Capote de Brega

Apuntes Taurinos

La Historia de una

Afición.

Continua. . .

MI TRAJE DE LUCES

Ante la promesa de don Jorge, seguí entrenando con mas afición y aprendiendo las suertes básicas con capote, banderillas y muleta y, desde luego, soñando con El Gran Momento...

Hay que decir que al ruedo de Nonoalco asistia una variada fauna de torerillos, viejos banderilleros, mozos de espadas y demás "gente del toro"; muchos de ellos solo para dejarse ver y platicar sus reales o supuestas hazañas, y otros tantos para hacer diversos negocios, entre ellos la compra-venta de avíos taurinos usados como capotes, muletas, estoques y trajes de luces...

Uno de ellos me fue ofrecido, diciéndoseme que había pertenecido a un famoso banderillero y que "era de buen fario" pese a que, a la hora de examinarlo, no fue posible ocultar los enormes zurcidos que intentaban reparar evidentes huellas de cornadas... Pero para mi fue fascinante por ser el primero que estaba a mi alcance por lo que sin mucho pensarlo y luego de la clásica y muy nacional faena de estira y afloja con regateo lagunillero de por medio, lo compré sintiéndome el mas rico de los mortales...

UN NECESARIO PARENTESIS...

Cabe aqui recordar mi primera, imborrable impresión de la Fiesta Brava que bien podría explicar la enorme afición que siento y que no he perdido ni con el paso de los años...

Resulta que por la Colonia Peralvillo, a cuatro o cinco cuadras del rio Consulado- había una placita de toros construida con madera, en verdad bonita y muy taurina...

Eran los tiempos en que pese a que la ciudad de México era muy chiquita; casi un gran pueblote, la afición al toro se manifestaba por doquier, pues por el rumbo de la Glorieta de Peralvillo, donde inicia la Calzada de Guadalupe, funcionaba - entre varias mas desperdigadas por diversas colonias- la Plaza de Toros "La Morena" que eran ya palabras mayores por tener mas cartel y categoría que "El Potrero", como se conocia a la que hago referencia y que desaparecio cuando en el predio construyeron la enorme escuela primaria "La Prensa"...

Resulta que en "El Potrero" se habia hecho ídolo del barrio un novillero conocido como "El Faroles" pues gustaba de prodigar ese lance... Nunca supe su nombre de pila y creo que jamas llego a cuajar, ya que no lo he encontrado en los libros de historia taurina que tengo o he consultado...

Pero "El Faroles" era ídolo y tema inevitable en la plática de los peralvillenses, sobre todo cuando se decáa con orgullo que el famoso novillero vivia en nuestra colonia, precisamente en la Glorieta de Beethoven...

Asi, un domingo alguien de la casa me mandó a comprar algo al mercado, por lo que pasé frente a una modesta vecindad donde habia reunida mucha gente, chavales incluidos... Eso despertó mi curiosidad de niño de ocho/nueve años y aprovechando el tumulto, entré a la pobre vivienda y vi lo que jamás he podido ni quiero olvidar: ¡sobre una silla estaba la casaca del torero! que mi mente infantil transformó en la joya mas hermosa del universo...

Sus bordados en la espalda, sus hombreras recamadas en - creía entonces - hilo de oro, sus mangas y pechera me deslumbraron de tal forma que quede fascinado y cuando pude palpar el rígido metal y lo suave de la seda me sentí estremecido por una emoción que aun no olvido...

La Vida me ha permitido acariciar la piel femenina, pero nada, ¡nada! se compara a "aquello" que me transmitió la torera casaca...

No se si minutos u horas después el torero salió de la recámara rumbo al patio lleno de charcos de agua pestilente, enmedio de los deseos de ¡suerte! de sus vecinos, y en la puerta de la vecindad se colocó la casaca con la pompa de costumbre...

Fue para mi un espectaculo de tal forma impactante, que al recorarlo aún lo vivo con la emoción de ese momento...

Con el paso del tiempo y el conocimiento de los entretelones de la Fiesta, he llegado a entender que el vestido de luces de "El Faroles" estaba tan palmado como el que compré en Nonoalco, pero aquella impresión, aquella emoción, me acompañaran hasta el último dia de mi existencia...

FIN DEL PARENTESIS...

