Citas Bíblicas

PARÁBOLA DEL SEMBRADOR (1ªParte) ¿Qué son los frutos?

La “parábola del sembrador”, es una de las enseñanzas fundamentales de la fe cristiana. Si no se comprende el significado de esta parábola, no pueden comprenderse las demás. Respecto a esto, el Señor Jesucristo dice:

“... ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas? (Mr: 4:13)

La Biblia es en sí misma un misterio, es decir, algo “escondido” La mayoría de las enseñanzas que en ella hay, están ocultas al entendimiento natural. Por eso el apóstol Pablo dice:

“…el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.” (1Co:2:14)

Para conocer los misterios que la Biblia encierra, los cuales están ocultos al hombre natural, es necesario que Dios alumbre nuestros ojos y nuestros oídos, (espiritualmente hablando) de manera que nuestro espíritu sea enseñado por el Espíritu de Dios.
Así pues, no basta con leer y entender un texto para conocer los misterios; sino que el mensaje espiritual siempre está “oculto”, y solo se puede conocer por medio del Espíritu.
Lo que venimos diciendo se puede comprobar en el siguiente pasaje en donde Jesús explica a los discípulos porqué habla mediante parábolas:

“Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?
Él respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado…. Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.” (Mt:13:10;12)

El Señor Jesucristo enseñaba a la gente por medio de parábolas, porque a ellos no les era dado conocer los misterios del Reino.
Ahora bien: Si esos misterios no estaban al alcance de la mano de cualquier persona en época de Cristo, hoy tampoco lo están.
Esto podemos ejemplificarlo en la parábola del sembrador. En esa parábola, si bien el Señor esclarece para los discípulos los elementos descritos en ella; (Mt:13:18-23)  nos encontramos con la realidad, de que en esa explicacion no está definido lo que son los frutos, ni qué es aquello que se le quitará a quien no los tenga y se añadirá al que tiene más:

“Porque a cualquiera que tiene, se le dará y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.” (Mt:13:11)

Vemos que, aun con la explicación dada por el Señor, el misterio sigue ahí. ¿Qué es lo que se quitará o se añadirá? Y más aun, ¿Qué son los frutos?
Muchas personas creen que los frutos son las almas que guiamos al Señor. Pero esa conclusión no tiene ningún sentido, pues: ¿Qué culpa tiene el predicador de que las personas que lo escuchan no se conviertan a Dios? ¿No sería injusto que se le quitara algo al predicador solo porque los demás no se convierten? Y aun en el caso que fueran las almas, ¿Qué es lo que se le añadiría al ganador de almas?

Si usted está interesado en conocer los misterios de esta parábola, le invitamos a leer la segunda parte de este estudio.

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