TESTAMENTO
Si me muero, que me entierren
más allá de las montañas,
que, para adorar mi tumba,
nadie vaya.
Si me muero, que me quemen
y mis cenizas esparzan;
que se olviden de mi cuerpo,
que ya no valdrá nada.
Guardad de mi un recuerdo
de alegría y esperanza
Yo os esperaré allí
donde la vista no alcanza:
más allá de los mares,
más allá de las montañas.
No sé si cielo o infierno,
el purgatorio o la nada,
mas, si buscáis, me encontrareis
en los rincones de casa.
En mis queridas poesías,
en el fondo de mi guitarra;
sólo os puedo dejar eso,
material no tengo nada
Si me muero, que me entierren
más allá de las montañas,
que, para adorar mi tumba,
nadie vaya.
Almabania
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