Con ese recuerdo en el inconsciente, el traje de torero que compré me pareció deslumbrante, aunque cuando llegue a casa y lo examine con detalle empezaron a aparecer los "peros" ante los que se impuso mi afición e ilusiones, y las soluciones llegaron muy pronto...

El bordado era de pasamanería por haber pertenecido a un banderillero; lo que resolví hábilmente con un bote de pintura metálica "Vinci" plateada, un pincel y mucha afición que fueron suficientes para que en cuestión de horas la casaca, la taleguilla y el chaleco brillaran en todo su esplendor...

Solo que esa nueva cara del vestido hacia mas notorio lo "palmado" del punto - tela elástica con que se confecciona la taleguilla, sobre la que se cose el bordado-, problema que necesitaba algo mas que pintura y habilidad...

Deshice la taleguilla, compré en el mercado de La Merced tela elástica que usaban para confeccionar trajes de baño de un color muy parecido al original, hice el molde con la referida taleguilla y lo cosí procurando hacerlo lo mejor posible... Luego de varios dias y muchas horas de acción e ilusión, quedo lista mi gran obra, ¡y que cambio...! Era un verdadero Traje de Luces digno de una Figura de la Novillería...

Asi me hice de mi primer -y único- vestido de torero, un "vino y plata" que "tenía mucha plaza" segun reconocían con envidia mis compañeros de andanzas...

Poseedor de tan flamante cuanto taurino atuendo, procure conseguir un capote mejor que el que le habia "decomisado" a Diego Larrañaga, y poco a poco me hice de mis avíos pues seguia convencido de que, pese a los gruesos anteojos que la miopia me obligaba a usar, podía con voluntad y afición, llegar a la meta que por esos dias me habia fijado: ser novillero primero, matador de toros después y, desde luego, Figura del Toreo...

Asi llego la primera gran oportunidad... Se daba la fiesta de "San Noseque" , pueblo cercano a Apizaco, Tlaxcala y pude -mediante la compra de mi novillo- colocarme en el cartel en calidad de tercer espada...

Cabe decir que según don Jorge, que hacia las veces de mi apoderado, ya estaba listo para salirle al toro, sobre todo tratandose de novillos pequeñajos pero garantizadamente "limpios" y debidamente despuntados...

Ahi aprendi otra faceta un tanto irregular pero común en la Fiesta que consiste en cortar el "diamante" de los pitones con intencion de aliviar al torero...

Llegó por fin aquel domingo de Octubre que marcaba solemnemente mi presentacion formal como novillero vestido de luces... Y vaya que saldría bien vestido pues para entonces ya le habia dado otra manita de pintura a la ropa, por lo que cada vez lucia mejor...

Debo aclarar que el terno fue complementado con un par de medias blancas "de enfermera" que compré en el mercado de Beethoven y teñi color de rosa y unas zapatillas de ballet adquiridas en una tienda especializada...

Tanto la faja como el corbatín -negros- se hicieron con unos metros de listón de popotillo, y en cuanto a la camisa, si bien no era la clásica con escarolas, tampoco fue problema pues me puse una de las blancas que habitualmente usaba... ¡Y ya estaba listo para hacer mi primer paseillo...!

En cuanto a la imprescindible montera, ¡vaya historia de ingenio, cara dura y otras cosas aplicables que narraré mas adelante...!

En aquella solemne ocasion tuve que pedirla prestada a un amigo y partir plaza con ella en la mano derecha, no tanto para cumplir el ritual taurino que asi lo ordena cuando un diestro actua por primera ocasion en cualquier coso, sino porque no encontre una de mi medida dado que Mamá Naturaleza me hizo bastante cabezón...

Por lo que toca al Capote de Paseo y al carecer de tan rica y lujosa prensa, simplemente me lié la muleta y con eso el problema quedo resuelto...

Así, este aspirante a Figura tuvo que hacer el viaje en camión de segunda clase, lidiando con marchantes, guajolotes, chamacos mocosos y berreantes, costales de verduras e intenso olor a barbacoa, papaloquelite y extracto de mexicano en su jugo.

Pero asi y todo el viaje entre la ciudad de Mexico y el pueblo aquel se me hizo de lo mas placentero pues mi ilusión me ayudo a olvidar las singularidades que me rodeaban...

Hosted by www.Geocities.ws

1