Los Animales tienen La Palabra...

Animalistas Célebres

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Antonio García-Palao

" Los argumentos para salir en defensa de los derechos de nuestros compañeros, y me atrevería a decir hermanos, los animales, deberían ser tantos como los días que pasaron a nuestro lado trabajando, acompañándonos en el frío invierno, alimentando a nuestros padres y a nuestros hijos, tantos como los días que cuidaron de nuestras haciendas, tantos como los días de primavera que amanecieron con sus cantos..."

En un futuro próximo

En un futuro próximo, barbaridades tan atroces como las que están ocurriendo en Tordesillas (Valladolid) y en tantos otros lugares de España, donde seres humanos celebran sus fiestas torturando a un animal cuya única culpa ha sido nacer rumiante en este cruel país, harán remover la conciencia de los poderes del Estado.

Ese día se prohibirán tajantemente estos infames espectáculos que denigran al ser humano. Ese día se sentirán muy tristes y avergonzados todos los que miraron en otra dirección, los que comerciaron con el sufrimiento de los animales, los que pasaron las tardes de fiesta en los anacrónicos y perversos anfiteatros de la muerte.

Es absolutamente imperdonable que los Césares del Estado moderno no se atrevan a detener la actividad cruel de los cobardes gladiadores actuales. Es intolerable que los altos mandatarios de este país no impidan el acto perverso de acorralar, acosar y ensartar con espadas, lanzas, picas y banderillas arponeadas a un animal inocente. Su cobardía no tiene parangón.

¿Pero es que aquí nadie reflexiona?, ¿es que aquí nadie oye los gritos de dolor?,
¿es que aquí nadie demuestra algo de sensibilidad por la naturaleza?. ¿Pero es que hemos perdido la humanidad?, ¿hemos perdido la vergüenza?, ¿la estupidez nos ha convertido en cobardes?, ¿es que ya sólo importa el hedonismo más vulgar?, ¿es que sólo promociona hasta lo más alto el populismo y la connivencia con la crueldad?, ¿es que seguimos en la edad media cultivando la tradición más vergonzante?. Me pregunto qué ocurre para que nadie se mueva de su sitio sin permiso del poder económico y mediático que se enriquece con la incultura.

Es posible que el sistema educativo haya fracasado. ¿Es que ya nadie recuerda a Cicerón, Voltaire o Schopenhauer?. ¿Dónde queda el legado de Platón, de Ovidio o de Kant?, ¿dónde las palabras de Ghandi, de Buda o de Cristo?.

Por suerte hay una parte de la sociedad que no está dispuesta a claudicar ante la decadencia. Hay nuevas generaciones y también viejas voces que madrugan para defender al débil, para denunciar el abuso y la ignominia, para dolerse con el torturado y para rescatar las palabras de los padres de la filosofía.

Será gracias a ellos y a nadie más que la razón triunfe. Será gracias a estos héroes, que podamos mirar de frente a la vida con esperanza y con amor. Será gracias a ellos que llegará, sin duda, este brillante y anhelado futuro próximo.

(Dedicado a Rompesueños, nuestro hermano)

Antonio García-Palao




Carta al director

Publicado el 8 de septiembre de 2006
http://www.diariosigloxxi.com/noticia.php?id=16189

La crueldad por argumento

Antonio García-Palao

No puedo comprender cómo en la localidad de Tordesillas (Valladolid) se puede seguir permitiendo celebrar que un toro sea maltratado hasta la muerte a base de ser alanceado por seres humanos. No puedo comprender que las leyes en vigor sobre la prohibición de maltrato animal sean obviadas, convirtiéndose en papel mojado y en definitiva una farsa ante los ojos de los responsables legislativos, ejecutivos y judiciales. No puedo comprender que la clase dirigente, con formación universitaria en su mayoría, de un país que se supone europeo, no se conmueva ante la barbarie a las puertas de sus centros oficiales y sus hogares. No puedo comprender cómo la incultura de parte de la población, disfrazada de tradición, se haga pasar por cultura a los ojos de los que deberían iluminar y conducir con su ejemplo y compromiso de responsabilidad.

¿Dónde está la ética de los intelectuales españoles? ¿Dónde queda la moral de algunos letrados? Maltratar a un animal y alancearlo hasta la muerte es cruel, impropio del ser humano, ofensivo para la mente y el espíritu, promueve la agresividad, la falta de respeto por la naturaleza y en definitiva supone una enorme carga de responsabilidad para la conciencia de los que pudiendo evitarlo lo permiten.

Que no nos hablen de tradición. Llega a ser detestable la incapacidad de distinguir entre lo merecedor de continuidad y lo que debería haber sido erradicado en su momento. Que no nos hablen de distintas competencias institucionales para encubrir la inhibición y la connivencia. Hay cosas en la vida que son tan claras y cristalinas como el agua de manantial. Hablamos de la bondad de corazón, del amor y el respeto por la vida y por una apuesta clara por la educación, el bienestar y el progreso de la humanidad.

Se lo pido en nombre de los que no pueden hacerlo. Se lo ruego encarecidamente. No permitan que se sigan celebrando fiestas populares basadas en la crueldad y maltrato de animales. Se lo demando en nombre de lo más sagrado.

 



Carta al director
Publicado el 6 de septiembre de 2006
http://www.diariosigloxxi.com/noticia.php?id=16135

La mano de Dios

Antonio García-Palao

Los argumentos para salir en defensa de los derechos de nuestros compañeros, y me atrevería a decir hermanos, los animales, deberían ser tantos como los días que pasaron a nuestro lado trabajando, acompañándonos en el frío invierno, alimentando a nuestros padres y a nuestros hijos, tantos como los días que cuidaron de nuestras haciendas, tantos como los días de primavera que amanecieron con sus cantos.

¿Qué artista podría igualar la belleza del color de sus plumas?, ¿qué atleta podría correr como el guepardo?, ¿quién podría igualar la destreza en el vuelo del vencejo?, ¿qué ejercito podría compararse en número al de las hormigas? ¿qué nave podría descender a la profundidad del cachalote? ¿quién podría cruzar el orbe de norte a sur sin equipaje como un ánade?

Es tanta su fortaleza, tanto su valor, tanta su paciencia, tal su nobleza, tanta su abnegación, tal su sencillez, tal su desapego, tal su fidelidad, tal su sobriedad, tantas y tantas sus virtudes que harían postrarse a los ascetas de oriente y a los místicos de occidente si se cruzasen con ellos en el camino.

Jesús de Nazaret proclamó que nadie tiene más amor que el que da la vida por el otro y ellos nos entregan su vida cada día silenciosamente. Posible e inevitablemente Jesús se acordó de ellos en su sermón de la montaña cuando aventuró dicha para los que sufren, los pobres de espíritu, los limpios de corazón y los pacíficos.

Aprendamos de ellos y seremos un poco más sabios. Contemplemos su belleza y serenaremos nuestro espíritu. Apreciemos su perfección y descubriremos la mano de Dios.




El hombre, responsable de su destino...

