REK

Red de organizaciones políticas, empresariales y religiosas que Xrakus formó para controlar la Tierra. Su estructura era sumamente compleja, pero estaba encabezada por un “consejo de sabios” que presidía el “gran iluminado”, un aparente líder mundial humano que no era otra cosa que un fiel servidor del brukusiano.

Historia

El origen de REK se remonta a la llegada al planeta de Xrakus, su fundador, a principios de la era cristiana. La denominación (cuyo significado sigue siendo desconocido) la recibió hasta el siglo XIX, pero su germen indudablemente ya estaba latente en los territorios del Imperio Romano desde comienzos de la ya referida era.

Muchas de las sectas y sociedades secretas que con el tiempo integrarían REK no fueron fundadas por Xrakus, pues la mayor parte de ellas ya existían cuando este llegó al planeta. No obstante, todas, de una u otra manera, fueron cayendo paulatinamente bajo su control.

Estas agrupaciones eran las piezas claves del elaborado plan del brukusiano para controlar por completo la civilización humana. A diferencia de sus antecesores –incluido Múrkor–, y a pesar de su relación orgánica con el implacable Dragstarg, Xrakus encabezaba a nivel cósmico una nueva tendencia entre los lacayos de Brukus para cumplir con su labor: se oponía con vehemencia a la destrucción física de razas y planetas considerados riesgosos para el universo, y abogaba por un control más sutil de los mismos, aprovechando incluso su fuerza para eliminar otros peligros potenciales. Esta filosofía fue aplicada con la humanidad, y constituye la explicación de por qué Xrakus tardó casi dos milenios en controlar todo el orbe.

La primera finalidad clara de REK fue infiltrarse en el seno del Imperio Romano para en un principio controlarlo y después –cuando ya no convino a los intereses de Xrakus– favorecer su destrucción. A partir de entonces el centro de operaciones de la red fue Europa, cuya historia desde ese momento hasta la Segunda Guerra Mundial fue siempre producto del plan de Xrakus y de las acciones de REK.

El brukusiano se valió de sus sectas y sociedades para las acciones políticas, económicas o religiosas que iban de acuerdo con su plan, y cuando todo ello fallaba intervenía personalmente, utilizando sus poderes de un modo mucho más violento. La epidemia de peste bubónica de mediados del siglo XIV fue un ejemplo de ello.

Por otra parte, aunque Xrakus estaba tras todas las sectas y sociedades, rara vez los miembros de las mismas estuvieron conscientes de ello. La mayoría ignoraba por completo su existencia, y solo unos cuantos líderes “iluminados” fueron escogidos –luego de un meditado proceso selectivo– para recibir directamente su “inspiración”. Se ignora cuál fue el primer humano en la historia en estar cara a cara con el brukusiano, pero es un hecho que durante el Medievo este determinó nombrar un líder mortal que en esos mismos tiempos organizó un primer concilio o congreso de todos los “iluminados” para hacerles saber que todas las sectas y sociedades deberían trabajar unidas bajo su dirección con un fin específico. Quienes se opusieron a ello a lo largo de la historia fueron debidamente eliminados. Con el tiempo, el líder que convocaba el concilio o congreso fue identificado como “gran iluminado”. El puesto de “gran iluminado” siempre fue ocupado por individuos designados directamente por Xrakus y, por tanto, protegidos por él, lo cual los hizo prácticamente invulnerables.

El poder de REK aumentó considerablemente al final de la Edad Media, cuando ya estaba infiltrada en los principales gobiernos de Europa, aunque con distintos niveles de influencia, pues mientras en Inglaterra o Francia el control ya era total, en el Imperio y en España (fusionados contra la voluntad de Xrakus a principios del siglo XVI) halló una oposición más férrea a sus acciones. Sin duda, la Guerra de los Treinta Años puede verse como uno de los primeros fenómenos históricos claramente impulsados por REK.

La expansión colonial de España fue otra de las acciones que escaparon al control de REK, que sin embargo trabajó intensamente durante los años siguientes para revertir ese fenómeno en su favor.

La debacle española en contraste con el ascenso inglés, la Reforma, la preponderancia del capitalismo como modo de producción y la Ilustración no fueron sino cuidados pasos del plan de Xrakus para preparar el que sería su nuevo centro de poder, en América del Norte. Ello explica la independencia de las 13 colonias y el posterior traslado de la hegemonía mundial de Inglaterra a Estados Unidos.

En Europa, REK le dio un giro al fracasado intento de la Revolución Francesa para tornarlo en las guerras napoleónicas, cuyas dos principales finalidades secretas fueron extirparle de una buena vez por todas a América la “plaga” española y –de vuelta al viejo continente– darle el tiro de gracia al Imperio. Con ello se favoreció, respectivamente, a los Estados Unidos y a Gran Bretaña.

El siglo XIX le presentó todavía más obstáculos a REK. Imprevistos como la guerra civil estadounidense o el advenimiento del Imperio Alemán retrasaron en más de medio siglo la consolidación del poder mundial de la organización. No obstante, los ajustes finales fueron hechos con las dos guerras mundiales. Al final de la segunda, con un claro control de los dos bloques resultantes (la otra nación utópica trazada por Xrakus era la Unión Soviética), REK trasladó a su “gran iluminado” y a su “consejo de sabios” a Nueva York.

Pese a todo lo anterior, luego de 1945 todavía un continente casi completo se escapaba al control de REK: Surdania. De ahí había surgido Alkyr Bécquer, el primer hombre en la historia en desenmascarar públicamente a la organización, lo cual le valió una sentencia de muerte que jamás se cumplió gracias a los vampiros enemigos de Xrakus.

Durante toda la segunda mitad del siglo XX, REK se abocó casi por completo a exterminar toda oposición en las naciones surdánicas, especialmente en Tervirdania.

En el último cuarto del siglo, el objetivo se cumplió: Xrakus y su “gran iluminado” en turno –el grandeaxixiano Ruuld Fakler– se trasladaron a Krytávir, desde donde consolidaron la influencia de la organización sobre todos los gobiernos del sexto continente.

Una tímida oposición a todo esto se produjo con Akig Kirega y otros miembros del DRK, pero fue insignificante ante la casi omnipotencia de Xrakus y sus lacayos.

Sin embargo, hacia finales del siglo ocurrió algo que cambió por completo el destino de REK: el despertar de la piedra roja en Krytávir, y la ulterior aparición de Velreg Krer, quien con el tiempo se unió a Akig Kirega y fue aglutinando un grupo de poderosos aliados con los que le hizo una efectiva guerra mundial al organismo.

A pesar de los contundentes golpes recibidos (especialmente en Surdania), REK se mantuvo –al menos en su estructura central– hasta la llegada de Alvgakrist, quien destituyó a Xrakus y tornó al organismo secreto en un gobierno mundial oficial, el cual fue derrocado tras la derrota del ángel brukusiano, a partir de lo cual, hasta donde se sabe, REK es ya solamente historia.

Los “grandes iluminados”

Desde el inicio de las publicaciones de Grahkka, tres individuos ocuparon la posición de “gran iluminado”, líder mundial de REK (el historial de sus antecesores se desconoce): el grandeaxixiano Ruuld Fakler, el yarako Drósser y el estadounidense Isaac Meir.

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