La historia de Velreg Krer


El texto presentado a continuación corresponde a la introducción de la novela Kohrtru ga tre (La espada del cielo), que publicamos por primera vez en México en 1999, reimprimimos en 2005 y de la cual puedes ver un resumen en este sitio. Aquí se cuenta, a grandes rasgos, lo ocurrido con Velreg Krer, nuestro principal personaje, desde su creación en 1978 hasta la aparición de la citada novela. Para saber qué pasó luego con él y con otros personajes, consulta nuestro apartado La continuidad de Grahkka.

Aunque el cómic en el sexto continente surgió desde principios del siglo XX, fue en tiempos de la guerra fría cuando comenzó a tener una presencia masiva. Sin duda como respuesta a la cultura aportada por la invasión del cómic estadounidense (el europeo y –posteriormente– el japonés siempre han sido aceptados por el régimen con mayor facilidad), cobró importancia “G” (Grahkka Comics), la empresa más fuerte en este terreno en Tervirdania, que a partir de los sesenta publicó espectaculares historietas para contrarrestar el efecto de las importadas de Estados Unidos. Sin embargo, a “G” le llevó más de diez años consolidarse en el gusto del público infantil y juvenil de Tervirdania. Protagonista de este proceso fue sin duda Velreg Krer (Vengador Rojo en español), personaje creado en 1978 por Ryong Glaañger y perfeccionado a lo largo de los años por diversos guionistas y dibujantes.

Con una revista de evidente contenido político, Velreg Krer no solo representó una excelente antítesis de los personajes de DC y Marvel, sino que consiguió llamar la atención poderosamente por la crudeza y dinamismo de sus historias. Con el paso del tiempo, “G” alteró ligeramente la fisonomía del héroe y captó a un nuevo público. Originalmente, el personaje estaba dirigido a niños y adolescentes, pero el cómic creció con sus lectores. La censura fue desapareciendo, y en la actualidad es leído por gente de casi todas las edades.

Harus Versaga –al comienzo de la historia– es un joven estudiante de la Universidad de Krytávir. Su inusual interés por la arqueología lo conduce a un descubrimiento asombroso en la Vasagoba, zona turística de la capital tervirdana que alberga las ancestrales ruinas de Korba–Katsaruy, antecesora milenaria de la urbe más grande del hemisferio sur. Ahí, Versaga –luego de seguir una compleja cadena de pistas– es víctima de la extraña irradiación de un meteorito que se halla en una zona nunca antes excavada. Este extraordinario suceso representa únicamente el pretexto para que el joven adquiera sorprendentes poderes. La explicación –no menos fantástica– combina astronomía y mito. Versaga aloja desde su accidente –de manera potencial– toda la fuerza y habilidades de Zert, un antiguo dios de la mitología jaito–gusnónica. Hijo de Áshmid (la luna), Zert era el guerrero de sangre que guardaba la noche, regidor –también– de la venganza, e identificado por los surdánicos con el planeta Marte. Sin que su pretensión sea explicar esto de un modo científico y coherente, Glaañger añade en su guión que el meteorito –de un color rojo intenso– proviene de una parte del sistema muy cercana al planeta citado.

Versaga tarda varios capítulos en darse cuenta de todo esto, así como en controlar sus poderes y delimitarles un uso específico. Al principio es un alocado joven que se divierte con su inusitada fuerza, su habilidad para volar y –sobre todo– las posibilidades de la extraña energía que alberga en su interior. Sin embargo, muy pronto sufre desgracias por su incapacidad para dominar las descargas que de repente emanan de su cuerpo. Hace apenas muy poco tiempo fue reeditado uno de los primeros capítulos de la serie que en su época había sufrido la censura por una escena que se consideró extremadamente violenta. En ella, un Harus Versaga aún inexperto asesina por accidente a una chica al momento de tener sexo con ella. Dentro de su euforia, no se percata de que la poderosa energía se ha desatado. En un arrebato de humor negro, Glaañger explica que las descargas pueden salir por cualquier parte del cuerpo, y orilla a su personaje a resignarse luego de ver cómo su compañera de cama yace calcinada por dentro, luego de que él expulsara mucho más que solamente semen.