El término "animal" viene del latín anima, voz que significa alma o soplo vital.
Nosotros somos animales con el mismo tronco evolutivo basal que el resto de las especies. La única diferencia es que nuestra capacidad de adaptación al medio ha precisado de un desarrollo intelectual mayor.
Esto no nos otorga un derecho a la vida superior al del resto de animales. Esto no significa que
la naturaleza nos prefiera a nosotros antes que a ellos. Esto no significa que el resto de animales hayan sido creados para nuestro servicio y satisfacción.
No tenemos licencia para esclavizarlos en el trabajo. No tenemos licencia para disponer de su derecho a la libertad y a la dignidad como seres vivos. No tenemos razones para degradarlos en espectáculos públicos y fiestas populares.
En su camino evolutivo todos los seres vivos llegaron al presente superando las mismas dificultades que nosotros y aún mayores. Hoy pasean sobre la tierra especies que ya existían muchos millones de años antes que nosotros y es altamente probable que después de nuestra propia extinción muchos sigan existiendo.
Matar para comer cuando la tierra nos ofrece todo tipo de frutas, cereales, legumbres, hortalizas y semillas, con los mismos nutrientes y capacidad alimenticia que la carne y el pescado e incluso de forma más saludable, es un acto reprobable porque denota un mal uso de la razón.
Hay quien presupone que su inteligencia y grado de conciencia le hacen impune ante la matanza de otros seres vivos. Hay quien presupone que su superioridad le confiere un grado espiritual inmune a lo que ocurra a seres "inferiores". Hay quien presupone que la moral establecida por una mayoría puede seguir ajena a los principios éticos más elementales generación tras generación.
La sociedad actual sigue obviando las declaraciones de los más grandes filósofos, científicos,
artistas y pensadores de la historia en contra del maltrato animal y el consumo de carne como alimento de seres humanos. Pitágoras, Platón, Cicerón, Ovidio, Leonardo da Vinci, M. Gandhi, A. Einstein, Thomas A. Edison, L. Tolstoi, F. Voltaire, Ch. Darwin, R. Wagner, S. Ramón y Cajal, M. de Unamuno, C. Jung, A. Lincoln, A. Schopenhauer, F. Nietzsche, E. Kant, F. Kafka, J. Ortega y Gasset y A. Schweitzer entre otros muchos, alzaron su voz para denunciar el horror e iluminar la razón. Sin embargo un sector de la industria alimentaria, los intereses económicos, la mediocridad intelectual imperante y el miedo a la libertad deciden el destino de millones de animales cada día, sin importar la atroz agonía en los mataderos, en las plazas de toros, en las redes de pesca o en las ollas de agua hirviendo para mariscos y crustáceos.
Sumemos a esto los "deportes" de caza y pesca, los ahorcamientos de galgos, el abandono de
animales domésticos a su suerte, la experimentación en laboratorios, las peleas clandestinas de
gallos y perros, las matanzas de focas y delfines y un sinfín de barbaridades, y veremos al hombre en serias dificultades para seguir creyendo que es el ser superior que dice ser, constatando además que por el momento sólo demuestra una crueldad insuperable y un retroceso preocupante en el uso de sus facultades mentales y espirituales.
Es probable que la naturaleza haya dictado ya su sentencia final y haya encontrado al hombre responsable de su propio destino...
Antonio García-Palao



"Carta abierta en defensa de la vida y contra la crueldad"

¿Cómo es posible que algunos profesionales de la comunicación
no tengan ojos para ver las imágenes crueles de maltrato animal en las plazas de
toros?
¿Cómo es posible que estos licenciados no tengan oídos para oír las denuncias que
a diario se expresan desde tantas organizaciones de defensa animal dentro y fuera de nuestro país?
¿Cómo es posible que algunos medios de comunicación de este país sean
cómplices de la tortura taurina en tantas poblaciones españolas?
Se es cómplice cuando se aprueba la crueldad. Se es cómplice cuando se apoya.
Se es cómplice cuando se mira para otro lado sabiendo que una conducta es cruel.
Se es cómplice cuando ante la duda no se reflexiona. Se es cómplice cuando se antepone el interés económico al moral. ¿Acaso es moral divertirse a costa de la vida ajena?
¿Acaso la sociedad ha aprobado como norma moral que causar sufrimiento innecesario a los
animales es éticamente correcto? Que haya parte de la población que por tradición o gusto
personal lo apruebe no significa que su conducta no sea reprobable.
Alguien ha dicho con razón que incluso la neutralidad perjudica siempre a la víctima.
Algún día la crueldad con la naturaleza nos pasará factura y será demasiado tarde para enmendar
nuestra conducta innoble, perversa, irresponsable, en algunos casos ignorante, irrespetuosa, pero
sobre todo carente de amor. Ese día algunos intelectuales, algunos responsables políticos, algunos"profesionales" de los medios, los que tergiversaron las palabras santas, los que bendijeron la infamia, no encontrarán argumentos en su defensa.
Antonio García-Palao
 



El indulto del César

No podemos permitir que se desvirtúen las palabras usándolas inapropiadamente.
No podemos dar por bueno un término para definir un hecho ajeno a su significado.
No podemos aprobar, por ejemplo, que se use el verbo indultar en las corridas de toros
como remisión de una pena impuesta arbitraria e injustamente a un ser inocente.

¿Qué potestad tiene el verdugo para conceder el derecho a la vida?. ¿Por qué se trata al toro como reo?.
¿De qué se le acusa?. ¿Qué deber incumplió para verse condenado a la pena máxima?.

No es lícito condenar a un inocente, y menos a muerte. Ni siquiera otorgarle la libertad cuando se le ha tratado previamente como esclavo. La barbarie disfrazada de clemencia sigue siendo barbarie. El toro no ha acudido voluntariamente al coso como gladiador en busca de indulto. Se le ha llevado por la fuerza al patíbulo.

El único crimen en el que se ve envuelto es el que se ha organizado para su propia desgracia.
Si al final se decide la no agresión, nada tiene que ver con la piedad ni con el perdón de una culpa, sino con un artificioso ritual inventado para legitimar la indignidad y la crueldad.

Hablar aquí de indulto es un atentado contra la razón, el derecho, la moral y la semántica. La incultura y la insensibilidad sólo pueden conducir al error, comenzando en la gramática.

Antonio García-Palao


El que sufre con el que sufre

No es una cuestión de cultura. También hay licenciados que van a las plazas de
toros. Tampoco es una cuestión de clase social ni de confesión religiosa. Es patente.
No es una cuestión de enseñar "en valores", porque es un concepto relativo.
Ni siquiera es una cuestión de reflexión o uso de la razón porque la mente no es más
que una herramienta al servicio de su dueño.

El dolor que sentimos como nuestro cuando el otro sufre es una cuestión
de empatía, de inteligencia emocional, de entendimiento sensible, de ponerse
en la piel ajena, de capacidad de trasladar tus sentidos más allá de las fronteras
físicas.

Esta cualidad permite al que la posee integrarse, unificarse, identificarse,
compadecerse, comunicarse, comprender y por tanto reaccionar y actuar en la
distancia. Aún más, permite aprender del otro, enriquecerse con su experiencia,
familiarizarse con él, tenerlo en cuenta, disfrutar de lo que disfruta, llorar con
sus lágrimas, defender sus derechos, sentir sus inquietudes, disculpar sus
errores. En una palabra amarlo.

