El interior ofrece una atmósfera serena y acogedora con una decoración sencilla y natural sin caer en excesos.  La decoración está basada en muebles muy personales comprados en anticuarios o que eran de la propia casa y que nos hablan de tiempos pasados y de largos recorridos.

	El llegar a recepción constituye ya un adelanto de la esencia de la casa: maderas, piedra, decoración en rústica...
	La cocina-salón del primer apartamento: muy amplia, completamente equipada y sin descuidar ningún detalle, como su gran mesa y la amplia zona de estar con sus cómodos sillones.
	La habitación doble (con dos camas de 1,05) desemboca a través del gran balcón en el corredor que recorre toda la fachada norte de la casa.
	La habitación de matrimonio es similar, en orientación, amplitud y decoración.
	En el baño la piedra se funde con las piezas y los pavimentos de nueva factura  y la iluminación acompaña los accesorios de diseño tradicional.
	El segundo apartamento cuenta también con una amplia cocina totalmente equipada y su sala de estar.
	En esta fotografía de la habitación doble podemos ver como hasta los armarios y las sillas siguen el gusto por la tradición asturiana "de toda la vida"...
	...sin descartar las comodidades del mundo actual: claro, antes no había calefacción eléctrica ni acumuladores...
	El Sol entra por las ventanas, desde las que podrá contemplar el patio del frente de la casa.
	Por supuesto, este apartamento también cuenta con su propio baño completo.
	Finalmente, el tercer apartamento, en la segunda planta de la casa, combina una distribución similar con la particularidad de los techos abuhardillado.
	Una gran mesa redonda, unos cómodos sofás y una estufa de leña completan la cocina-salón de este apartamento...
	La habitación doble y la de matrimonio, con sus cabeceros dibujados, sus colchas, sus maderas y piedras...
	En este baño, aunque se decoró en estilo más "actual", tampoco faltan los detalles tradicionales.