CAPITULO 1

EL MUNDO EN CAMINO HACIA UNA NUEVA CIVILIZACION

OBJETIVO: Ayudar al cristiano a que se descubra involucrando en los retos sociales de los grandes cambios de nuestro tiempo.

Cambios rapidos del mundo

Desde hace algunos anos el mundo que nos rodea cambia cada vez mas aceleradamente. Ya no son los cambios graduales y predecibles, sino cambios de tipo remolino que nos arrastran o levantan intempestivamente, sin que logremos entender hacia donde nos dirigimos.

Son cambios radicales que abarcan todos los aspectos de la sociedad. Se puede hablar, sin temor a exagerar de los inicios de un tercer tipo de civilización, fundamentalmente diferente a la civilización industrial, que empezó hace unos doscientos anos y la civilización agrícola que se inicio hace diez mil anos.

De la sociedad agrícola a la Industrial

Estas transformaciones no sucedieron siempre pacíficamente, sino que originaron conflictos graves entre los grupos que querían conservar el tipo de vida existente y los otros que pugnaban par imponer un nuevo tipo de civilización. La historia nos cuenta de las guerras entre los pueblos nómadas y sedentarios que terminaron en todos los continentes con la implantación de la civilización basada en la agricultura. Así también, durante los últimos dos siglos, prácticamente en todos los países hay una relación entre las guerras civiles y el paso de la civilización agrícola a la industrial. Típicos ejemplos son la Revolución Francesa, la Guerra de Secesión en Estados Unidos, la Revolución Mexicana y la Revolución Rusa, que terminaron todas con la aniquilación de los grupos que habían basado su poder en la agricultura.

Bases de la civilización Industrial.

La civilización industrial que se encuentra implantada firmemente en todos los países, independientemente de los sistemas políticos o económicos que tengan, se caracteriza par los siguientes principios que las sostienen a manera de columnas: la uniformización, la especialización, la sincronización, la concentración, la maximización y la centralización. Encontramos reflejados estos principios en la organización y operación de las industrias, pero también en cualquier institución creada o perfeccionada durante los últimos dos siglos, ya sea que se trate del sistema político y de gobierno, del sistema escolar, la esfera del arte, donde la orquesta sinfónica constituye el vivo retrato de estos seis principios. También la Iglesia se ha organizado de esta manera.

Los hombres de nuestra época nos caracterizamos por gustos y hábitos uniformes, por realizar actividades especializadas, por tener horarios de trabajo o estudios sincronizados, por vivir concentrados en ciudades, escuelas, oficinas y fabricas enormes y, finalmente, por tener una administración centrada de las actividades humanas.

Envejecimiento de la civilización industrial

Si bien es cierto que estos principios siguen todavía vigentes en gran parte, encontramos que cada uno de estos pilares se están agrietando y se están desmoronando rápidamente las columnas de la centralización, uniformización y maximización, corno la muestra claramente un análisis de las características comunes de los cambios más notorios que suceden actualmente en todo el mundo.

En los países socialistas recordamos el ritmo vertiginoso de la "perestroika", el resurgimiento de la diversidad de las nacionalidades, las manifestaciones y huelgas para ampliar las libertades políticas y derechos humanos y el reconocimiento de grupos opositores e inclusive la implantación de un gobierno democrático no comunista en Polonia.

Ningún país o sistema se escapa de estos cambios que atacan fuertemente los sistemas más grandes, centralizados y especializados. Cabe mencionar que los Estados Unidos y sus consorcios gigantes han perdido desde hace varios anos su prepotencia económica y no pueden defenderse contra el ímpetu comercial y la delantera tecnológica de los países asiáticos de la Cuenca del Pacifico.

Se derrumba una vieja civilización y surge una nueva que se basa en principios totalmente opuestos: el pluralismo de personas e ideas que sustituyen a la uniformización, la sintetización y simplificación que reemplazan la especialización, el movimiento acelerado en todas direcciones en lugar de la sincronización y el avance en una sola dirección, la minimización de aparatos y organizaciones, la desconcentración de las industrias y la población y la descentralización de la administración en todos los sistemas y organizaciones de la sociedad.

