La Madre: La
Paz del Señor Yahvé vuestro Padre, esté con todos vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu Madre.
La Madre: Ave María Purísima.
PUBLICO Sin pecado concebida.
La Madre: Una vez más he llegado, hijo mío a tí y
a todos ellos, en un día tan especial como hoy, ya anunciado. Veo que te
alegra mi presencia hijo mío, pues ahora mismo hay muchas almas que no
le gusta mi presencia, pero Yo he venido a tí y también a mis hijos.
PUBLICO: Gracias Madre.
La Madre: Por eso seguiré con vosotros y os
hablaré hijos míos, porque es muy importante lo que hoy vengo a decir
hijo mio.Ya sabes que Yo hablaría de esta ciudad en la que tú vives, y
así es hijo mío:
"En esta ciudad hijo mío, pasó el tiempo, mucho. Y sobre
ese tiempo que pasó vinieron muchos profetas mandados por DIOS, a
predicar a esta ciudad y así en Castilla-La Mancha.
Muchas almas, hijo mío, acogieron a los profetas de DIOS, pero muy
pocas, muy pocas hijo mío..., muy
pocas almas de esta ciudad acogieron a los profetas mandados por DIOS".
Ya lo ves hijo mío,
también te rechazan a tí y a Mí..., son iguales no han cambiado. "Pero
esta ciudad hijo mío no ha mirado hacia tí para ver que Yo he llegado, y
he llegado con un Mensaje que es el Mensaje de la Paz. Un mensaje, el
que dará Luz al mundo, y el mundo no perderá esa Luz hijo mío.
Y esta ciudad me rechaza, ya ves hijo mío.
Hay muchas almas de esta ciudad que acuden a Mí, pero son pocas
hijo mío, son muy pocas. Pero el mundo hijo mío, tampoco se quiere dar
cuenta. Esta ciudad me ha rechazado; ni siquiera se ha atrevido a
venir a Mí para escuchar mi palabra, y comprobar que mi palabra...
Padre Eterno:
No es la tuya.
La Madre:
"Mi palabra hijo mío tiene más sabiduría que la tuya; tú
eres tímido y a la vez hablas poco hijo mío, así ellos verán que soy Yo
hijo mío. Tienen muchas pruebas las almas de esta ciudad para comprobar,
hijo mío, que todo esto es verdad: Nadie sabía hijo mío, cómo murió
Santiago nada más que Yo, y aquí os lo dije. Tú no sabías nada hijo
mío".
"Muy pocas almas sabían, lo que ocurrió el día en que
Yo subí al Cielo con el Padre y con mi Hijo, sólo Yo lo sabía, y pocas
almas pero Yo hijo mío, lo dí a conocer..." Y ese es mi mensaje. ¡Ese es
mi MENSAJE hijo mío!
"En esta ciudad donde tú vives, hay mucha maldad hijo mío, pero no
te preo-cupes que el Señor está orgulloso de tí, y a la vez de tu
familia, pero no dejes que las almas se alejen de mí. En esta ciudad
hijo mío, pasa el Tajo, de allí saldría el Gran Guerrero, y el Gran
Guerrero ya está aquí, en esta ciudad, y ahora en este lugar.
¡Pobres almas hijo mío!, se han perdido, ni siquiera me han escuchado.
¡Es tan triste!,
el mundo sólo quiere seguir los vicios que Satán ha mandado... Y esta
ciudad, hijo mío, es una de los que siguen los vicios de este mundo, y
los vicios de este Mundo es el reino de Satán hijo mío."
"La maldad ha entrado en el mundo y a la vez ha agarrado a
muchas ciudades y pueblos pequeños y grandes hijo mío. Esta ciudad me
entristece..., me entristece hijo mío, porque Yo he venido a tí y muy
pocas, pero que muy pocas almas se han atrevido a seguirme."
Que no tengan miedo: ¡Yo soy la Madre de esa ciudad y vuestra
Madre hijos míos...! El Señor no hace daño a nadie, sólo llena de amor y
castiga a aquél que no le escuche y no cumple con sus Mandatos". Pedid
perdón al Señor hijos míos.
PUBLICO:
(Reza el Padrenuestro.)
Padre Eterno:
Estáis perdonados.
PUBLICO: Gracias Padre.
La Madre:
Hijo
mío: En esa ciudad está la maldad pero también el bién, que eres tú hijo
mío; y eres tú sólo contra todo este mundo y contra toda esa maldad: Tú
sólo.
Ya sé hijo mío que con la ayuda de DIOS podrás, y así es, porque el
Señor no te ha abandonado en ningún momento, porque tú a El le has
ayudado, y El te ayudará a tí, hijo mío.
"Aquél que ama a Dios, será amado por
Dios; aquél que pide perdón a Dios, el perdón se le dará DIOS, si lo
hace de corazón, hijo mío..."
¡Qué triste estoy por esa ciudad y por este
mundo! Mi hijo puso un camino, el de la verdad, el de la Luz. Muy
pocas almas son los que le siguen, por esto estoy triste. ¡Mírame hijo
mío!
JOSE-LUIS: ¡Ya te veo, cómo lloras, me gustaría llorar yo por tí!
La Madre: "Pero ves que no puede ser hijo mío. Yo
soy madre, y sufro los errores de mis hijos".
JOSE-LUIS: Y yo soy su hermano, y su hermano también
debe sufrir por ellos.
La Madre: Bastante es ya tu sufrimiento.
JOSE-LUIS: Y tú ya lo sabes, lo que estoy pasando en este mundo:
"Muchas almas
me miran mal y se burlan de mí. Me dá igual, yo seguiré a Vosotros,
porque una vez me hicísteis ver la Verdad y jamás podré negarlo, ni a la
Verdad, ni a Vosotros".
