Karl Korsch
La concepción materialista de la historia
Índice
SUPERESTRUCTURA (I) - El proceso de la vida social y política
- ¿Quién puede decir cuántas eras habrá que vivir
antes de poder llegar al conocimiento y al pensamiento? ¿La fenicia?
¿La etíope? ¡O bien nada de esto! ¡De suerte que
con nuestro Moisés nos situemos en nuestro lugar! ¿Cuántas
investigaciones hay que hacer todavía, cuántas disyuntivas?
¡Qué obra para abarcar la raza humana! ¡El espíritu
humano! ¡La civilización terrestre! ¡De todas partes!¡De
todos los tiempos! ¡Todos los pueblos! ¡Todas las potencias!¡Todas
las mezcolanzas! ¡Todas las formas! ¡La religión asiática!
¡Y la cronología, policía y filosofía! ¡Y
el arte egipcio, filosofía y policía! ¡Y la aritmética
fenicia, lenguaje y lujo! ¡La totalidad griega! ¡La totalidad
romana! ¡La religión nórdica, derecho, costumbres, guerra,
gloria! ¡La era del papismo, las monjas, la erudición! ¡Los
cruzados del Asia septentrional, los peregrinos, los caballeros! ¡El
despertar pagano cristiano al saber! ¡El siglo francés! ¡La
conformación inglesa, la holandesa, la alemana! ¡La política
china, la japonesa! ¡La teoría de la naturaleza de un nuevo mundo!
Las costumbres americanas, etc. El gran tema: ¡la raza de los hombres
no se extinguirá antes de haberlo producido todo! ¡Mientras el
genio de la iluminación no haya atravesado la tierra! ¡Historia
universal de la formación del mundo!
Johann Gottfried Herder, Diario de mis viajes (1769)
- El pensamiento fundamental y director del Manifiesto es éste: La
producción económica y la organización social que se
deriva de ella necesariamente, forman, en cada época histórica,
la base de la historia política e intelectual del momento; por consiguiente
(después de la disolución de la arcaica propiedad común
de la tierra), toda la historia ha sido la de las luchas de clases, luchas
entre clases explotadas y explotadoras, entre clases dominadas y dominantes,
en los diferentes estadios del desarrollo social; ahora bien, esta lucha ha
alcanzado actualmente un grado en que la clase explotada y oprimida (el?proletariado)
no puede liberarse de la clase que la explota y oprime (la burguesía)
sin liberar al mismo tiempo y para siempre la sociedad entera de la explotación,
de la opresión y de las luchas de clases.
Engels, Prefacio a la reedición alemana del Manifiesto comunista
(1883)
- En la producción social de su existencia, los hombres establecen
relaciones determinadas, necesarias, independientes de su voluntad; estas
relaciones de producción corresponden a un grado dado del desarrollo
de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones forma
la estructura económica de la sociedad, la base concreta sobre la que
se levanta una superestructura jurídica y política, y a lo que
obedecen las formas determinadas de la conciencia social. El modo de producción
de la vida material domina en general el desarrollo de la vida social, política
e intelectual.
Marx, Prólogo a la crítica de la economía política
- Lo que está claro es que ni la Edad Media podía vivir del
catolicismo ni la Antigüedad de la política. Por el contrario,
son las condiciones económicas de entonces las que explican por qué,
en un caso el catolicismo y en el otro la política, jugaban el papel
principal. El más pequeño conocimiento de la república
romana, por ejemplo, hace ver que el secreto de esta historia es la historia
de la propiedad de la tierra. Por otro lado, nadie ignora que ya Don Quijote
tuvo que arrepentirse de haber creído que la caballería errante
era compatible con todas las formas económicas de la sociedad.
Marx, El Capital, Libro I
- El modo de producción y de cambio de una sociedad histórica
determinada y las condiciones históricas de esta sociedad implican
simultáneamente el modo de repartición de los productos.
Engels, Anti-Dühring (1878)
- En toda época, la repartición de los objetos de consumo no
es más que la consecuencia de la manera como son repartidas las condiciones
de la producción mismas. Ahora bien, esta última repartición
es un rasgo del modo mismo de producción.
