo XVII. Escocia e Inglaterra tenían diferentes medidas y pesos:
los mercaderes exportaban quesos al continente y otros comerciaban con
quesos para el uso diario.
VARIEDAD
|
Año
(DC) |
Gorgonzola |
879 |
Roquefort |
1070 |
Grana |
1200 |
Cheddar |
1500 |
Parmesan |
1579 |
Gouda |
1697 |
Gloucester |
1697 |
Stilton |
1785 |
Camembert |
1791 |
Evolución
de algunas variedades de queso con el año aproximado de su
primer registro. |
La unidad
de peso en Escocia era el tron, de ahí nombres como Trongate, el
lugar donde se pesaban los productos y se retiraba una parte para el rey.
En las crónicas se muestra que el arte del queso se practicaba
en Forfar y, posteriormente, en Stirling, bajo el estricto control de
los escribas. Testimonios eclesiásticos nos cuentan que los cudrun
de queso a menudo formaban parte de los tributos pagados al rey. Los tipos
de queso podían ser variados, posiblemente aquellos destinados
a la realeza confeccionados con leche fresca y entera mientras que se
emplearía más tarde double cream, com el queso de los MacDonalds,
Lords of the Isles. La leche era demasiado preciada y probablemte se rebajaría
sacando primero la mantequilla. Cuando Robert the Bruce subió al
trono el queso constaba ya como producto altamente establecido en la dieta
de sus tropas. Desde principios de 1600 las Highlands, que habían
abastecido a las tierras bajas con productos lácteos, incrementaron
su producción ganadera. Al iniciarse el siglo XVIII el desarrollo
industrial modificó el paisaje escocés, especialmente el
sur y oeste de Escocia. Hasta el siglo XX en Upper Clydesdale el queso
de cabra continuará abasteciendo a Lothian y Edimburgo, donde era
posible transportarlo cómodamente.
¿Qué puedo decir? A mí me encantan casi todos los
tipos de queso, el queso Applewood es delicioso, y el el Cheddar de Arran
también
Si quieres saber más acerca de los quesos
británicos visita: http://www.cheesefrombritain.com.
¡y que aproveche!
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