La Madre: Hijo
mío, no te sientas sólo hijo mío, Yo estoy contigo.
JOSE-LUIS: Y te doy las gracias, porque tanto me estás
ayudando.
La Madre:
Muchas almas te miran mal y es por culpa de las malas lenguas.
JOSE-LUIS:
No importa, déjalo; también a Jesús el Maestro, lo insultaron y se
burlaron, lo escupieron..., yo quiero ser como El: Aguantar las burlas y
llorar por el alma.
La Madre: ¡Qué grande eres, hijo mío!
JOSE-LUIS: Si soy grande es gracias a vosotros.
La Madre:
Hijo mío, sigue así nunca cambies, porque el Señor está orgulloso de tí.
JOSE-LUIS: Y yo le doy gracias al Señor: ¡Gracias Padre mío por haberme
escuchado, gracias!
Padre Eterno:
Yo escucho a mis hijos, a todos aquéllos que me aman y
me siguen y quieren luchar, por eso Yo te he escuchado.
JOSE-LUIS: ¡Gracias Padre, gracias!
La Madre: Hijo
mío, sigue adelante. ¡Pedidme hijos míos!
La Madre:
¡Díme!
PUBLICO: Madre, danos fuerzas para ayudar al Gran Guerrero, Madre mía,
fuerzas para poderle seguir.La
Madre: Esas fuerzas las encontraréis en vuestros
corazones... (Piden aún varios a la vez...) No seáis egoistas hijos
míos; el egoismo es malo para las almas. Tened paciencia, que el Señor
les escucha a todos igual. ¡Seguid pidiendo!
PUBLICO: ¡Madre!
La Madre:
¡Díme!
PUBLICO:
(Piden varios, no seentiende.)
La Madre:
Os voy a dar la BENDICIÓN ESPECIAL
para vuestras almas, para que el mal que se os acerque marche, y
vuestras almas sean grandes ante Dios: Y Yo os bendigo como el Señor os
bendice.
Padre Eterno:
En Mi Nombre.
La Madre: Y
con la Luz de mi amado esposo el Espíritu Santo..., ya estáis
bendecidos.
PUBLICO: Gracias Madre. ¡Levantad los objetos...!
"Todos serán bendecidos para los
días señalados por el Señor, brillarán con Luz inmensa y las almas no
tendrán miedo a lo que ocurra, solo temerán al Señor con amor. Y así
como el Padre lo bendice".
Padre Eterno:
Con mi Poder.
El Maestro: Con mi Sufrimiento y mi Sangre.
La Madre: Y
con la Luz que derrama mi amado esposo el Espíritu Santo, ya están
bendecidos.
La Madre:
"¡CIUDAD QUE ME ESCUCHAS...!,
mis últimas palabras son para tí: Muchas veces no quisiste escuchar a
los profetas, llega el momento que me escucharás, pues la Palabra del
Señor ha llegado con más fuerza, y todo el mal que hay en tí, ciudad,
será derrotado con la fuerza que DIOS ha enviado al Gran Guerrero."
"¡CIUDAD...!, que tan
ciega andas..., en tí hay una Luz que es el Gran Guerrero. Los medios de
comunicación, se burlan, de que Yo, no puedo con el agua contaminada.
Todo está en las manos del Señor. El Señor quiere que sea así.
Pero que las almas que así dijeron eso, ellos dicen que Yo no
puedo, pero el Guerrero podrá con sus almas; que
no lo olviden. Satán para ellos, fué su rey, hijo mío, porque
siguieron sus vicios. Tú para ellos serás como una pesadilla que llega
con el bien, y acaba derrotando al mal.
"¡CIUDAD!, abre los ojos al Señor, porque el Señor te abre el
Corazón a tí; no lo olvides; ¡nunca! Llegó la hora de marcharme.
La Madre: ¡Sí
hijo mío!, pero Yo volveré.
JOSE-LUIS: Llévame contigo.
La Madre: Ya sé que sufres, pero tu lugar está
aquí.
JOSE-LUIS: Ya lo sé; hace tanto tiempo que no veo aquéllo.
La Madre: Ya
lo verás hijo mío, ya lo verás.
JOSE-LUIS:
Gracias, yo espararé cuanto sea, pero que se cumpla vuestra voluntad.
La Madre:
Yo me marcho hijo mío, pero quiero que después, cuando tú vuelvas a este
Mundo, a escuchar la palabra de tus hermanos, quiero que cantes al
Señor.
La Madre:
Porque tu canto agrada al Señor y a la vez a Mí.
JOSE-LUIS: Si os agrada lo haré para vosotros.
La Madre: Así
será hijo mío.
JOSE-LUIS: Y no te preocupes que será así.
La Madre: ¡Tu
canto agrada al Señor...!
JOSE-LUIS: Y estoy orgulloso de ello. Gracias Señor..., gracias porque
mi canto y mi voz te agrada.
Padre Eterno:
No solo es eso, también me agrada tu corazón y tu bien y tu amor.
JOSE-LUIS: Gracias Padre.
El Hermano: Adiós
hermanos.
El Hermano: Adiós
hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
Padre Eterno:
Adiós hijos.
PUBLICO: Adiós Padre.
La Madre: Adiós hijos.
El Maestro: Adiós
hijos.
PUBLICO: Adiós Maestro.
El Hermano: Adiós
hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano.
El Hermano: Que la Paz del Señor y la fuerza del Gran
Guerrero, quede con todos vosotros.
PUBLICO: Y con tu Espíritu Hermano.
El Hermano: ¡Ave María Purísima!
PUBLICO: Sin pecado concebida.
El Hermano:
¡Ciudad, no olvides nunca la palabra que nuestra Madre la Reina, te ha
enviado! Adiós hermanos.
PUBLICO: Adiós Hermano._
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