SOLO SON RECUERDOS



 

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CAPITULO II: REVELACION

Mi nombre es Ryouga, soy el hijo del ultimo subcampeon del torneo, los que vienen conmigo son mis amigos, y ella, bueno, ella es la mujer que amo.
Aquí donde estoy, están reunidos los mejores peleadores de todo el mundo, todos vienen buscando demostrar que son los mejores, incluso los que vienen conmigo, yo no.
Lo que busco no es probar algo, no busco fama ni fortuna, lo que yo busco es muy simple, ¡Yo busco venganza!, venganza contra el asesino de mi padre, un tipo llamado Tikal. Desde que subimos a ese barco, no pense en otra cosa mas en lo que aprendí de aquella pelea, donde estaba escondido, con miedo, como un cobarde, yo estaba ahí y no pude hacer nada, solo verlo morir. Ya no importa, no puedo revivir a mi padre, pero puedo vengarlo, aun cuando eso signifique perder a mi mejor amigo.

— Señor Hibiki-
— ¿He?-
— Señor Hibiki, los peleadores deben tomar sus lugares-

Si, recuerdo esto, los peleadores orientales se colocan en un extremo al lado de la plataforma y los del resto del mundo del otro.

— Señor Hibiki, usted tendrá que venir conmigo-
— ¿Qué? Pero... y mis amigos, y...-
— Lo siento, sus amigos y su esposa la señorita Kuonji deberán esperar aquí-

No puedo evitar el sonrojarme al escuchar eso, todos callan ante las palabras del tipo, Ukio se oculta apenada al igual que yo, mientras que los demás se burla de nosotros.

— Conque tu esposa he Ryouga-
— Que callados lo tenían-
— Hiciste una magnifica elección Ukio-

Voy a reclamar, pero Ukio me toma de la mano y me indica que no lo haga, no entiendo por que pero me quedo callado. Sigo al hombre hasta un pasillo obscuro que se ve iluminado por algunas antorchas en las paredes, salgo al muro detrás de la plataforma de pelea, arriba de mí, esta ese anciano, callado, impasible, el, es Rizard. Me sorprendo, no pense que alguna vez lo tendría tan cerca, desvió la atención hacia otro punto, mi corazón se acelera y un sudor frío corre por mi espalda, Hay esta, ¡es Tikal! El odio surge cómo un río queriendo salir, pero me contengo, ahí esta el, con esa mascara burlona, la capa y la túnica rematadas por el turbante, pero hay algo nuevo, si, esa armadura, rematada en oro, si, tal vez la armadura sea nueva, pero es el, no hay duda.

— Señor Hibiki, este es el lugar que le corresponde cómo el descendiente directo del ultimo subcampeon-
-¿He? Si, claro-

No puedo apartar los ojos de Tikal, hay está, tan cerca, inmóvil, cómo cuando mato a mi padre, De pronto, un sonido hace eco en mis oídos, cómo un lamento, el anciano se levanta, Rizard va hablar:

-Hoy, se escribirá un nuevo capitulo en la historia de este torneo, hoy, nuevas y viejas generaciones combatirán para saber quien es el mejor. Que el torneo comience, y que las almas sean olvidadas en la lucha, que cualquier sentimiento desaparezca, que no importe hermandad o amistad, ¡¡que la victoria sea lo único que los guíe-

Las palabras de Rizard hacen temblar el alma de los presentes, Ranma y Ryouga piensan que es una forma un tanto cruel de incitar a la pelea, pero a decir verdad no le importa.
El mismo hombre que los recibió se coloca en el centro de la plataforma donde abran de celebrarse las peleas, explica las reglas del torneo, sencillas, simples, mortales.

-El peleador que salga de la plataforma perderá inmediatamente, todos los golpes están permitidos, y no habrá ningún problema si deciden matar a su oponente aun cuando ya este vencido, a sí, pueden usar cualquier tipo de armas siempre y cuando no sean de fuego. Confío en que habrán entendido las reglas, y ahora sí, la primera pelea será entre el participante Kuno Tatewaki y el participante Ranma Saotome-

Diablos, esperaba tener algo mas de diversión en mi primera pelea, piensan ambos, Kuno, confiado y orgulloso y Ranma, sabiendo que el resultado de la pelea será el mismo de siempre.

