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EL
METRO EN SANT FELIU
Sant Feliu de Llobregat hoy por hoy no dispone de ninguna estación
de metro.
La llegada de la red del ferrocarril metropolitano a Sant Feliu es
uno de los grandes puntos negros y actuaciones pendientes que tiene,
no sólo nuestra ciudad, sino la totalidad de la comarca de
la que somos capital. Pero es que el asunto de la llegada del metro
y el serio problema de carecer en Sant Feliu, aún hoy, no de
una simple y única estación de la red (que es a la reivindicación
a la que se nos ha relegado de forma interesada) sino a poder contar
con varias estaciones en esa red del metropolitano barcelonés
(que es lo que realmente se necesita), es algo gravísimo y
se debe a diversos factores y circunstancias de muy distinta índole.
EL ORIGEN
No se puede definir exactamente cuál es la fecha exacta del
inicio de esta reivindicación en nuestra ciudad. Es virtualmente
imposible determinar con exactitud el punto de inicio en el cual Sant
Feliu se dio cuenta de que necesitaba el metro, y por tanto, comenzó
a reivindicarlo. El punto exacto en el cual nuestra ciudad se dio
cuenta con certeza absoluta de que necesitaría el metro en
el futuro y de manera seria... es un punto difuso y muy difícil
de situar en el tiempo. Y... ¿por qué motivo ocurre
esto?, pues la respuesta es tan sencilla y simple como grave y preocupante:
por miedo. Y es que Sant Feliu, aun habiéndose dado perfecta
cuenta en el pasado de que la llegada de la red de metro a la ciudad
era algo más que necesario para su desarrollo, no se atrevió
jamás a reivindicarla con la seriedad y firmeza que una actuación
de esta índole requeriría. Durante todo este tiempo,
parecía como si a los habitantes de Sant Feliu nos tuviesen
secuestrados de alguna forma y nos tuviesen callados para no reivindicar
ese metro que tanto necesitamos. Es como si, por alguna extraña
razón, nos tuviese que dar vergüenza el reivindicar el
metro, o nos tuviésemos que sentir culpables por pedirlo, o
incluso también, es como si estuviésemos pidiendo algo
que no nos corresponde y a lo que no tuviésemos derecho. Es
como si por algún extraño capricho del destino, cualquier
ciudad de nuestro entorno más inmediato tuviese razones y motivos
más que de sobra para reivindicar la llegada del metro, pero
nosotros no... parece como si el metro fuese un lujo innecesario y
superfluo que Sant Feliu demanda por capricho, cuando la realidad
es muy pero que muy distinta y lo que pasa es justo lo contrario de
lo que siempre hemos creído.
En el pasado reciente, parecía como que el demandar la prolongación
de la red de metro hacia Sant Feliu se entendía desde las instituciones
y desde las altas esferas como un capricho infantil de una población
de ignorantes. Sant Feliu no tenía derecho al metro "por
definición" y punto, pedíamos por pedir y como
lo hacíamos además de una manera tan tímida y
con un sentido de culpabilidad al efectuar nuestras demandas tan grande,
pues la demanda debía ser desestimada sistemáticamente
y sin ni siquiera explicar el porqué de una manera razonada
y coherente. Con decir simplemente que no, o no hacernos el más
mínimo caso y ni siquiera estudiar la propuesta, ya bastaba.
La idea era que eso de que el metro llegase a Sant Feliu era tan descabellado
que no se debía ni contemplar como algo serio, y por tanto,
los habitantes de esta ciudad, lo que teníamos que hacer era
callarnos y seguir igual. La situación ha llegado a ser, y
aún lo es, tan esperpéntica, que parece como que el
demandar el metro desde Sant Feliu, en lugar de ser algo tan serio
como lo que en realidad es y en lugar de ser algo necesario para la
población de nuestra ciudad y comarca, pues que fuese como
si estuviésemos escribiendo una excéntrica carta a los
Reyes Magos rogándoles y pidiéndoles de rodillas que
fuesen magnánimos y que nos trajesen de regalo algo superfluo
y un lujo innecesario, que es lo que a los ojos de los verdaderos
ignorantes supone ver el metro en Sant Feliu.
