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NOTICIAS DIA A DIA  [ DIVERSOS DIARIOS ]  : [     Martes 26  • Miércoles 27   • Jueves 28       ] CRONICA DEL TERREMOTO

de "El Comercio" -JOSÉ SANTILLÁN ARRUZ / Miércoles 27.06.01

Con pocos alimentos se inició cruzada para ayudar a damnificados

 

EL MAR Y SU VIOLENCIA. Este testimonio fotográfico da cuenta de las terribles consecuencias del maretazo que azotó Camaná, tras el sismo del último sábado. Los damnificados llegan a cientos y necesitan ayuda urgente. (Foto: Manuel García Miró / Enviado especial)

"Por algo se empieza", han dicho las autoridades de Camaná. Luego de que El Comercio diera a conocer la urgente ayuda que requieren los damnificados de esta castigada ciudad arequipeña, ayer se inició la distribución de alimentos y frazadas entre algunas familias campesinas que lo perdieron todo debido al terremoto y posterior maretazo que destruyó sus viviendas.

Arroz, azúcar, frejoles, aceite y algunas conservas fueron llevadas -aunque en cantidades muy limitadas- a los balnearios de La Punta, El Chorro, La Brisa, Cerrillos, Las Cuevas, Pozo Colorado, además de Quilca y Pucchun, zonas que fueron devastadas por las enormes olas que se sucedieron una tras otra luego del violento sismo que sacudió el sur del país el sábado pasado.

La ayuda partió del local municipal en pequeñas camionetas que se dirigieron raudas desde las 9 a.m. a los diversos balnearios camanejos, considerados zonas de desastre.

El profesor José Arroyo, presidente de la Comisión de Defensa Civil del Concejo Provincial de Camaná, reconoció que la ayuda es mínima frente a los requerimientos de los damnificados de esta provincia que no sólo perdieron sus viviendas, sino también sus puestos de trabajo ya que muchos de ellos se dedicaban a la agricultura.

Arroyo lamentó que las autorizaciones de ayuda se hallen centralizadas en Lima, cuando estas debieron ser delegadas directamente a las autoridades de Arequipa para evitar demoras innecesarias. Aun así el funcionario municipal expresó su confianza en que en las próximas horas una mayor ayuda pueda ser enviada a un número más grande de damnificados a fin de sosegar su desgracia.

Un lote de 40 camas plegables, además de carpas, bidones de agua potable y 120 frazadas, se incluyó en la partida de emergencia que será distribuida entre los damnificados camanejos.

Faltan máquinas

Por cierto, la maquinaria pesada sigue brillando por su ausencia, no obstante que es evidente la falta de motobombas, retroexcavadoras, cargadores frontales y camiones volquetes para remover los escombros.

Pese a la ayuda remitida ayer, algunos vecinos de La Punta y Cerrillos se preguntan por las razones de la demora de la ayuda prometida y también por las reducidas cantidades que han recibido hasta el momento.

"Las imágenes y los testimonios no parecen haber sido suficiente para las autoridades. Vivimos un drama. Lo hemos perdido todo y los riesgos de enfermedades de nuestros hijos no nos dejan dormir... ¿Qué es lo que sucede?", se preguntó doña Carmen R., quien reside en La Punta. La respuesta se escuchó ya muy noche cuando dos camiones llegaron a Camaná con diez toneladas de alimentos que fueron depositados en el local de la biblioteca municipal.

Pobladores de La Punta comparten olla común

Camaná.- Mientras algunos trataban ayer de recuperar parte de sus pertenencias entre el barro y los escombros de sus viviendas, numerosas familias de La Punta se organizaron en una olla común para dar de comer a sus menores hijos, muchos de los cuales ya empiezan a sentir los estragos de dormir a la intemperie.

Menestras, fideos y una sopa caliente fue lo mejor del día para estas empobrecidas familias que sólo esperan la llegada de la ayuda prometida por las autoridades.

Madres que miran con tristeza los rostros de sus hijos, niños que corren inocentemente sin saber lo que les espera en el futuro y padres de familia que sólo atinan a sumirse en profundo silencio frente a la desgracia que ha cambiado sus vidas por completo.

En Cerrillos, Católica, El Chorro, Las Brisas, entre otros balnearios destruidos, el panorama seguía siendo desolador.

Teodora Vargas (63) recuerda aún con horror los instantes en que la tierra empezó a temblar y el mar se retiró casi cien metros para luego arremeter con fiereza indescriptible. "Fue como el fin del mundo. Mi hija gritaba ¡Se sale el mar... Se sale el mar!, pero no le creí hasta ver como se formaba una ola gigantesca... Lo único que hice fue correr, correr", dijo.