Si se carece de esta cualidad, la mente queda devaluada, la razón puede perder
el rumbo quedando a la deriva. No sólo se es incapaz de comprender al que sufre
sino también al que por empatía lo defiende. Aquí dejaran de entenderse las
razones alegadas por el defensor del indefenso, por el amigo reverberante,
por el que reconoce en sus carnes las heridas ajenas, extendiéndose a partir de
ahora los insultos e improperios, la sinrazón y la envidia, el miedo y la
incomprensión hacia todo el que levante su grito solidario con el dolor del animal
maltratado, del toro alanceado, del perro apaleado, del visón despellejado, del
cerdo en el matadero, del pájaro enjaulado y también del que sufre con el que sufre.

Antonio García-Palao

 

Reo ante la Vida

Si un individuo fuese visto en un prado alanceando a un toro se le procesaría por
maltrato animal. Pero si en vez de ser una sola persona, se junta un pueblo
entero para hacerlo, entonces no sólo no se denuncia ante las autoridades sino
que se celebra a su amparo y se habla de tradición e identidad local para atraer
visitantes y observadores que agiten sus pañuelos en loor de multitud. ¡Qué
contradicción, qué tergiversación de la ley y qué ruindad moral!.

Las sabias palabras "No hagas a otros lo que no quieras para ti" debería hacernos
reflexionar para incluir a todos los seres vivos que nos rodean. Si un pequeño
ratoncito es poseedor de un código genético en más de un noventa por ciento
igual al nuestro, así como la mayoría de los mamíferos y aves, ¿por qué no iban
a sufrir el dolor y el acoso?. ¿Es que no sufren las mismas enfermedades que
nosotros?. ¿Acaso no anhelan la libertad si se les priva de ella?. ¿Es que no
reconocen, protegen y alimentan a sus hijos?. ¿Es que no conocen el miedo?.
¿Es que no perciben el afecto y el cariño de otros seres vivos?. ¿Es que no
disfrutan de los bienes naturales que la naturaleza ofrece?. ¿Es que no tienen
habilidades para orientarse, construir nidos o madrigueras, comunicarse entre
ellos o procurarse alimento o refugio?. ¿Con qué fundamento se les trata injustamente?

Es muy triste y doloroso sentirse impotente ante el sufrimiento ajeno. También lo
es convivir con la ignorancia o insensibilidad que denigra al ser humano con
actos crueles e innecesarios para con otros.

Sea cual sea el pensamiento filosófico, religioso o ético que abrigue una sociedad,
no es aceptable asumir el desprecio y la injusticia como referentes morales.
Tampoco lo es ejercer la violencia y causar daño a otros seres vivos para provecho
propio. Ya está bien de tanta ignominia. Ya está bien de tanto dolor. Ya está bien
de tanta hipocresía.

La bondad, la verdad y la belleza son incompatibles con la crueldad, la injusticia
y la falta de empatía, seas creyente o ateo, gnóstico o agnóstico, de derechas o
de izquierdas, rico o de clase desfavorecida. Si encima está en tu mano evitarlo
gracias a tu condición social o por tu posición en ámbitos de poder político o
mediático y no ejerces tu responsabilidad acorde con el cargo, no mereces el
aire que respiras ni el pan que comes. Un día serás reo ante la Vida y en su
momento ante tu propia conciencia. Perderás el respeto que hoy disfrutas y lo
que es peor, tu propio respeto.

Antonio García-Palao

 

Sentido y sensibilidad

Ya no se ven animales en los campos. La mar está esquilmada.
Ninguna criatura surca los vientos. La industria alimentaria
ha recluido a los animales en campos de concentración y matanza.
Los indefensos han dejado de tener derecho a la vida.
Sólo son carne, tocino, vísceras, jeta.

¡Qué torpeza!. ¡Qué decepción!. ¡Qué falta absoluta de sensibilidad!

Los animales no comestibles son para el circo, el zoo, las jaulas, las peleas,
las carreras, el negocio, el abandono en una cuneta que no podemos llevarnos
de vacaciones. ¡A quién se le ocurre que puedan volar libres!. ¡A quién se le
ocurre dejarlos vivir sin una mira telescópica que les apunte!
¿Cuándo la belleza ha sido más importante que la gula?.
¿Cuándo la filosofía ha primado sobre los instintos?.

El hombre ha conseguido por fin someter a la naturaleza. Su mezquina vanidad
puede estar satisfecha. Ha cumplido con la tradición. Ha demostrado su violenta
superioridad. Ningún animal ha conseguido resistirse a su barbarie.

¿Quién tergiversó las palabras santas?. Alguien cambió los términos.
Dominar por cultivar. Someter por proteger. ¡A quién le importa ya!.
Hoy empezamos a lamentarnos de no haber comprendido:
"Creced, multiplicaos, cultivad la tierra y protegedla".

¡Qué torpeza!. ¡Qué decepción!. ¡Qué falta absoluta de sensibilidad!

Antonio García-Palao



Tristeza y felicidad

Hoy he leído un correo muy triste.

En la autovía de Toledo cerca de Numancia de la Sagra, en el arcén y
debajo de un puente, yace un perro muerto. A su lado, hecho un ovillo y sin
separarse de él alguien ha visto a otro perrito que parecía ser su compañero.

Pocas veces un suceso como éste suele conmover el alma del ser humano.
Las cifras hablan por sí solas: Cerca de doscientos mil animales de compañía
son abandonados a su suerte cada año en España.

Si aún conviviendo con ellos, recibiendo su cariño, disfrutando de su fidelidad,
el "Homo Sapiens" no es capaz de apiadarse siquiera de estos pequeños ángeles,
la esperanza de vislumbrar un nuevo mundo de paz y cordura, de amor y armonía,
se esfuma en el horizonte.

La cultura, el conocimiento, las artes, la civilización... no han conseguido de momento
su primordial objetivo: Sensibilizar al hombre con el sufrimiento ajeno para que pueda
compartir su propio bienestar. Y no hay mayor felicidad que poder procurarla, aunque sea
compartiendo el calor de tu cuerpo con el amigo que yace a tu lado, debajo de un puente,
cerca de Numancia de la Sagra.

Antonio García-Palao

 

Cuando los trigos encañan.

Mientras Haydn escribía su sinfonía nº 82 "El oso", otros iban de cacería en busca de su piel. Mientras Poulenc componía "Babar el elefantito", los cazadores furtivos mataban a su manada en busca de marfil. Mientras Messiaen escribía "Pájaros exóticos", traficantes sin escrúpulos los encerraban en jaulas comerciando con sus colores. Mientras Janacek componía "La zorrita astuta", otros iban de cacería en su busca al galope.

Mientras alguien se deleita escuchando "Mi madre la oca" de Ravel, otros revientan hígados para hacer foie-gras. Mientras los niños juegan a la "gallinita ciega", en casa se cocina pollo asado. Mientras veíamos por televisión "Lassie" o "Rintintín", miles de perros eran abandonados por sus "amos" al borde del camino. Mientras Flipper enternecía nuestros corazones, otros delfines morían a garrotazos calladamente.

