Karl Korsch
La concepción materialista de la historia

Índice

DESARROLLO (I) - La dialéctica materialista

  1. El método no es otra cosa sino la estructura de toda exposición en su pura esencialidad.
    Hegel, Fenomenología del Espíritu

  2. El resultado al que llegamos no es sino que la producción, el intercambio, el consumo son idénticos, pero que son los elementos de un todo, diversidades en el seno de una unidad. La producción se trasciende ella misma en la determinación contradictoria de la producción; trasciende también los otros momentos del proceso. (...) Tal producción determina tal consumo, tal distribución, tal intercambio determinados; es ella la que determina las relaciones recíprocas determinadas de todos estos diferentes momentos. Sin duda, en su forma particularizada, es determinada a su vez por los otros momentos. Por ejemplo, cuando el mercado o, dicho de otra manera, la esfera del intercambio, se extiende, la producción se acrecienta en volumen y se diversifica más. La producción se transforma al mismo tiempo que la distribución; por ejemplo, en caso de concentración del capital o de repartición diferente de la población en la ciudad y en el campo, etc. Finalmente, las necesidades de los consumidores actúan sobre la producción. Hay acción recíproca entre los diversos factores: es el caso de todo conjunto orgánico.
    Marx, Introducción a la crítica de la economía política

  3. La forma económica específica en la que se extorsiona a los productores directos el plustrabajo no pagado, determina el sistema de dominación y de servidumbre tal como resulta directamente de la producción misma, y a su vez, reacciona sobre ésta. Sobre esta base se constituye la comunidad económica tal como nace de las relaciones de producción, y en ella descansa igualmente la estructura política específica de la comunidad. (...) Esto no impide que la misma base económica – la misma en cuanto a sus condiciones principales – pueda revelar una infinidad de variaciones y de gradaciones que no se pueden captar sin analizar sus innumerables condiciones empíricas (medio natural, factores raciales, influencias históricas que actúan desde el exterior, etc.).
    Marx, El Capital, Libro III

  4. Sin embargo, la repartición no es un puro resultado pasivo de la producción y del intercambio; aquella actúa tanto sobre la una como sobre el otro. Todo modo de producción nuevo o toda forma de intercambio nueva están obstaculizados al principio no sólo por las formas antiguas y las instituciones políticas correspondientes, sino también por el modo antiguo de repartición. En una larga lucha, primero tienen que conquistar la repartición que les corresponde.
    Engels, Anti-Dühring

  5. Hay que examinar especialmente el papel de las leyes en la conservación de las relaciones de distribución y después su efecto sobre la producción.
    Marx, Introducción a la crítica...

  6. ...Según la concepción materialista de la historia, el factor determinante en la historia es, en última instancia, la producción y la reproducción de la vida real. Ni Marx ni yo hemos afirmado nunca nada más. Si alguien desnaturaliza esta posición en el sentido de que el factor económico es el único determinante, lo transforma en una frase hueca, abstracta, absurda. La situación económica es la base, pero los diversos elementos de la superestructura: las formas políticas de la lucha de clases y sus resultados – las Constituciones establecidas una vez la batalla ganada por la clase victoriosa, etc., - las formas jurídicas, e incluso los reflejos de todas estas luchas reales en el cerebro de los participantes, teorías políticas, jurídicas, filosóficas, concepciones religiosas y su desarrollo ulterior en sistemas dogmáticos, ejercen igualmente su acción sobre el curso de las luchas históricas y, en muchos casos, determinan de modo preponderante su forma. Hay interacción de todos estos factores, en el interior de la cual el movimiento económico acaba por abrirse camino como una necesidad, a través de una multitud infinita de contingencias (es decir, de cosas y de acontecimientos cuya ligazón interna entre sí es tan lejana o tan difícil de demostrar que podemos considerarla como inexistente y no tomarla en consideración). Si no, la aplicación de la teoría a cualquier período histórico sería, a fe mía, más fácil que la resolución de una simple ecuación de primer grado.
    Engels, Carta a J.Bloch, 21 de septiembre de 1890

  7. Toda forma de producción engendra sus propias instituciones jurídicas, su propio tipo de gobierno, etc. Es dar prueba de grosería y falta de inteligencia establecer relaciones fortuitas entre fenómenos que constituyen un todo orgánico, ligarlos simplemente como un objeto y su reflejo.
    Marx, Introducción a la crítica...