Pero... ¿a qué puede ser debido este sentimiento de
culpabilidad, que para nada debería tener Sant Feliu, y que
nos hace tener esa total falta de firmeza y carecer de ese obligatorio
tono de exigencia imprescindible para exigir, como deberíamos,
esa tan necesaria llegada del metro?. Pues sinceramente y desde esta
web, la teoría más creible podría ser la de que
esa falta de firmeza en la exigencia, esa timidez al solicitar la
llegada del metro, ese conformismo cuando se nos responde que no,
o esa falta de insistencia cuando ni siquiera se nos hace caso, solamente
puede ser achacada a un factor: la humillación constante y
sistemática que ha venido sufriendo Sant Feliu con el asunto
del soterramiento.
Y es que el tema del soterramiento de las vías del tren a su
paso por nuestra ciudad se ha convertido en algo psicológico
para la población de Sant Feliu. El soterramiento de las vías
es un frente de batalla en el que desde hace ya casi 30 años,
en todas y cada una de las ocasiones en las que se ha intentado algo
para remediar esa injusticia, se ha fracasado. Siempre que se ha demandado
la actuación, se ha salido perdiendo. Y esto es algo que psicológicamente
a nuestra ciudad le ha hecho muchísimo daño en lo más
profundo. Es decir, si la única cosa que se demandaba desde
esta ciudad, si la única intervención que con todos
los datos por delante era evidente que se tenía que efectuar,
que era inmediata y urgente, si la única actuación que
se tenía en mente, si la actuación que, en rigor y con
la razón de nuestro lado, se debía de haber acometido
desde hace años y además, si una de las actuaciones
más justas y necesarias de todo el área metropolitana,
el Baix Llobregat... nos la negaban... ¿cómo no se iba
a ir formando durante todos estos años en Sant Feliu un sentimiento
de impotencia?, ¿cómo no íbamos a sentirnos pequeños
e insignificantes al ser humillados una y otra vez?, ¿cómo
no nos iba a entrar miedo... e incluso pánico, para atrevernos
siquiera a reclamar el metro?, es que es algo lógico y normal.
Si algo que es más que justo y necesario como lo es el soterramiento
y la supresión del paso a nivel por Sant Feliu, y no solamente
no lo hacen, sino que además, cuando se deciden, nos amenazan
con que "cuidadito con abrir la boca porque solamente será
parcial"... pues visto esto, ¿cómo se nos iba a
ocurrir en Sant Feliu el atrevernos con la osadía de reivindicar
el metro?
La triste verdad, nos digan lo que nos digan, es que en el asunto
del soterramiento nunca jamás nos han escuchado, nadie se lo
ha tomado en serio, se han reido de nosotros, nos han dado largas
y nos han contentado con presupuestar ridículas cantidades
que a lo sumo y para lo único que nos llegaban era para hacer
fotomontajes de "cómo quedaría la zona", y
cosas de esa índole. La única verdad es que todos y
cada uno de los que han podido hacer algo en el asunto de la supresión
del paso a nivel y el soterramiento de las vías jamás
nos han escuchado, jamás nos han tenido en cuenta y jamás
se han planteado el asunto con la gravedad con la que lo vemos nosotros.
El motivo es más que evidente, los fallecidos y las víctimas
en ese lugar siempre los hemos puesto nosotros, nunca ellos, los heridos
también los hemos puesto nosotros. Las dificultades que ese
paso a nivel y esa barrera nos impone a diario a más de 42.000
personas, solamente las sufrimos nosotros. El ruido y molestias que
soportamos son solamente para nosotros. El no poder disfrutar de un
paseo urbano que una la ciudad solamente nos supone un problema a
nosotros y a nadie más, por tanto, ¿a quién le
importa?. El resultado de ello es el ya conocido por todos: estamos
en pleno 2004 y aún no se ha concretado nada de nada de forma
definitiva y palpable.