¿Es que ya nadie se acuerda de su niñez junto a Dumbo, Bambi o "La Dama y el vagabundo"?.¿Es que a nadie inspiraron los cuentos de "El patito feo", "El gato con botas" o "101 dálmatas"?. ¿Ya nadie recuerda su adolescencia leyendo "Platero y yo" o "Juan Salvador Gaviota"?.¿Cuántos "Libros de la selva" debió haber escrito Kipling para inspirar amor por los animales?. ¿Cuántos "Lagos de los cisnes" habrá que representar para ablandar nuestros corazones?. Siempre hubo quien se deleitó con el canto de la calandria y el ruiseñor y siempre hubo un ballestero que por mayo acabó con el canto de la avecilla. ¡Déle Dios mal galardón!.

Antonio García-Palao

 

La ignorancia y el cinismo

La ignorancia tiene cura, el cinismo no. La ignorancia es compatible con la humildad, el cinismo no. La ignorancia es aceptable como punto de partida hacia el conocimiento, el cinismo no. La ignorancia puede ser eximente de culpa, el cinismo es prueba de delito. La ignorancia es alumna de la maestría, el cinismo de la mentira. La ignorancia es imprudente, el cinismo es destructivo. La ignorancia no ofende, el cinismo corroe.

No nos referimos aquí a los cínicos griegos (kínicos) representados por Antístenes y Diógenes que pretendían lograr la felicidad desde la sabiduría y la ascesis.
Todo lo contrario. Nos referimos a los cínicos del oprobio, a los hijos de la
desvergüenza y la impudicia, cuya larga tradición les ha hecho merecedores
de esta deshonrosa acepción en el diccionario.

Decir que "si no existiese la lidia el toro desaparecería como especie" es de esta clase de cínicos. Maltratar a un animal con la excusa de protegerlo de su extinción es de sádicos. El cínico afirma que el asesinato es aceptable para que las víctimas tengan derecho a serlo. Es un insulto a la inteligencia, aunque no ofende el que quiere sino el que puede. Cuando es necesario proteger a una especie de su extinción se hace, pero con respeto, justicia, rigor, protocolo científico y con amor. Sobre todo si ha sido provocada por la mano del hombre. Otra cosa muy distinta es disfrutar con el sufrimiento ajeno queriendo hacerse pasar por su desinteresado salvador. Esto es propio del secuestrador, del impostor, del depredador más cobarde y del depravado. Su víctima preferida el débil y el inocente.

Estos cínicos sonríen siempre ante la esclavitud, la opresión, el acoso y el privilegio propio. Se alegran con el mal ajeno. Siembran en la ignorancia y aran con la demagogia. Este cinismo es veneno procaz para el incauto y el ignorante.
Su antídoto... la virtud, la verdad, la precaución y el conocimiento.

Antonio García-Palao
Madrid, 3 de Noviembre de 2006

Antonio García-Palao



Soneto circense

Nací para vivir entre barrotes,
la lona de su carpa fue mi cielo,
crecí bajo tu látigo de hielo,
del circo nadie habló de los azotes.

Si el llano es mi camino no lo acotes,
la bruma de la selva fue mi anhelo,
si llueve, el viento húmedo que huelo,
me ayuda a perdonar que me derrotes.

Cansado de viajar en caravanas,
el humo del escape me marea,
de ver llegada mi hora tengo ganas.

Si soy un pobre esclavo, que lo sea,
mis ansias de ser libre fueron vanas,
que el ciego anfiteatro no lo vea.

Antonio García-Palao



Las tres premisas

Carecer de sensibilidad y empatía impide conocer la verdad, y al no
participar de ella te conduces de manera errática.

Decir que se ama a la especie mientras dañas al individuo es pura
hipocresía o al menos un craso error. En el amor hay tres premisas que
los cazadores y taurinos, entre otros, no observan ni conocen: el
respeto al individuo, la compasión por él y procurar su bien.

Se ama al individuo. Se cuida y respeta al individuo y por ende a la
especie.

Matar un animal por deporte o diversión sólo puede ser propio de
alguien que no ama al individuo, ni lo valora, ni lo admira, ni lo
respeta, ni por supuesto se compadece de él.

Cualquier otro valor como la libertad, el bienestar o la paz se basan
también necesariamente en el individuo. Una sociedad no puede ser libre
si los individuos no lo son y lo mismo ocurre con la paz o el respeto.

Por otra parte, si ni siquiera un buen fin justifica los medios para
alcanzarlo, mucho menos un fin cruel se puede amparar en que el animal
ya tuvo alimento y libertad en la pradera. Sería justificar el crimen
si la víctima gozó previamente de una vida libre o feliz. Esto sólo
volvería a mostrar que se carece de amor.

Ver la mirada suplicante de un animal que agoniza está por desgracia
reservado a unos pocos, entre los que no se encuentra el cazador ni el
torero, ni los que les vitorean, a no ser que seas un absoluto
desalmado.

Antonio García-Palao

 

La tristeza por compañera

¿Quién os dijo que los animales no sufrían?
¿Quien os dijo que no tenían derecho a la vida?
¿Quién os dio permiso para disponer de sus hijos a vuestro antojo?
¿Quién de vosotros logró devolverle la vida a uno sólo de ellos?
¿Quién tergiversó las palabras santas?
¿Por qué no reflexionaste?
¿Por qué no te compadeciste?
¿Por qué no sentiste respeto por lo que te sobrepasa?
¿Por qué no te comportaste como un hermano?
¿Por qué no alzaste la voz en su defensa?
¿Por qué no cuidaste de ellos?
¿Por qué no les amaste?

Ellos sí te amaron. Fueron pacientes, trabajadores, fieles hasta la
muerte.
Te perdonaron una y otra vez, fueron agradecidos, te respetaron,
sufrieron
contigo, protegieron a tus hijos, te alimentaron, te vistieron, jugaron
contigo,
murieron contigo en la batalla.

No te has hecho merecedor de su compañía. Por eso se han ido...., para
siempre.

Antonio García-Palao

 

Reo ante la Vida

Si un individuo fuese visto en un prado alanceando a un toro se le
procesaría por maltrato animal. Pero si en vez de ser una sola persona,
se junta un pueblo entero para hacerlo, entonces no sólo no se denuncia
ante las autoridades sino que se celebra a su amparo y se habla de
tradición e identidad local para atraer visitantes y observadores que
agiten sus pañuelos en loor de multitud. ¡Qué contradicción, qué
tergiversación de la ley y qué ruindad moral!.

Las sabias palabras "No hagas a otros lo que no quieras para ti"
debería hacernos reflexionar para incluir a todos los seres vivos que
nos rodean. Si un pequeño ratoncito es poseedor de un código genético
en más de un noventa por ciento igual al nuestro, así como la mayoría
de los mamíferos y aves, ¿por qué no iban a sufrir el dolor y el
acoso?. ¿Es que no sufren las mismas enfermedades que nosotros?. ¿Acaso
no anhelan la libertad si se les priva de ella?. ¿Es que no reconocen,
protegen y alimentan a sus hijos?. ¿Es que no conocen el miedo?. ¿Es
que no perciben el afecto y el cariño de otros seres vivos?. ¿Es que no
disfrutan de los bienes naturales que la naturaleza ofrece?. ¿Es que no
tienen habilidades para orientarse, construir nidos o madrigueras,
comunicarse entre ellos o procurarse alimento o refugio?. ¿Con qué
fundamento se les trata injustamente?