La suerte de Teodora no ha sido la misma para todos. Pescadores, agricultores y niños han sido las fatales víctimas del maretazo.

Sólo ayer en la mañana el cuerpo inerte de otro niño, identificado como Santos Félix Romero Quispe (6) fue hallado envuelto entre el follaje y el barro de un terreno agrícola de El Chorro.

Del Diario "OJO" / miércoles, 27 de junio del 2001

Hallaron a su hijo 72 horas después del maretazo
El mar se los arrebató
“¡Papito, ¿a dónde te has ido?!”, gritó la madre

“Papito, papito, ¿a dónde te has ido?", fue el grito desgarrador de Eliana Quispe de Romero al reconocer el cadáver de su pequeño hijo de seis años de edad entre los escombros que dejó a su paso el devastador tsunami que precedió al terremoto el sábado último en gran parte del litoral sureño del país.
El dramático testimonio de la madre conmovió ayer a la población de Camaná, que aún no termina de reponerse del doble desastre que afrontaron el sábado por la tarde: el terremoto y el tsunami.
Eliana Quispe contó a los bomberos rescatistas que aquella tarde su pequeño Santos Félix fue a buscar a su abuelita luego del violento sismo para ver cómo se encontraba, allá por el sector de El Chorro, uno de los balnearios camanejos.
”Detrás íbamos su padre y yo con mi última hija cuando de pronto una ola inmensa de agua nos cayó encima”, dijo.
Su instinto de madre hizo que a pesar de la fuerza del agua que los arrastró violentamente lograra sujetar a la niña y en un primer momento al pequeño Santos Félix, “pero las fuerzas no me dieron para tanto y se me soltó". Las lágrimas surcaban su rostro.
Desde ese momento no volvió a saber más de él hasta ayer por la tarde cuando los rescatistas peinaron la zona desde tempranas horas de la mañana.
"¡Aquí está!", gritó uno de los bomberos al encontrar el cuerpecito inerte de la criatura. El hallazgo se produjo en un terreno de cultivo en un dren de regadío a 500 metros del mar. Los padres y los vecinos protagonizaron escenas dolorosas.

Agricultores arruinados

“El desastre más grande de la agricultura de Camaná nos ha costado un total de 2 mil 180 hectáreas de tierras de cultivo", afirmó ayer el vicepresidente de la comisión agraria de la provincia, Luis Cruz Carazas.
Estas pérdidas afectan a tres mil familias dedicadas netamente a la agricultura. Asimismo, un total de 60 kilómetros de drenes de regadío colapsaron por el ingreso del agua salada el pasado sábado.
"Calculamos que se necesitará un monto que supere los diez millones de dólares para reactivar el agro en Camaná", expresó consternado el dirigente agrario.
Las cifras alcanzarían unos 20 millones de dólares, siendo los productores de cebolla, zapallo y ajo los más afectados. Los agricultores solicitan tractores y cargadores frontales para la recuperación de su principal fuente de trabajo y sustento de toda la provincia, las tierras de cultivo.

Del Diario "OJO" / miércoles, 27 de junio del 2001

Ayer deudos comenzaron a velar a sus muertos
Camaná en escombros
Penosa búsqueda de otros 70 desaparecidos continúa

“Ojalá los ministros vuelvan pronto con ayuda” Damnificado.

Drama y desolación es lo que refleja la castigada ciudad arequipeña de Camaná. Ayer, mientras siete víctimas del terremoto y tsunami eran veladas en la sede del Comité de Productores de Arroz, el alcalde, Enrique Gutiérrez Sousa, pedía ayuda para ubicar y rescatar a más de 70 desaparecidos.
Es que la furia del mar, la tarde del sábado último, arrasó con todo a su paso. Las aguas empozadas en las calles de los balnearios, casas enteras de cabeza y en escombros, terrenos de cultivos arrasados, son el más fiel testimonio de la tragedia que allí sucedió.
Conforme avanzan las horas la situación es cada vez más angustiosa para los damnificados, que ya suman varios miles y algunos de los cuales anoche pernoctaron en una de las apenas ochenta carpas que les entregó Defensa Civil.
Ayer los camanejos lloraron a sus muertos pero se dieron tiempo también para continuar con la búsqueda de los desaparecidos.
Los distritos de Ocoña, Quilca y Uraqui están incomunicados debido a deslizamientos y derrumbes que hasta ahora no han podido ser limpiados.
Testigos de este drama fueron los ministros de la Mujer, Susana Villarán, y de Educación, Marcial Rubio, quienes llegaron ayer a esta ciudad para inspeccionar y evaluar la magnitud del desastre. Al filo de la noche partieron a Lima, llevando en sus carpetas dolor y lágrimas.

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