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Celso
Alvarez fué otro carrocero que innovó en el estilo de los
buses de su época. Baste ver la imagen de un "camello" de
O.N.D.A. de los años inmediatamente posteriores a la Segunda
Guerra Mundial. Otro producto sumamente reconocido (incluso fuera de
fronteras) han sido las dos casas rodantes que tienen su historia
detrás. Tras el apoyo brindado por el Uruguay , especialmente a
Inglaterra y Francia durante la Segunda Guerra Mundial y en momentos
tales como en la batalla del Río de la Plata que llevó al
hundimiento del "Admiral Graf Spee" , el gobierno británico
decidió corresponder a su Embajador en nuestro país
y al presidente uruguayo con dos casas rodantes. A tales efectos dos
chasis de AEC (ACLO en Sudamérica) de tres ejes fueron enviados
a Montevideo. Recibieron sendas carrocerías construídas
por Celso Alvarez y tuvieron su vida útil. Sin embargo una de
ellas fue desmontada del chasis y quedó abandonada en una
propiedad del representante ACLO en Uruguay , Horacio Torrendell , cuyo
hijo y amigos la usarían como depósito y vestuario en los
picaditos del fin de semana. La otra carrocería
sobrevivió pero marchó a Brasil donde se exhibe
actualmente en un museo. Sin embargo , el fin de la época de las
"vacas gordas" , que sobrevino al culminar el conflicto mundial ,
llevó a que la empresa desapareciese en la década de los
50.
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