El Castillo de Tajarja es una antigua población que según antiguos
escritos existía durante el Reino Árabe de Granada y que dada su situación
encima de una colina formaría una Fortaleza de vigilancia y defensa, restos
de esa fortaleza de mas de 500 años de antigüedad han quedado Los Arcos,
construcción emblemática del pueblo.
TOMA DE TAJARJA
Recopilación de distintas versiones de distintos historiadores sobre la
toma por parte de de las tropas cristianas de la fortaleza de Tajarja en el
verano de 1483.
TOMA DE TAJARJA según Francisco Henríquez de Jorquera
Anales de Granada Tomo II
Copia literal:
Año 1483
“Jueves cinco días del mes de Junio partió el Rey Católico de la ciudad de
Alhama con todo su exército bien repartido que constaba de seis mil hombres
a caballo y cuarenta mil infantes y con ellos fue a poner sitio a la villa
de Tajara ó TAJARJA que está entre las ciudades de Loxa y Alhama, plaza con
fortísimo CASTILLO y el más cercano a la ciudad de Alhama y de donde se
recibía mucho daño, púsole estrechísimo sitio dándole recios y continuos
combates y fuertes asaltos, defendiéndose los moros valerosamente, a donde
algunos de los nuestros y fue herido de una espingarda(1) Don Henrique
Henriquez tío del Rey, el cual fue llevado a la ciudad de Alhama para que
fuese curado. Duró cuatro días el convertirla sin ser socorrida de los moros
de Granada por no atreverse a exército tan poderoso al fin fue entrada por
combate y puesta a saco lunes nueve días de este mismo mes y porque los
moros no la pudiesen cobrar por estar tan cerca de Granada, la mandó el Rey
asolar y poner por el suelo. Solamente el castillo quedó con buena guardia
por ser fuerte.
(1)Espingarda: escopeta muy larga que usaban los moros. Cañon de artillería
algo mayor que el falconete.
Descripción de la toma de TAJARJA según el historiador Miguel Lafuente
Alcántara en su obra Historia de Granada.
tomo III.
Sitúa Lafuente la toma de TAJARJA en Junio del año 1483, estando Boabdil
prisionero en poder de los cristianos, el rey Fernando decide aplazar las
negociaciones para su liberación por no encontrarse presente la reina
Isabel, En su lugar acuerda dirigir incursión devastadora sobre la vega de
Granada, tomando la FORTALEZA DE TAJARJA por considerar que desde esta los
moros bloquean a la guarnición de cristiana asentados en la recién
conquistada Alhama.
Copia literal:
El rey, bajo pretexto de que su esposa estaba ausente y de que no le era
lícito obrar sin acuerdo suyo, aplazó la respuesta y dispuso entre tanto
talar la vega de Granada é incendiar sus mieses ya maduras. Fernando calculó
que las discordias de los moros adquirirían mayor intensidad con una
incursión devastadora, y trató de evitar con ella que entrojasen los
labradores sus cosechas y que los alcaides almacenasen en la corte y en sus
castillos provisiones de grano que les permitieran prolongar la resistencia.
Además de las legiones castellanas acaudilladas por lo nobles, vinieron al
servicio de la guerra tercios suizos.
