de "El Comercio" -JOSÉ SANTILLÁN ARRUZ / Miércoles 27.06.01
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Con pocos alimentos se inició cruzada para ayudar
a damnificados
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EL MAR Y SU VIOLENCIA. Este
testimonio fotográfico da cuenta de las terribles
consecuencias del maretazo que azotó Camaná, tras el sismo del
último sábado. Los damnificados llegan a cientos y necesitan
ayuda urgente. (Foto: Manuel García Miró / Enviado especial)
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"Por algo se empieza", han dicho las
autoridades de Camaná. Luego de que El Comercio diera a
conocer la urgente ayuda que requieren los damnificados de esta
castigada ciudad arequipeña, ayer se inició la distribución de
alimentos y frazadas entre algunas familias campesinas que lo
perdieron todo debido al terremoto y posterior maretazo que destruyó
sus viviendas.
Arroz, azúcar, frejoles, aceite y algunas
conservas fueron llevadas -aunque en cantidades muy limitadas- a los
balnearios de La Punta, El Chorro, La Brisa, Cerrillos, Las Cuevas,
Pozo Colorado, además de Quilca y Pucchun, zonas que fueron
devastadas por las enormes olas que se sucedieron una tras otra
luego del violento sismo que sacudió el sur del país el sábado
pasado.
La ayuda partió del local municipal en pequeñas
camionetas que se dirigieron raudas desde las 9 a.m. a los diversos
balnearios camanejos, considerados zonas de desastre.
El profesor José Arroyo, presidente de la
Comisión de Defensa Civil del Concejo Provincial de Camaná,
reconoció que la ayuda es mínima frente a los requerimientos de los
damnificados de esta provincia que no sólo perdieron sus viviendas,
sino también sus puestos de trabajo ya que muchos de ellos se
dedicaban a la agricultura.
Arroyo lamentó que las autorizaciones de ayuda
se hallen centralizadas en Lima, cuando estas debieron ser delegadas
directamente a las autoridades de Arequipa para evitar demoras
innecesarias. Aun así el funcionario municipal expresó su confianza
en que en las próximas horas una mayor ayuda pueda ser enviada a un
número más grande de damnificados a fin de sosegar su desgracia.
Un lote de 40 camas plegables, además de
carpas, bidones de agua potable y 120 frazadas, se incluyó en la
partida de emergencia que será distribuida entre los damnificados
camanejos.
Faltan máquinas
Por cierto, la maquinaria pesada sigue
brillando por su ausencia, no obstante que es evidente la falta de
motobombas, retroexcavadoras, cargadores frontales y camiones
volquetes para remover los escombros.
Pese a la ayuda remitida ayer, algunos vecinos
de La Punta y Cerrillos se preguntan por las razones de la demora de
la ayuda prometida y también por las reducidas cantidades que han
recibido hasta el momento.
"Las imágenes y los testimonios no parecen
haber sido suficiente para las autoridades. Vivimos un drama. Lo
hemos perdido todo y los riesgos de enfermedades de nuestros hijos
no nos dejan dormir... ¿Qué es lo que sucede?", se preguntó doña
Carmen R., quien reside en La Punta. La respuesta se escuchó ya muy
noche cuando dos camiones llegaron a Camaná con diez toneladas de
alimentos que fueron depositados en el local de la biblioteca
municipal.
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Pobladores de La Punta comparten olla común
Camaná.- Mientras algunos trataban ayer
de recuperar parte de sus pertenencias entre el barro y los
escombros de sus viviendas, numerosas familias de La Punta se
organizaron en una olla común para dar de comer a sus menores hijos,
muchos de los cuales ya empiezan a sentir los estragos de dormir a
la intemperie.
Menestras, fideos y una sopa caliente fue lo
mejor del día para estas empobrecidas familias que sólo esperan la
llegada de la ayuda prometida por las autoridades.
Madres que miran con tristeza los rostros de
sus hijos, niños que corren inocentemente sin saber lo que les
espera en el futuro y padres de familia que sólo atinan a sumirse en
profundo silencio frente a la desgracia que ha cambiado sus vidas
por completo.
En Cerrillos, Católica, El Chorro, Las Brisas,
entre otros balnearios destruidos, el panorama seguía siendo
desolador.
Teodora Vargas (63) recuerda aún con horror los
instantes en que la tierra empezó a temblar y el mar se retiró casi
cien metros para luego arremeter con fiereza indescriptible. "Fue
como el fin del mundo. Mi hija gritaba ¡Se sale el mar... Se sale el
mar!, pero no le creí hasta ver como se formaba una ola
gigantesca... Lo único que hice fue correr, correr", dijo.
La suerte de Teodora no ha sido la misma para
todos. Pescadores, agricultores y niños han sido las fatales
víctimas del maretazo.
