Herman Gorter
La revolución mundial
Índice
II
La proclamación por los bolcheviques del derecho de autodeterminación
de todas las naciones provocó la separación de la Rusia
soviética de Finlandia, las provincias bálticas, Polonia,
Ucrania y el Cáucaso. Esto resultó en el hundimiento de
la revolución proletaria en la mayoría de estos países.
La consigna de la autodeterminación es capitalista-burguesa.
O los bolcheviques la proclamarón desde la debilidad, con miedo
de que si no daban a estos Estados su libertad no podrían aplastar
el zarismo, o, como parece ahora, ellos querían, incluso entonces,
un Estado nacional ruso. Las dudas tanto acerca de que triunfase el
poder del comunismo como de la necesidad del nacionalismo estaban inspiradas
por los campesinos.
El enrolamiento del proletariado en el Ejército Rojo era una
medida comunista-proletaria. La admisión de los campesinos en
el ejército era una medida capitalista-burguesa, pues los campesinos
se demostrarían, y demostrarán, ellos mismos enemigos
del comunismo, tanto económica como militarmente.
Indudablemente, el campesino estaba deseoso de luchar contra la contrarrevolución,
en tanto amenazaba la propiedad privada de la tierra de los campesinos.
Lucharon contra Yudenitch, Koltchak y Wrangel. Los bolcheviques podrían
mantener tanto a los campesinos como a los proletarios en el ejército
proporcionandoles mejor comida y vestido de lo que podrían conseguir
fuera; pero, ¿podrían los campesinos luchar aún
por los bolcheviques después de que su propiedad privada estuviese
asegurada y ya no hubiera la contrarrevolución de los grandes
terratenientes? No, los campesinos no harían eso ciertamente.
Una cuestión muy interesante a este respecto era el destino
de la campaña bolchevique en Polonia en 1920. ¿Por qué
se retiró entonces repentinamente el ejército ruso? Cuando
el que escribe, en nombre del Partido Obrero Comunista, preguntó
por esta cuestión en Moscú en la sesión del Ejecutivo
de la III Internacional en noviembre de 1920, Trotsky y Karsky no dieron
ninguna respuesta clara. Las explicaciones eran confusas. Uno dijo que
el fallo residía en el servicio civil, otro en el militar. Nosotros
creemos ahora que la verdadera respuesta que se nos ocultó es
que los campesinos no querían continuar el ataque al capitalismo
europeo. Tan pronto como su propiedad estaba asegurada contra el extranjero,
no guerrearían más contra el capitalismo europeo. Los
campesinos son la mayoría del ejército ruso. Ya no se
debe contar con su ayuda en una revolución europea.
Una revolución proletaria genuina no tendrá campesinos
en su ejército, pues su ejército debe ser totalmente comunista.
La paz de Brest-Litovsk era una paz burguesa, o democrático-capitalista.
Una auténtica revolución proletaria habría permanecido
la enemiga de todos los poderes capitalistas, al tiempo que estaría
esperando y ayudando al ascenso del proletariado en otros países.
Era comunista-proletaria para dar el poder político a los obreros.
Era burguesa para darlo a los campesinos. Una revolución proletaria
en Alemania e Inglaterra no dará el poder político a tales
elementos hasta que sus acciones les hayan probado como comunistas.
La supresión de la independencia y la autoexpresión
de los obreros era también capitalista-burguesa. Los obreros
y sus organizaciones no consiguieron la dirección y el control
de la industria, el transporte y la distribución.
El despotismo burocrático de los dirigentes era también
capitalista-burgués. La corrupción era también
capitalista-burguesa.
La dictadura de partido de los bolcheviques era burguesa en el más
alto grado. La dictadura de partido siempre se volverá así.
En la dictadura del dirigente descansa el germen de la revolución
capitalista-burguesa, y en ella está la mayor prueba de que la
revolución rusa era principalmente, y en su origen, una revolución
capitalista-burguesa.
La dictadura del partido era, en su origen, capitalista-burguesa.
Se inició a través del poder de los campesinos, la clase
no proletaria. Una dictadura de partido podría subyugar y dirigir
a la clase campesina en Rusia. Una dictadura de la clase proletaria
no podría hacer esto, pues una dictadura de la clase proletaria
siempre aspirará al comunismo puro. Una vez tenga el poder para
gobernar, el proletariado no se contentará con menos. El enorme
poder, el gran número de los campesinos, impidió que se
lograra el comunismo puro.
El proletariado como clase no podría dirigir la dictadura.
Esto sólo podría hacerse por medio de un partido --el
partido bolchevique--, y esto solamente no introduciendo el comunismo
puro, haciendo concesiones al campesinado, los propietarios privados
de la tierra, y a los capitalistas. Una clase proletaria nunca haría
esto. El proletariado despierto no hará concesiones; exigirá
todo para sí mismo. Su consigna seguirá siendo hasta el
final: "No tenemos nada: seamos todo".
