Por si alguien
aun no se ha enterado, el invierno se acerca peligrosamente. De hecho,
hay quien dice que ya esta aquí.
A causa de "inolvidables" experiencias previas, últimamente
me ha dado por reflexionar acerca de la relación entre el invierno
y la microeconomía, que es algo así como la economía
de andar por casa.
La conclusión es tajante: el invierno es la estación mas
cara del año. Y no me refiero precisamente a la temporada navideña
ni a cursilerías como el 14 de febrero-un-diamante-es-para-siempre.
Imagínate como se estarán frotando las manos todas esas
empresas que tienen algo que ofrecer y de lo que no podemos prescindir:
paraguas, bufandas, paracetamol, kleenex, botas que no calen... Una lista
interminable en la que todo el mundo, por una u otra razón, caemos.
Sin embargo,
lo mas impactante es descubrir como se disparan las facturas. Mi favorita,
por poner un ejemplo, es la de la electricidad. La falta de claridad se
soluciona encendiendo las luces desde las 4 de la tarde hasta la 1 de
la madrugada. Esto contando con que no seas insomne y te vayas a la cama
a leer, claro.
Es desesperante
notar como el hogar, dulce hogar, se va convirtiendo en una autentica
nevera. Y, claro, por no usar dentro de casa el abrigo tipo Yeti con el
que salimos a la calle, ponemos a tope la calefacción como única
forma de reanimar cuerpo y espíritu.
Por otro
lado, gracias a la lluvia y al viento polar, lo que menos apetece es salir
de paseo, verdad?. Durante esta época del año quedar con
alguien significa claramente ir a refugiarse a algún sitio para
tomar un café, un té o lo que se tercie. Y de ahí
al cine o museo ( al menos, el invierno tiene su
pequeña reivindicación cultural), al pub o a casa a ver
la tele.
Por supuesto, los traslados siempre se hacen en coche, con el consiguiente
gasto en carburante para quien lo tiene, ¡o en autobús! ¡Menos
mal que existe el Day-saver!
Que conste que en estas líneas me estoy refiriendo a la mayoría
y que estoy generalizando. Hay otras personas, más afortunadas,
que se centran en sus hobbies o que simplemente ivernan.
Para sobrellevar este aumento de la carestía de la vida cada cual
se lo monta como puede; pero aquí dejo unos consejillos que, aunque
no creo que sirvan para mucho, pueden dar ideas:
1)Cocinar
legumbre con acompañamiento super calórico para toda la
semana. Es el mejor plato para combatir el frío. Además
es fácil de preparar y llevar en el tupper-ware, con lo cual te
ahorrarás lo suyo en comida basura. El inconveniente es que te
puede dar un terrible y continuado ardor de estómago.
2)Visitar
mas a menudo a las amistades. De esta manera, no sólo no te pasas
las horas muertas en el pub o en el cibercafé, sino que ahorras
en facturas domésticas disfrutando de las comodidades en casa ajena.
Y con un poco de suerte, si llegas en el momento adecuado, te vas hasta
comido. El inconveniente es que igual te duran poco los amigos.
|