Extracto
de una carta mandada a la gaceta por Carolina Gutierrez, en replica al
artículo de Clovis "Vacas y becas" publicado en el número
de marzo.
Esta es una
referencia al articulo de Clovis, licenciado en Ciencias Sociales, publicado
en esta misma gaceta el pasado mes de marzo. En principio tengo que advertir
que mis líneas pueden no ser tan sugerentes o no se expresen tan
explicitas ni eruditas como las que tu escribiste. Pero supongo que esto
no es de gran importancia, estoy a salvo si se tiene en cuenta que "soy
de ciencias". Los de ciencias no tenemos que escribir bien, de hecho
no escribimos bien. Yo diría más, no hablamos bien, no nos
relacionamos bien, no pensamos bien. Quizás hasta llegue mas lejos:
ni siquiera pensamos (como "los de letras" entienden pensar).
Los de ciencias somos los de las fórmulas y las calculadoras, no
sabemos de filosofía o psicología
o eso creéis
los demás. A mi parecer pocos le dan tantas vueltas a todo como
un científico. A TODO.
Me
he pasado mis años de carrera (Física) viendo como los estudiantes
de letras -y generalizo, porque esa facultad no va a ser sólo de
ellos- pasaban con considerable facilidad sus exámenes cada año,
estadísticas de aprobados de setentas y ochentas por ciento que
me he ido tragando por eso de la inocencia y humildad de la "vocación".
Curso tras curso uno se va adentrando en sus propios objetivos que ya
es bastante ardua empresa, y se olvida un poco de que esa empresa para
otros es mucho más llevadera. Nadie de esos que quieren encerrarse
en un bando protestaba entonces, que yo recuerde, ante lo difícil
que resultaba -y resulta- equiparar las cifras de aprobados entre las
Facultades de Física y la de Ciencias Sociales españolas
y si no me equivoco, de muchos más países. ¿Acaso
creyeron que en esa Facultad de Física estudian sólo un
15 o 20% de listos frente al 80% de la suya?. Estoy segura de que no lo
creyeron. Saben lo que hay. Que "su" ciencia se aprende antes
y más fácilmente que "la nuestra", lo saben. No
es ni malo ni bueno, ni blanco ni negro, es así y no es tan subjetivo:
el estudio científico ha desarrollado aun sólo una pequeña
parte de sus posibilidades, aun estamos en el "sólo sé
que no se nada", literalmente. No sé como está la Sociología,
estoy de acuerdo en que reivindiques más becas si crees que no
hay suficientes, pero no te sirvas del ataque gratuito contra lo que el
mundo, que quizás sepa más que tú, está necesitando
en muchos aspectos. No sé puede rebotar uno por un problema que
afecta a tan pocos, en detrimento de tantos como nos vemos involucrados
en las palabras -cito las tuyas- ciencia, informática y tecnologías
varias.
Lo que más injusto me resulta de tu articulo es que os reservéis
para vosotros la capacidad de "mejorar la calidad de vida de todos
los que habitamos el planeta (animales y vegetales incluidos)". Decir
que el objeto de la Ciencia es perfeccionar el cuerpo y alargar la vida
y la cuenta bancaria de no sé quién, me parece que es demagogia
que sale de la boca de quien no ha olido la ciencia ni de lejos y de quien
esta muy cabreado y no tiene otro camino de vuelta a la confirmación
personal y la seguridad.
No soy experta en Sociales y en ningún caso voy a infravalorar
unos estudios a los que no he accedido nunca. Pero me resulta muy difícil
de asimilar que un licenciado de las relaciones humanas no conozca las
ventajas del progreso, como el hecho de que l pueda haber llegado hasta
Edimburgo, buscar un Master por cualquier medio, escribir e imprimir lo
escrito en una gaceta y hacer llegar esa gaceta a toda la comunidad española
de la misma ciudad. Ese progreso resulta insignificante para los mismos
que se valen de él, que después de usarlo, saquearlo y desprestigiarlo,
se atreven a culpar al avance de la ciencia de toda lacra HUMANA existente
-y es que todo lo conocido es humano y tu ciencia y la mía son
la misma al final. Tu mejor que nadie deberías saber que el progreso
no es más que el reflejo de la mentalidad social en expansión,
inevitablemente.
Podríamos dar un voto de confianza a la inteligencia de los demás,
que forman la "mayoría", no golpear siempre en el desprecio
del esfuerzo cotidiano y tedioso de esa abominable "masa humana"
que prefiere el progreso, que al fin y al cabo la conforman la unión
de muchísimas mentes, todas ellas de igual validez que la nuestra.
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