Y eso... con los años y el paso del tiempo, psicológicamente
es algo que afecta a la ciudadanía de tal manera que les hace,
en su humillación constante, sentirse abandonados, sentirse
insignificantes, sentirse aislados, verse a sí mismos como
un pueblucho sin importancia que, por tanto, no puede atreverse a
demandar el metro, porque igual nos caen reprimendas desde todas partes
por osar realizar esa reivindicación. Reprimenda absolutamente
injustificada, ya que por situación geográfica, por
ser capital de comarca y por ser nudo de comunicaciones, además
de por disponer de servicios tan importantes como los que en Sant
Feliu se ubican, importancia como
ciudad tenemos y mucha. Y por supuesto, tenemos muchísima más
importancia como núcleo que cualquier ciudad de nuestro entorno
más inmediato, que se crea con derecho de reivindicar el metro
únicamente para sí misma pero no su ampliación
posterior hacia poblaciones vecinas como lo es Sant Feliu. Aun así
y debido a la humillación constante a la que hemos sido sometidos
desde siempre, y hasta que erradiquemos ese sentimiento generalizado
de que "nos tiene que dar vergüenza pedir el metro"
y de que "lo pedimos por pedir, como un lujo y sin necesidad"...
hasta que erradiquemos de nuestro subconsciente esas falsedades que
nos han hecho creer, no tendremos el problema resuelto. Y es que eso
son aspectos que hacen que los ciudadanos afirmen y piensen cosas
como que "si no hacen el soterramiento, ¿para qué
vamos a pedir el metro?". Y más aún... alguno hasta
puede que incluso esté comenzando a pensar ya, que eso de pedir
el metro para Sant Feliu es algo que supone un lujo, que no es que
sea muy necesario y que con lo que tenemos, ya nos va bien. ¡Hasta
ese punto hemos llegado ya señores!, hay gente que piensa que
la llegada del metropolitano se pide por vicio, porque no se necesita.
DOS ÚNICOS ANTECEDENTES
Aún así, hay que decir que han existido 2 únicos
momentos en la historia reciente de nuestra ciudad en los que hemos
visto la red de metro tan cerca que hemos soñado con su llegada
a nuestra localidad.
El primero de esos momentos en el tiempo es además el momento
en el cual la red de metro estuvo más cerca de nuestra ciudad
que nunca, y ocurrió en 1971. En esa época se desarrolló
un Plan
de Metros para Barcelona donde se acordó que la actual
L3 del metro debía llegar
hasta la vecina ciudad de Sant Just, dejando abierta una posterior
prolongación hacia Sant Feliu, ciudad que ya aparecía
en el plano de la red, en lugar de no existir, como ocurre en el actual
plano metropolitano.
La actual L3 tal y como la conocemos
hoy, es decir, con esa curiosa forma de "V", entonces no
existía como tal y la existente Línea
III se limitaba a cubrir el trazado, en un primer ramal,
entre las estaciones de Lesseps y Paral·lel (anteriomente
Pueblo Seco), y también cubría mediante un segundo
ramal que se bifurcaba en Aragón (hoy Pg. de Gràcia)
el trazado entre Lesseps y la desaparecida estación
de Correos (situada entre las actuales Jaume I y Barceloneta).
En el Plan
de Metros de 1971 podemos apreciar cómo el segundo ramal
del que os he hablado y que llevaba hacia Correos serviría
para implementar la nueva Línea IV
y cómo también, el nuevo tramo que hoy tenemos en la
L3 y que une la antigua estación
de Pueblo Seco (hoy llamada Paral·lel)
con la estación de Zona Universitària (inicialmente
llamada Ciudad Universitaria) era entonces una incipiente y
novedosa línea que se proyectaba y que sería distinta
a la existente Línea III.
Esta nueva línea proyectada se llamó Línea
IIIb y se tenía que hacer trasbordo en la estación
de Pueblo Seco para tomar la Línea
III, debido a que como os comento, tanto la Línea
III como la Línea IIIb
fueron inicialmente dos líneas diferentes e independientes
entre sí. Y así debería de haber continuado el
dibujo, de no ser porque en 1982, se unieron ambos tramos y se creó
el ridículo dibujo en "V" que tiene hoy la L3.
Otro aspecto interesante de este Plan
de Metros de 1971 es el discurrir de las entonces llamadas Línea
II (actual L2)
y Línea V (actual L5).
