Si nos importa el bienestar de una persona y vemos que dice o hace algo que le perjudica, debemos decirle nuestra opinión. En este caso, no es tan importante lo que decimos, sino cómo lo decimos: HAY QUE EVITAR HERIR LOS SENTIMIENTOS. Podemos emplear frases tales como: -"¿Puedo sugerirte algo?", -"Si me permites, voy a darte mi opinión", -"Por favor, no te ofendas, pero...", -"Creo que lo mejor para tí es..."
     Lo más importante al expresar una crítica es ofrecer una solución. No se debe decir cosas como "¡Qué tonto! ¿Cómo pudiste hacer eso?", porque sólo se conseguirá que la otra persona se ponga a la defensiva y no sea capaz de escuchar ni de asimilar lo que le queremos aportarle.
     Con frecuencia, la gente no quiere críticas a menos que las soliciten especialmente, y muchas veces tampoco en ese caso están realmente dispuestas a recibirlas. Sin embargo, si las expresamos en términos afectuosos y positivos, podrán escuchar lo que tengamos que decir.

Aitana López