El joven no comprende su destino sino hasta que sostiene contacto con Akig Kirega, un ex funcionario del DRK (policía secreta de Tervirdania) que se dedica a investigar y combatir los operativos de una casi omnipotente red de organizaciones políticas, religiosas y financieras conocida como REK. Es en este punto donde la historia muestra su rostro ideologizado. El régimen tervirdano ha aceptado con agrado la historia de un héroe que encarna tradiciones e ideales políticos de la nación, combatiendo a una perversa organización que –según el cómic– se ha apoderado ya de los otros cinco continentes, y busca conquistar “el último bastión de una sensata civilización humana”.

Pero Glaañger no fue tan convencional, y estuvo lejos de establecer el típico antagonismo bien–mal. En la revista Velreg Krer muestra –simple y sencillamente– una batalla entre dos concepciones distintas, ambas seguras de estar haciendo lo correcto, aunque no por ello escatiman –ninguna de las dos– en hacer uso hasta del último recurso para lograr sus objetivos, por violento, inhumano o suicida que el mismo sea.

El propio personaje central es prueba de esto. Una vez que ha conseguido conocer y controlar sus poderes, Harus Versaga adopta una nueva identidad: Velreg Krer, un súper guerrero cuya actitud hace parecer cordial a Batman. La mayoría de las veces insensible, le hace honor a su nombre consagrándose más a “la justa retribución” sobre sus enemigos que al papel de héroe preventivo, rescatista o noble paladín. Por motivos preferentemente personales, decide combatir a REK.

La espectacularidad en la historia tiene un crecimiento gradual. Tanto las dimensiones del poderío de REK como el destino y habilidades de Velreg Krer van siendo revelados poco a poco. Una vez que se involucra en los asuntos de la inmensa red, el héroe debe combatir a enemigos especialmente preparados –por medio de sofisticados experimentos genéticos– para exterminarlo. Cada vez, los productos de los laboratorios de REK son más extraños y fuertes. Aun así, ninguno consigue eliminar a Velreg Krer, que –por su parte– reconsidera darle crédito a diversos presagios que –desde siglos atrás– hablan del “invencible guerrero rojo que enfrentará al monstruo que intentará hacer de los humanos sus esclavos”. Los episodios van adquiriendo un carácter más místico, y lo que comenzó como una serie de peleas callejeras con armas convencionales se transforma en una guerra de proporciones cósmicas.

Paralelamente a estos encuentros, Velreg Krer y Kirega discuten sobre sus métodos para combatir, mientras van descubriendo más y más secretos de REK. Uno de los de mayor importancia es la verdadera identidad del jefe supremo del organismo. Transcurren más de 50 episodios antes de que –por fin– Velreg Krer y la criatura suprahumana conocida como Xrakus se vean cara a cara. Es así como el héroe desentraña el misterio relativo a la cabeza de un cuadro jerárquico que para entonces ya conoce. Bajo el nombre cifrado de Nir X, el extraño monstruo Xrakus controla REK. Ante los ojos del mundo, el mortal conocido como Ruuld Fakler aparece como presidente de un consejo de “sabios” que –a su vez– jamás dan la cara, pero lanzan órdenes desde su mesa de reuniones a jefes de Estado, consorcios financieros y líderes religiosos.

Ellos –según el cómic– deciden quién y por cuánto tiempo gobernará a cada país, cuándo debe quebrar o repuntar alguna bolsa de valores, así como qué estratagemas morales o religiosas se deberán utilizar para aplastar alguna ideología opuesta a sus intereses. Fakler escucha las decisiones y se limita a “opinar” solo de vez en cuando. Sus intervenciones, llamadas “sugerencias”, son en realidad órdenes irrevocables que –sin embargo– no provienen de su cerebro. Fakler es solamente el portavoz de Xrakus, ya que es el único mortal que tiene acceso al enigmático líder mundial de REK. Los millones de servidores del inmenso organismo no saben nada de Nir X. Lo que es más, la mayoría jamás ha escuchado hablar de Fakler o del consejo, y –en la casi totalidad de los casos– ni siquiera están conscientes de que trabajan para REK.