-Vaya Saotome, no esperaba que perdieras en la primera pelea, en fin, tratare de no lastimarte-
-Hay Kuno, en fin-

La pelea es rápida, concluye con un Kuno golpeado e inconsciente y un Ranma erguido y triunfante, desde su lugar, Ryouga observa satisfecho la pelea de su amigo, mientras que Rizard observa tranquilo e inmutable el desarrollo del torneo.
El torneo sigue su curso, Soun y Genma son eliminados rápidamente cómo era de esperarse, Mousse, Shampoo, Ranma, Akane, Ukio, Kodachi, Happoussai, y Cologne vencen fácilmente a sus oponentes, mientras que Ryouga y Tikal siguen sin pelear.
Nuevamente toca el turno a Cologne, su oponente, un tal Shouten, alto, vestido con un traje negro, luce tranquilo aún cuando ha visto la fuerza de Cologne quien lo mira con desconfianza, ella comienza la pelea lanzando varios golpes hacia el cuerpo de su oponente, sin embargo Shouten los esquiva, tranquilo, sin inmutarse, ni siquiera mueve sus brazos que continúan cruzados sobre su pecho, Ranma y los demás miran con asombro la pelea, nadie sabía que había alguien capaz de esquivar los golpes de la abuela de esa forma, casi parece que se está burlando de ella.
Una sonrisa se dibuja en los labio de Shouten mientras que evade los golpes de su oponente, sus manos hacen un solo movimiento, uno solo tan rápido que resulta casi imperceptible para todos, un solo golpe rasga el aire y acierta certero a la frente de la anciana, ella detiene sus golpes y permanece inmóvil, callada, Shouten la mira y se acerca a ella para susurrarle algo al oído.

-Podría matarte, pero solo vine a ver que tan fuerte eras, debes entrenar mas si quieres sobrevivir a lo que viene, y entrena a los chicos, ellos serán la ultima esperanza cuando el día llegue-

Dicho esto, Shouten da la espalda a Cologne y ante el asombre de todos salta hacía afuera de la plataforma, ¿Se rinde? ¿Pero...por que?
Cologne recupera el movimiento en un instante, y al igual que todos mira incrédula y confundida al hombre que se aleja, sabe que ella perdió y de hecho ignora el por que sigue viva, se siente humillada y vencida, y sin embargo eso no le importa ahora, lo único que le importa es lo que dijo Shouten... Cuando llegue el día...

-Bueno, bueno, a pesar de todo la ganadora de esta pelea fue la señorita Cologne, y ahora daremos paso a la siguiente pelea, y escuchen esto, ahora todos tendremos el privilegio de ver pelear al campeón actual, ni mas ni menos que... ¡¡Tikal!!-

Tikal baja de un salto de su asiento hasta la plataforma, se quita el turbante dejando ver su cabello que cae hasta su cintura, voltea a mirar hacía donde están Ranma y los demás esperando conocer quien será su contrincante.

-Bien, ese es el campeón, y ahora tenemos a su retador... ¡¡La señorita Kodachi!!-

Kodachi sube a la plataforma con su ya clásica risa, observa desafiante a Tikal quien permanece inmutable, dejando ver solo sus ojos a través de esa mascara, Desde su lugar Ryouga mira preocupado la pelea, sabe que Kodachi no es lo suficientemente buena cómo para vencer a Tikal, pero a decir verdad, lo que le preocupa no es que pierda la pelea, lo que le preocupa es la vida de su amiga.

-Así que tu eres el campeón no es así, bien pues te diré quien va ha derrotarte, Me llaman la rosa negra, yo soy Kodachi y seré quien te derrote-

Tikal no dice nada, comienza a moverse confiado alrededor de Kodachi, esta se pone a la defensiva, su oponente espera paciente el momento en que ataque,

-No atacas he, bien, ¡entonces comenzare yo!-

Un ataque bastante estúpido, piensa Ryouga, sin embargo no creo que Tikal le haga daño, después de todo, solo es una mujer.

-¡¡Niña tonta, cómo te atreves a atacar así al gran Tikal, te daré una lección!!-

Un golpe, certero, casi imperceptible, tan rápido cómo un rayo, Kodachi se desploma con un ruido sordo, Detrás de la mascara, los ojos de Tikal brillan cruelmente, todos permanecen callados y sorprendidos ante el poderío del campeón, y es la voz que Tikal dirige hacía Ryouga la que rompe el silenció.

-¡¡Podría matarla Hibiki, y tu lo sabes, pero te quiero a ti chico, ya viste mi poder, ahora tú demuéstrame el tuyo!!

Ryouga mira con odio a su oponente, quisiera bajar y pelear ahora mismo, se contiene, aprieta sus manos y calla, sabe que peleara con el de todos modos, se limita a observar al asesino de su padre, y esperar, sólo esperar.
Mientras, la voz del hombre que los recibió vuelve a oírse:

-Bien, con esta pelea concluye la primera etapa del torneo, la noche de hoy, los participantes podrán descansar y recorrer la isla por cortesía de Rizard, mañana darán inició las semifinales-