Sólo ayer en la mañana el cuerpo inerte de otro
niño, identificado como Santos Félix Romero Quispe (6) fue hallado
envuelto entre el follaje y el barro de un terreno agrícola de El
Chorro.
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Del Diario "OJO" / miércoles, 27 de junio del 2001
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Hallaron a su hijo 72 horas después del
maretazo El mar se los arrebató “¡Papito, ¿a dónde te has ido?!”, gritó la
madre
“Papito, papito, ¿a dónde te has ido?", fue el
grito desgarrador de Eliana Quispe de Romero al
reconocer el cadáver de su pequeño hijo de seis años de
edad entre los escombros que dejó a su paso el
devastador tsunami que precedió al terremoto el sábado
último en gran parte del litoral sureño del país. El
dramático testimonio de la madre conmovió ayer a la
población de Camaná, que aún no termina de reponerse del
doble desastre que afrontaron el sábado por la tarde: el
terremoto y el tsunami. Eliana Quispe contó a los
bomberos rescatistas que aquella tarde su pequeño Santos
Félix fue a buscar a su abuelita luego del violento
sismo para ver cómo se encontraba, allá por el sector de
El Chorro, uno de los balnearios camanejos. ”Detrás
íbamos su padre y yo con mi última hija cuando de pronto
una ola inmensa de agua nos cayó encima”, dijo. Su
instinto de madre hizo que a pesar de la fuerza del agua
que los arrastró violentamente lograra sujetar a la niña
y en un primer momento al pequeño Santos Félix, “pero
las fuerzas no me dieron para tanto y se me soltó". Las
lágrimas surcaban su rostro. Desde ese momento no
volvió a saber más de él hasta ayer por la tarde cuando
los rescatistas peinaron la zona desde tempranas horas
de la mañana. "¡Aquí está!", gritó uno de los
bomberos al encontrar el cuerpecito inerte de la
criatura. El hallazgo se produjo en un terreno de
cultivo en un dren de regadío a 500 metros del mar. Los
padres y los vecinos protagonizaron escenas dolorosas.
Agricultores
arruinados
“El desastre más grande de la agricultura de
Camaná nos ha costado un total de 2 mil 180 hectáreas de
tierras de cultivo", afirmó ayer el vicepresidente de la
comisión agraria de la provincia, Luis Cruz
Carazas. Estas pérdidas afectan a tres mil familias
dedicadas netamente a la agricultura. Asimismo, un total
de 60 kilómetros de drenes de regadío colapsaron por el
ingreso del agua salada el pasado sábado. "Calculamos
que se necesitará un monto que supere los diez millones
de dólares para reactivar el agro en Camaná", expresó
consternado el dirigente agrario. Las cifras
alcanzarían unos 20 millones de dólares, siendo los
productores de cebolla, zapallo y ajo los más afectados.
Los agricultores solicitan tractores y cargadores
frontales para la recuperación de su principal fuente de
trabajo y sustento de toda la provincia, las tierras de
cultivo. |
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Del Diario "OJO" / miércoles, 27 de junio del 2001
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Ayer deudos comenzaron a
velar a sus muertos Camaná en escombros Penosa búsqueda de otros 70 desaparecidos
continúa
“Ojalá los ministros vuelvan pronto con ayuda”
Damnificado.
Drama y desolación es lo que refleja la castigada
ciudad arequipeña de Camaná. Ayer, mientras siete
víctimas del terremoto y tsunami eran veladas en la sede
del Comité de Productores de Arroz, el alcalde, Enrique
Gutiérrez Sousa, pedía ayuda para ubicar y rescatar a
más de 70 desaparecidos. Es que la furia del mar, la
tarde del sábado último, arrasó con todo a su paso. Las
aguas empozadas en las calles de los balnearios, casas
enteras de cabeza y en escombros, terrenos de cultivos
arrasados, son el más fiel testimonio de la tragedia que
allí sucedió. Conforme avanzan las horas la situación
es cada vez más angustiosa para los damnificados, que ya
suman varios miles y algunos de los cuales anoche
pernoctaron en una de las apenas ochenta carpas que les
entregó Defensa Civil. Ayer los camanejos lloraron a
sus muertos pero se dieron tiempo también para continuar
con la búsqueda de los desaparecidos. Los distritos
de Ocoña, Quilca y Uraqui están incomunicados debido a
deslizamientos y derrumbes que hasta ahora no han podido
ser limpiados. Testigos de este drama fueron los
ministros de la Mujer, Susana Villarán, y de Educación,
Marcial Rubio, quienes llegaron ayer a esta ciudad para
inspeccionar y evaluar la magnitud del desastre. Al filo
de la noche partieron a Lima, llevando en sus carpetas
dolor y lágrimas.
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