BRUKUSIANOS

Guerreros al servicio de Brukus. Su misión esencial consiste en detener, a toda costa, a cualquier civilización que –desde su punto de vista– ponga en riesgo al universo.

Reclutamiento y preparación

Los lacayos de Brukus son generalmente reclutados en sus mundos de origen. Se les elige por sus cualidades guerreras y/o por su potencial para eliminar toda emoción de sí, especialmente la compasión, pues en determinado momento se les ordenará matar y/o destruir hasta el exterminio de una raza o incluso la desaparición completa de un mundo. Por ello, al ser reclutados, se les va privando poco a poco de toda costumbre mortal: son sometidos a largos periodos de ayuno hasta que pierden (con ayuda de la inyección de ciertas sustancias) toda necesidad de recibir alimento. De este mismo modo, con métodos hasta ahora poco conocidos, alcanzan la inmortalidad, y con el paso de los años, de los siglos y de los milenios, van perdiendo todas sus emociones. Un brukusiano que muestre pasiones es sin duda de clase baja.

Hay otra clase especial de brukusianos que no son reclutados, sino creados o “forjados”. A la misma pertenecen seres como Xrakus, Anphranax, Skurián o Alvgakrist, y no hay duda de que su poder es mucho mayor al de cualquier guerrero de los que han sido reclutados (excepto Dragstarg).

Poderes

Los brukusianos, aun desde que se inician, poseen ya una fuerza física increíble (como de 30 humanos en los estratos más bajos). También desde el inicio se les adiestra o se les dota de la capacidad de manejar descargas de energía (que casi siempre son de color violeta). La fuerza de estas descargas va en razón del nivel del brukusiano: los más débiles podrían ya destruir, por ejemplo, un conjunto habitacional de varias hectáreas. En el otro extremo, Dragstarg era capaz de acabar con una galaxia. Otra de las facultades de los brukusianos es su poder mental: desde que se inician tienen ya ciertas habilidades telepáticas y telequinéticas. En altos niveles son capaces de crear toda clase de ilusiones, cambiar realmente de forma, posesionarse de casi cualquier cuerpo o destruir a algo o a alguien con su mente. Sus defensas contra todo tipo de ataque mental, por lo mismo, son casi perfectas. Por último, los guerreros de Brukus poseen también, ya en los altos niveles, la facultad de crear ciertas formas de vida aprovechando la energía que haya a su alrededor, a la manera en que los hombres de la piedra lo hacen (por ejemplo, la generación de los gwörinegs regyvs por Alvgakrist en El imperio de los dioses).

Armas

Los brukusianos suelen usar armas sólo en los estratos iniciales, aunque algunos de ellos cuyo espíritu guerrero se los impele las siguen portando y ocasionalmente utilizando más como un capricho que como una necesidad (Anphranax y sus caballeros de la muerte, por ejemplo). Estas armas son generalmente mazas, marros o lanzas cortas. A veces también se les ha visto con escudos.

Transporte

Los brukusianos de bajo nivel se desplazan a través del espacio por medio de naves que tienen la forma de esferas luminosas. Más o menos cuando están cerca de que su poder les permita destruir un planeta completo aprenden a viajar por el cosmos sin necesidad de transporte alguno. Hasta el momento, sólo dos de ellos han alcanzado la velocidad de la luz: Alvgakrist y Dragstarg. Ambos consiguieron también llegar al Nimaar, lo que les daba la posibilidad de desplazarse de un punto a otro del universo en un instante, siempre y cuando hubiera portales adecuados para ellos. Ningún brukusiano, que se sepa, ha aprendido a dominar el viaje vía pensamiento ni la capacidad implícita en éste de abrir a voluntad portales entre el Nimaar y el interior del universo.

Historia

El reclutamiento de brukusianos comenzó, según Hombres de la piedra, casi desde el inicio del universo. De entre los aforau, citados como la primera civilización del cosmos, fue elegido el cruel Dragstarg, quien comandó a todas las hordas brukusianas durante millones de años. Él se destacó por destruir una de las piedras verdes de poder y por dar muerte a muchos hijos de las rocas, entre ellos el poderoso Rout. Poco después de ello, Dragstarg fue al Nimaar a recuperarse, pero al volver, Kasurh lo mató. De los huesos restantes del general brukusiano serían forjados Anphranax, Skurián y Xrakus.

Durante los tiempos de Dragstarg los brukusianos acostumbraban cumplir con su labor destruyendo las civilizaciones que consideraban peligrosas e incluso los planetas enteros. Al paso de millones o quizá hasta miles de millones de años, estos métodos fueron sustituidos por otros más sutiles, consistentes en la dominación –abierta o enmascarada– de las civilizaciones, con el fin de pervertirlas y guiarlas hacia donde ellos desearan.

Posiblemente el mayor promotor de esta forma de someter a las “plagas” cósmicas fue Xrakus, enviado a la Tierra para sustituir a Múrkor más o menos al mismo tiempo en que Brukus ordenó la creación de Alvgakrist, su “guerrera perfecta”.

Hasta donde se sabe, el reclutamiento de brukusianos jamás ha cesado, y el número total de integrantes de sus filas es un misterio. Se especula que, dado que en cada planeta donde hay vida inteligente puede haber uno, las hordas brukusianas deben ser inmensas, pero en ningún relato de Grahkka se ha visto a más de mil juntos, y aun esos conglomerados eran propios de los tiempos de Dragstarg, y muy poco frecuentes en épocas más cercanas a la actual.

Además de algunos hombres de la piedra, guerreros cósmicos como Diak o Ultrastón –ambos al servicio de Rioser Pross– han conseguido causarle bajas a los ejércitos de Brukus.

Luego de la muerte de Dragstarg, el liderazgo entre los brukusianos se centró en los tres guerreros surgidos del anterior, especialmente en Xrakus, quien siempre ha mostrado una autoridad superior a la de Anphranax y Skurián.

Fuera de lo contado en Hombres de la piedra, y que casi se limita a la vida de Dragstarg, no se sabe casi nada de los brukusianos de otros planetas que no sean la Tierra, así como también se ignora el destino de los tres humanos que, a lo largo de la historia, fueron reclutados para servir a Brukus: Atila, Gengis Khan y Tamerlán (un cuarto candidato al reclutamiento fue el príncipe Vlad de Valaquia, pero Xrakus finalmente le dio un destino distinto).

La preponderancia de Xrakus entre los brukusianos se mantuvo hasta el advenimiento de Alvgakrist. Tras la destrucción de ésta, no cabe duda de que Nekrante (fusión de Xrakus y Skurián) es, por mucho, el más poderoso entre los guerreros de Brukus.