Biografía
1898-1959
Uno de los máximos exponentes
de la poesía de la Generación del Treinta. Después
de la aventura vanguardista del diepalismo que emprendiera en 1921-22,
junto a José I. De Diego y Padró, su verso se perfilaba dentro
de líneas de armónica corrección. En 1926, con la
salida en La Democracia de su composición titulada "Pueblo negro",
logrará definir su posición y original del cultivo del verso
negro, que habría de consagrarse como figura de orden cimero en
la lírica hispánica del siglo XX. Completa Palés,
el conocimiento del negreo y el mulato; de su sicología, costumbres,
tradiciones, sobre la base de su experiencia cotidiana puertorriqueña
desde los años de su infancia en Guayama. Tras "Pueblo negro", surgirán
de su pluma otros poemas de pareja temática que habrían de
reunirse al cabo en el libro Tuntún de pasa y grifería [1937],
"Danza negra", "Candombe", "Canción festiva para ser llorada", "Falsa
canción de baquiné", "Elegía del Duque de la Mermelada",
"Bombo", "Ñam-ñam", "Majestad negra", "Mulata-Antilla", "Lagarto
verde, etc. En esta obra el poeta recoge con maestría plástica
y agudeza interior una realidad estética rica en sugerencias que
hablan a todos los sentidos y al espíritu. Trabaja con soltura de
artífice experto y sentido de lo lírico esencial con los
diversos recursos de su hacer: efectos onomatopéyicos, aliteraciones,
anáforas, léxico en el cual se funden palabras del caudal
literario ya admitido en el idioma con voces sugeridas de la vida africana
o afroamericana ennoblecidas en el marco del verso, adjetivación
de conciso rigor descriptivo, imaginística densa, de ricas sugerencias
sensoriales e intelectuales, métrica de renovación montada
sobre un extraordinario esquema rítmico, ironía fina, actitud
escéptica, humorismo acre, sensualismo, sentimiento puertorriqueño
y antillano.
La visión de lo negro, captada
desde el ángulo del blanco, se eleva sobre el ras de la mera descripción
del fondo geográfico y humano, en el cual se agitan patéticas
realidades, hacia un nivel de esteticismo en el que la estilización
altera los contornos de las cosas. Por este trueque de perspectiva y conceptualización,
mediante el cual "el descontento se torna en burla risueña y lo
patético deviene humorístico", asumirá Palés
uno de los caracteres comunes más acusados en la poesía de
vanguardia [De la Torre], "que al rehuir todo pathos, al trocar y metamorfosear
lúdicamente los datos de la realidad, recomponía el mundo
exterior a su guisa, adornándolo con alegres colores".
La poesía palesiana, tanto
en su etapa negroide como en épocas posteriores, se realiza como
resultado de un arduo proceso de elaboración que impone al autor
su conciencia artística superior y su disposición de autocrítica
exigente. Al difundirse el verso negro, alcanzará a rebasar el mismo
los círculos limitados del catador intelectual para vaciarse, merced
a sus altas calidades rítmicas y sonoras, en el oído del
gran público. Con el nuevo modo lírico al que da inicio habrá
de trascender las fronteras de la insularidad puertorriqueña para
escalar cumbres de excelencia en la geografía hispánica.
Abre el camino a Nicolás Guillén y Emilio Ballagas [Cuba],
Manuel del Cabral [SD], Demetrio Korsi [Panamá] Jorge Artel y Candelario
Obeso [Colombia]; Manuel Rodríguez Cárdenas [Venezuela],
Andrés Eloy Blanco [Venezuela] y Manuel Rugeles [Venezuela], Nelson
Estupiñán Bass [Ecuador]; Ildefonso Pereda Valdés
[Uruguay].
Luego, se inspira en nuevas dimensiones
por una poesía depurada, hincado en un mundo de hondura subjetiva
y delicadas intuiciones, en el cual el exotismo y brillo excesivo de su
etapa anterior se tornarían en buceo íntimo y canción
reposada. No pierde la modernidad de su acento, labra sus últimas
creaciones en las canteras tradicionales de la temática de trascendencia
cósmica, el amor, la soledad, el tiempo, la muerte, en busca de
respuestas para las eternas interrogantes del hombre. Entre las composiciones
claves de este momento de plenitud estética se destacan: "Puerta
al tiempo en tres voces" [diosa Filí Melé], "Asterisco de
lo intacto", "Pueblo"...
Novela Litoral; reseña de
una vida inútil, que la dio fragmentadamente en el periódico
de Universidad, la deja inconclusa, luego publicada en 1978. Es una de
carácter autobiográfico, libro de memorias de infancia adolescencia
y juventud, en primera persona por el protagonista, acción en Guayama,
Manuel Pedralves, protagonista; durante las primeras décadas de
siglo.