Los peleadores que no han sido vencidos o muertos se retiran hacía el lugar que les ha sido asignado, Ranma y su grupo auxilian a Kodachi quien, a pesar de seguir inconsciente no sufrió una herida grave, Ryouga salta del balcón donde esta ubicado y camina hacía sus amigos, junto con ellos, se dirige hacía donde los guardias de Rizard les indican.
Después de un largo pasillo y una escalera que no parece acabar nunca, llegan a un salón magistralmente adornado donde ha de realizarse una fiesta para los peleadores que lograron llegar asta esta etapa.
La fiesta comienza junto con la noche, Ranma y sus amigos tratan de divertirse al igual que los peleadores restantes. Sin embargo, cada quién piensa en algo muy diferente a divertirse.
Ranma medita acerca de lo que ha pasado, su padre se rindió en su primera pelea, según dijo el: para dar paso a las nuevas generaciones, y lo que es peor, ni siquiera ha tenido la oportunidad de pelear con un oponente que logre precionarlo al máximo.
Akane por su parte, comparte el sentimiento de Ranma, su padre también se rindió antes de pelear, y ella tampoco ha tenido oportunidad de pelear a su máximo.
Mousse, Shampoo y su abuela también piensan en lo que ha pasado, Shampoo y su abuela meditan sobre lo que dijo el hombre que venció a Cologne, mientras que Mousse sólo piensa en lo impresionada que estaría Shampoo al verlo ganar el torneo.
Happoussai se dedica a molestar a las pocas mujeres que ahí se encuentran, confiado en que el es el mejor.
Ukio por su parte, se siente confundida, todo ha sido tan rápido, apenas hace una semana, ella estaba tan enamorada de Ranma cómo siempre, pero después de un momento no sabe que es lo que siente, casi le confiesa su amor ha Ryouga, pero fue entonces cuando comenzó el torneo, desde que comenzó a pelear sólo ha pensado en Ryouga, y ahora que por fin tienen un respiro un siquiera sabe donde está.

-Ranma, Akane, perdonen no han visto ha Ryouga-
-Este... pensamos que estaba contigo, tal vez Shampoo o su abuela lo sepan-
-Oye Shampoo, no has visto a Ryouga-
-Estaba aquí hace un momento Ukio, ¿por que no le preguntas al maestro?-
-Sí, eso haré... Maestro Happoussai, ¿no ha visto a Ryouga?-
-Claro, hace un momento lo vi salir por aquel balcón, tal vez haya ido a tomar aire-
-Sí, gracias-

Ukio se dirige hacía el lugar que señalo el anciano cuando es interceptada por Ranma, quién le preguntan acerca de Ryouga. Ella les dice lo que escucho de labios de Happoussai.

-¿Y que diablos hace ahí, he Ukio?-
-No lo se, tal vez fue a pensar sobre el torneo, después de todo, ni siquiera ha peleado.-
-Tienes razón, iré a hablar con el-

Ukio trata de evitar el que Ranma vaya con su amigo, (¿Interrupción?) Pero para cuando se da cuenta, Ranma ya ha salido fuera de la sala buscando a su amigo.
Afuera, el viento silba en los oídos de Ryouga, quién medita acerca de lo que va a ocurrir. Ranma, cauteloso y callado, trata de acercarse a el, pero siente que una fuerza invisible se lo impide, por lo que opta por llamarlo.

-Ryouga... ¿Estas bien?-
-¿Qué? Ha, Ranma, ¿disfrutando de la fiesta?-
-A decir verdad, ni siquiera he pensado en eso, ¿Qué diablos haces aquí afuera?-
-Estaba pensando... Sabes Ranma, no he peleado en ninguna de las eliminatorias, eso quiere decir que peleare la mayoría de las peleas que vienen, estoy seguro de que tendré que pelear contigo-
-Sí, así es, pero ni creas que te daré alguna oportunidad he Ryouga-
-Ranma, estoy seguro de qué tendré qué pelear contra Tikal en la final, y no estoy seguro de poder vencerlo, sí no lo hago quiero qué hagas algo por mí-
-¿Qué es?-
-Si tu me vences, júrame que vencerás a Tikal, júrame que vengaras a mi padre. ¡Ha! y otra cosa: "Dile a Akane que la amo, y que hubiera dado todo por un beso suyo"-
-No te preocupes Ryouga, tu mismo podrás decírselo, por qué ni pienses que podrás vencerme, yo seré el qué pele en la final-

El viento vuelve a silbar y los dos chicos se quedan callados, de pronto, una sonrisa de ambos, seguida de una estrepitosa risa al unísono rompe el silenció.

-¡¡Tienes razón, primero tendré que vencerte!!-

Ambos amigos caminan hacía el salón. Mientras, entre las sombras, una lágrima brilla en la obscuridad, y el corazón de una chica se pierde con el viento, escondida en la noche, la imagen de Ukio se asoma a la luz. "Dile a Akane que la amo" un comentario que aunque ella ya lo sabía, está segura de que nunca hubiera querido escuchar.
 
 
 

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