En un principio, Versaga sabe apenas un poco más que estos obreros involuntarios. El propio Kirega –aparentemente mejor enterado– está convencido –cuando conoce a Velreg Krer– de que Fakler es el líder mundial del organismo. Es el héroe quien avanza en los descubrimientos de Kirega, basados –a su vez– en los apuntes de Alkyr Bécquer, un detective que en los años cuarenta desenmascaró por primera vez a REK.

El uso de este personaje fue una estrategia mercadotécnica de “G”. Creado para un simple cómic de aventuras policiacas en 1942, Alkyr Bécquer fue comprado y modificado por los editores de Grahkka Comics tras la aparición de Velreg Krer. La mayor parte de las aventuras del audaz investigador estaban ubicadas en los años treinta, antes de la Segunda Guerra Mundial. Glaañger mantuvo la condición de trotamundos del Bécquer original (que se dejó de publicar en 1961) para darle soporte a su “guía informativo” en Velreg Krer. Las modificaciones fueron una auténtica bomba editorial. Alkyr Bécquer fue el primer hombre que descubrió a REK, muerto en circunstancias poco normales en 1944. Sus textos sobre la organización fueron descubiertos veinte años después por Akig Kirega. Pero Alkyr Bécquer no murió en realidad, sino que se transformó en un vampiro. El éxito de este remake fue tal que el detective pasó de ser un personaje de reparto en Velreg Krer a protagonizar su segunda época como estelar de una publicación.

La revista Velreg Krer ha contado con varias épocas claramente determinadas. El primer número apareció en abril de 1978. Con una periodicidad mensual, consagró sus primeros 70 ejemplares (hasta enero de 1984) al origen del personaje, el descubrimiento de REK y el enfrentamiento decisivo con los máximos recursos de esta. En una espectacular saga de 12 episodios, el héroe combate a Torko, el arma perfecta de los laboratorios de REK. Luego de una cruenta y larga batalla, el cuartel general de la red queda destruido. Velreg Krer, sin embargo, no consigue derrotar a Torko, y su pelea concluye con una extraña tregua. Finalmente, el propio Xrakus decide pelear contra el guerrero escarlata, y consigue vencerlo. Considera la humillación como un castigo mucho mayor que la muerte, y a Velreg Krer le es perdonada la vida. Pese a ello, el número 69 de la revista concluye con la aparente muerte de Versaga, luego de que su retiro –provocado por la crisis emocional luego de su derrota– fuera interrumpido sólo para sufrir una nueva afrenta.

El número 71 (febrero de 1984) presentó a Linze, un admirador de Velreg Krer que –convertido en superhéroe– le salva la vida a su ídolo. Bajo su pintoresco traje amarillo y su muy peculiar visor multilente, Linze es en realidad Akig Kirega Skorg, el hijo del viejo aliado de Versaga. Como un joven aprendiz que compensa la carencia de superpoderes con las armas que produce su inusual ingenio, Linze se transforma en esta segunda étapa en un compañero permanente de Velreg Krer. Luego de rescatarlo, revitaliza su ánimo y consigue que el más poderoso antagonista de REK tenga un retorno triunfal. En la primera serie de esta etapa, Velreg Krer y Linze enfrentan a Xrakus y a Anphranax, uno de los dos bestiales hermanos del líder mundial de REK. A pesar de la terrible desventaja, el héroe y su compañero consiguen enviar a sus suprahumanos enemigos a otra dimensión, con lo que asestan un golpe contundente a REK. Sin su poderoso líder, la red se vuelve un blanco accesible para Velreg Krer, a quien no le toma mucho tiempo desintegrarla. Su enfrentamiento sucesivo con la casi interminable lista de líderes que tratan de reconstruir la organización abarca el resto de la segunda época, caracterizada por la aparición de una nueva revista: Vigña Krer (Furia Roja), cuyo primer ejemplar se publicó en diciembre de 1985. Con dos aventuras al mes, la historia avanzó más rápido, y el número 100 de Velreg Krer (julio de 1986) presentó el regreso de Xrakus, suceso que enmarca el final de la segunda época.