El partido bolchevique sostuvo la dictadura a través de la
fuerza y el poder de los campesinos. Esta dictadura de partido, debido
a la fuerza de los campesinos, era de necesidad principalmente capitalista.
Ella dominó al proletariado en lugar de representarlo, y sobre
quien era el déspota. Puede ser que esta dictadura fuese inevitable;
puede ser que, bajo las circunstancias, era lo mejor que se pudiera
tener; no obstante, era un despotismo. Dictó a los obreros qué
concesiones debían hacer y qué ventajas les serían
dadas a los campesinos.
No podría haber sido de otro modo en una tierra tan ampliamente
agraria. Habiendose originado a partir del poder de los campesinos,
la dictadura de los bolcheviques era necesariamente democrático-burguesa.
Nosotros estamos orgullosos de que Rosa Luxembourg, en su voz desde
la tumba, haya señalado la naturaleza de la dictadura de partido
y su efecto sobre la revolución justo como lo hemos hecho nosotros.
Ella dice que unas cuantas docenas de dirigentes de energía inagotable
e idealismo infinito dirigen y gobiernan. Entre ellos, están
en realidad una docena de cabezas eminentes que dirigen y una élite
de los obreros que es convocada de tiempo en tiempo para aplaudir los
discursos de los dirigentes y para votar unanimemente por las resoluciones
puestas ante ellos. En el fondo, por consiguiente, es un arreglo de
camarilla --una dictadura, es cierto--; pero no una dictadura del proletariado,
simplemente una dictadura de un puñado de políticos; en
resumen, una dictadura en el sentido burgués.
"Sí: dictadura... Pero esta dictadura debe ser la obra de
la clase y no la de una minoría dirigente en nombre de la clase;
es decir, debe, paso a paso, surgir de la participación activa
de la clase, permanecer bajo su influencia directa, y estar subordinada
al control público y ser el resultado de la experiencia política
de todo el pueblo".
El Partido Obrero Comunista y la Internacional Obrera Comunista
pueden hacerse eco de las palabras de Rosa Luxembourg, pero en lugar
de "todo el pueblo" nosotros leímos siempre
el proletariado.
Rosa Luxembourg no entendió que todo esto no podría
ocurrir en Rusia; que ninguna dictadura de clase era posible allí,
porque el proletariado era demasiado pequeño y el campesinado
demasiado poderoso. Ella no vio, debido a que su vida fue demasiado
corta, que los bolcheviques habían construido su dictadura de
partido no sólo a partir de la fuerza de los campesinos, sino
que estaban compelidos a usar su dictadura por medio de la fuerza de
los campesinos para la revolución burguesa en Rusia. Ellos usaron
siempre su dictadura de partido más para los intereses de los
campesinos --es decir, para los intereses de la propiedad privada capitalista--,
y contra el proletariado y el comunismo.
Las condiciones de producción y de clase en Rusia forzaron
a que la revolución fuera, en gran medida, una revolución
burguesa. Las condiciones de la clase proletaria dieron a los bolcheviques
el liderazgo. Este liderazgo no podía, teniendo en cuenta las
condiciones de producción y de clase, ser una dictadura de clase;
tenía que ser una dictadura de partido, y estas mismas condiciones
compelieron a la dictadura de partido a que fuera una dictadura capitalista
burguesa.
La dictadura de partido es típica de una revolución
burguesa, en una sociedad basada en la propiedad privada. Por medio
de tal revolución una clase desposee a otra clase; pero ella
misma sigue sobre la base de la propiedad privada. La clase recién
elevada utiliza y estafa a la clase bajo ella.
Una revolución burguesa es siempre una revolución de
una minoría contra la mayoría.
La revolución proletaria, que apunta a ser verdaderamente comunista,
debe ser una revolución de la mayoría contra la minoría.
Por lo tanto, debe tener lugar, o al menos tener su inicio, en un país
verdaderamente proletario.
Si la revolución viene de la mayoría, o, por lo menos,
representa los intereses de la mayoría, entonces no requiere
de una dictadura de partido, no tiene necesidad alguna de estafar a
las masas por tales medios. Entonces, la dictadura de la clase es inevitable.
La dictadura de partido en Rusia era el signo más seguro de
que la revolución era capitalista-burguesa.
Pospondremos, hasta que hayamos tratado el segundo período,
la exposición detallada del hecho de que, incluso en el primer
periodo de su poder, los bolcheviques mostraron su política democrático-burguesa
o capitalista mediante su influencia sobre el proletariado en otros
países a través de la III Internacional.
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