El ejercito reunido en Almodóvar, siguió los mismos paso que el de D. Juan
II, cuando acompañado de D. Alvaro de Luna provocó y abatió el orgullo del
rey Izquierdo. Componíase de 10.000 caballos a la guisa y a la gineta, de
20.000 peones de pelea, y de otros 30.000 pertrechados de hoces, sierras y
segures y dispuestos solamente para talar. Entraron los cristianos por
Illora asolando montes , sementeras y caseríos. D. Alfonso Aguilar y el
conde de Cabra se corrieron con 2.000 caballos, y 10.000 taladores a los
campos de Monte Frio, y destruyeron las huertas, viñas y sembrados de su
circuito; destrozada esta comarca, descendió el rey con todas sus tropas por
las vertientes de Parapanda a la vega de Granada , abrasó cuanto halló al
paso, se vino en derechura a TAJARJA o Tajara, FORTALEZA intermedia de
Granada y Alhama, desde la cual la guarnición de esta ciudad se veía
constantemente bloqueada. Había en el pueblo una compañía de moros
intrépidos, sin más ejercicio que la guerra, ni más sueldo que el merodeo y
el pillaje : parapetados estos valientes en las casas aspilleradas(1)
rechazaron la embestida primera del ejercito cristiano; pero acometidos
luego por una compañía a las ordenes de Gonzalo de Córdoba, defendieron el
terreno a palmos, incendiaron las casas en el momento de abandonarlas y se
retrajeron por último al castillo. Decían algunos capitanes que no era
posible batirles sin lombardas gruesas(2); otros aconsejaron que se minase
el muro y que se aproximasen los picadores con blindajes y bancos
pinjados(3). El rey se decidió por amabas fracciones: mando al marques de
Cádiz, a D. Alonso Aguilar y al Maestro de Santiago que atacasen de frente,
mientras el duque de Nájera y Luis Fernández Portocarrero llamaban la
atención delos cercados por la espalda. La gente del duque del Infantado , a
las ordenes del capitán D. Fernando de Velasco ,se encargó de combatir una
de las torres que estaba a la puerta de la fortaleza, y Gonzalo Fernández de
Córdoba, aceptó la peligrosa comisión de arrimar los bancos pinjados al pie
de muro. Comenzado el ataque hicieron los moros del castillo una defensa
tenaz lanzando piedras, tiros de pólvora y saetas envenenadas; hirieron en
una de sus descargas al Mayordomo mayor D. Enríquez Enríquez, y dejaron
tendidos sobre el polvo a muchos hidalgos. Gonzalo de Córdoba estuvo a punto
de perecer, porque los moros abrasaron con pellas bañadas en alquitrán y en
pez los maderos, bajo los cuales su gente minaba el muro, dejaron su persona
en descubierto, y le hicieron abandonar la maniobra. Anocheció sin que los
cristianos hubieran adelantado en su faena, más no bien hubo amanecido,
reintentaron el ataque con nuevos bríos, y entrando por asalto en la
frontera pusieron término al combate y a la libertad de los cercados. El rey
mandó desmantelar los muros y asolar la villa, y pasó con todo el ejercito a
Alhama, para que los soldados restaurasen sus fuerzas quebrantadas con el
calor y la fatiga de los días anteriores y fuese curado D. Enríquez
Enríquez. Así verificado, renovó el rey la guarnición dando el gobierno de
ella a D. Iñigo López de Mendoza, Conde de Tendilla, dejó un surtido
abundante de víveres, y salió para hacer nuevas jornadas en la vega. El
primer día sentáronse los reales en las márgenes del río Cacin, al siguiente
en la Malá, en cuyos contornos fueron derribas y quemadas trescientas torres
y alquerías, después en Alhendin , donde quedaron talados olivares
frondosisimos.
(1) casa aspilleradas: casas provistas de aspilleras, aberturas largas y
estrechas, para poder observar y disparar al enemigo desde el interior.
(2) lombardas gruesas: antiguas maquinas militares para disparar
proyectiles, con cañón de gran calibre.
(3) Bancos pinjados: especie de parapetos de madera que se adosaban a los
muros de las fortalezas y bajo de los cuales se protegían los soldados
mientras minaban o debilitaban las paredes.
Preparando la conquista
¡Moro campesino, Zhalem Alí!
Tú eras hombre cultivado en letra y avizor del viento que los tiempos
enviaban sobre tu reino. . . Sabías que la tregua que firmara el Rey
Católico en 1478 no se venía cumpliendo. Conocías todas las escaramuzas del
poderoso Fernando y cómo no pararía hasta sentarse en el trono de Granada.
Temblaron, por ello, los pueblos cuando en 1482 quedó Alhama en poder del
cristiano. Ya estaban los ejércitos a leguas más acá de Antequera. La
distancia del enemigo se acortaba por meses. Loja sería el siguiente zarpazo
invasor. Una muralla de gente guerrera, de caballos y peones taladores
avanzaba inexorable. El Rey tenía en sus manos el occidente, con caminos,
plazas ganadas y buenas comunicaciones en toda la retaguardia. Él en persona
animaba a sus huestes en descanso y en vigilia. Atrás quedaban suyas Cabra y
Lucena. Y el 5 de junio de1483, su ejército se aposenta en Alcalá la Real.
Zhalem Alí arengaba a los suyos por plazas y campos: "¡Hermanos en Alá!", el
reino de la gran morería no sólo tiene un ejército para detener al enemigo.