Resulta que originalmente y a diferencia de lo que ocurre hoy por
la consabida dejadez y falta de motivación política
en solventar los errores, la actual L5
se pensó y debería ser hoy una línea transversal
que asegurase los movimientos en línea recta entre Cornellà
y Badalona por el centro del ensanche barcelonés, mientras
que la actual L2 debiera haberse
convertido en lo que se ideó desde un principio: una efectiva
bajada desde la montaña hasta el mar en Barcelona, pasando
por el centro de la ciudad. Observando el Plan
de 1971, vemos que desde el "lado Llobregat" y hasta
la estación de Sagrada Familia todo está hoy
como debe estar, ahora bien, a partir de aquí, lo que tenemos
en la actualidad son los trayectos de ambas líneas intercambiados
entre sí, en lugar de tener ejecutados los trayectos originales
que por pura lógica deberían representar nuestra realidad
cotidiana. Y es que hoy día, la actual L5,
en lugar de hacer lo lógico, es decir, dirigirse en horizontal
hacia Badalona y de tomar el recorrido con el que se ampliará
la línea existente hacia Can Ruti, se dirige hacia Horta.
Y del mismo modo, la actual L2,
en lugar de subir hacia las zonas de montaña del municipio
de Barcelona, para unirlas con el centro de la ciudad ofreciendo a
los propios barceloneses una óptima comunicación dentro
de su ciudad entre el norte montañoso y el centro o casco antiguo
en Ciutat Vella... en lugar de hacer eso, pues resulta que la actual
L2 discurre hacia Badalona.
El segundo momento en el tiempo en el que desde Sant Feliu vimos tan
cerca el metro que nos ilusionamos en silencio con su llegada, claro
está, fue cuando vimos llegar la L5
a Cornellà. Y es que desde Sant Feliu veíamos lo lógico
y normal... si la L5 está
en Cornellà, pues hasta Sant Feliu, son solamente dos o tres
paradas más, ya que pasando por Sant Joan Despí y Torreblanca,
en la actual zona donde se ubica la nueva ciudad deportiva azulgrana...
la siguiente parada sería la que se enclavaría en Sant
Feliu.
Esos fueron los 2 únicos momentos en los que el metro ha estado
"tan cerca" de nuestra ciudad. Después de ello, evidentemente,
las ideas originales de llegada de una inicial Línea
IIIb (actual L3) o
las de una prolongación de la actual L5,
se han ido desvaneciendo, se han ido perdiendo, se han ido olvidando
y cada vez que se ha decidido el ampliar la red del metro, ésta
lo ha hecho por los otros extremos de sus líneas, es decir,
los que dan al "lado Besòs".
EL
METRO EN EL BAIX LLOBREGAT
La comarca de la que somos capital, el Baix Llobregat, es según
algunos, una de las comarcas más importantes de Cataluña.
Pero eso es un error. El Baix Llobregat no es para nada una de las
comarcas más importantes, sino que es sin duda alguna y sin
el mayor género de dudas, la comarca más importante
de Cataluña. ¿Las razones?, pues son más que
evidentes... la ciudad y el núcleo central del área
metropolitana, es decir, Barcelona, es desde tiempos inmemoriales
un núcleo comercial importantísimo del Mediterráneo
occidental. Barcelona y su área metropolitana tienen una geografía
y una orografía características muy particulares que
hacen que la ciudad, además de dar al mar por uno de sus lados,
dé a la sierra de Collserola por el otro, teniendo como únicas
salidas hacia el interior, la zona del Maresme, el corredor de Castelldefels,
el corredor del Vallés y el valle del río Llobregat.
Toda vez que el corredor de Castelldefels se termina en esa localidad
al levantarse junto a la costa el macizo del Garraf, cuyos acantilados
hacen dificilísimas las intervenciones, toda vez que la zona
del Maresme engloba localidades y pequeños núcleos que
se levantan en las montañas de la cercana sierra litoral, y
toda vez que para entrar en el Vallés, ya sea el oriental,
ya sea el occidental, o ya sea para entrar también en la Cataluña
central, hay que utilizar el mismo corredor... el lugar más
importante y el emplazamiento más idóneo para proceder
a la salida y entrada a Barcelona, hacia y desde todas direcciones,
es sin duda alguna el valle del río Llobregat.
