Querido tío
Pepe:
¡No te imaginas lo contenta que estoy! ¡Ya estoy en España!
Me ha dado mucha alegría ver a mis amigos. Es como si no me hubiera
ido nunca. Todo esta igual. Salimos por los mismos bares, aunque ahora
se llaman de otra manera, y vamos a los mismos sitios. No te imaginas
el calorcito que hace aquí ¡cuarenta grados a la sombra!
Al mediodía no se puede respirar. Pero no importa, nos vamos a
la playa en cuanto podemos. ¡Y que te voy a contar de la comida!
El gazpachito, los montaítos, la paella...
¡Qué
bueno está todo! Aquí todo es más barato: la cerveza,
los cubatas... aunque la verdad es que nunca tengo un duro de todas formas.
Espero que la cosa cambie cuando tenga trabajo. Los trenes no descarrilan
ni tienen tanto retraso como allí y los periódicos son más
serios ¡nunca hablan del matrimonio Beckham! Es genial poder hablar
en español todo el rato. Todo el mundo me entiende y yo entiendo
a todo el mundo. Aunque tengo que tener cuidado con que no se me escapen
cosas como estoy bisi o chequear el imeil.
Lo malo es que todo el mundo se queja de lo mismo, ¡qué difícil
es encontrar trabajo! Por lo menos un trabajo bueno y cuando digo bueno
me refiero a que no te exploten ni te echen a la primera de cambio, que
es lo que les interesa.
Me
acuerdo mucho de Edimburgo cuando voy a coger el autobús. Aquí
no hay horarios así que puedes estar esperando hasta que te salga
barba. Y cuando por fin me monto, me aburro por que no puedo leer el Metro.
Cuando voy a comprar ahora me hago un poco de lío. Es como si a
nuestros supermercados les faltaran productos. No tienen ofertas de cerveza
ni vino chileno, ideal para las fiestas. Yo me metía con la televisión
británica, pero es que la española... no hacen más
que hablar de una tal Tamara, una cantante-esperpento y de
todo el mundillo que hay a su alrededor. Además de un montón
de personajillos que yo no conozco, están las de siempre, Isabel
Preysler, Rocío Jurado, Rociíto... etc. Las pelis son las
de siempre, ayer pusieron Pretty Woman, y las buenas las proyectan en
los canales privados de pago. Aunque, sin duda, lo peor de la televisión
es el famoso programa de Gran Hermano. Tengo que confesar que al principio
me hacía gracia, pero no me puedo creer que tenga tanta transcendencia.
Aquí los concursantes son héroes (también los del
año pasado). Este año ha concursado un indeseable que se
dedicaba a abusar física y psíquicamente de su novia
en la casa, vamos que le pegaba. Le echaron pero sigue saliendo en televisión
como si fuera alguien. Y de política, qué te voy a contar.
Es verdad que en todas partes cuecen habas, pero creo que allí
son más democráticos. En Gran Bretaña los políticos
se prestan a hacer debates e incluso se atreven a enfrentarse a la opinión
publica, contestando a las preguntas/quejas de los votantes en televisión.
Las campañas de los políticos españoles están
llenas de insultos y recriminaciones. Ahora me alío con éste
y ahora le pongo verde. Esto no es un patio de colegio.
Pero
lo que echo más de menos es a mis amigos. No es que esté
sola, ni que ya no quiera a mi gente de aquí, es que me acuerdo
mucho de mi pequeña familia del Norte. Son dos tipos de amigos
diferentes; unos están siempre ahí.
Bueno tío, me despido que me estoy poniendo melancólica.
Un beso, Tu sobrina.
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