Karl Korsch
La concepción materialista de la historia
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SUPERESTRUCTURA(II) - El proceso vital intelectual
- Mirad los pájaros del cielo: no siembran ni cosechan, no amontonan
en graneros; sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No
valéis vosotros mucho más que ellos?
Y en cuanto al vestido, ¿por qué preocuparos? Observad cómo
crecen las azucenas de los campos: No trabajan ni hilan; sin embargo, yo os
declaro que Salomón mismo, en toda su gloria, no estaba vestido como
ellas.
Nuevo Testamento, Mateo, VI
- ¡Marta, Marta! Te inquietas y te agitas por muchas cosas; pero hay
pocas, sólo hay una necesaria. Pues María ha elegido la buena
parte, que no le será arrebatada.
Ibíd., Lucas, X
- En efecto, cuando estábamos entre vosotros, os decíamos: “El
que no quiera trabajar, tampoco deber comer”.
Ibíd., Pablo, Segunda epístola a los Tesalonicenses, III
- La RSFSR considera que es deber de todo ciudadano trabajar, estableciendo
la consigna: “El que no trabaja tampoco debe comer”.
Constitución de la República Socialista Federativa Soviética
de Rusia, cap. V, § 18. Adoptada en el Vº Congreso del PCUS (julio
de 1918)
- El trabajo es la fuente de todas las riquezas. Y trabajar, nuestro pueblo
puede hacerlo como ningún otro pueblo.
(Este trabajo de Wilhelm Ostwald ha sido pegado en carteles en Alemania, en
el momento en que reinaba una psicosis de guerra, en edificios públicos.
Aún he visto un ejemplar pegado recientemente a la entrada del santuario,
en los postigos del Banco de Turingia, en Jena).
- Los burgueses tienen excelentes razones para atribuir al trabajo ese poder
sobrenatural de creación; pues por el hecho de que el trabajo está
condicionado por la naturaleza, de ello se sigue que el hombre que no posee
nada más que su fuerza de trabajo, forzosamente será, en cualquier
estado de sociedad y de civilización, esclavo de los hombres que se
hayan hecho propietarios de las condiciones objetivas del trabajo. Aquel no
puede trabajar sino con permiso de estos, y no puede, por tanto, vivir sino
con su permiso.
Marx, Glosas marginales al programa...
- ¿Es necesaria una gran perspicacia para comprender que las ideas,
las concepciones y las nociones de los hombres, en una palabra, su conciencia,
cambia con todo cambio acaecido en sus condiciones de vida, sus relaciones
sociales, su existencia social?
¿Qué demuestra la historia de las ideas si no es que la producción
intelectual se transforma con la producción material? Las ideas dominantes
de una época jamás han sido más que las ideas de la clase
dominante.
Marx y Engels, El Manifiesto comunista
- No es la conciencia de los hombres la que determina su existencia, por
el contrario, es su existencia social la que determina su conciencia.
Marx, Prólogo a la Crítica de la economía política
- Los mismos hombres que establecen las relaciones sociales conforme a su
productividad material, producen también los principios, las ideas,
las categorías, conforme a sus relaciones sociales.
Marx, Miseria de la filosofía
- Sobre las diferentes formas de propiedad, sobre las condiciones de existencia
social se levanta toda una super-estructura de impresiones, de ilusiones,
de formas de pensar y de concepciones filosóficas particulares. Toda
la clase las crea y las forma sobre la base de estas condiciones materiales
y de las relaciones sociales correspondientes. El individuo que las recibe
por la tradición o por la educación puede imaginarse que constituyen
las verdaderas razones determinantes y el punto de partida de su actividad
(...) Es así como en Inglaterra los tories (partido conservador) se
imaginaron durante mucho tiempo que eran entusiastas de la realeza, de la
Iglesia y de las bellezas de la vieja Constitución inglesa hasta el
día en que el peligro les arrancó la confesión que no
eran entusiastas más que de la renta de la tierra.
Marx, El 18 Brumario de Luis Bonaparte (1852)
- Ideologías aún más elevadas, es decir, todavía
más alejadas de su base material económica, toman la forma de
la filosofía y de la religión. Aquí, la correlación
entre las representaciones y sus condiciones de existencia materiales se hace
cada vez más compleja, cada vez más obscurecida por los eslabones
intermedios. Pero sin embargo existe. De igual modo que todo el Renacimiento,
desde la mitad del siglo XV, fue un producto esencial de las ciudades, por
consiguiente, de la burguesía, lo mismo ocurre con la filosofía
renaciente también en esta época. Su contenido no era, esencialmente,
más que la expresión filosófica de las ideas correspondientes
al desarrollo de la pequeña y media burguesía convirtiéndose
en la gran burguesía.
Engels, Ludwig Feuerbach…
- Ahora bien, toda religión no es sino el reflejo fantástico,
en el cerebro de los hombres, de las potencias exteriores que dominan su existencia
cotidiana, reflejo en el que las potencias terrestres toman la forma de potencias
supra-terrestres.
Engels, Anti-Dühring
- El mundo religioso no es sino el reflejo del mundo real. Una sociedad en
la que el producto del trabajo toma generalmente la forma de mercancías
y donde, por consiguiente, la relación más general entre los
productores consiste en comparar los valores de sus productos, y, bajo esta
envoltura de las cosas, en comparar los unos a los otros sus trabajos privados
a título de trabajo humano igual, una tal sociedad encuentra en el
cristianismo, con su culto al hombre abstracto, y sobre todo en sus tipos
burgueses, protestantismo, deísmo, etc., el complemento religioso más
conveniente.
Marx, El Capital, Libro I
- Desde el momento en que vemos las tres clases de la sociedad moderna, la
aristocracia feudal, la burguesía y el proletariado, tener cada una
su moral particular, no podemos dejar de sacar la conclusión que, consciente
o inconscientemente, los hombres beben, en última instancia, sus concepciones
morales en las relaciones prácticas en las que se basa su situación
de clase, en las relaciones económicas en las cuales producen y cambian.
Engels, Anti-Dühring
- El derecho jamás puede estar a un nivel más elevado que el
estado económico y que el grado de civilización social que le
corresponde.
Marx, Glosas marginales al programa...
- Proudhon saca su ideal de “justicia eterna” de las relaciones
jurídicas, que tienen su origen en la sociedad basada en la producción
mercantil, lo que, dicho sea de paso, suministra agradablemente a todos estos
pequeños burgueses la prueba de que este género de producción
durará tanto tiempo como la justicia misma. Después, se apoya
en este ideal para reformar esta sociedad y su derecho. ¿Qué
se pensaría de un químico que, en lugar de estudiar las leyes
de las combinaciones moleculares y resolver sobre esta base problemas determinados,
quisiese transformar estas combinaciones según las “ideas eternas”
de “la afinidad” y de la “naturalidad”?
Marx, El Capital, Libro I
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