La tercera fue mucho más prolongada. El regreso del líder de REK provoca el resurgimiento de esta organización. Velreg Krer y Linze reúnen a más aliados, incluyendo a Cyrdei Argaugn, la bella amante del primero. Por otra parte, destacó en el universo “G” la aparición de Drósser (Vigña Krer número 30, de mayo de 1988), el más peligroso enemigo del protagonista además de Xrakus, con quien aquel termina aliándose. Como segundo de REK, este siniestro personaje habría de darle más problemas que nadie a Velreg Krer. Las consecuencias de su inexplicable odio hacia el héroe enmarcan el trágico final de la tercera época. Drósser manda matar a la novia de Linze y deja paralítico al propio aliado de Versaga. Para rematar su obra, da fin a una Cyrdei Argaugn embarazada de Velreg Krer. Este acto provoca su desaparición temporal de la serie, ya que debe huir ante la ira del protagonista. En esta tercera época destacó también el episodio donde Velreg Krer consigue derrotar por primera vez a Xrakus (Velreg Krer número 115, de octubre de 1987). El número 162 de Velreg Krer (septiembre de 1991), con la huida de Drósser tras su crimen, marcó el final de esta fase de la historia.

Un mes después (octubre de 1991), a Velreg Krer y Vigña Krer se unió una nueva publicación. El número 1 de Suther Krer (Marea Roja) está considerado como el inicio de la cuarta época. Un Linze lisiado y amargado acompaña a Harus Versaga en su papel más insensible. Al obvio retorno de Drósser se suman más aventuras. REK se revitaliza con nuevas creaciones de sus laboratorios. Sin embargo, Velreg Krer –despiadadamente– elimina, uno tras otro, estos increíbles productos. Ante ello, y con el fin de destruir de una vez por todas a la poderosa red, busca nuevos aliados. Consigue entonces crear un organismo antagonista solicitando la ayuda de otros héroes (publicados también con éxito por “G”). Este suceso dio origen a una nueva revista, que si bien no es considerada como exclusiva de Velreg Krer, ha contado con su concurso en varios de sus ejemplares. Gwörs Grahkka (Guerras Grahkka) apareció en marzo de 1995, y dedicó sus primeros 30 episodios a publicar todas las historias inéditas producidas de manera paralela a los capítulos de las tres revistas del guerrero escarlata entre 1992 y 1993. Estos capítulos mostraban las aventuras de otros personajes de “G” en diversas partes del mundo, actuando a las órdenes de Velreg Krer.

El resultado de la red opositora creada por el héroe es la casi total destrucción de REK. La cuarta época presentó a dos nuevas amantes de Versaga, en medio de la lenta y dolorosa recuperación de Linze, quien permanece al cuidado de un cada vez más enfermo Akig Kirega. La quiebra del poderío financiero de REK en Surdania, un nuevo enfrentamiento con Drósser y la muerte del propio Kirega fueron los sucesos que señalaron el final de la cuarta época, coincidente con la aparición de Gwörs Grahkka.

En el número 52 de Suther Krer (enero de 1996), Linze da muerte a G–8, el poderoso guerrero de REK que –años antes– asesinara a su novia por órdenes de Drósser. Con esto se inició la cadena de venganzas que caracterizó a la quinta época, y que encontró su punto culminante en el número 130 de Vigña Krer, en el que el héroe rojo da fin al propio Drósser. Esta historia se publicó en septiembre de 1996, cuando la imagen de Velreg Krer fue renovada con enorme éxito por el dibujante Prag Líok.

Pese a la innovación, el personaje más popular del cómic tervirdano cayó en un bache a partir de 1997. Las historias fueron apartadas un poco de la interminable lucha contra Xrakus, buscando darle dinamismo, pero las ventas decrecieron a partir de algunos capítulos.

Ante ello, el propio Glaañger, ahora ejecutivo de“G”, determinó retornar al guionismo. En enero de 1998 se introdujo en la historia a Kristigne Drake, una nueva novia para Harus Versaga. La orden de esto fue dada directamente por el inventor del personaje, quien a partir de enero de 1999 reveló el misterio al iniciarse la serie Kohrtru ga tre (La espada del cielo), la cual revitalizó a Velreg Krer.

ALDO BONANNI, director general de GRAHKKA COMICS.

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