Si a todo ello le añadimos el hecho vital e importantísimo
que supone el que el aeropuerto de la ciudad esté situado en
la desembocaduradel río, y además, que el puerto de
Barcelona, principal fuente de entrada de riqueza de la zona, esté
localizado también en este área y en esta zona, próxima
al Llobregat, podemos concluir sin temor alguno a equivocarnos, en
que el Baix Llobregat y su valle junto al río es el único
punto viable para extraer las mercancías que a Barcelona llegan
tanto por mar como por aire desde todas partes del globo. Y del mismo
modo, el Baix Llobregat es el único punto de entrada válido
para hacer llegar al puerto de Barcelona todos aquellos productos
que han de exportarse al exterior. Es decir, que vistos los corredores
que tiene Barcelona para entrar y salir de ella, y visto en enclave
de la ciudad, y dado que las mercancías no pueden atravesar
un núcleo tan densamente poblado como es Barcelona para dirigirse
a según qué corredores, el único modo de entrar
y salir con éxito es el utilizar el Baix Llobregat como plataforma
de acceso y salida para desde aquí, poder abastecer al resto
del área metropolitana, al resto de Cataluña, al resto
de España y a gran parte del sur de Europa occidental. Estos
son los mercados a los que se dirigen Barcelona y Cataluña
y de su abastecimiento desde Barcelona y no desde otra parte dependen
en gran medida los ingresos económicos catalanes.
¿Cuál es el problema actual?, que los citados ejes viarios
y ferroviarios que discurren por nuestra comarca se están desbordando,
se están colapsando y ya no absorven la cantidad de tráfico
que deberían, dado que la ciudadanía colapsa mediante
sus vehículos privados las vías de acceso, dificultando
la circulación de los convoys de mercancías y por tanto
frenando el desarrollo económico de toda la región.
Las carreteras, autopistas, autovías y vías rápidas,
como lo son la AP-2, la B-23, la A-2 el cinturón del litoral,
la N-340, la BV-2001, etc. están viéndose desbordadas
a diario por el tráfico del vehículo privado. Y de la
misma forma, las líneas ferroviarias tanto de RENFE, como de
FGC, a ambas bandas del río, al tener que compartir circulaciones
de cercanías con circulaciones de mercancías, se están
viendo incapaces de dar un servicio adecuado, ni de cercanías,
ni de mercancías. Ello ocurre ya que es imposible aumentar
las frecuencias de paso de los trenes de cercanías para dar
respuesta al crecimiento de población de las ciudades del Llobregat,
sin incidir negativamente en las circulaciones de mercancías
frenando el crecimiento económico y frenando el desarrollo
de Cataluña. Y del otro lado, si se incrementasen las circulaciones
de mercancías, no se podría ofrecer un servicio eficaz
de cercanías al compartir la infraestructura y la población
es quien se vería perjudicada.
Por lo tanto tenemos un problema y este problema se ha venido incrementando
y agravando a medida que han pasado los años y se ha ido dejando
al Baix Llobregat de lado en lo que a inversiones en transporte público
se refiere. Y es que al haber ido haciendo las cosas de esta forma,
lo que inicialmente se podría haber ido solventando con dos
o tres paradas de la red de metro hacia el Llobregat de 2 en 2 años,
ahora mismo y debido a cómo se ha ido desarrollando todo, ahora
ya no se solventa ni se arregla la situación con esas 2 o 3
paradas en una única línea, sino que para adecuarse
a los tiempos, y si se quieren hacer bien las cosas, lo que se debe
de realizar es una inversión más que ambiciosa y potente
en nuestra comarca si se quiere estar a la altura de las espectativas
que se están creando. Por lo tanto, y debido a hechos y acontecimientos
tan importantes para nuestra economía como la ampliación
del puerto, ya en marcha, o como la construcción de la tercera
pista del aeropuerto, ya finalizada, o al desvío del cauce
del Llobregat en su desembocadura para aumentar la superficie de la
plataforma logística... se debe de estar a la altura y actuar
e invertir en materia de transporte público en el Baix Llobregat
de tal manera que gran pare del tráfico de vehículos
privados que colapsa las vías rápidas, pase irremisibemente
al transporte público, puesto que de lo contrario, las infraestructuras
realizadas no se podrán aprovechar al 100% de sus posibilidades,
generando pérdidas, despidos, cierres, etc. al no poderse cumplir
los objetivos.