Se trata, en una palabra, de la inversión total de los principios de la civilización industrial. Una vuelta completa que significa una revolución que hasta ahora siempre fue acompañada por convulsiones sociales y violencia.

Causas del cambia

Las causas de cada una de las transformaciones de civilización son los cambios tecnológicos. Actualmente se manifiestan en todos los campos de la electrónica con sus múltiples aplicaciones en la computación, las comunicaciones y la robótica; en el desarrollo de nuevos materiales que disminuyen el tamaño de las instalaciones y reducen el consumo de energía, por ejemplo las fibras ópticas que sustituyen los cables telefónicos y permiten la transmisión simultánea de millones de señales con un costo mínimo, en la ingeniería genética que puede producir nuevos tipos de microorganismos con aplicaciones insospechables en la agricultura y en otras muchas áreas.

Todo esto apenas se inicio hace unos veinte años y nos encontramos en un vertiginoso proceso de alcances inimaginables. Esta velocidad se explica por los sistemas y la información que actualmente nos rodea: computadoras cada vez mas compactas y potentes que con capacidad de millones de cerebros nos comunican al instante cualquier dato que necesitamos o ejecutan millones de operaciones por segundo. La memoria social, que los ancianos en las sociedades primitivas guardaron, se amplio par las enormes bibliotecas creadas en la época industrial y actualmente se extiende a un ritmo acelerado.

Los conocimientos son acumulativos, actualizados y de fácil alcance a cualquier computadora que se interconecta con otra en cualquier parte del mundo por una línea telefónica.

Se ha iniciado una lucha a nivel global entre los grupos que pugnan par la implantación de un nuevo tipo de civilización y otros que se sienten afectados por los cambios y se oponen a los mismos. Los frentes están confusos y ya no sirven los viejos distintivos de progresistas, conservadores, derechistas, izquierdistas, etc., porque pueden significar a veces exactamente lo contrario. La historia nos enseña que siempre han ganado los partidarios de la nueva civilización y sabemos también que par el poderío militar que posee actualmente el mundo, esta en juego el futuro de la humanidad.

En México

México no está ausente en estos cambios, aunque aun existen grupos minoritarios que tienen características de la civilización agrícola, podemos afirmar que la civilización industrial se ha convertido en el estilo de vida del México actual. Ya no existen comunidades rurales autosuficientes que produzcan todo lo que consumen, sino que dependen en gran medida de las mercancías y el intercambio con los centros urbanos.

Cabe mencionar que en el curso de los últimos sesenta años la población de México se quintuplicó de sólo 16 millones en 1930 a 85 millones en la actualidad. También cambia totalmente la proporción de la población rural y urbana, invirtiéndose la relación de dos tercios de población rural en 1930 a dos tercios que viven actualmente en centros urbanos.

En un solo año vimos coma se desplomó el sistema político unipartidista, el poder de los sindicatos, la quiebra de grandes empresas ineficientes y la reprivatización de la industria paraestatal, para mencionar sólo algunos aspectos.

Es un hecho que en nuestro país los avances tecnológicos han generado y lo siguen haciendo, cuestionamientos muy profundos a la civilización industrial. De tal suerte, vemos que ya no se entiende una empresa, un centro educativo, un hospital, etc. sin un equipo mínimo de computo, tampoco se concibe la comunidad rural más alejada sin radio ni televisión, la cual habla de una sociedad más informada, más critica que cuestionará la actual civilización industrial que estamos viviendo.

El cristiano en estos hechos.

¿Que significa este momento histórico para nosotros los cristianos? ¿Cómo debemos actuar nosotros los laicos en este conflicto?

San Pablo nos da una orientación en su carta a los Romanos (12,2) al decirnos:

"No se amolden a las normas del mundo presente, sino procuren transformarse por la renovación de la mente, a fin de que logren discernir cual es la voluntad de Dios, lo que es bueno, lo que le agrada, lo que es perfecto.

IMPORTANTE RECORDAR: