La
Toma de Refugio y La Recepción de los Preceptos
Bhikkhu
Bodhi
En el método de exposición tradicional indio
ningún relato o tratamiento
del tema se considera completo a menos que haya sido ilustrado por símiles.
Por tanto,
concluiremos esta explicación de la toma de refugio con una visión sobre
algunos símiles clásicos sobre los objetos de refugio. Aunque los
textos estén
rebosantes de múltiples metáforas de gran belleza, para evitar la
prolijidad nos
limitaremos a cuatro.
El primer símil compara el Buda con el sol,
pues su aparición en el mundo
es como el sol que se alza por el horizonte. Su enseñanza del verdadero
Dharma es
como el halo de rayos solares que se expande sobre la tierra, apartando
la oscuridad
y el frío de la noche, dando calor y luz a todos los seres. La Sangha es
como los seres para los que se ha despejado la oscuridad de la noche,
dirigiéndose
a sus asuntos disfrutando de la calidez y radiación del sol.
El segundo símil compara el Buda con la luna
llena, la joya del cielo
nocturno. Su enseñanza del Dharma es como la luna que irradia su haz de
luz sobre
el mundo, enfriando el calor del día. La Sangha es como las personas que
salen a la
noche para contemplar y disfrutar el refrescante esplendor de la luz
lunar.
En el tercer símil el Buda es semejante a una
gran nube que se extiende por
todo el campo cuando la tierra ha sido resecada por el ardor del verano.
La enseñanza
del verdadero Dharma es como la caída de la lluvia, que empapa la
tierra dando agua a las plantas y a la vegetación. La Sangha es como las
plantas --
árboles, arbustos y hierbas que crecen y florecen al ser alimentadas
por la lluvia
surgida de la nube.
El cuarto símil compara el Buda con la flor
de loto, arquetipo de la belleza
y la pureza. Así como el loto crece en un lago cenagoso, pero se alza
por encima
del agua y permanece lleno de esplendor sin mancharse por el cieno,
igualmente el
Buda, habiendo crecido en el mundo, supera el mundo y mora en medio de el
sin contaminarse
por sus impurezas. La enseñanza del Buda del verdadero Dharma es
como la dulce fragancia emanada por la flor de loto, que ofrece deleite a
todos. Y
la Sangha es como el enjambre de abejas que se reúne alrededor del loto,
recoge el
polen y vuelan hacia sus colmenas para transformarlo en miel.