ACADEMIA MEXICANA DE JURISPRUDENCIA Y LEGISLACIÓN

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H I S T O R I A

 

La Academia Mexicana de Jurisprudencia y Legislación, tal y como se conoce hoy día, es una noble institución de larga tradición y abolengo en nuestro país, cuya antecesora fue la Academia Central Mexicana de Jurisprudencia y Legislación correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Madrid, que fundada en el siglo XIX, subsistió hasta que gradualmente cesaron sus funciones, sujeta a los vaivenes que nos afectaban como país, en la búsqueda por la edificación de una sólida nación democrática.

 Ya para 1930, y bajo la tutela de ilustres juristas de la talla de don Fernando Noriega, don Ignacio Burgoa, don Salvador Diego Fernández, don Toribio Esquivel Obregón, don Jesús Flores Magón, don Indalecio Sánchez Gavito, don Alfredo Flores, don Miguel V. Ávalos y don Ernesto Nieto, se había constituido, según sus estatutos aprobados en sesión plenaria de 8 de octubre de ese mismo año, como un gremio moderno, que hubo de reunir a connotados y reconocidos abogados para realizar, como fin común, el estudio teórico y práctico de las ciencias jurídicas.

 Si bien, inició trabajos como correspondiente de la Real de Madrid, cesa ese carácter al instaurarse la República Española, y sin cambiar sus estatutos, la Academia Mexicana de Jurisprudencia y Legislación se identificaría como correspondiente de la de España, sin que ello afectaran el prestigio y reconocimiento de los que ya era objeto, dentro y fuera del país. 

En 1978, cuando se reanudaron las relaciones entre México y España (que a la sazón, había instaurado un régimen constitucional monárquico), el Presidente de la República Mexicana y el de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, durante una visita de Estado fueron recibidos como miembros de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Madrid, en solemne ceremonia, a la que asistieron tanto académicos mexicanos y españoles; este acontecimiento, se erigió como un importante hito histórico, pues dio pauta a que se robustecieran las academias de ambos hemisferios.

 Atendiendo a ello, los Presidentes de la Academia Mexicana y de la Real Academia de Granada, convencidos de la débil relación entre las de uno y otro lado del Atlántico, de la necesidad de recrearla, conservarla y fomentarla, concibieron un organismo de relación permanente. 

 En 1994 en Granada, España, se reunió la Primera Conferencia de Academias Hispanoamericanas que se ha congregado ya cuatro veces en España y América, hasta con veintiocho academias en igual número de americanas y españolas y mantiene actualizada su comunicación. 

 La Academia Mexicana de Jurisprudencia y Legislación dejó de ser correspondiente de una, la Real Madrid, para mantener correspondencia en su individualidad, con sus homólogas de América y España que recíprocamente así asumieron la calidad de corresponsales y correspondientes.

 

 

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