Es muy triste y doloroso sentirse impotente ante el sufrimiento ajeno.
También lo es convivir con la ignorancia o insensibilidad que denigra
al ser humano con actos crueles e innecesarios para con otros.

Sea cual sea el pensamiento filosófico, religioso o ético que abrigue
una sociedad, no es aceptable asumir el desprecio y la injusticia como
referentes morales. Tampoco lo es ejercer la violencia y causar daño a
otros seres vivos para provecho propio. Ya está bien de tanta
ignominia. Ya está bien de tanto dolor. Ya está bien de tanta
hipocresía.

La bondad, la verdad y la belleza son incompatibles con la crueldad, la
injusticia y la falta de empatía, seas creyente o ateo, gnóstico o
agnóstico, de derechas o de izquierdas, rico o de clase desfavorecida.
Si encima está en tu mano evitarlo gracias a tu condición social o por
tu posición en ámbitos de poder político o mediático y no ejerces tu
responsabilidad acorde con el cargo, no mereces el aire que respiras ni
el pan que comes. Un día serás reo ante la Vida y en su momento ante tu
propia conciencia. Perderás el respeto que hoy disfrutas y lo que es
peor, tu propio respeto.

Antonio García-Palao

 

Tor de Toro

Tor de Toro
Tor de Toreo
Tor de Tortura
Tor de Torneo

Tor de Toril
Tor de Torpeza
Tor de Torcido
Tor de Torero

Tor de Tórrido
Tor de Tormenta
Tor de Tornado
Tor de Tormento

Tor de Tórtola
Tor de Pintor
Tor de Tordesillas
Tor de Cantor.

Antonio García-Palao
 



En defensa de ellos

Se acabó. Un día decidí no volver a comer carne. Ya estaba bien de
tanto canibalismo. Había estado dormido mucho tiempo, pero ahora había
despertado. Era de día. El respeto a tanta maravilla se imponía y me
elevaba a niveles desconocidos, aunque cercanos.

La barbarie del hombre ha escrito la historia con sangre, sin
misericordia, con arrogancia y mezquindad. Sólo los más reflexivos y
más elevados espíritus entre nosotros denunciaron el mal camino trazado
por los poderosos.

Como tantas veces, los indefensos, los débiles, los bondadosos, los
generosos llevaron la peor parte. Nos los comimos, los degollamos, los
explotamos hasta la extenuación. Y siempre con gran celebración. Entre
risas chirriantes para acallar el tormento de ellos, los compañeros
silenciosos, el vivo ejemplo de la vida.

Ríos de sangre. Ríos de grasa. Montañas de vísceras. Cadáveres
desmembrados. El hombre, el elegido, el preferido, el superior, el
inteligente, defraudó una y otra vez. Sólo unos pocos denunciaron tanta
atrocidad, aún a costa de correr la misma suerte. Pero la suerte está
echada. El perdón, amortizado setenta veces siete. Nuestros vientres
repletos como cementerios colgantes nos arrastran al fondo del abismo.

Los océanos van quedando vacíos. Los últimos moradores emergen
agonizantes entre las redes humanas. Los señores de las profundidades
se desangran arponeados por "el elegido". Las focas mueren a
garrotazos. Los delfines y tiburones valen lo que un plato de sopa. Y
nosotros comemos. Reímos. Comemos. Madrugamos para seguir con el
progreso que enorgullece. Pero empieza a hacer frío, mucho frío.

Antonio García-Palao



Invierno animal

No puedo creer lo que mis ojos han tenido la desgracia de ver hoy.
Alguna vez pensé que podía ser exagerada la noticia de que a muchos
animales se les despellejaba vivos para hacer abrigos de piel. Mi
corazón y mi intelecto se negaban a creer que el ser humano pudiera
llegar a semejante acto de extrema crueldad.

Tengo que afirmar que el acto que he visto y del que doy fe, es un
crimen de perversa maldad realizado por un ignorante, insensible,
inconsciente o simple y llanamente malvado y cruel demonio que no posee
para mi la infinitesimal parte de respeto, amor y admiración que sí
goza el pobre animalito que se retorcía de dolor aún vivo hasta el
último momento.

Aunque no recomiendo a nadie verlo con sus propios ojos, Internet no se
deja sobornar por aquellos que quieren ocultar la cara más atroz del
ser humano, que por dinero y vanidad es capaz de todo.

Si vistes un abrigo de piel has de conocer toda la verdad. La
organización internacional para la defensa de los derechos de los
animales PETA, entre otras muchas, lo lleva denunciando desde hace
tiempo y aportando las pruebas.

Todos podemos haber permanecido en la ignorancia por algún tiempo. Pero
nuestro destino nos insta a despertar. Por lo menos a los hijos de la
Luz, de la consciencia, de la empatía, de la compasión. Por lo menos a
los hijos de un nuevo mundo en el que el amor y el respeto nos proteja
a todos, incluidos los demás animales, de este frío y largo invierno
que hoy padecemos.

Antonio García-Palao



La ignorancia y el cinismo

La ignorancia tiene cura, el cinismo no. La ignorancia es compatible
con la humildad, el cinismo no. La ignorancia es aceptable como punto
de partida hacia el conocimiento, el cinismo no. La ignorancia puede
ser eximente de culpa, el cinismo es prueba de delito. La ignorancia es
alumna de la maestría, el cinismo de la mentira. La ignorancia es
imprudente, el cinismo es destructivo. La ignorancia no ofende, el
cinismo corroe.

No nos referimos aquí a los cínicos griegos (kínicos) representados por
Antístenes y Diógenes que pretendían lograr la felicidad desde la
sabiduría y la ascesis. Todo lo contrario. Nos referimos a los cínicos
del oprobio, a los hijos de la desvergüenza y la impudicia, cuya larga
tradición les ha hecho merecedores de esta deshonrosa acepción en el
diccionario.

Decir que "si no existiese la lidia el toro desaparecería como especie"
es de esta clase de cínicos. Maltratar a un animal con la excusa de
protegerlo de su extinción es de sádicos. El cínico afirma que el
asesinato es aceptable para que las víctimas tengan derecho a serlo. Es
un insulto a la inteligencia, aunque no ofende el que quiere sino el
que puede. Cuando es necesario proteger a una especie de su extinción
se hace, pero con respeto, justicia, rigor, protocolo científico y con
amor. Sobre todo si ha sido provocada por la mano del hombre. Otra cosa
muy distinta es disfrutar con el sufrimiento ajeno queriendo hacerse
pasar por su desinteresado salvador. Esto es propio del secuestrador,
del impostor, del depredador más cobarde y del depravado. Su víctima
preferida el débil y el inocente.

Estos cínicos sonríen siempre ante la esclavitud, la opresión, el acoso
y el privilegio propio. Se alegran con el mal ajeno. Siembran en la
ignorancia y aran con la demagogia. Este cinismo es veneno procaz para
el incauto y el ignorante. Su antídoto... la virtud, la verdad, la
precaución y el conocimiento.

Antonio García-Palao
 

Hay una España sensible

Hay una España sensible y hay una España sin mimbre.
Hay una España que sufre y hay una España que ríe.
Hay una España que cura y hay una España que hiere.
Hay una España que nace y hay una España que muere.

Hay una España despierta y hay una España que duerme.
Hay una España que ora y hay una España que llora.
Hay una España que grita y hay una España que calla.
Hay una España de veras y hay una España que finge.