Marx, Glosas marginales al Programa del Partido obrero alemán
- Bajo el régimen patriarcal, bajo el régimen de las castas,
bajo el régimen feudal y corporativo, había división
del trabajo en toda la sociedad, según reglas fijas. Estas reglas,
¿fueron establecidas por un legislador? No. Nacidas primitivamente
de las condiciones de la producción material, no fueron erigidas en
leyes sino mucho más tarde. Es así como estas diversas formas
de la división del trabajo se convirtieron en otras tantas bases de
organización social.
Marx, Miseria de la filosofía
- Las instituciones sociales bajo las cuales viven los hombres de una cierta
época histórica y de un cierto país están determinadas...
por el estadio de desarrollo en que se encuentran, de una parte, el trabajo
y, de otra, la familia. (...) Todas las grandes épocas de progreso
humano coinciden más o menos exactamente con épocas de extensión
de las fuentes de alimentación. El desarrollo de la familia va a la
par, pero no ofrece, para la división en períodos, rasgos tan
palpables.
F. Engels y L. H. Morgan, El origen de la familia, de la propiedad privada
y del Estado (1884)
- ¿Sobre qué base descansa la actual familia burguesa? Sobre
el capital, la ganancia individual. La plenitud de la familia no existe más
que para la burguesía; pero tiene por corolario la supresión
forzada de toda familia en el proletario y la prostitución pública.
Marx y Engels, El Manifiesto comunista
- Por terrible y repugnante que parezca en el medio actual la disolución
de los antiguos lazos de familia, la gran industria, gracias al papel decisivo
que asigna a las mujeres y a los niños, fuera del círculo doméstico,
en los procesos de producción socialmente organizados, no por ello
deja de crear la nueva base económica sobre la cual se erigirá
una forma superior de la familia y de las relaciones entre los sexos.
Marx, El Capital, Libro I
- La vieja concepción tradicional, a la cual Hegel también
se entrega, veía en el Estado el elemento determinante y en la sociedad
civil el elemento determinado por el primero. Así es en apariencia.
De la misma manera que, en el hombre aislado, todas las fuerzas motrices de
sus acciones deben pasar necesariamente por su cerebro, transformarse en móviles
de su voluntad para llevarla a actuar, así también todas las
necesidades de la sociedad civil – cualquiera que sea la clase en el
poder – deben pasar por la voluntad del Estado para imponerse universalmente
bajo forma de leyes. Tal es el lado formal de la cosa, que se comprende por
sí mismo; la cuestión es únicamente saber cuál
es el contenido de esta voluntad puramente formal – tanto la del individuo
como la del Estado – y de dónde viene este contenido, ya que
se quiere precisamente tal cosa y no tal otra. Y si buscamos la razón
de ello, encontramos que, en la historia moderna, la voluntad del Estado está
determinada en su conjunto por las necesidades cambiantes de la sociedad civil,
por la supremacía de tal o cual clase, en último análisis,
por el desarrollo de las fuerzas productivas y de las relaciones de cambio.
Engels, Ludwig Feuerbach…
- Verdaderamente, hay que carecer de todo conocimiento histórico para
ignorar que son los soberanos quienes, en todos los tiempos, han soportado
las condiciones económicas, pero que jamás han sido ellos los
que les han dictado la ley. La legislación, tanto política como
civil, no hace más que pronunciar, verbalizar, la voluntad de las relaciones
económicas.
Marx, Miseria de la filosofía
- Si el Estado y el derecho público están determinados por las
condiciones económicas, evidentemente ocurre lo mismo con el derecho
civil que no hace, esencialmente, más que sancionar las relaciones
económicas normales que, en las condiciones dadas, existen entre los
individuos.
Engels, Ludwig Feuerbach…
- Las formas jurídicas en las que estas transacciones aparecen como
actos deliberados de las partes, como expresión de su voluntad común
y como contratos que tienen fuerza legal respecto de los contratantes individuales
no pueden, como tales, determinar el contenido mismo. No hacen más
que expresarlo.
Marx, El Capital, Libro III
- Las leyes pueden perpetuar en ciertas familias un instrumento de producción,
por ejemplo, la tierra. Estas leyes no revisten una importancia económica
más que si la gran propiedad de la tierra está en armonía
con la producción social, como en Inglaterra, por ejemplo. En Francia,
la pequeña agricultura fue practicada a pesar de la existencia de la
gran propiedad de la tierra, por eso ésta fue rota por la Revolución.
