|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Karlo
S.A., fué una metalúrgica que se inició en 1970 y
llegó a tener más de 42 empleados. Pero con muy poco
tiempo de vida ya que cerró sus actividades en 1976. El motivo
principal fué la falta de un mercado consumidor para sus
productos. En otras palabras, después que todos los
dueños de camionetas compraron las cúpulas, no
habían más compradores. Hicieron tambien furgones para
camiones, carrocerías para tractores y máquinas
agrícolas, trailers, zorras, casas-rodantes y terminaron con
muebles metálicos para cocina, un producto moderno para la
época pero sin éxito ante un consumidor tan conservador
como el uruguayo. El problema de Karlo, fué el mismo de tantas
otras industrias nacionales. No se pueden sustentar explotando un
mercado tan pequeño. Pero volviendo a Karlo, hubo un
contrato con Espósito S.A. de carrozar 60 Indios 0 Km. en 60
días. Cosa que dejó muy orgulloso a Walter Calvo
González (fundador y director de la empresa), pues pudo cumplir
fielmente con el pedido. Posterior a eso, las unidades carrozadas
realmente fueron negociadas directamente con los clientes.
Además de Indios, tambien se hicieron cúpulas para las
Peugeot, Serranas, Marinas, Toyotas, Fiat 125, Rastrojeros, etc. Para
no decir que todo eran rosas en aquellos años, recuerda Carlos
Calvo (hijo del fundador) un problema habitual era que determinada
marca de utilitarios desarrollados localmente , a veces venían
con diferencias de hasta 2 cm. en el escuadre de sus carrocerias. Y con
esa imperfección, era imposíble estandarizar una linea de
producción. |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|