Hay una España que brilla y hay una España sin lustre.
Hay una España que canta y hay una España que espanta.
Hay una España que acuna y hay una España que asusta.
Hay una España que admiro y hay una España que olvido.

¡No al maltrato animal!
¡Sí a mejores leyes de protección animal!

Antonio García-Palao

 

Las cuatro estaciones

Cuando sea primavera
y el deshielo comience
nadaré por arroyos
que tu anzuelo no encuentre.

Si llegara el verano
temeré cada noche
que si tú me abandonas
perderé el horizonte.

Con la veda de otoño
correré por el monte,
si me quitas la vida
partiré para siempre.

Si nevara en invierno
y me encuentras mojado
no me cierres la puerta,
moriré tiritando.

Antonio García-Palao
 


Cuando los trigos encañan

Mientras Haydn escribía su sinfonía nº 82 "El oso", otros iban de
cacería en busca de su piel. Mientras Poulenc componía "Babar el
elefantito", los cazadores furtivos mataban a su manada en busca de
marfil. Mientras Messiaen escribía "Pájaros exóticos", traficantes sin
escrúpulos los encerraban en jaulas comerciando con sus colores.
Mientras Janacek componía "La zorrita astuta", otros iban de cacería en
su busca al galope.

Mientras alguien se deleita escuchando "Mi madre la oca" de Ravel,
otros revientan hígados para hacer foie-gras. Mientras los niños juegan
a la "gallinita ciega", en casa se cocina pollo asado. Mientras veíamos
por televisión "Lassie" o "Rintintín", miles de perros eran abandonados
por sus "amos" al borde del camino. Mientras Flipper enternecía
nuestros corazones, otros delfines morían a garrotazos calladamente.

¿Es que ya nadie se acuerda de su niñez junto a Dumbo, Bambi o "La Dama
y el vagabundo"?. ¿Es que a nadie inspiraron los cuentos de "El patito
feo", "El gato con botas" o "101 dálmatas"?. ¿Ya nadie recuerda su
adolescencia leyendo "Platero y yo" o "Juan Salvador Gaviota"?.
¿Cuántos "Libros de la selva" debió haber escrito Kipling para inspirar
amor por los animales?. ¿Cuántos "Lagos de los cisnes" habrá que
representar para ablandar nuestros corazones?.

Siempre hubo quien se deleitó con el canto de la calandria y el
ruiseñor y siempre hubo un ballestero que por mayo acabó con el canto
de la avecilla. ¡Déle Dios mal galardón!.

Antonio García-Palao

 

De Pitágoras a Tolstoi

“Mientras los hombres sigan masacrando a sus hermanos los animales,
reinará en la tierra la guerra y el sufrimiento y se matarán unos a
otros, pues aquel que siembra dolor y muerte no podrá cosechar ni
alegría, ni paz, ni amor” - Pitágoras (S.VI antes de Cristo).

Que no nos etiqueten de otra cosa que no sea la de ser humanos. O al
menos que no nos llamen sólo animalistas o ecologistas. Lo nuestro no
son las sectas ni los pasatiempos. Lo nuestro es reverberar con el que
sufre. Mitigar su padecer. Procurar un mundo auténtico y bueno. Y
creativo. Y feliz.

La condición de protector de la naturaleza y la vida habría de estar
presente en cada persona. Son pocos los que tratan de paliar el
sufrimiento de los animales además del de sus semejantes, pero no son
raros. Raro es el que no cumple con su condición humana en su máxima
expresión.

Si como decían los presocráticos: "Lo que es, es", entonces lo que no
es, no es. No hay nada que no sea. Cada parte contiene el todo y por
tanto todo está en todo. Todo está interconectado. La vida es una. Ya
lo enseñó el gran Hermes Trismegisto en el Kybalión.

Carl Jung nos habló del inconsciente colectivo y los arquetipos que
construye. Si vivimos en la violencia nuestras obras serán violentas
también en lo colectivo. La atroz competencia que nos enfrenta en lo
político, lo profesional, en el deporte, en la defensa de nuestro
propio ego, se traduce en insatisfacción, miedo y frustración. También
es la raíz de la delincuencia, la guerra o el terrorismo.

Las "corridas" de toros son un ejemplo de la materialización de la
violencia y la crueldad colectiva. Son la expresión de frustraciones
internas que el colectivo dirige violentamente contra el débil. Contra
el que no te puede denunciar, ni castigar en las urnas, ni perjudicar
en tu vida familiar o laboral.

Se necesita un cambio de actitud personal para frenar la locura
colectiva. Cambiar temor por amor valiente. Ego por espíritu. Mío por
nuestro. Ganador por cooperante. Tener por ser. Apatía por empatía.
Carne por tofu, seitán o amaranto.

Como dijo León Tolstoi: "Mientras existan mataderos habrá campos de
batalla"

Sólo terminaremos con la violencia desde la educación, la ética y el
amor.

Antonio García-Palao

 

Merecer un Premio Nobel

Ya está bien de acusar a los defensores de los animales y ecologistas
de no preocuparse de otros problemas como el hambre en el mundo, la
miseria, la muerte de niños y de indigentes, etc. ¿Es que tienen que
declarar públicamente los recursos que cada uno dedica también a
apadrinar niños, las actuaciones y donativos solidarios que realizan a
lo largo de su vida o las limosnas que generosamente entregan en la
calle?

El evangelio dice que cuando hagas caridad, tu mano izquierda no ha de
saber lo que hace tu derecha, y también dice que antes de ver la paja
en el ojo ajeno mires la viga que tienes en el tuyo.

¿Acusarías a tu propio hijo de hipócrita si se apiadase de un animal
que sufre?. ¿Acaso no es compatible dolerse con el sufrimiento de
personas y animales a un tiempo?.

El Dr. Albert Schweitzer, (1875-1965) Premio Nobel de la Paz, médico,
misionero, filósofo, músico y teólogo dijo: "Hasta que no extendamos
nuestro círculo de compasión a todos los seres vivos, la humanidad no
hallará la paz", y escribió: "El respeto por la vida, como resultado de
la contemplación en la propia voluntad consciente de vivir, conduce al
individuo a vivir al servicio de la gente y de cada criatura viva".

No son sólo los sádicos maltratadores de animales, que ¡vaya si los
hay!, los que hacen este tipo de acusaciones contra los defensores de
animales, sino los que simplemente se duelen cuando se aboga por el
final de las "tradicionales" y crueles corridas de toros o cuando un
defensor del vegetarianismo, como el Dr. Schweitzer, procura vivir con
el menor perjuicio posible para otra vida.

Al contrario de lo que alegan mezquinamente los que pretenden desviar
la mirada, suya y ajena, ante el maltrato animal, sólo es posible
llegar a tomar parte activa en esta causa universal desde el amor,
admiración, respeto y compromiso con la vida en todas sus
manifestaciones. Sólo así se llega a merecer un auténtico Premio Nobel.

Antonio García-Palao

 

Compadécete de los animales

Compadécete de los animales. Reflexiona sobre el maltrato que han
recibido por parte del hombre a lo largo de la historia. Intenta
descubrir los falsos mitos que se ciernen sobre ellos para su
desgracia. Lucha contra las crueles tradiciones que los acosan.
Mantente informado sobre aquello que les concierne. Cultiva tus
conocimientos y sensibilidad para con ellos.