  8. Para estudiar las relaciones entre la producción intelectual y la producción material, ante todo no hay que considerar a esta última como una categoría general, sino captarla en una forma histórica determinada. Así, por ejemplo, al modo de producción capitalista corresponde un género de producción intelectual distinto al que corresponde al modo de producción medieval. Cuando la producción material misma no es considerada en su forma histórica específica, es imposible comprender lo que tiene de determinado la producción intelectual correspondiente, así como la interacción de las dos clases de producciones. De otro modo, se queda uno en tonterías. (...) Además: de una forma bien determinada de la producción material resulta en primer lugar una estructura determinada de la sociedad, en segundo lugar, cierta relación determinada de los hombres hacia la naturaleza. Su organización estatal y su ideología están determinadas por estos dos puntos. Por tanto, también el género de su producción intelectual.
    Marx, Teorías sobre la plusvalía

  9. Es el hombre mismo el que es el fundamento de su producción material, así como de toda otra producción que él garantice. Por tanto, todas las circunstancias que afecten al hombre, objeto de la producción, modifican más o menos todas sus funciones y actividades en calidad de creador de la riqueza material, de las mercancías. A este respecto, se puede probar efectivamente que todas las relaciones y funciones humanas, en cualquier forma y apariencia que se presenten, influencian la producción material y actúan sobre ella de manera más o menos determinante.
    Marx, Teorías sobre la plusvalía

  10. Lo que falta a todos estos señores (los críticos burgueses de Marx), es la dialéctica. Continúan viendo, aquí sólo la causa, allí, sólo el efecto. Es una abstracción vacía, en el mundo real semejantes antagonismos polares metafísicos no existen más que en las crisis, pero todo el gran curso de las cosas se produce bajo la forma de acción y reacción de fuerzas, sin duda muy desiguales, el movimiento económico de las cuales es, con mucho, la fuerza más poderosa, la más inicial, la más decisiva, aquí no hay nada absoluto y todo es relativo, todo esto, qué quieren ustedes, ellos no lo ven; para ellos, Hegel no ha existido.
    Engels, Carta a Conrad Schmidt del 27 de octubre de 1890

  11. La gran idea fundamental de la dialéctica materialista es que el mundo no debe ser considerado como un complejo de cosas acabadas, sino como un complejo de procesos en que las cosas, aparentemente estables, al igual que sus reflejos intelectuales en nuestro cerebro, los conceptos, se desarrollan y mueren pasando por un cambio ininterrumpido en el curso del cual, finalmente, a pesar de todos los azares aparentes y todos los retrocesos momentáneos, un desarrollo progresivo acaba por abrirse paso.
    Engels, Ludwig Feuerbach...

  12. El gran mérito de las explicaciones de Marx es aplicar, ahí también, de modo consecuente, la dialéctica materialista, la teoría de la evolución, y considerar el comunismo como algo que se desarrolla a partir del capitalismo.
    Lenin, El Estado y la revolución (1917)12

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12 Lo hemos dicho: Korsch (al igual que Lukacs) creía ver en aquella época en Lenin (1922) al continuador de Marx y de Engels. Se retractará claramente de esta ilusión en la segunda edición de Marxismo y filosofía (1930) para declarar que la “dictadura ideológica (...) que se ejerce hoy en la Rusia Soviética en nombre de lo que se ha bautizado como “marxismo-leninismo” (oscila) entre el progreso revolucionario y la reacción más obscura”, antes de concluir implacablemente contra Lenin y sus epígonos: Tanto en sus fines como en sus vías, el socialismo es un combate por la realización de la libertad”. N.D.L.R.).


Círculo Internacional de Comunistas Antibolcheviques

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