Es por ello que el Llobregat lo que ya necesita no es una simple ampliación
de la L3 ó la L5
por separado y de una en una estación por año, sino
que necesita, además de ambas actuaciones, una seria inversión
con la L12, un túnel de
cercanías que discurra bajo Diagonal, un tranvía eficaz
y eficiente, una prolongación de la L6
hacia el Llobregat y la segregación inmediata de las líneas
de mercancías para hacerlas discurrir por el exterior de las
ciudades y núcleos urbanos, por los cuales, solamente deberían
pasar vías férreas que albergasen únicamente
circulaciones de cercanías.
ACTUALIDAD: LA LÍNEA 12
En la actualidad, todo este asunto parece que lo estamos circunscribiendo
casi exclusivamente al irrelevante paso de la L12
por Sant Feliu, cuando resulta que el paso de esta nueva línea
de metro en proyecto no debiera preocuparnos para nada puesto que
no es prioritaria para nuestra localidad en absoluto. Lo que es acuciante
para ciudades y núcleos como Esplugues, Sant Just y Sant Feliu,
es una ampliación inmediata y seria de la actual L3
del metro que no se sabe por qué extraño motivo sigue
estancada, anclada y en hibernación, y no sale de Zona Universitària.
Lo que ocurre, claro está, es muy simple... y es que la ciudadanía
está descontenta con la inexistencia de medios de transporte
público de calidad debido a la falta total de infraestructuras
en nuestra comarca, fruto de la inoperancia institucional en nuestra
comarca desde hace tanto tiempo. Por lo tanto y en cuanto las administraciones
ponen en marcha un proyecto como por ejemplo el de la L12,
para introducir el metro en nuestra comarca, pues lógicamente,
nadie se quiere quedar descolgado y todo el mundo empieza a pedir
que la citada línea pase por su término municipal, al
precio que sea y pase lo que pase. Y ello es, evidentemente, un ERROR
MAYÚSCULO.
La L12 propuesta no es más
que un eje que primordialmente pretende abastecer el sur de nuestra
comarca, es decir, el eje o corredor de Castelldefels, donde partiendo
de esta ciudad a las puertas del Garraf, se ha de abastecer a los
usuarios de ese corredor en línea recta y así, llegar
a poblaciones como Gavà, Viladecans y Sant Boi, para finalmente
entrar en Barcelona con unos tiempos de viaje competitivos y que nos
ayuden a todos a vaciar las vías rápidas del tráfico
innecesario que le suponen los vehículos privados. El pedir
que esa misma L12 pase por poblaciones
como Sant Just o Sant Feliu, es simplemente proporcionarle a ese proyecto
de L12 una vuelta de tuerca innecesaria,
es propiciarle a esa línea un frenazo y una inasumible, inaceptable
e incongruente variación en su trazado, que en nada beneficia
a la propia línea, que en nada ayuda a los usuarios de ese
corredor y que en nada facilitaría su uso posterior, ya que
los tiempos de viaje aumentarían y la vuelta que daría
esa supuesta L12 que pasase por
nuestra localidad y/o por Sant Just, sería del todo equivocada.
Es por ese motivo por el que desde esta web se dice y se defiende
que la L12 no debería,
en ningún caso, pasar por Sant Feliu, ya que los esfuerzos
inversores para servir a las poblaciones de Sant Feliu y Sant Just
deberían emplearse en la ampliación y prolongación
de la L3, que es una línea
que nos deja en la Diagonal, en Sants, en la zona del Campus Nord,
en la plaza de España, en el Paralelo, en las terminales marítimas
portuarias, etc. Además la L3
es una línea que nos comunica entre nosotros mismos, reforzando
al tranvía que discurriría por barrios diferentes, la
L3 es una línea que al
prolongarse hacia Esplugues (Finestrelles y Sant Joan de Deu), hacia
Sant Just (Rambla) y hacia Sant Feliu (entrando por Mas Lluhí
y la c/Roses) no perjudica al resto de usuarios de otros núcleos
del área metropolitana... es más, se deja abierta la
posibilidad de prolongarse, bien hacia ant Boi, o bien hacia Sant
Vicenç dels Horts, para unirse allí a la infraestructura
de FGC en Cuatre Camins, donde existiría un intercambiador
con el TRAM y los buses interurbanos. En definitiva, que la L3
es una línea que de llevarse de esta forma hasta nuestra ciudad,
permite que la L12 salga directamente
desde Sant Boi hasta el intercambiador de Cornellà o el de
Sant Joan Despí, suba bajo la Avda. Baix Llobregat (si se hace
pasar por Cornellà) o por la Avda. de Barcelona (si discurriese
bajo Sant Joan Despí), pasase en todo caso por Pont d'Esplugues
y desde allí se hiciese llegar a la zona alta de Barcelona
(Pedralbes, Campus Nord...) hasta desembocar en la actual estacón
de Reina Elisenda y proseguir hasta Sarrià, donde tendría
unión con la futura L9 y la actual L6. Eso sería mucho
más coherente para nosotros que el demandar una parada de la
L12 sin pensarlo y por pedir.
