|
area SF
|
 |
|
||||||||||||||||||||
|
|
Anteriormente el topónimo utilizado para designar lo que después fuera nuestra ciudad era el de Ticianum o Tiano. El origen del topónimo de Sant Feliu viene de la existencia de una capilla fundada bajo la advocación y en honor a este Santo y erigida entre los años 995 y 1010.
Otras capillas fueron las de Sant Llorenç, con referencias escritas desde 1277, y la de San Pedro, documentada desde el año 1060. Hasta el siglo XVI, la villa de Sant Feliu pertenecía a les Parroquias de las poblaciones vecinas de Sant Just Desvern y Sant Joan Despí. A partir de 1524 se crea la Parroquia de Sant Llorenç en el término municipal y la villa de Sant Feliu. LOS ORÍGENES DE SANT FELIU Los restos de los primeros asentamientos humanos del término municipal de Sant Feliu de Llobregat se encuentran en Can Albareda. Pertenecen al periodo del paleolítico inferior (120.000-80.000 a. de C.). Del neolítico, tenemos cerámica procedente de las cuevas de Santa Creu d'Olorda y, del periodo íbero, los primeros poblados en la Peña del Moro, entre Sant Just y Sant Feliu, Can Miano. La arqueología nos prueba la existencia de diferentes núcleos romanos, uno alrededor de Can Ricart y de la Parroquia de Sant Llorenç (siglos III-IV), el resto, en lugares como Mas Lluhí y Torreblanca. Se desconocen los siglos posteriores a la romanización, seguramente no por razones de despoblamiento del territorio de nuestra ciudad en los tiempos de los Visigodos o los Carolingios, sino por la falta de investigación. Hace falta llegar al siglo IX para encontrar la presencia de la Torre Abadal, construcción pre-románica de defensa que dominaba la llanura del Llobregat, y que se conserva como parte de la masía del mismo nombre. LA EDAD MEDIA Jurisdiccionalmente, Sant Feliu fue hasta el año 1243 de dominio real, fecha en la que Jaime permutó a Guillemona Dufort, el dominio y la alcaldía de la villa de Sant Feliu por el castillo de Tuir en Rosellón. En el año 1325 el sitio de Sant Feliu pasó a ser conjuntamente dependiente de la Piadosa Limosna de la Catedral de Barcelona junto con la familia Ferriol, que también tenía en Sant Feliu el dominio y alodio o propieded total de las Caballerizas de Palacio, de las cuales son restos el actual Parque Nadal. LA CIUDAD PRE-INDUSTRIAL Sobre el Sant Feliu pre-industrial tenemos una buena descripción en las respuestas del cuestionario de Francisco de Zamora del año 1789, donde se hace referencia al rápido crecimiento de la villa, con 450 casas, alrededor de la recientemente construida Carretera Real. De la agricultura, conocemos que era mayoritariamente de secano exceptuando algunas huertas regadas por norias, donde se cultivaban árboles frutales, se sembraba trigo y centeno y estaba grabados por los censos, que se pagaban a los grandes propietarios com los Falguera y los marqueses de Gironella, y por los diezmos, que cobraba el Capítulo de la Sede de Barcelona. Se tiene constancia de que, si bien la población era mayoritariamente campesina, había también maestros y artesanos liberales como herreros, cerrajeros, fabricantes de alpargatas, sastres, zapateros, médicos y farmacéuticos entre otros. EL SIGLO XIX En el siglo XIX se inician los grandes cambios de la villa, caracterizados por el crecimiento demográfico, el aumento de la producción agrícola, con la extensión de los regadíos motivada por la construcción del Canal de la Infanta en el año 1819; la mejora en las comunicaciones y con el ferrocarril desde el año 1854 y a partir de mediados de siglo. La primera industrialización encabezada por tres grandes empresas del sector textil: Can Bertrand, Cal Corrons y Can Güell. La creación del Partido Judicial en 1834 con la capital en Sant Feliu dotará progresivamente a la villa de una serie de servicios administrativos como el Juzgado (1834), la Notaría (1837), el Registro de la Propiedad (1861), etc. Este proceso se desarrolló en el marco de profundos conflictos, la Guerra del Francés, la sucesión de periodos liberales y absolutistas, las Guerras Carlistas, etc. , hechos que motivaron en algunos momentos la fortificación de la villa y el traslado ocasional del Juzgado. En las postrimerías del siglo pasado se llevaron a cabo también grandes transformaciones en la vida asociativa, se fundaron las grans entitades presentes aún en la vida local como el Casino (1879), el Ateneo (1881) y La Unión Coral (1892). EL SIGLO XX Será definitivamente el siglo XX, el portador de las grandes transformaciones demográficas, con un fuerte crecimiento provocado, básicamente, por los grandes movimientos migratorios. La población se dobla entre 1900 y 1936, de 3.314 a 6.888 habitantes, respectivamente, y sobretodo, el incremento se concentra entre las décadas de los cincuenta y de los setenta. Las cifras de la evolución son de 6.646 habitantes en 1940, 7.327 en 1950, 10.201 en 1960, 21.751 en 1970 y 37.894 en 1981. A partir de la década de los ochenta, la población se estabiliza con ligeras pérdidas y, finalmente, se inicia un cambio de tendencia con un pequeño aumento, tal como muestran los 38.608 habitantes de 1991 y los 36.933 de 1984. El desarrollo de la ciudad también es fruto del siglo XX. Durante las primeras décadas aún se abrieron calles en el centro con motivo de la urbanización de la finca Can Nadal, tales com el paseo de Nadal, la calle Joan Batllori, etc. pero es después de la Guerra Civil cuando se produce el verdadero crecimiento urbano motivado sobretodo por el aumento de población de los años sesenta y setenta y por la especulación urbanística. Se crean barrios más allá de la vía del ferrocarril, como los de Roses-Castellbell, Can Calders y La Salud y la ciudad se acerca más al río, con el ensanche del tradicional barrio Falguera. Las dos últimas décadas, con los ayuntamientos democráticos, han supuesto la vertebración de la ciudad por medio de la dotación de servicios. Finalmente, se ha abierto de nuevo un proceso de crecimiento que se concreta en la creación del barrio de Can Llovera y en el de Mas Lluhí. La
agricultura durante el siglo XX se transformó y sucesivamente
pasó de ser, durante las primeras décadas, un sector
especializado en frutas y verduras dirigidas al mercado barcelonés
y a la exportación al extranjero, a perder, a lo largo del siglo,
su peso específico. La industria, al contrario, se ha diversificado
y el sector textil, que había estado a la vanguardia en el
proceso, cedió terreno al metalúrgico, el químico y al de la
construcción. Finalmente, son los servicios los que guían la
actividad económica, consolidados por la confirmación de la
ciudad de Sant Feliu como capital administrativa de la comarca
del Baix Llobregat.
En el año 2002 Sant Feliu de Llobregat celebró los actos del Milenario de la ciudad. El nuevo siglo será todo un reto y en estos primeros años la ciudad se prepara para los grandes cambios que se avecinan.
|
|
||||||||
|
||||||||||
