Septiembre11 de 2.001
EL CUMPLIMIENTO DEL DEBER

Es algo más que un sacrificio en Colombia. Es estar dispuesto a dar la vida por defender la paz, la democracia, la solidaridad, la fe en Dios.
Si, por que si los guerrilleros, concretamente los bandidos de las FARC llegan a mandar mensajes de muerte a dos de los grandes hombres que tenemos en este país, el Cardenal Pedro Rubiano Sáenz y el candidato presidencial Álvaro Uribe Vélez, ya llegamos al punto de decirle a los colombianos honestos "apaguen y vámonos", a las armas todos.
En estos dos baluartes, la Iglesia y la democracia, se sostiene todavía nuestra querida patria, a la cual han hecho invivible no sólo los hombres alzados en armas sino los malos gobiernos. Desde el que rigió el Dr. Carlos Lleras Restrepo, poco a poco se ha hecho cierto algo que dijo un noble político, el Dr. Darío Echandía: "¿el poder para qué?".
Monseñor Rubiano, mi amigo desde hace muchos años, cuando de ser el Padre Pedrito acá en Cali pasó a ser obispo de la Diócesis, luego Arzobispo y ahora Cardenal en Bogotá, se ha caracterizado por el valor conque defiende sus creencias no sólo religiosas sino políticas y sociales. No lo callarán quienes lo amenazan. Como tampoco callarán a mi lejano pariente, Álvaro Uribe Vélez. En su campaña, audaz y valiente, llama "al pan, pan y al vino, vino".
Es un político de ideas firmes, quien fue gobernador de su departamento, Antioquia y congresista. Como buen "paisa" (así le decimos a los antioqueños), es trabajador y activo y buen católico.
Aceptó un reportaje en la muy buena revista "Cambio" y habló sobre la guerra, la paz, la economía. Ha influido mucho lo que ha dicho para que haya ascendido en las encuestas en forma notable. Los colombianos estamos hartos de politiquería, de ofertas incumplidas, de violencia inacabable. Queremos mano fuerte que dirija al país dando un giro de 180°.
Como consecuencia de su postura frente a la guerrilla ha sido amenazada su vida. Ya les dijo que no lo callarán. A su padre lo asesinaron hace varios años. Y a nuestro pariente común, el general Rafael Uribe Uribe, lo mataron en las puertas del Capitolio, en Bogotá.
Que el Señor lo proteja a él, a Msr. Rubiano y a esta vapuleada patria.  

Leonor Uribe de Villegas
Envíe líbremente sus comentarios al e-mail:
[email protected]
 Perfil | Artículos | Comentarios
 
"Queremos mano fuerte que dirija al país"
 
 
 
Hosted by www.Geocities.ws

1