En Sant Feliu tendríamos metro de todas formas y éste
nos dejaría donde nos hace falta, es decir, en Barcelona y
por la Diagonal, no en Pedralbes ni en Castelldefels. Y de todas formas,
estaríamos a un solo trasbordo a realizar, bien en Cornellà,
bien en Sant Joan o bien en Esplugues, de enlazar con esa L12 que
nos llevaría en línea recta a las poblaciones del sur
de la comarca y a Castelldefels o hacia la zona norte de Barcelona.
De esta forma también se dejaría abierta la posibilidad
de que, de llevarse a cabo la actuación más que necesaria
bajo Diagonal, de introducir un túnel de metro y cercanías,
esa L12 procedente de Castelldefels, lo mismo que las líneas
de cercanías procedentes de ambas bandas del Llobregat, pudiesen
entrar por ese túnel describiendo un panorama en el cual, líneas
de este estilo fuesen posibles:
- "Martorell - Sant Boi - Cornellà - Diagonal" (vías
actuales de FGC)
- "Martorell - Sant Feliu - Cornellà - Diagonal"
(actuales vías de RENFE)
- "Castelldefels - Sant Boi - Cornellà - Diagonal"
(nueva L12)
Todo este abanico de posibilidades se abriría de introducir
una L12 coherente y sin vueltas innecesarias, aunque éstas
fuesen para que pasase por Sant Feliu. Y es que con esa prolongación
de la L3 como debe de efectuarse, además de contando con un
túnel de cercanías que discurriese bajo Diagonal, desde
Sant Feliu se podría acceder tanto a Barcelona como las localidades
vecinas de nuestra comarca... en tranvía, en metro y en cercanías,
dejando a la elección de los usuarios, según sus necesidades,
la selección del el medio de transporte más adecuado.
Y así, para distancias cortas, el tranvía sería
estupendo, para distancias un poco mayores tendríamos el metro
y para distancias largas, en las que no necesitásemos hacer
tantas paradas, pues escogeríamos la red de cercanías.
Obviamente, la combinación de los diferentes medios de transporte
nos ofrecería también un amplio abanico de opciones,
y así por ejemplo, para ir al Paralelo, bien podríamos
ir de forma directa con la L3, o bien hasta Sants con cercanías
(menos paradas) y allí cambiar al metro. Para ir a la Diagonal,
bien podríamos utilizar el tranvía directamente (muchísimas
paradas), o bien podríamos llegar en metro o cercanías
hasta el principio y allí canbiar al TRAM, etc.
Y si algún día fallase algún medio de transporte
por cualqier incidencia o contratiempo, siempre se dispondría
de otra alternativa igual de eficaz y segura. Y mientras tanto, el
coche estaría guardado en casita, no contaminando, no consumiendo
gasolina o gasóleo, no originando gastos de aparcamiento en
la ciudad, no causando colapso, no frenando el desarrollo económico,etc...
Para verlo más claro aquí os coloco varios planos de
posibles actuaciones diferentes en el Baix Llobregat, así como
otros enlaces de interés relativos a este apartado sobre el
metro:
-
La
L12 en su propuesta inicial (reconstruyendo algunos enlaces)
-
Modificaciones
de esta web a la propuesta inicial:
-
Otra
solución para el Baix Llobregat
- Ver
el especial "metroDELTA"
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Enlaces Santfeliuencs
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