La sombra de un arce, por Juan Daniel Perrotta
Uno va hacia una mujer
como quien se arroja al leteo
A veces entrega todo
Allí todo queda
No solo el amor
el cuerpo
el preciado semen
su propio origen
o el recuerdo
Uno se sumerge en ella
y todo atrás desaparece
como si tras la dulce sombra
de un árbol emblemático
se cobijara
Así amamos a veces
y cuando todo termina
no queda fronda
frescura
dulce aroma
Sólo queda un alma sin pasado ni recuerdo
que deja de mirar hacia el futuro
un jirón
entre las sombras.
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