El ejército somos todos, hasta niños y mujeres. Tenemos a ese Férnando en
Alcalá y he sabido que arrasa y prende y tala las tierras de Illora y de
Montefrío. Pero no sólo esto; EL CASTILLO DE TAJARJA ha sido también
derribado. ¿A qué esperamos...?
Por la viva de nuestro pueblo y de nuestros hijos, levantad la cabeza y
veréis las llamas en la noche negra. Si nuestras tierras pensaran temblarían
de pavor. "¿Qué será de este jardín que hemos alzado con sudor y con
sangre...?Y sudor y sangre y perdición se acercaban lentamente, sin
descanso, como lava de volcán. El fuego y el hacha destruían alquerías y
cortijos. Iban cayendo las masas forestales y ya no quedaban campos, sino
pura desolación. Las grandes arboledas de todo el Temple besaban el suelo,
incluidas La Malahá y Alhendín. El día 21 de junio de 1483, las grandes
extensiones de mieses se convertían en pavesas y el Rey Católico pisaba por
vez primera Los Ojos de Huécar. Toda la población gemía en su marcha
desesperada hacia las cercanías de la capital o se rendía en sus casas. El
ejército sarraceno contenía los continuos ataques, pero cedía poco a poco a
la fiereza del cristiano...
Don Francisco de Bobadilla, llamado el corregidor, fue el primer señor de
Pinos y Beas, capitán de las guardas de los Reyes Católicos, corregidor de
Jaén y Córdoba. Hermana de él fue doña Beatriz de Bobadilla, mujer del
primer marques de Moya, don Andrés de Cabrera, cuyo hijo segundo fue el
primer conde de Chinchón. Como capitán de los Reyes Católicos, en el año
1483, intervino en la tala de Illora, Montefrío y Vega de Granada y toma de
la FORTALEZA DE TAJARJA. También formó parte con la gente de su capitanía,
en el ejército del marqués de Cádiz, en la tala de los campos de la parte de
Málaga, y en la toma de Coín, Cártama y Ronda, llegando así en todas estas
conquistas y escaramuzas, hasta casi las mismas puertas de Granada
distinguiéndose siempre, según todos los historiadores, por su valor y
arrojo al frente de su ejército, formado por gentes de armas de Jaén, de
donde era su corregidor.
Pulgar, en su Crónica de los Reyes Católicos, enumera todas las hazañas que
al frente de su gente y con todo el ejército, realizaron y, al mismo tiempo,
todas las penalidades que sufrieron. Tomó parte con su ejército en la toma
de Baza y asistió al cerco y toma de Granada, como se acredita en el
documento que se conserva en el Archivo de la Casa de Alga, que al hacer la
relación de la gente que entró en Granada con Su Alteza, dice: Francisco de
Bobadilla, con la gente de Jaén y Andujar, iba en la resguarda del ejército,
mandando 350 lanzas y 1.500 peones. Cuando fue conquistada Granada hubo de
atender a su organización administrativa, para lo que fue nombrado como
corregidor don Andrés Calderón y, también, de la recién fundada ciudad de
Santafé, encargando de la administración de justicia al mismo Calderón, y
alcaide a don Francisco de Bobadilla. Testimonio que se conserva en el
Archivo Municipal de Santafé. Murió este caballero en su viaje de vuelta de
América en 1502, a donde fue, por orden de los Reyes Católicos, como juez
pesquisidor de la conducta de Cristóbal Colón en América, y para sustituirlo
en el gobierno de la isla La Española.
Casó don Francisco de Bobadilla con doña María de Peñalosa, de esclarecido
linaje y, seguramente, pariente del jurado de Granada, don Antonio de
Peñalosa (1588). Tuvieron cinco hijos: don Antonio de Bobadilla, segundo
señor de Pinos, doña Isabel de Bobadilla y Peñalosa, natural de Segovia, que
casó con Pedrarias Dávila, doña Beatriz de Bobadilla y Peñalosa, doña Juana
de Bobadilla y Peñalosa, quien casó con el licenciado don Diego de Luzón,
natural de Madrid, alcalde de Granada. Con sucesión. Hubo otra doña Juana de
Bobadilla y Peñalosa, que casó con don Lope Yánez o Sánchez de Valenzuela,
que se halló en las jornadas de Argel y otras. Murió de un balazo en el
pecho.
GUIA DE GRANADA, D. Manuel Gómez Moreno.