Pero, ¿podrían las leyes perpetuar la parcelación de
las tierras? La propiedad se concentra de nuevo, a pesar de las leyes.
Marx, Introducción a la crítica de la economía política
- Si quiere uno darse cuenta rápidamente de cómo “la adquisición
del dinero” se cambia en “adquisición de poder”,
la “propiedad” en “poder político”, cómo,
por consiguiente, a una diferenciación bien neta la substituyen más
bien relaciones entre las dos potencias y esto, hasta el momento de su unión,
no hay más que ver lo que ha pasado: los siervos compraron su libertad;
las comunas compraron sus derechos municipales; los burgueses, por el comercio
y la industria, han extraído, por un lado, el dinero de los bolsillos
de los señores feudales cuya propiedad de la tierra han hecho, además,
que se volatilice en letras de cambio y, por otro lado, han ayudado a la monarquía
absoluta a triunfar de los grandes señores feudales minados de esta
suerte y le han comprado sus privilegios, de la misma manera como han explotado,
a continuación, las crisis financieras de la monarquía absoluta,
etc., etc.; gracias al sistema de la deuda pública – producto
de la industria moderna y del comercio moderno – las monarquías
más absolutas han caído bajo la dependencia de los barones de
las finanzas; en las relaciones internacionales de los pueblos, el monopolio
industrial se transforma inmediatamente en supremacía política;
y es así como los príncipes de la Santa Alianza no fueron, en
la “guerra de la Independencia alemana”, más que lansquenetes
a sueldo de Inglaterra, etc.
Marx, La crítica moralizante y la moral crítica (1847)
- El Estado moderno no es, a su vez, más que la organización
que la sociedad burguesa se da para mantener las?condiciones exteriores generales
del modo de producción capitalista contra las intrusiones provenientes
tanto de los obreros como de los capitalistas particulares. El Estado moderno,
cualquiera que sea su forma, es una máquina esencialmente capitalista:
el Estado de los capitalistas, el capitalista colectivo ideal.
Engels, Anti-Dühring
- Se ha demostrado cómo el reconocimiento de los derechos por el Estado
moderno no significa otra cosa sino el reconocimiento de la esclavitud por
el Estado antiguo. La base natural del Estado antiguo era la esclavitud; la
del Estado moderno es la sociedad burguesa, el hombre de la sociedad burguesa,
es decir, el hombre independiente, que no está ligado a otro sino por
el lazo del interés privado y de la necesidad natural, de lo que no
tiene conciencia, la esclavitud del trabajo interesado, de su propia necesidad
egoísta y de la necesidad egoísta de otro. El Estado moderno,
cuya base natural está ahí, lo ha reconocido como tal en la
proclamación universal de los derechos del hombre. Y estos derechos,
él no los ha creado. Producto de la sociedad burguesa, empujada por
su propia evolución a superar las antiguas trabas políticas,
aquel no hacía más que reconocer, por lo que a él se
refiere, su propio origen y su propio fundamento al proclamar los derechos
del hombre.
Marx, La Sagrada Familia
- El Estado, pues, no existe desde toda la eternidad. Ha habido sociedades
que han salido adelante sin él, las cuales no tenían idea del
Estado y del poder de Estado. En cierto estadio del desarrollo económico,
que estaba ligado necesariamente a la división de la sociedad en clases,
esta división hizo que el Estado fuese necesario. Ahora nos acercamos
a pasos rápidos a un estadio de desarrollo de la producción
en el cual la existencia de estas clases no sólo ha dejado de ser una
necesidad, sino que se convierte en un obstáculo positivo para la producción.
Estas clases caerán tan inevitablemente como surgieron en otros tiempos.
El Estado cae inevitablemente con ellas.
Engels, El origen de la familia...
- Entre la sociedad capitalista y la sociedad comunista se encuentra el período
de transformación revolucionaria de la primera en la segunda. A lo
cual corresponde un período de transformación política
en que el Estado no puede ser otra cosa sino la dictadura revolucionaria del
proletariado.
Marx, Glosas marginales al programa...
Siguiente >>
|