No te diviertas a costa de su vida pagando una entrada. No comercies
con ellos. No compres mascotas, adóptalas. Oponte a "deportes" como la
caza, la pesca o cualquier actividad que abuse de ellos. Trata de
evitar el uso de su piel en tu ropa y complementos. No apoyes que se
experimente con ellos. Únete a los que piden mejores leyes de
protección animal. Denuncia cualquier acto o situación que atente
contra las pocas leyes que los defienden.

Colabora en la medida de tus posibilidades con alguna asociación
protectora de animales. Quizás puedas escribir artículos, poemas,
canciones, cartas al director de un periódico o revista reclamando sus
derechos. Conciencia a tus amigos, familia, compañeros de trabajo sobre
el tema. Conoce los muchos recursos que te ofrece Internet para apoyar
su defensa.

Hazte vegano o al menos vegetariano, la vida te premiará física, moral
y espiritualmente. Recuerda que la vida que te sostiene es la misma que
les sostiene a ellos.

Si eres creyente, inclúyelos en tus oraciones. Si no también, lo
necesitan.

Antonio García-Palao

 

En defensa de ellos

Se acabó. Un día decidí no volver a comer carne. Ya estaba bien de
tanto canibalismo. Había estado dormido mucho tiempo, pero ahora había
despertado. Era de día. El respeto a tanta maravilla se imponía y me
elevaba a niveles desconocidos, aunque cercanos.

La barbarie del hombre ha escrito la historia con sangre, sin
misericordia, con arrogancia y mezquindad. Sólo los más reflexivos y
más elevados espíritus entre nosotros denunciaron el mal camino trazado
por los poderosos.

Como tantas veces, los indefensos, los débiles, los bondadosos, los
generosos llevaron la peor parte. Nos los comimos, los degollamos, los
explotamos hasta la extenuación. Y siempre con gran celebración. Entre
risas chirriantes para acallar el tormento de ellos, los compañeros
silenciosos, el vivo ejemplo de la vida.

Ríos de sangre. Ríos de grasa. Montañas de vísceras. Cadáveres
desmembrados. El hombre, el elegido, el preferido, el superior, el
inteligente, defraudó una y otra vez. Sólo unos pocos denunciaron tanta
atrocidad, aún a costa de correr la misma suerte. Pero la suerte está
echada. El perdón, amortizado setenta veces siete. Nuestros vientres
repletos como cementerios colgantes nos arrastran al fondo del abismo.

Los océanos van quedando vacíos. Los últimos moradores emergen
agonizantes entre las redes humanas. Los señores de las profundidades
se desangran arponeados por "el elegido". Las focas mueren a
garrotazos. Los delfines y tiburones valen lo que un plato de sopa. Y
nosotros comemos. Reímos. Comemos. Madrugamos para seguir con el
progreso que enorgullece. Pero empieza a hacer frío, mucho frío.

Antonio García-Palao


La vida amenazada

Si detrás de un complejo de superioridad se esconde otro idéntico de
inferioridad, posiblemente hayamos encontrado una clave para comprender
por qué el hombre maltrata a los animales, los esclaviza, se divierte a
su costa, les niega todo derecho.

No hay nada más nocivo para la vida que el miedo. Éste despierta los
instintos más primarios, bloqueando la razón y el conocimiento, la
reflexión y el sentido común. El instinto de supervivencia desata la
destrucción y la violencia.

La antropología nos ha desvelado que pueblos de los cinco continentes a
lo largo de la historia han dado muestras de canibalismo con el
enemigo. Se creía poder adquirir la fuerza del contrario comiéndoselo.

El hombre sigue mirando a los animales con temor a su fortaleza, a
sentirse inferior al más pequeño y pacífico de ellos, con celos de sus
tremendas capacidades, con recelo y mezquindad ante el despliegue
fastuoso de la naturaleza.

Creerte inferior te hace pequeño y el ego temeroso reacciona con
desmesura y violencia. Aún careciendo de garras, colmillos
pronunciados, maxilares prominentes y otros atributos de animales
carnívoros y estando dotados de manos prensiles con dedos finos y
sensibles para escoger frutas y semillas e inteligencia para distinguir
lo tosco y primario de lo valioso y sublime, el hombre sigue matando y
devorando, esclavizando y torturando, esquilmando y destruyendo por
doquier.

Plantemos cara al miedo y descubriremos que la única amenaza es nuestra
actitud acomplejada ante la vida, aceptando con respeto y amor al fin,
la maravillosa diversidad que nos acompaña.

Antonio García-Palao


¡Ay! ¡Toro!

¡Ay! ¡Toro!,
qué te han hecho noble amigo.

¡Toro!, ¡Torito!,
no estés triste compañero.
Para mi eres un valiente,
eres para mi el más digno.

Qué cobarde osó retarte,
qué razón te dio el cretino.

Te han tratado sin respeto,
sin piedad te han malherido
con arpones y muletas,
te humillaron sin motivo.

¡Toro!, ¡mi Torito!,
márchate al cielo tranquilo.
Yo le diré a tu manada,
yo contaré a tus amigos
que fuiste valiente y noble,
que nadie oyó tu quejido.

¡Ay! ¡Toro!, ¡Torito!,
qué silente está la noche,
qué solito está el camino.

Antonio García-Palao


Coplas al toro maltratado

Dónde estará Tempranero,
¿alguien del prado le ha visto?,
seis días hace que al alba,
lejos se oyeron bramidos.

La incertidumbre me mata,
un gran vacío me abruma,
le conocí en la dehesa,
manso y absorto en la luna.

Juntos pastamos tranquilos,
años de afecto y respeto,
nadie verá tan buen toro
noble y de porte derecho.

Hubo quien dijo: "sobrero",
otro me habló de trapío,
yo sólo sé que le quiero
junto a mi vera en el río.

Cuentan que allá en la ribera,
serio, callado y sombrío,
vive un gran toro indultado,
de no sé qué feria vino.

Puede que él sepa decirnos
qué significa esta ausencia,
qué sabe de la querencia,
qué suerte tuvo el chiquillo.

Iban pasando las horas,
no respondía a mis dudas,
nunca tan triste semblante
viera, ni tanta amargura.

Sólo en su tierna mirada,
compadecido en la mía,
pude escuchar: "lo lamento,
sé cuánto tú le querías".

Antonio García-Palao


A mi perro y el tuyo

No hay seda como tu pelo
de seda
tu mirada es limpia
como la nieve
siempre dice soy por ti.

Eres el pastor que quiero,
el hermano sincero,
el maestro sencillo
en la virtud que añoro.

Creas el espacio que preciso
para elevarme al cielo,
para comprender
que la vida me sustenta junto a ti
para comprender.

Eres la juventud que conservo,
la madurez que adivino,
ángel a otros escondido,
para mi, guardián de lo legado,
ser bueno y ser amigo.

Antonio García-Palao


El hermano anhelado

Si toda acción conlleva una reacción equivalente, y toda causa produce
un efecto afín, podemos valorar el error descomunal que supone el
consumo a nivel industrial de carne para la alimentación humana.

