Anecdotario |
Así que la siguiente vez que quise hacer un regalo personalizado pensé en acudir a un psicólogo o buscar un material distinto, pues las plastilinas de pupitre no subsistían y buscar otras más profesionales no me lo podía permitir A la mañana siguiente leí en el periódico que mi psicólogo había sido ingresado en el frenopático así que después de hacer trizas la noticia … EUREKA!!! Un material económico maleable y duradero!! Salí de la bañera y me puse a trabajar Cogí un par de fotos del homenajeado , otro amigo, e intenté darle volumen. Me fue más fácil de lo que pensaba, conocía su fisonomía y las fotos habían retenido un gesto muy habitual en él . Confieso que no sé cómo mis manos lo moldearon casi idéntico, lo demás fue sencillo, vestido de clown, pues fue una de sus aficiones, y en su mano, esencial, su sexto dedo humeante... |
No sé como empezó esta afición, y el cuando es posible que sea más lejano de lo que recuerdo, pero en realidad no hace mucho que empecé a producir con intención de vender. Con anterioridad había hecho, para un amigo, una réplica suya en miniatura de plastilina , salió bien y pude hacer una sucesión de fotografías, unas 40 (cuando lo de las cámaras digitales era un rumor) y conseguí fotograma tras fotograma que “El Príncipe Alexadre”, protagonista del cuento, jugara con cinco bolas malabares y éstas hicieran toda la rotación … en cada movimiento fotografiado el muñeco se fue deteriorando y perdiendo su color original. Ahora se desmontaba un pie , ahora se le caía la cabeza , fue un largo trabajo, divertidísimo. Le regalé el muñeco junto a al cuento que escribí , en el que incluía ,en la parte derecha de cada página, un fotograma , para que al pasar las paginas se viera el movimiento .Eso lo conseguí, pero actualmente sólo perdura la cabeza del malabarista de plastilina: ”príncipe Alexandre”…. |
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