El trabajo de un  ingeniero químico implica la selección de las etapas y en un orden adecuado, para llevar a cabo un proceso, una reacción química, una separación de productos o una purificación de los mismos. En vista de que cada etapa está sujeta a variaciones  (por ejemplo; concentración, tiempo, o energía, etc.), el ingeniero debe también especificar la condición bajo la cual debe llevarse a efecto cada una de ellas.

Así que el trabajo del ingeniero, en todo momento implica determinaciones de tipo cuantitativo, es ahí donde la matemática resulta una herramienta clave para el desarrollo del mismo. Por lo tanto, para un proceso, por ejemplo; alguno donde haya una reacción química, ésta debe expresarse mediante una ecuación cuantitativa, lo mismo que los balances de materia y energía para prever el tamaño del equipo necesario. Así resulta que en el caso específico, para la solución a problemas de transferencia de calor, las ecuaciones de  la termoquímica   se utilizan ampliamente, tal es el caso del cálculo de calor;

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