En apenas un siglo, la sociedad industrial ha provocado una espiral de
destrucción medioambiental que puede tener consecuencias fatales para
la vida.

Estudios recientes, constatados por el Dr. Henning Steinfeld de la FAO
y el físico británico Alan Alverd, demuestran que las emisiones de
gases contaminantes como el metano y el óxido nitroso de las
explotaciones ganaderas para la alimentación, contribuyen drásticamente
al calentamiento global del planeta.
http://www.diariosigloxxi.com/noticia.php?id=22827

Si el hombre sigue pensando que el horror que viven los animales en los
mataderos industriales queda minimizado apartándolos simplemente de la
vista del consumidor, se equivoca nuevamente.

Sólo las gravísimas consecuencias para la vida que los científicos
empiezan a denunciar son proporcionales a nuestra insensibilidad para
con el sufrimiento
de millones de vacas, terneros, cerdos, aves, corderos y otros animales
que sacrificamos al amanecer en las afueras de nuestras ciudades.

Sólo la vuelta a una alimentación basada en productos vegetales podrá
librar al hombre de un futuro incierto. Sólo el retorno a una vida en
armonía con la naturaleza y sensible con los animales harán del hombre
el amado hermano mayor que ellos siempre anhelaron.

Antonio García-Palao

 

Cultivo una rosa en mi pecho

Cultivo una rosa en mi pecho,
regazo de amor y sosiego,
desprende su aroma a la vida,
jardín de dolor y locura.

Escucho su voz temblorosa
que muestra profundas heridas,
sangre, desierto, deshielo,
violencia que avanza con furia.

Abuso del hombre que aplasta
la frágil belleza que abrigan
la tundra, la selva y los mares,
la flor que en tu seno ya anida.

¡Despierta!, que el alba despunta,
levántate ya si me escuchas,
no hay tiempo, que el cielo reclama
mi pecho, su rosa y tu vida.

Antonio García-Palao

 

La Iglesia y los animales

Ser cristiano y taurino es incompatible. No es que lo diga yo. Lo
dicen, entre otros muchos, personajes relevantes de la Iglesia como el
Arzobispo de Valencia Tomás de Villanueva (1487-1555), San Juan de
Ávila (1500-1569), el Papa San Pío V (1504-1572), el Papa Sixto V
(1520-1590), Fray Francisco de Alcocer (1559), Tirso de Molina
(1579-1648), el Arzobispo Luis Manuel Fdez. Portocarrero (1635-1709),
el filósofo y Sacerdote Jaime Balmes (1810-1848), el Cardenal Isidro
Goma y Tomás (1869-1940), el Obispo Iniesta (en la reviste Tiempo del
29 de Julio de 1981), el Arzobispo Montuja (Méjico), el Obispo de Vic
Antonio Pascual, el Obispo de Nimes Planier, el Obispo de Troyes
(Francia), y un largo etcétera. La fuente y las citas se pueden
encontrar en: http://usuarios.lycos.es/arcadenoe/toros.htm

Que los animales no son objetos sino criaturas con alma lo reiteró
también el Papa Juan Pablo II. Que los animales son nuestros hermanos
benjamines lo proclamó hasta la saciedad San Francisco de Asís. Que
fueron queridos y protegidos por ascetas y santos lo demostró con su
ejemplo también San Antonio Abad, patrón de los animales.

No sólo la Iglesia Católica se manifestó a lo largo de la historia
contraria a la crueldad con todo los seres vivos, también otras
comunidades e Iglesias cristianas actuales recogen este sentir
"animalista". Recordemos que animal es un término que, en latín,
proviene de ánima (alma). La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los

Últimos Días, Adventistas del Séptimo día, sostienen que los animales,
como los humanos, son espíritus inmortales creados por Dios y hablarán
en el juicio final sobre nuestra conducta con ellos. La comunidad
cristiana internacional "Vida Universal" continúa coherentemente los
pasos de las primeras comunidades cristianas como vegetarianos y
defensores de todos los animales.

Oriente, cuna de todas las religiones, conserva y enseña el respeto por

todas las criaturas de Dios. Hinduismo, Budismo y Jainismo son buena
prueba de ello con cientos de millones de vegetarianos y defensores de
los animales. El Dalai Lama, homólogo de Su Santidad el Papa lo
ilustra.

La Iglesia Católica actual tiene pendiente una declaración formal e
inequívoca contraria a las perversas corridas de toros. Antecedentes
tiene para no ser de recibo que un día, cuando la moral triunfe, nos
diga: "No supimos manifestar nuestra repulsa contra semejante
crueldad". Cada legislatura democrática que transcurre en España son
torturados hasta llegar al vómito de sangre, cerca de cuarenta y cinco
mil toros .

Recuerden pues nuestros gobernantes civiles y eclesiásticos las
palabras del Arzobispo Tomás de Villanueva, cuando hace ya cinco siglos

declaró: "Os denuncio pues en nombre de Jesucristo Señor nuestro, que
todos cuantos obráis y consentís, y si es vuestro, no prohibís las
corridas, no sólo pecáis mortalmente, sino que sois homicidas y
deudores delante de Dios en el día del juicio de tanta sangre y
violentamente vertida."

Antonio García- Palao

 

Arte y tradición cruel

Los que defienden el toreo argumentando que es un arte se olvidan de
que, por ejemplo, el "Otello" de Shakespeare es una auténtica obra de
arte literaria y ello no justifica que el actor o cantante principal de

la función pueda matar realmente a la infortunada Desdémona. Si fuese
así, el actor sería además un asesino.

De la misma forma, si en la ópera "Carmen" de Bizet se maltratase
realmente a un animal o a la protagonista del inmortal Merimée, los
responsables de la producción cometerían un acto perverso, además de un

delito. Tampoco el séptimo arte tiene licencia para rodar sus obras
cinematográficas con violencia real. Todo ha de ser una inofensiva
representación, sin perjuicio además de que esta ficción pueda ser
incluso reprobada por su excesivo realismo.

Si en nombre de la tradición los cristianos alanceasen realmente todos
los años en Villajoyosa o Alcoy a decenas de moros para celebrar la
conmemoración de la reconquista de la península Ibérica, España sería
considerada un lugar habitado por asesinos. Si basándonos en la
tradición asiria, persa o romana, el derecho penal contemplase aún la
crucifixión de personas, nuestra civilización hubiera sucumbido también

hace mucho tiempo a causa de tanta barbarie. Afortunadamente fue
abolida en el siglo IV por Constantino.

Si tampoco hoy es aceptable crear mediante el cruce de razas, perros o
gallos de pelea caracterizados por su fiereza, por qué no nos parece
perverso crear toros bravos para la lidia. Y si es una raza genuina,
por qué se aduce torpemente que el toro nació para morir en la plaza.
Un Rottweiller o un Pit Bull no nacen para morir en peleas.

Si basándonos en el respeto a la libertad individual o de un grupo se
otorgase inmunidad de acción, las mafias, la delincuencia y la
impunidad camparían también a sus anchas. La equidistancia entre
antitaurinos y taurinos aduciendo respeto por ambas partes es tan
impropio de la razón, la ética y el derecho como lo es no interponerse
entre víctimas y opresores o entre animales inocentes y la tradición
cruel.

Antonio García-Palao
 

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Animalistas Célebres

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